Recortes de Prensa Lunes 7 Octubre 2024


Un ataque ucraniano provoca un incendio en la mayor terminal petrolífera de Crimea

Las defensas ucranianas repelen un ataque aéreo ruso contra Kiev

Henar Andrés. Madrid. el mundo. 7 Octubre 2024


El ejército ucraniano ha informado de que ha atacado esta madrugada una terminal petrolífera en Feodosia, en la península de Crimea, provocando un incendio que ha desatado una "emergencia técnica" en la ciudad. Las autoridades rusas de la región han asegurado que no hubo víctimas.


"La terminal de Feodosia es la mayor de Crimea en términos de transporte de productos petrolíferos, que se utilizaban, entre otras cosas, para satisfacer las necesidades del ejército de ocupación ruso", afirmó el ejército ucraniano en un comunicado en redes sociales.


Además, el Ministerio de Defensa ruso ha dicho que sus defensas han destruido 21 drones ucranianos durante la madrugada: 12 en Crimea, seis en la región de Kursk y el resto en Belgorod, Bryansk y Voronezh.


Por su parte, Ucrania informó de que sus defensas han repelido un ataque aéreo ruso contra Kiev.


8:20

Ucrania repele un ataque aéreo sobre Kiev

El ejército ucraniano ha informado de que sus unidades de defensa estaban repeliendo el ataque aéreo de Rusia contra Kiev, según recoge Reuters. "Las unidades de defensa antiaérea están operativas", dijo Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev, en la aplicación de mensajería Telegram.


8:10

Rusia intercepta 21 drones ucranianos

El Ministerios de Defensa de Rusia ha asegurado que sus defensas aéreas han destruido 21 drones ucranianos durante la noche: doce de los drones fueron destruidos sobre la península de Crimea, seis sobre la región de Kursk y el resto sobre las regiones de Belgorod, Bryansk y Voronezh.


8:00

Emergencia "técnica"

Por su parte, las autoridades instaladas por Rusia en la región de Crimea han informado del incendio que se ha producido en un depósito de petróleo en Feodosia, sin especificar las causas, aunque sí han asegurado que no se han producido víctimas, según la agencia Reuters. El fuego ha provocado un estado de emergencia "técnica" en la ciudad.


El canal de noticias de Telegram Baza, que cuenta con fuentes entre los servicios de seguridad rusos, informó de que varios depósitos de combustible estaban ardiendo en Feodosia después de que los residentes escucharan una serie de fuertes explosiones.


7:50

Ucrania ataca una terminal petrolífera en Crimea

Ucrania ha asegurado que ha atacado durante la noche una terminal petrolífera en Feodosia, en Crimea, ocupada por Rusia. "La terminal de Feodosia es la mayor de Crimea en términos de transbordo de productos petrolíferos, que se utilizaban, entre otras cosas, para satisfacer las necesidades del ejército de ocupación ruso", ha dicho el ejército ucraniano en un comunicado a través de la aplicación de mensajería Telegram, informa Reuters.


El gran error de la izquierda global con su acercamiento al islamismo y su condena a Israel

Alberto Spektorowski. la razon. 7 Octubre 2024


No cabe duda de que el ataque de Hamás del 7 de octubre de hace un año amenaza con desencadenar una crisis regional. Los misiles de Irán que llovieron sobre Israel este 1 de octubre, y que muy probablemente tendrán su respuesta en un ataque israelí de alto nivel sobre Irán, son prueba fehaciente de que este conflicto local que se inició con el ataque asesino de Hamás puede desembocar en un conflicto regional, e inclusive global. De la mano de este conflicto que pone al «eje de la resistencia» –liderada por Irán y sus ‘proxies’ y apoyada desde fuera por Rusia y China– en choque directo con Israel, Estados Unidos y los moderados países suníes, incluyendo a Arabia Saudí, se le agrega un choque ideológico y cultural. Este choque ideológico que se entrecruza en ciertos puntos con el conflicto entre las coaliciones mencionadas, es un choque ideológico que se da solo dentro del mundo occidental, y a nuestro entender va a definir el sentido de Occidente para las próximas décadas.


En el mismo momento que Yahya Sinwar concibió el 7 de octubre, entendió precisamente el momento al cual estamos llegando. Sabia perfectamente las debilidades de la sociedad israelí con respecto a los rehenes, sabia perfectamente cuál iba a ser la reacción israelí, la tensión que se iba a crear en las sociedades occidentales con Israel. Sabia que Israel se transformaría en un paria inclusive para sus socios, y que desataría una guerra regional en la que las fuerzas conjuntas de Hizbulá, Irán y los hutíes derroten a Israel o lo dejen tan golpeado que el proceso de descomposición de Israel se vislumbre.


El plan concebido por Sinwar funcionó casi a la perfección hasta estas dos últimas semanas. Ha logrado lo que pretendía, que es llevar a la región al borde de una guerra regional. Pero quizás lo que no esperaba era que el ejercito desmoralizado de Israel después del 7 de octubre, y la sociedad israelí tremendamente dividida y regida por un primer ministro desprestigiado de pronto recupere la iniciativa en todos los frentes. Lejos de aceptar el cese de fuego y la continuación de la «guerra de desgaste» propuesta por Irán, Israel levanta la apuesta, y le hace entender a Irán y a sus socios que el precio que tendrán que pagar es mas alto del que esperaban. Lo que se vislumbra hoy por hoy es un Hamás desperdigado y casi destruido. Aunque la palabra «casi» no equivale a totalmente destruido, ya que sigue funcionando como guerrilla y aún tiene la gran ventaja estratégica de poseer a los rehenes, Israel se ha mostrado firme al no aceptar las condiciones de rendición propuestas por Hamás a pesar del tremendo y desgarrador dolor por los rehenes.


Al mismo tiempo, Israel ha tomado la iniciativa en Líbano haciendo uso de su tecnología avanzada poniendo a Hizbulá, el «proxi» más importante de Irán, contra las cuerdas. Nuevamente esto no equivale a que Hizbulá esté cerca de rendirse. Pero la necesidad urgente que tuvo Irán de hacer esta pseudo demostración de fuerza el pasado 1 de octubre demuestra fehacientemente que debía demostrar a sus «proxies» que está dispuesto a involucrarse por ellos cuando estos ya lo ponían en duda.


Y aquí, Irán realmente tomó sus riesgos porque bien sabe que sus defensas son muy endebles ante una represalia israelí que vendrá. Mas aún, lo que entiende Irán y muy probablemente ya lo entienda Sinwar es que a pesar del enojo y desprecio que siente Biden por Netanyahu y a pesar de las constantes declaraciones de Arabia Saudí a favor del cese al fuego y a favor de la creación de un Estado palestino, nada de ello afecta el resultado que viene en el futuro.


La coalición americana-israelí tarde o temprano actuará junta en contra de Irán, y ni China ni Rusia saldrán en su ayuda. Arabia Saudí acabará normalizando su relación con Israel, y no habrá Estado palestino. Desde sus lúgubres túneles, rodeado de rehenes maltrechos y casi muertos, Sinwar verá su proyecto derrumbarse. La guerra de desgaste prometida por Irán se prolongará por un tiempo, y terminará con un Irán mas debilitado y con Hizbulá rindiendo cuentas a su propia gente por el desastre al que los han llevado.


En ese momento no tan lejano, veremos más que nunca las imágenes surrealistas del 7 de octubre. Manifestaciones furiosas en Occidente que se darán hoy día frente a manifestaciones de alegría que ya se ven en sectores de Líbano, del mundo árabe y de Irán mismo, especialmente por parte de sus mujeres rebeldes, que no quieren ni ver a los «tiranos de la resistencia». Qué decepción para los idiotas útiles del Occidente. Se les acaba el mundo. Israel no está derrotado como creían, y llorarán en las calles de París, Madrid, llorarán en la Universidad de Columbia, y gritarán por la violación de los derechos humanos de los palestinos, lo cual sugiere algunas preguntas pertinentes. ¿Es que realmente los derechos humanos son la preocupación de esta movilización occidental? Una observación más detenida ve lo que es obvio. Más que una protesta por la defensa de los derechos humanos universales, lo que más les preocupa es el supuesto agresor: Israel. No hay movilizaciones ni histeria colectiva por los miles de niños muertos en Ucrania, Sudán o Siria. Poco interés hay en los campos de concentración para los uigures en China y ni grandes movilizaciones de la «comunidad de género» por las mujeres asediadas en Irán, y menos aun por las mujeres violadas el 7 de octubre.


Tal discriminación en la sensibilidad colectiva ha llevado a muchos observadores a considerar a esta nueva generación de activistas progresistas que navegan en la intersección entre las ideas postcoloniales y postseculares como representantes del surgimiento de un nuevo antisemitismo antirracista o «antisemitismo cool». A través de la condena a Israel se condena al colonialismo occidental. El concepto que comenzó a ser absorbido por los sectores progresistas se reduce al hecho de que mientras Hamás debe ser entendido como movimiento de resistencia al colonialismo y no puede ser condenado por sus acciones, Israel como poder colonial debe ser condenado por ejercer su autodefensa. Todo queda limitado a quién es el agente del que se hable. Si la defensora de los «derechos trans» es israelí, esto implica que es colonialista y es preferible para el caso defender al integrista musulmán que sufre la ocupación en Palestina o la discriminación por ser musulmán en el caso de que esté en Europa.


Esta resistencia «woke» al colonialismo, aunque basada en cierta forma en las teorías de Frantz Fanon, se podría decir que superan las ideas del mismo Fanon, expresadas en «Los condenados de la tierra». Es difícil predecir si el mismo Fanon hubiese aceptado en su nombre la resistencia anti colonialista del islamismo radical, sea este de los Hermanos Musulmanes o de los talibanes. Lo que está claro es que el autor de «Black Skin White Masks» rechazaba la fetichización de la raza y la identidad. Difícil creer, asimismo, que su teoría destinada a movimientos de liberación nacional seculares –como el FLN argelino– podría abarcar a movimientos como Hamás y Hizbulá, que poco tienen que ver con movimientos de liberación nacional. Su revolución es islámica imperialista, tanto sea chií como suní. Para Hamás, la ocupación israelí en Cisjordania importa muy poco. Es Israel en sí mismo el que tiene que ser eliminado, y junto con Israel también el secularismo palestino en el caso de Hamás, y el Estado plural de Líbano en el caso de Hizbulá.


Pero quizás lo mas significativo es que la teoría postcolonial también está arruinando a la izquierda progresista. Ya en el pasado la izquierda occidental tuvo sus desvarios patéticos que se vieron manifestados en los flirteos con el stalinismo. Intelectuales como Jean P. Sartre y el filósofo húngaro Georg Lukacs representaban esa corriente. Pero cabe remarcar que en ese flirteo había una lógica teórica que no tiene que ver con lo moral. Aunque era una posición poco moral, de igual forma Georg Lukacs veía a Stalin como el ultimo bastión de resistencia contra el racismo nazi. Con criterios progresistas parecidos, la izquierda marxista defendió a movimientos de liberación nacional «tercermundistas» violentos, incluida la OLP palestina. También eso tenía su lógica. Líderes terroristas palestinos como George Habash o Hawatme, o el mismo Arafat, eran representantes precisamente de la línea ideológica del FLN argelino que defendía Frantz Fanon. Israel combatió el terrorismo de la OLP con virulencia.


Pero también con estos mismos terroristas llegó a hacer un proceso de paz que, aunque no culminó bien, daba a entender que había por lo menos de qué hablar. Eso era algo imposible de aceptar por el Hamás de la década de 1990. Es ese propio Hamás el que se encargó en la Segunda Intifada con sus bombas suicidas de destruir hasta la pequeña esperanza de llegar a la paz entre palestinos e israelíes. No era la lucha contra la ocupación lo que lo movía antes o ahora a Hamás, sino que era más bien la lucha a muerte contra la opción de que se termine la ocupación y se abra por lo menos la vía difícil del dialogo por el principio de dos Estados para dos pueblos. Es cierto también, como lo relata Shlomo Ben Ami, que los palestinos en las negociaciones de Camp David y Taba en 2000 desaprovecharon una opción real de lograr un Estado independiente. Sin embargo, a pesar de ello, los contactos y un diálogo racional se mantenían, aunque sea para mantener la esperanza.


De forma satánica y brillante, Sinwar continuó el proceso de destrucción de la esperanza que comenzó Hamás en la década de 1990. Ahora se quería evitar la normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudí. La meta siempre es la misma, mientras en Israel se ve la pérdida de oportunidades de los palestinos como errores de cálculo, para Sinwar y Hamás el concepto del tiempo es diferente al concepto occidental. La resistencia que comenzó con la negación a tener un Estado independiente durante la partición de 1947 –negación que se repitió en las conversación de Camp David y Taba en los 2000–, no son errores de cálculo para Sinwar. Estos son pasos en la resistencia y se demorará sin importar el precio que paguen los palestinos, quienes a la larga serán los «jahides» de la revolución islámica.


Cada vez resulta mas claro esta posición, que sería repulsiva para cualquier progresista en el pasado pero es bendecida hoy por los post colonialistas. Si en el pasado el apoyo de la izquierda progresista a movimientos de liberación nacional caía dentro de la lógica modernista, posibilista secular e igualitaria, la de hoy cae en la lógica postcolonial, que es lo inverso del racionalismo progresista.


Y este acercamiento del progresismo de izquierda con el islamismo y con el bloque de resistencia, Irán, Rusia, los hutiíes, Hizbulá y Hamás, especialmente en el contexto de la guerra en Gaza, se acerca conceptualmente al peor error de la izquierda revolucionaria en su historia. Este fue el acercamiento de la izquierda sindicalista revolucionaria italiana a principios del siglo XX al nacionalismo radical que llevó a la fundación del fascismo y casi al fin de Occidente. Como lo explicaban académicos como James Gregor, Zeev Sternhell y Mario Sznajder, entre otros, las raíces del fascismo estaban en la izquierda revolucionaria. Los hijos intelectuales de George Sorel, Arturo Labriola y Alceste de Ambris atacaban a la modernidad del Iluminismo, sea esta liberal o marxista. Lo que caracterizó al fascismo en el pasado caracteriza ahora a la unión del islam chií con la izquierda postcolonial, todo ello escondido bajo una falsa defensa de derechos humanos esgrimida en cada esquina por los «woke» progresistas.


Así como en el pasado no podía haber arreglo o concesiones al fascismo, hoy día el mundo liberal y moderno no puede hacerle concesiones a la síntesis postcolonial islámica. El enfrentamiento debe ser total cuando Israel hoy es la primera barrera en esta enfrentamiento, al que con seguridad se unirá el mundo occidental que aun no ha perdido su brújula moral.


Israel: unidad de medida civilizadora

Agapito Maestre. libertad digital. 7 Octubre 2024

O apoyamos a Israel o el antisemitismo mundial acaba con la civilización occidental.


Mucha ironía y escepticismo debemos desarrollar para enfrentarnos a la oleada de antisemitismo que invade Europa. Basta citar las marchas y manifestaciones que los enemigos de Israel han convocado por todo el mundo para justificar el salvaje acto terrorista cometido hace un año por Hamás, respaldado por Irán y el totalitarismo comunista, para hacerse cargo del peligro que corre el mundo libre. Mucho distanciamiento político y coraje intelectual hemos de ensayar cada vez que recordemos la masacre sufrida por Israel hace un año. No resulta fácil entender cómo una agresión de esa naturaleza, seguramente la más sangrienta después de la Segunda Guerra Mundial, ha sido convertida por el comunismo, el islamismo y, por supuesto, por el llamado "pensamiento políticamente correcto", en el inicio del fin del Estado de Israel, o sea, de las democracias occidentales. Mucho espíritu liberal tendremos que inventar para torear a quienes quieren acabar con nuestra civilización. No será fácil, pero es el único camino para no caer en la depresión, o peor, en el odio, la rabia y el resentimiento de quienes todos los días atacan el pluralismo, la ironía y el escepticismo liberal.


Ese espíritu liberal, hoy por hoy, sólo tiene una salida: o apoyamos a Israel o el antisemitismo mundial acaba con la civilización occidental. Puede no gustarnos la política del primer ministro de Israel, pero nadie puede cuestionar que, hoy, su ejército está defendiéndose en siete frentes: en primer lugar, contra Hamás, los salvajes que mataron, quemaron y violaron a ciudadanos israelíes el 7 de octubre de 2023; en segundo lugar, contra Hezbolá en Líbano, "la mayor milicia terrorista del mundo que planeaba una masacre aún mayor" y lleva un año aterrorizando con cohetes el norte de Israel; los hutíes en Yemen; las milicias chiíes en Irak y Siria que juntas han lanzado cientos de drones y misiles contra Israel, terroristas en Cisjordania "que intentan asesinar en el corazón de nuestras ciudades" y por último, Irán. Obvio es que para defenderse de tantos frentes Israel necesita armas. Y, sin embargo, esa evidencia ha sido cuestionada por Macron. ¿Qué tiene de liberal el presidente de Francia? Nada. Es un fiel heredero de quienes entregaron Francia a los nazis para la "solución final". Nadie vea dura mi acusación. Es la constatación de un hecho.


Los espíritus liberales, lejos de sobrevolar sobre situaciones delicadas, muestran lo real tan cual es, o sea, Macron produce vergüenza ajena al negarse a prestarle ayuda al pueblo de Israel. Tanto Macron como muchos otros dirigentes de la UE, que prefieren esconderse en el silencio cobarde, forman parte parte del antisemitismo latente en nuestras sociedades, que emerge y se desarrolla antes en instituciones pseudo ilustradas, como las pobretonas, intelectualmente hablando, universidades españolas que en la calle. El hombre antisemita, y lo repetiré todas las veces que haga falta, es una de las formas más degradadas del "hombre-masa", o sea, de alguien que es, según nos enseñara el judío Adorno, a la vez ilustrado" y supersticioso, "orgulloso de su individualismo y constantemente temeroso de ser diferente a los demás, celoso de su independencia y proclive a someterse ciegamente al poder y a la autoridad". He ahí las condiciones ideales para forjar una personalidad autoritaria: seres humanos que tratan de dominar o someterse frente a los otros como consecuencia de una básica inseguridad de su yo. Macron es, exactamente, eso: un inseguro, un cobarde, que junto a otros millones como él, intentan que una fecha trágica para la humanidad, como es la del del 7 de octubre de 2023, pasen desapercibida, o peor, como una medalla de los enemigos de la libertad.


En resolución, o se está con Israel, porque es una unidad de medida de la civilización liberal, o se está con sus enemigos. No hay espacio para los tibios.


Todos los errores de Israel son un ratón comparado con el elefante iraní

Ben-Dror Yemini. la razon. 7 Octubre 2024


Este ha sido el año más difícil para Israel desde su creación. Y ha sido el año más difícil para el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien, salvo un breve interludio, ha estado liderando Israel durante una década y media. Fue un año difícil porque la estrategia de Netanyahu fracasó. A pesar de su imagen de halcón, Netanyahu eligió la contención. Dos organizaciones terroristas crecieron precisamente durante su mandato: Hizbuláy Hamás. Y Netanyahu no solo no hizo nada, sino que también promovió una estrategia de apoyo a Hamás como contrapeso a la Autoridad Palestina.


Un año entero Israel contuvo la respuesta ante miles de misiles y cohetes lanzados por Hamás desde Líbano. Decenas murieron. Decenas de miles se convirtieron en refugiados. Decenas de miles de acres agrícolas fueron consumidos por el fuego. Decenas de reservas naturales fueron destruidas. Pasó un año y Israel apenas respondió. Esto no es belicismo. No es agresión. Fue principalmente apaciguamiento y debilidad. Esta es también la razón principal por la que Netanyahu sufrió durante este año una caída significativa en su popularidad. Según todas las encuestas, la coalición que él lidera habría perdido si se hubieran celebrado elecciones.


A pesar de todas las críticas justificadas a Netanyahu, el gran problema es el mundo libre. El mundo libre no está regresando a los años treinta. Hoy se encuentra en una situación mucho peor. En aquellos días no había manifestaciones masivas en apoyo del eje del mal. La academia y los medios no culpaban a las víctimas. Hoy estamos en una situación diferente. El yihadismo, en todas sus ramificaciones, está activo en muchos países del mundo. El 95% de las víctimas del yihadismo son musulmanes y/o habitantes de países empobrecidos, principalmente en África. Y a nadie le importa. Israel es el principal, casi exclusivo, punto de encuentro entre el yihadismo y el mundo libre. Entre la industria de la muerte y la democracia, la libertad, la igualdad de la mujer y los derechos humanos.


Pero hay una diferencia entre entonces y ahora. Porque en aquel entonces no estaba claro que Hitler tenía la intención de cometer genocidio y dominar el mundo. Hoy es evidente y conocido. Así que la distorsión moral de los "círculos progresistas" hoy es mucho más grave. No es solo el Estado Islámico. Los líderes de Hamás han dicho antes que "hay que conquistar Roma, y también las dos Américas". Y en las transmisiones de Hamás se publicó un llamado "a destruir a los judíos y a los cristianos hasta el último de ellos".


El líder del islam sunita, el jeque Yusuf al-Qaradawi, instó a los musulmanes a "completar la obra de Hitler". Como líder espiritual, también de Hamás, visitó Gaza en 2013 para continuar la incitación contra la existencia del Estado de Israel. Y el líder de Hizbulá, Hassan Nasralá, afirmó que "es excelente que los judíos se concentren en Israel, porque así no será necesario perseguirlos en el mundo, y en la tierra de Israel se llevará a cabo la solución final y absoluta". En esa misma línea, Mahmoud al-Zahar, miembro de la dirección de Hamás, declaró en el canal de televisión de los hutíes en Yemen: "El ejército de Jerusalén no solo liberará las tierras de Palestina. 512 millones de km² de la Tierra estarán bajo un gobierno sin sionismo y sin el cristianismo traidor". Más Estado Islámico que el Estado Islámico.


¿Cómo puede ser que Israel esté luchando contra el yihadismo asesino, pero la mayoría de las manifestaciones sean contra Israel? Esto ocurre porque Israel es víctima de una inmensa propaganda de mentiras. Israel no es un estado colonialista. Un país que fue establecido principalmente por refugiados, como resultado de persecuciones en Europa y en países musulmanes, no puede ser un estado colonialista. Israel no se fundó en pecado. Un país que surgió con un amplio reconocimiento internacional no puede haber sido fundado en pecado. La Nakba ha sido completamente distorsionada. Sí, se creó un problema de refugiados cuando Israel se estableció, principalmente debido a la negativa árabe a la propuesta de partición, y porque en esos años hubo decenas de millones de intercambios de población, incluso forzados. Y más judíos atravesaron una Nakba en los países árabes, siendo expulsados o forzados a huir.


Israel no es un estado de "apartheid". Los ciudadanos árabes de Israel disfrutan de plenos derechos. Muchos de ellos han alcanzado los puestos más altos en universidades, hospitales, el sistema judicial y el sector privado. El bloqueo sobre Gaza es culpa de Hamás y en contra de la voluntad de Israel. Hamás ha rechazado repetidas ofertas para levantar el bloqueo.


En las dos primeras semanas hubo un cambio. Después de un año de contención, Israel logró asestar golpes a Hizbulá, la organización terrorista que ha devastado Líbano y que actúa como el brazo largo de Irán. Muchos de los líderes de la organización fueron asesinados, incluido su líder, Hassan Nasralá. Irán, en respuesta, lanzó cerca de doscientos misiles balísticos contra Israel. Israel anunció que habría respuesta.


Tras el ataque iraní, el Medio Oriente llega a un punto de ebullición. Netanyahu, que se comportó con un radical apaciguamiento hasta hace dos semanas, debe responder. Porque esta locura debe terminar. Porque decenas de millones, incluidos seis millones de judíos, ya han pagado un alto precio por la locura del mal absoluto. No más. Israel nunca ha amenazado a Irán. Es Irán el que afirma una y otra vez que su objetivo es la destrucción de Israel. No solo habla. Actúa. Ha establecido un cinturón de fuego alrededor de Israel, que incluye a Hamás, Hizbulá, los hutíes, y las milicias en Siria e Irak. Esta locura no terminará si Israel sigue jugando según las reglas. Porque al jugar según las reglas, el presidente de Irán puede visitar la ONU y ser recibido como un huésped honorable. Pero al primer ministro de Israel se le amenaza con una orden de arresto internacional.


Es importante recordar y mencionar. Los iraníes, libaneses, iraquíes, yemeníes y palestinos han sido en las últimas décadas las principales víctimas del régimen iraní. Este régimen causa destrucción, hambre, ruina y derramamiento de sangre. Ellos también merecen libertad de este régimen. Se puede criticar la política del gobierno de Israel. Eso es legítimo. Pero todos los errores del gobierno de Israel son un ratón comparado con el elefante iraní. No habrá reconciliación ni paz mientras los ayatolás gobiernen Irán. Queremos paz y reconciliación. Para que esto ocurra, Israel debe actuar con determinación y eliminar la amenaza iraní del Medio Oriente. By Any Means Necessary.


Ben-Dror Yemini es periodista en "Yedioth Ahronoth" y autor del libro "La Industria de las Mentiras".


Un año

Zoé Valdés. gaceta. 7 Octubre 2024


Un año ya de dolor y de ausencias. Un año de afrenta contra la opinión de unos medios vendidos y vencidos, un año de propaganda nefasta, un año de guerra indómita, y así y todo precavida. Una guerra en defensa de un pueblo, en defensa del mundo. Una guerra atroz como todas las guerras, pero en las que se toman precauciones, se avisa, se espera… Israel sigue estando ahí, irredenta, es necesario que esté y que estemos todos por los rehenes, por sus hijos, los hijos de Israel, y por Occidente.


Desde que empezó la guerra en Ucrania, invadida por un oligarca criminal, que tirotea a periodistas, envenena a opositores, apenas se duerme en Europa; sin darnos cuenta la alerta, el sobresalto, pasó a formar parte de lo cotidiano. Pero, desde hace un año esa alerta se ha duplicado, el sobresalto ha hecho un pozo muy dentro, pendientes de la vuelta de los rehenes. Todos, vivos o muertos; desgraciadamente algunos muertos. Y a la espera de dos caritas, de las de Kfir y Ariel Bibas, con sus padres.


Que a un año el presidente francés Emmanuel Macron haya pronunciado la infamia de una rendición en nombre de todos, me parece inadmisible. De ahí que aplauda la inmediata respuesta de Benjamín Netanyahu. De lo que dijo el tecnócrata nadie se acordará, pero las palabras de Netanyahu resonarán: «Israel está defendiéndose hoy en siete frentes contra los enemigos de la civilización… Todos los países civilizados deberían apoyarnos… Israel ganará con ellos o sin ellos»… Palabras de un hombre que, guste o no, lidera y defiende a su país, por encima de titubeos y miedos. Palabras y acciones, lo demás es ruido. El ruido miserable de los timoratos contra sus propios países, contra sus pueblos, y a favor de lo obscuro.


Pudiera referirme a Emmanuel Macron en extenso, no lo haré, aunque sólo brevemente; me referiré a él como el que ha destrozado los sueños de numerosos franceses que le votaron, como quien aplastó los míos de exiliada, viniendo de una dictadura totalitaria, de entre las dos más antiguas en el planeta, después de la de Corea del Norte. Varias veces le escribí para ofrecerle una visión distinta de lo que sucede en Cuba, sólo respondió una vez sin hacer alusión al tema principal: una vía sensata para variar o romper relaciones y terminar todo tipo de ayuda a esa tiranía comunista que es nutrida cada año por el Club de París, y el ingreso de millones como condonación de una deuda infinita.


Emmanuel Macron es un lâche —eso leí recientemente en cientos de comentarios en las redes sociales—. Comentarios que desgraciadamente llevan razón. El presidente es un cobarde. Con todo respeto se lo digo, con el mismo respeto con el que le escribí esperanzada; hay que admitirlo, su condición de títere le ha llevado a extremos vergonzosos.


Todo es irrespetuosidad, desde modernizar los vitrales la catedral Notre Dame, de cuyo fuego y semidestrucción todavía nadie ha entregado un informe convincente, pasando por el incendio de varias iglesias y catedrales cuya fiebre pirómana resulta más que sospechosa, hasta las muertes insoportables casi a diario de niños, adolescentes, adultos, todos inocentes, a golpes y a cuchilladas, sin más explicación posible que la evidente barbarie.


Nos sorprendimos cuando decidió no protagonizar la primera marcha solidaria con Israel tras el progrom del 7 de Octubre… No obstante, a mí ya no me tomó por sorpresa cuando después de viajar a Israel la actitud de Macron fue la de un tibio. Deshonraba a Francia y la deshonra ahora que su presidente, entonces, y a un año, de semejante masacre, exprese tanta cobardía; de nada vale que lluevan luego los comunicados. Lo dicho está dicho, no son tiempos para demorados comunicados.


Un año ya del horror que nos transformó, que cambió nuestras vidas… Sin embargo, desde hacía mucho más tiempo Israel vivía asediado, bombardeado por cohetes desde distintas partes, desde Gaza, desde el Líbano, por Hamas y Hezbollah, y el mundo impávido, callado. Porque el mundo sólo salta y se enerva cuando Israel ataca en defensa propia, que es en defensa nuestra también, de todos. La vergüenza frente a tanto latrocinio asfixia, obliga a actuar con firmeza.


Reprochar la guerra a Israel y comportarse de forma indiferente, oportunista e ignorante delante del origen de esa guerra no sólo resulta inaceptable, es indecente. Pero el mundo es ya de una indecencia escabrosa, de la que sospecho no habrá retorno.


¿Qué ha cambiado?

Jesús Laínz. gaceta. 7 Octubre 2024


Últimamente no ganamos para sustos. A los austriacos les ha dado por votar a la versión local de lo que la conciencia universal llama «ultraderecha«. Sus primos alemanes, en el mismísimo corazón de las tinieblas, también insisten en aumentar su apoyo a quienes, según denuncian asustados opinadores de izquierda y derecha, representan la primera reanimación del mal desde el 45. Y lo mismo está ocurriendo por toda Europa, incluida una Gran Bretaña que siempre ha presumido de ser el último bastión contra estas cosas. Por no hablar de Francia, por supuesto.


Pero, ¿qué ha sucedido? ¿Qué ha cambiado para que los europeos se inclinen cada día más por esas opciones políticas condenadas y desprestigiadas por todo tipo de políticos y medios de comunicación desde hace décadas? ¿Su concepción de la sociedad, de la política, de la vida y del hombre ha experimentado un giro de 180 grados? ¿De repente se ha extendido un imprevisible virus fascista?


La respuesta es mucho más sencilla: todo tipo de europeos, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, creyentes y ateos, ricos y pobres, urbanitas y aldeanos, y, sobre todo, de izquierdas y derechas, han alcanzado el grado de saturación ante las consecuencias de la inmigración masiva. Porque lo que no comprendieron y siguen sin comprender nuestros humanitarios amantes del multiculturalismo es que si Europa importa tercer mundo, acabará siendo tercer mundo. Y de nada valen detalles, excepciones ni matices. Ése es el problema y no se resolverá jamás.


Los datos no dejan lugar a dudas: según una encuestra realizada por Le Figaro, más del 85% de los franceses, hayan votado o no a Marine Le Pen hace unos meses, se muestran partidarios de un referéndum para frenar la inmigración, procedimiento esencial en una democracia ante un asunto de tan enorme transcendencia y que, sin embargo, nunca se ha llevado a cabo ni en dicho país ni en ningún otro de Europa.


¡Alerta antifascista!, que diría el añorado Pablo Iglesias. Pero, ¿de verdad se creen que el 85% de los franceses se ha convertido repentinamente al fascismo? Curioso fascismo, por cierto, el de unos partidos que en toda Europa se caracterizan por acumular los votos de muchos exvotantes izquierdistas hartos de la inseguridad en las calles, de la impunidad de los delincuentes y de la discriminación a los nativos; de muchos homosexuales asustados por la creciente islamización de la sociedad y sus previsibles consecuencias; de muchos judíos que comienzan a percibir oscuro su horizonte por el mismo motivo; y sobre todo de muchos ciudadanos sin especial filiación política que lamentan que la sociedad civilizada que ellos conocieron va convirtiéndose imparablemente en una inhabitable jungla urbana.


En su clásico aunque olvidado La sociedad multiétnica, de lectura mucho más necesaria hoy que cuando se publicó hace un cuarto de siglo, Giovanni Sartori calculó en cifras redondas que una sociedad puede acoger a aproximadamente un 10% de población foránea culturalmente distante; un 20% ya sería probablemente inasimilable; y un 30% provocaría una fuerte resistencia por parte de los anfitriones. Concluyó afirmando que, aun en el caso de admitir que dicha resistencia pudiese ser calificada como racismo, los culpables de dicho racismo no serían los pueblos europeos que vieran su identidad amenazada.


Los políticos sistémicos de toda Europa, que no son tontos del todo, o al menos sus asesores y encuestadores, han comenzado a tomar nota de un descontento que, de seguir creciendo, pondría en peligro sus puestos. El aparente cambio de Sánchez, Feijoo y demás políticos de todos los partidos que llevan décadas promoviendo la sustitución de europeos por afroasiáticos no ha sido provocado por un rechazo sobrevenido a la inmigración, sino por miedo al ascenso de eso que llaman «ultraderecha» aunque no sea otra cosa que sentido común e instinto de supervivencia.


En el improbable caso de una efectiva ralentización de la inmigración extraeuropea, el objetivo perseguido será evitar que sigan saltando las alarmas. Así se dará tiempo al acallamiento de los descontentos y a un mayor anestesiamiento de la población en general, para más tarde abrir las compuertas a nuevas oleadas inmigratorias sobre una Europa más envejecida y con menor capacidad de reacción.


"Es la evolución natural del lenguaje"

"En 50 años los brasileños ya no hablarán portugués, pero el español no desaparecerá de América"

El lingüista y académico portugués Fernando Venancio lleva décadas estudiando su lengua materna y su evolución. En su último libro, recién publicado en Brasil, cuenta cómo los brasileños están a punto de dejarla atrás

Guillermo Cid. el confidencial. 7 Octubre 2024


Fernando Venancio acaba de comprobar en sus propias carnes las hipótesis que lleva años plasmando en sus libros. Este lingüista y académico portugués publicó hace cinco años uno de sus últimos trabajos. En él, contaba cómo el proceso natural de la evolución de las lenguas va a hacer que dentro de unas décadas los brasileños y los portugueses no hablen el mismo idioma y una de las razones que da para apuntalar su hipótesis es que ya las industrias culturales los tratan como dos idiomas distintos. El texto pasó sin hacer mucho ruido en su país natal, pero la fama le acaba de llegar de golpe. ¿La razón? Acaba de ser editado en portugués de Brasil. A sus 79 años, Venancio ha generado un pequeño terremoto en el lusomundo. Una entrevista dada a BBC Brasil por la publicación de su libro Assim Nasceu uma Lingua hizo que mucha gente se preguntasen por el futuro del idioma y qué pasaría si un día los brasileños ya no hablan portugués sino brasileño. Aunque el autor no parece demasiado preocupado, pues lleva décadas avisando de ello. "Es lo lógico y lo habitual en las lenguas. En el mismo texto cuento cómo el portugués precisamente es una evolución del gallego, un idioma del que se separó tras siglos de historia compartida", añade. Ahora, con sus palabras moviéndose en muchos debates y periódicos de todo el mundo, Venancio responde a El Confidencial con varias ideas claras: la separación entre el portugués y el brasileño es inevitable en las próximas décadas, pero no ocurrirá lo mismo con el español ni con el portugués en países como Angola o Mozambique. "Aunque es una evolución lógica de las lenguas es un caso bastante excepcional en los idiomas de nuestro entorno. Sobre todo porque Portugal, al contrario que la mayoría de naciones cercanas dejó de lado la influencia cultural en Brasil y nunca se preocupó por ella", detalla.


PREGUNTA. ¿Cómo funciona la evolución de las lenguas?

RESPUESTA. Las lenguas están siempre en movimiento. Tanto las más cultas como las que pensamos que son más primitivas, todas cambian constantemente. Solo tenemos que verlo en nuestros casos personales. Uno cambia mucho su forma de hablar en 20, 30 o 40 años de vida, pues imagina lo que pasa en un idioma con siglos de historia. Y lo que también es importante, todas las lenguas se alejan, tienden a hacerlo. Es lo natural, lo lógico. Solo en condiciones muy especiales y concretas las lenguas tienden a aproximarse, lo normal es la separación.


P. En su libro cuenta cómo el portugués fue una evolución del gallego y que en ese devenir de los años se acabaron separando. ¿Qué factores influyen para que esto ocurra?

R. Eso es. El gallego existía más de 500 años antes de que Portugal naciese. Ni siquiera se pensaba que pudiera existir un reino al sur de su territorio ni nada parecido cuando el gallego empezó a hablarse. Los terrenos de Portugal empiezan a utilizar esa lengua con el tiempo y la van haciendo suya a partir de 1143, cuando el reino nace. Lo hacen igual que pasó con Brasil, eran un territorio que no tenía lengua común y adopta una que llega y se implanta. Pero la cosa cambia mucho a partir de 1400, cuando el portugués empieza a separarse del gallego de manera muy consciente.


P. ¿Cómo consciente?

R. A partir de 1400 hay varios factores que llevan a alejamiento del gallego y en los que los gobernantes tienen mucho que ver. El primero es que el ritmo de Portugal se empieza a marcar muy claramente desde Lisboa, todo Portugal se vuelve lisboeta. Esto lleva a la pérdida de influencia de los nobles del norte del país, enemistados con el rey y que ven cómo su poder se va perdiendo, también en su forma de hablar. El habla del norte deja paso a las formas del sur. Y por último, que aunque ahora parezca cercano, lo cierto es que la distancia entre Galicia y Lisboa en esos años era muy grande, la forma más rápida de ir del norte hasta Lisboa era por barco y con el riesgo de los piratas. Eso también ayuda a un alejamiento. El proceso entre el portugués y el gallego es especial, pues para que la separación surgiese, se buscó y en parte se provocó.


P. O sea, ¿se necesitan estos movimientos intencionados para separar del todo una lengua de otra?

R. No, todo lo contrario. Lo habitual es que las lenguas se separen de forma natural. Que se vayan alejando poco a poco y se acaben por generar dos lenguas diferentes, aunque sean cercanas. El proceso entre el portugués y el gallego es especial, pues para que la separación surgiese, se buscó y en parte se provocó.


P. ¿Y qué pasa con el caso de Brasil? Porque es el otro ejemplo que usa en el libro. La separación del portugués del gallego y del brasileño del portugués.

R. Es otro caso muy interesante, pero no es similar al caso de Portugal y el gallego. Ya en 1822, cuando Brasil se independizó, había una forma brasileña de hablar el portugués que era muy marcada. Portugal nunca se interesó por preservar y dirigir la lengua en Brasil, tal y como era en Europa. El portugués en Brasil fue abandonado a su suerte y así evolucionó.


P. Pero usted dice que en muy poco tiempo la separación va a ser total y se hablará de un nuevo idioma, el brasileño.

R. Sí, eso es cierto. El portugués de Brasil evolucionó de forma separada y se ha ido distanciando década a década hasta tener ya un idioma propio que se confirmará en poco tiempo. Un fenómeno decisivo aquí y que no se dio en el caso del portugués y el gallego es que si vas al lenguaje más culto no hay apenas diferencia entre el portugués europeo y el brasileño, pero cambia totalmente en la lengua más habitual. Ahí el brasileño es muy distinto, se ve en todo lo que tiene que ver con la sintaxis, la gramática, el vocabulario... Eso es clave para que en no sé, 5, 10, 15 o 20 años se pueda considerar que en Brasil no se habla portugués sino brasileño.


P. Y ha sido un proceso inconsciente, nadie ha buscado intencionadamente esta separación.

R. Solo tienes que preguntar en Brasil para verlo. Allí descubres que hay muy poco conocimiento sobre el portugués europeo, apenas conocen nuestras formas de hablar. Aquí es al contrario, pues la inmigración brasileña, la aparición desde la llegada de la democracia de productos culturales brasileños como las telenovelas... Todo eso ha modificado el portugués europeo y nuestro conocimiento sobre la forma en la que hablan. Nuestro vocabulario está lleno de brasileñismos, mientras que en Brasil apenas hay portuguesismos. El camino es claro hacia una separación total de los idiomas.


P. ¿Y cree que puede ocurrir algo parecido con el español? Que se separe la lengua europea de, por ejemplo, el colombiano.

R. No parece que vaya por esos derroteros. En 50 años ya no se hablará portugués en Brasil, pero el español no desaparecerá de América. Y tengo pongo un ejemplo muy claro. Es el caso de las traducciones literarias. En portugués todas las traducciones son independientes para el portugués de Brasil y para el portugués de Portugal. No se comparte ninguna ni se aprovechan. En el caso del español, tengo entendido, no ocurre así. Se traduce un libro al español y la traducción puede ser compartida. Lo mismo ocurre con Inglaterra y Estados Unidos con el inglés. Entre el portugués y el brasileño hay grandísimas diferencias sintácticas, mientras que entre el inglés de Inglaterra y el estadounidense casi no hay ninguna. El brasileño y el portugués ya desde el punto de vista de la traducción son dos lenguas separadas, no ocurre lo mismo con el español.


P. ¿Pero el lector brasileño no entiende la traducción al portugués europeo?

R. Sí, claro, lo entiende y lo puede leer, pero no se concibe que esa traducción pueda venderse tal cual en Brasil, porque no es la lengua que ellos conocen y hablan. Son dos industrias separadas y eso es decisivo para el futuro de la lengua. Hace unos 20 años trabajé como consultor de traducciones y ahí descubrí que no se aprovechaba nada de las traducciones hechas en Portugal y viceversa, se hacen de forma totalmente separada.


P. ¿Y esto ocurre con otros países lusófonos, como pueden ser Angola o Mozambique, o solo es un fenómeno de Brasil?

R. No, porque ahí hay poco desarrollo de la forma de hablar propia. Apenas hay, volviendo al ejemplo anterior, desarrollo de industria librera o de traducción. La mayoría de los productos culturales que llegan allí van ya o con una traducción del portugués europeo o del brasileño, eso dificulta la separación.


P. O sea, que el control de los productos culturales y de la influencia cultural es clave para que las lenguas se puedan separar. Si se da en Brasil es porque Portugal perdió el control sobre esas industrias y su influencia.

R. Sí, es obvio. Vuelvo a incidir en algo clave y es que aquí, en Portugal, nunca hubo una preocupación real por la separación de las lenguas en Brasil. Quizá es difícil entenderlo desde fuera, pero siempre se vio como algo normal y lógico que se generasen productos en portugués de Brasil y portugués de Portugal. Aun siendo el caso de las traducciones que se podrían aprovechar para no repetir el trabajo. No, aquí nunca pareció raro que se dividiesen totalmente. Eso no ha pasado con el español que sí que ha hecho por mantener su influencia. Además, hay un punto clave y es que el español se habla en muchos países de Sudamérica y cada uno tiene sus formas, al no haber una unida el español europeo se queda como una base para todos.


P. Y haciendo una comparativa, ¿es mejor la situación del español o del portugués?

R. Hablamos de evolución de las lenguas, por lo que no hay mejor o peor. Lo que sí se abre es un proceso muy interesante de separación entre el portugués y el brasileño que dependerá de los propios brasileños si se acelera o se ralentiza. La separación es inevitable y llegará en 50 o 100 años. Para muchos portugueses, obviamente, va a ser difícil y chocante enfrentarse a estos cambios, pero para los brasileños también. El poco contacto de los brasileños con las formas de hablar de Portugal y sus productos culturales harán que no vean que su lengua se está alejando y eso también les chocará cuando se crucen con el idioma europeo. También veremos cómo entre los jóvenes todo esto se verá como algo más normal mientras las generaciones mayores serán reacios a esta separación, al menos en Portugal. Por último, quedará ver el camino que elige Brasil en su lengua más culta. De momento, es muy difícil ver grandes diferencias en, por ejemplo, revistas que están escritas en portugués de Portugal y portugués de Brasil. Si esas formas también se alejan, será por una decisión más consciente y premeditada.


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Sánchez Corleone

Toni Cantó. gaceta. 7 Octubre 2024


La banda ha tenido una semana intensa. El PSOE acaba de adelantar ocho años la libertad de un par de etarras. Si para liberar a terroristas hay que apoyar presupuestos, lo haremos, decía Otegi. En eso anda Sánchez. Entre los liberados está el que asesinó a Buesa —exconsejero de educación del PSE— y a su escolta, Jorge Díaz. El hermano de Buesa recordaba que lo importante no es el arrepentimiento sentimental, sino la colaboración con la justicia, la delación, necesaria para esclarecer cientos de crímenes pendientes. Ni un solo etarra lo ha hecho. Nunca. En rueda de prensa, un proetarra vestidito con traje que lava mas blanco y Merceditas Aizpurúa, condenada por colaboración con banda armada y ex directora de un medio de comunicación que, entre otras cosas, señalaba objetivos para los terroristas, se vanagloriaban de conseguir un acuerdo con el PSOE para cambiar la ley de seguridad ciudadana. Es como poner a un pederasta a redactar la ley del menor. Hablan de pelotas de goma. Que los antidisturbios lancen gominolas. Quieren polis de la señorita Pepis para seguir haciendo en la calle lo que les plazca. Con los de verdad se cagaban de miedo. Le pasó al carnicero de Mondragón, como contaba un antiguo agente del GAR que lo detuvo a tiro limpio.


Lo del socialismo y los terroristas es de aúpa. Este fin de semana se prepara una marcha terrorista en apoyo a los atentados de Hamás del siete de octubre. Menuda salvajada. Que algo así no se disperse a porrazos es una vergüenza. Además, lo mejorcito de nuestro gobierno y del congreso está en Mexico apoyando a una exterrorista. Vamos, como aquí. Irene exige al gobierno que pida perdón por algo que no hicimos. Ella sigue sin pedir disculpas por los violadores que liberó. Se denuncian 130 casos de posible malversación de los fondos de igualdad contra la violencia de género. Entre ellos hay carreras de tacones, talleres de maquillaje, pasos de peatones arcoíris, contenedores para tampones, charlas LGTBI o bailes con vermú. Con todo eso se enriquecieron algunos mientras las mujeres seguían muriendo. Financiado con fondos del pacto de estado contra la violencia de género. En total, se han usado unos 160 millones de euros. Entre esos proyectos estarán los puntos violeta con los que se lucró la directora del instituto de la mujer. Estas son los que luego hablan de terrorismo de género y se ponen estupendas si VOX no se suma a la pancarta.


Hace pocos días desapareció la web donde Begoña Gómez, nuestra aspirante a Evita, ofrecía un software por el que está siendo investigada. También han volado cientos de actas de contratos públicos de sanidad para la compra de mascarillas, guantes y respiradores por una “actualización tecnológica”. Hemos sabido que el hermano de Sánchez Perón sigue haciendo lo que le sale de sus partes para no pagar a Hacienda mientras nos crujen al común de los mortales. Y además, el tribunal que lo contrató en la diputación de Badajoz estuvo formado por cuatro afiliados del PSOE sin conocimientos musicales. Con un par. Los chicos de S’ha acabat siguen siendo agredidos en la universidad catalana por los socios de Sánchez. Mientras tanto, intentan agredir al abogado que denunció a Begoña Perón y le pegan una balacera, estilo Al Capone, al coche de Víctor Aldama, cabecilla de la trama Koldo, no vaya a irse de la lengua. El PSOE aprende de Bildu. Albert Ribera les llamó banda. Y mucha gente se lo afeaba. Pero lo cierto es que se quedó corto. Son una puñetera pandilla mafiosa.


No toda España paga traidores

Iván Vélez. gaceta. 7 Octubre 2024


Apenas unas horas, aunque sí muchos kilómetros de distancia han separado las pitadas con las que el público, un público muy particular, ha recibido a Fernando Grande-Marlaska y a Salvador Illa. El ministro del Interior fue abucheado por los asistentes al concierto de la Guardia Civil que abarrotaban el Teatro romano de Mérida, mientras el presidente de la Generalidad de Cataluña recibía los pitos del público que contemplaba el concurso de castells de Tarragona. El consabido grito a favor de la independencia de esa región atronó el recinto al que había accedido quien recientemente, pretextando la búsqueda de la normalidad, ha recibido al cabecilla del clan Pujol y al detector de baches en el ADN de los españoles, ese Joaquín Torra que ve en los españoles bestias con apariencia humana Illa y Marlaska, Marlaska e Illa, tanto monta. Dos caras de la misma moneda, dos marcas de la empresa con sede en Ferraz que exprime la rentabilidad del desmantelamiento de la nación en colaboración con los caciques territoriales.


El sonoro recibimiento dado al ministro no pudo encontrar un escenario mejor que el de las piedras del teatro construido en una ciudad que albergó a los soldados eméritos, a aquellos que se habían ganado un cálido retiro después de combatir en las guerras cántabras. Si Roma no pagaba a traidores, es seguro que más de un asistente al concierto trocó el nombre de aquel imperio por el de España, nación en la que, de un tiempo a esta parte, el del llamado «sanchismo», son los delincuentes, los traidores, quienes redactan unas leyes que, a diferencia de las de Atenas, son más endebles que una tapia. Parapetado tras su cohorte de escoltas, el juez fue insultado por quienes se ven directamente perjudicados por la modificación de la ley de seguridad ciudadana, cesión hecha a esa Bildu, a la que el Partido Popular, aferrado a una visión formalista de la democracia, se negó a ilegalizar, que se duele de los pelotazos de goma pero que sigue desarrollando las políticas etarras. Nada extraño, pues, a pesar de la alta dosis de cinismo que exhiben los bildutarras, varias decenas de miembros de la banda terrorista fueron incluidos en las listas a las elecciones europeas del partido acaudillado Arnaldo Otegui, ungido como hombre de paz por José Luis Rodríguez Zapatero, el venezolano.


Lejos de Mérida, pero también en una ciudad orgullosa de su pasado romano, Salvador Illa, heraldo de la convivencia que publicita Sánchez, fue increpado. Al cabo, el PSC, partido engañacharnegos dispuestos a dejarse engañar, no deja de ser una marca españolista para quienes compiten en su visceralidad contra una España sobre la que proyectan sus propios complejos. De nada sirve que Illa haya llegado al poder en Cataluña con el objetivo que impulsar la ya acostumbrada obtención de privilegios que desde La Moncloa se otorga a los colectivos más desleales para con la nación. De nada que redoble sus esfuerzos por erradicar el español, en beneficio del inglés, aunque él no lo sepa, del espacio público. Illa no es de los suyos ni lo será nunca, por más que se esfuerce, pues la senda de la secesión está jalonada de jugosos negocios a los que los custodios de las esencias catalanistas no están dispuestos a renunciar.


Los de Mérida y Tarragona son dos momentos hostiles, dos trances por los que han de pasar quienes han contribuido a construir el muro. El próximo día 12, si las distancias siderales que le suelen separar del «pueblo» no lo impiden, será Sánchez quien habrá de escuchar los silbidos de aquellos a quienes los periodistas orgánicos se encargarán de adjetivar


La RTVE sanchista equipara el catalán al inglés y gasta 60.000 € en traductores para sus programas

Los "personajes" que aparezcan en RTVE podrán pedir traducción del español a su lengua

Rafael Molina. OkDiario. 7 Octubre 2024


Radio Televisión Española (RTVE), presidida de forma interina por la socialista Concepción Cascajosa, ha equiparado el catalán al inglés en una nueva contratación en la que gastará más de 60.000 euros públicos en traductores para sus programas. Así puede leerse en el contrato que acaba de licitar la Dirección de Compras de la Corporación para un «servicio de interpretación simultánea en inglés y catalán».


«Los Servicios Informativos y programas de RTVE habitualmente necesitan el servicio de interpretación simultánea para poder emitir en directo en idiomas diferentes al castellano», aseguran desde el ente público en el Portal de Licitación Electrónica de RTVE. Se harán con los servicios de una empresa de traducción con el objetivo de «garantizar el servicio cuando sea necesario».


En ese contrato, se ponen al mismo nivel el inglés y el catalán, a pesar de que la primera tiene 1.348 millones de hablantes, de los cuales 379 millones son nativos, mientras que el segundo cuenta con 9 millones, según la Generalitat.


Esta licitación se refiere a la «interpretación simultánea en directo». Y diferencia dos casos. En primer lugar, una «interpretación directa» para interpretar desde «una de las lenguas de trabajo hacia el español». Por otro lado, se podrá exigir una «interpretación inversa», según la cual se traduce del «español hacia una de las lenguas requeridas». Es decir, que plantea que se pueda traducir del español al catalán a las personas que participen en sus programas y lo requieran. Aun así, matizan que este último caso sólo se utilizará «de forma ocasional» cuando haya «entrevistas en directo con personajes extranjeros».


Intérpretes expertos en actualidad

Ambas lenguas reciben el mismo tratamiento, exigiendo «profesionales especializados y acreditados» para prestar el «servicio de interpretación solicitado». Les piden tener «conocimientos especializados propios de los medios audiovisuales y saber cómo tratarlos», teniendo en cuenta que pueden tratarse temas de «actualidad, política, deportes o cultura».


Les exigen contar con «titulaciones académicas oficiales», entre las que indica que debe tener relación con «la interpretación y la traducción» o «licenciaturas oficiales en Filología de alguno de los idiomas de prestación exigidos». Además, debe contar con «experiencia profesional debidamente acreditada», tal y como puede leerse en el pliego de condiciones técnicas del contrato.


La Corporación también impone unos estándares muy altos de disponibilidad a la empresa que suministre los intérpretes. Para ello, añade al adjudicatario la exigencia de que «gestionará toda necesidad de sustitución y modificación de horarios» para asegurar que siempre habrá un traductor cuando lo necesiten.


RTVE advierte de que el tiempo habitual con el que piden un intérprete es de 24 horas. Sin embargo, explicitan que puede haber «urgencias e imprevistos» en los que el tiempo se reduzca a 4 horas o, incluso, reducir el tiempo de preaviso a los 60 minutos. En todo caso, el servicio de traducción sólo se prolongará durante 2 horas y media.


A pesar de las diferencias en la cantidad de hablantes de cada una de las lenguas, las horas que espera dedicar a ambas son similares. Mientras que al inglés estima que dedicará 100 horas al año, para el catalán se elevará hasta las 70 horas.


La Corporación ha troceado el contrato en dos lotes. Por un lado, en función de las horas estimadas, prevé un gasto de 30.000 euros, sin impuestos, para el inglés, y de 21.000 euros para el catalán. En total, RTVE prevé pagar 61.710 euros, con impuestos incluidos, por este servicio.


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