Recortes de Prensa Viernes 11 Octubre 2024

Un ataque ruso con misiles deja al menos cuatro muertos en la región ucraniana de Odesa

Las fuerzas rusas siguen sin dar tregua en su ofensiva en el este de Ucrania y avanzaron recientemente en cuatro zonas distintas del frente de la región oriental de Donetsk

Carlos Garcés. drid. el mundo. 11 Octubre 2024


Nueva noche de bombardeos en Ucrania. En esta ocasión, las tropas de Putin han atacado la ciudad portuaria de Odesa, en el sur del país, dejando al menos cuatro muertos y diez heridos. Un misil balístico impactó en un edificio de dos pisos donde vivían y trabajaban civiles.


Ayer, Kiev reivindico un ataque contra el aeródromo militar de Jánskaya, en la república norcaucásica de Adigueya de la Federación Rusa, donde tendrían su base, según Kiev, varios aviones Su-34 y Su-27 rusos.


Ucrania alcanza con creciente frecuencia con drones de fabricación propia bases aéreas, depósitos y armamento y munición en territorio ruso que sus socios occidentales no le dejan atacar con los misiles que le envían por miedo a posibles represalias de Rusia.


9:21

Las fuerzas ucranianas controlan alrededor de la mitad de Toretsk y tratan de repeler el avance ruso

Las fuerzas ucranianas controlan alrededor de la mitad de la estratégica ciudad de Toretsk, en el este de Ucrania, en un intento por evitar los ataques de las tropas rusas, dijeron el viernes las autoridades locales de la ciudad, informa Reuters.


"Se puede decir que aproximadamente el 40-50 por ciento de la ciudad está bajo el control de las fuerzas armadas ucranianas, mientras que el resto del territorio está capturado por el enemigo", dijo Vasyl Chynchyk, jefe de la administración militar de la ciudad de Toretsk, en la televisión nacional. "


8:50

Putin visita Turkmenistán

El presidente ruso, Vladimir Putin, inició su visita a Turkmenistán, un país de Asia Central, y llegó a la sede de una conferencia internacional en la que hablará más tarde el viernes, según mostró un video publicado por el Kremlin, informa Reuters.


Se espera que a la conferencia en la capital turcomana, Ashgabat, asistan líderes regionales y Putin tiene previsto mantener conversaciones por separado con Serdar Berdymukhamedov, su homólogo turcomano.


Un video publicado por el Kremlin el viernes por la mañana mostró a Putin llegando a la sede de la conferencia en su limusina y estrechando la mano con el líder turcomano.


8:15

Kiev anuncia la muerte de una periodista ucraniana detenida por los rusos desde 2023

Las autoridades ucranianas afirmaron este jueves que la periodista ucraniana Viktoria Roshchina, que fue detenida en la parte ocupada por Rusia de la región de Zaporiyia en agosto de 2023, ha muerto en cautiverio ruso, informa Efe.


La noticia fue anunciada por un portavoz del Centro de Coordinación para el Trato de Prisioneros de Guerra, Petro Yatsenko, en declaraciones al informativo de televisión unificado de las cadenas ucranianas.


8:00

Zelenski sigue en Roma su gira europea y se entrevista con Meloni

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se entrevistó el jueves por la noche con la jefa del gobierno italiano Giorgia Meloni en Roma, a donde llegó en el marco de su gira en Europa para buscar apoyo de sus aliados antes de las elecciones estadounidenses, informa Afp.


Zelenski busca obtener el refuerzo de la ayuda occidental frente a la invasión rusa en esta gira de dos días pasando por Londres, París, Roma y Berlín.


Lo que debemos a Israel

Carlos Martínez Gorriarán. vozpopuli. 11 Octubre 2024


Israel no existiría si Europa no hubiera inventado el nacionalismo, y si los nacionalismos peores no hubieran sido agresivamente antisemitas hasta intentar acabar con los judíos fuera por activa, mediante pogromos o el exterminio industrial nazi, o por pasiva, excluyéndoles y abandonándolos a su suerte.


El antisionismo es antisemitismo de izquierdas

El sionismo es el nacionalismo judío, como es bien sabido; los antisemitas de ahora lo usan para disfrazarse de “antisionistas” y no cargar con el estigma de cazadores de judíos. Pero no caigamos en la trampa: si no hace falta ser sionista para apoyar el derecho de los judíos a vivir libremente, todo antisionista posmoderno oculta un viejo antisemita que niega a los judíos derecho a vivir en libertad. El antisemitismo se ha reactivado como “intersección” (figura importante para entender el iliberalismo woke) de encuentro de la extrema derecha y la extrema izquierda, los ayatolas de Irán y la Rusia de Putin.


El objetivo del antisionismo no es resolver el conflicto de Oriente Próximo, simplemente es aplastar al odiado Israel como parte de la demolición del orden liberal democrático o “mundo occidental” (por mucho que incluya a Japón, Corea del Sur y otros países orientales). Es heredero de quienes obligaron a los judíos primero a huir de Europa, y después les niegan un Estado propio donde vivir libres y seguros. Conviene recordar un poco esta historia porque es lo que debemos hoy a los judíos.


A principios del siglo pasado muy pocos judíos eran sionistas. Casi todos procedían del imperio ruso, donde el zarismo transformaba a sus millones de judíos en chivo expiatorio del auge de la oposición a la autocracia. Consiguieron que muchos judíos pobres -la mayoría eran y habían sido pobres- emigraran a los Estados Unidos y Argentina, pero también que muchos de los mejor formados se pasaran a la revolución, motivo de que nada menos que cuatro de los siete miembros del Buró Político de Lenin fueran judíos (Trotski, Sokólnikov, Kámenev y Zinóviev; Stalin acabó con todos).


Buena parte de la intelectualidad radical rusa era de origen judío porque los judíos europeos llevaban desde la revolución francesa intentando dejar de ser un grupo excluido para ser aceptados en pie de igualdad como ciudadanos con una herencia cultural y religiosa especial, pero no diferente en esencia a la de católicos, protestantes y ortodoxos. En Alemania y Europa central se inició la gran secularización judía, programa espontáneo de ascenso social e inclusión mediante el progreso educativo y profesional siguiendo la tradición ilustrada.


Los judíos contaban con la ventaja de su tradición letrada propia, pues el judaísmo de la sinagoga es la Ley del Libro (la Torá y literatura derivada). Por tanto, un judío piadoso era ante todo un judío muy leído en sus propios libros. Añadamos la poliglotía habitual -el escritor sefardita Elías Canetti rememoraba que en su casa natal se hablaban cuatro lenguas-, y veremos a docenas de miles de judíos europeos de clase media estudiando para ser los mejores de su profesión; Europa se fue llenando de médicos, abogados, científicos, escritores y profesores de origen judío, una impresionante intelligentsia secularizada. Muchos no querían seguir siendo judíos en sentido religioso; apenas pisaban la sinagoga o, como Marx, Freud y Disraeli, por citar tres ejemplos ilustres, postulaban la integración completa abandonando tradiciones e identidad hebraica.


Pero el caso Dreyfus en Francia, los pogromos orientales y el auge del antisemitismo en Alemania, derrotada en la primera guerra mundial, mostraron una paradoja muy cruel: muchos europeos rechazaban a los judíos piadosos, pero tampoco querían a los que habían dejado de serlo. Las leyes raciales de Hitler volvieron a judaizar por fuerza legal a cientos de miles de exjudíos alemanes, y de todo el mundo, solo por la falacia de considerarlos una raza, aunque desde la diáspora se habían convertido en una comunidad religiosa multicultural, extendida hasta África, India y China (sí, había judíos rigurosamente chinos, como había judíos negros en Etiopía desde hacía muchísimos siglos).


El regreso a Sion como única alternativa

El rechazo no se limitó al nazismo; en lo peor de la persecución, muchos países europeos y Estados Unidos pusieron cuotas máximas a la inmigración de judíos, incluso de los secularizados. Se vieron atrapados entre países que querían matarlos y países que se negaban a admitirlos. ¿Qué hacer en una situación así? ¿Suicidarse voluntariamente con toda tu familia? Fue la hora del hasta entonces minoritario sionismo, nacido en Austria de la mano de Theodor Herzl con el programa de conseguir un “hogar nacional judío”. Fueron luego los ingleses quienes, con la declaración Balfour, prometieron a los sionistas un futuro hogar nacional en la Palestina arrebatada al Imperio turco derrotado, donde ya vivían muchos colonos sionistas además de la antigua comunidad judía, árabe musulmana, drusa y cristiana.


Muchos judíos laicos, como Hanah Arendt, no quisieron vivir en Israel, pero no aceptaron que se rechazara su derecho sagrado a existir

La mayoría de los sionistas de primera hora eran de origen askenazi oriental llegados del imperio ruso, como Golda Meir y David Ben-Gurión, agnósticos y laboristas. Tras la guerra, cientos de miles de refugiados supervivientes del Holocausto se vieron obligados a intentar emigrar al futuro Israel porque volvieron a prohibirles regresar a su casa natal. La única solución posible para sobrevivir era un Estado de Israel lleno de paradojas: judío pero aconfesional, pluralista y de cultura europea. Muchos judíos laicos, como Hanah Arendt, no quisieron vivir en Israel, pero no aceptaron que se rechazara su derecho sagrado a existir, y por tanto a defenderse.


Israel es, pues, una recreación sionista, pero también de la exclusión y el antisemitismo. Existe porque Europa no quiso o supo dar una alternativa existencial creíble, pacífica y duradera a los judíos, ni siquiera cuando muchos quisieron dejar de serlo. Y no pasó hace siglos, sino ayer mismo. Sigue de rabiosa actualidad porque, por muchos que sean los errores, injusticias y horrores de la guerra perpetrados por los distintos gobiernos israelíes, los islamistas de Hamás, Hezbolah e Irán, y muchos otros y otras autocracias, no quieren justicia, sino un segundo Holocausto definitivo desde el río hasta el mar. Debemos a Israel todo el apoyo para impedirlo. Que Europa consintiera a los ayatolás lo que intentaron zaristas y nazis equivaldría al suicidio moral y político, porque Israel nace de la cultura democrática europea que debe tanto a los judíos que rechazó.


Se acabó: Sánchez no puede seguir ni un minuto más

editorial. el debate. 11 Octubre 2024


La podredumbre política, personal e institucional del presidente ya es irreversible y su permanencia solo puede provocar más estragos


No hacía falta ningún informe de la UCO, como tampoco una imputación a Begoña Gómez, para exigir responsabilidades políticas de la mayor envergadura a Pedro Sánchez, a quien basta con aplicar el baremo que él mismo le aplicó al Gobierno anterior para justificar su desalojo con una moción de censura tan legal como artera e ilegítima.


Si él apeló a la ejemplaridad, como un valor indispensable que supera el ámbito estrictamente judicial, tiene tiempos distintos y es de obligatorio cumplimiento; ahora debe proceder en consecuencia.


Porque la ausencia de ella en su partido, su entorno familiar y él mismo es un hecho ya indiscutible y de consecuencias devastadoras. La cadena de complicidades, silencios, componendas y decisiones que explican la existencia de una trama general, con los mismos protagonistas en distintos escenarios, es irrebatible.


Todos están relacionados de un modo u otro, sea con la burda venta de mascarillas, el rescate de Globalia, el patrocinio de la «cátedra», los negocios de Aldama, la visita de Delcy Rodríguez, la compraventa de hidrocarburos o hasta el enchufe del hermano del presidente de Gobierno.


Y todo ello converge en la misma persona, Pedro Sánchez, por acción u omisión. Sin necesidad de adelantar consecuencias legales, las políticas ya son muy evidentes: el líder del PSOE fue determinante para que todo prosperara, mintió con descaro a la opinión pública y al Parlamento cada vez que debía dar explicaciones y, además, emprendió una cruzada coactiva contra quienes, desde la política la Justicia o la prensa, no se aceptaban su actitud pendenciera.


Si el currículo político del presidente del Gobierno es una infamia, con sus impúdicas cesiones terroristas, prófugos, golpistas y corruptos para comprarse un cargo imposible de lograr con los votos directos recibidos; el personal también es insoportable.


Y que para intentar blanquear ambos se haya consagrado a bloquear o asaltar las instituciones, modificar las normas, conculcar el mandato democrático sobre la rendición de cuentas y manipular a su antojo las evidencias que le señalan; hace inviable su continuidad y la de su Gobierno.


Sánchez debe dimitir por la dignidad de la democracia española y enfrentarse a las consecuencias de sus actos, de sus trampas y de sus constantes mentiras. Y debe hacerlo de manera voluntaria, pues la alternativa es someter al Estado de derecho y a la convivencia democrática a unas tensiones innecesarias y peligrosas.


Pero si no lo hace, como parece probable, es de esperar que las instituciones sigan funcionando con la independencia y sosiego que lo han venido haciendo, para desmontar con rigor el edificio construido por Sánchez, afectado por un deterioro irreversible que ya nadie puede tapar ni adecentar. Este presidente está acabado, y cuanto más tarde en asumirlo, más estragos provocará.


Número 1 y Número 2 eran uña y carne

Luis Ventoso. el debate. 11 Octubre 2024


Nunca fue el caso Koldo, siempre fue el caso Ábalos, la mano derecha de Sánchez, el muñidor que negoció con los separatistas su asalto al poder en 2018


Algunas novelas y películas policíacas juegan con el señuelo de que la solución del caso está a la vista de todos desde el primer instante, sin que nadie repare en ello hasta que el sagaz detective de turno lo señala.


Algo así sucede con el 'caso Ábalos' (que es lo que hubo siempre, y no un 'caso Koldo'). El corpulento guardaespaldas y cortador de troncos navarro carecía del cargo y el talento necesarios para montar semejante tinglado corrupto, que se extendía por varias administraciones gobernadas por los socialistas. Resultaba obvio que el jefe de la trama era Ábalos. No hacía falta el concurso de la UCO para destaparlo, pues así lo había evidenciado el propio PSOE con sus decisiones sobre Ábalos Meco (cuyo segundo apellido podría dar nombre muy pronto a su próxima dirección postal, sita en Alcalá).


En enero de 2020, Sánchez toma una decisión extrañísima: echa del Gobierno y de la maquinaria del partido a José Luis Ábalos. La purga causa sorpresa y asombro entre los politólogos más avezados.


Sánchez estaba despidiendo sin pestañear y sin una sola explicación al leal compañero que lo había acompañado en la travesía del desierto cuando lo echaron de Ferraz; el camarada que lo secundó en la gran operación retorno cuando se le daba por amortizado. Estaba expulsando a su mano derecha, el muñidor que había negociado la moción de censura con los separatistas y la había defendido en el Congreso. Estaba cortando la cabeza del que era a todos los efectos su auténtico vicepresidente, al que además había entregado las riendas del partido. Estaba cesando al que el periódico sanchista El País definía así en una jabonosa crónica del 6 de junio de 2018: «Ábalos puede ser la parte más sólida y fiable del nuevo Gobierno (…). Ha ido asumiendo el rol predominante en el partido tras el secretario general, toda vez que Sánchez le ha encargado los asuntos de mayor calado».


Además, el 27 de febrero de este año, el PSOE expulsó a Ábalos del partido por negarse a entregar su acta de diputado. Es decir, antes de que la UCO lo situase al frente de la trama de Fomento, Sánchez y su partido ya consideraban que Ábalos era un fruto podrido que urgía podar.


Pero esa operación quirúrgica supone ahora un serio problema político. Pedro y José Luis, el «1 y 2» en las grabaciones de la UCO, eran uña y carne. Así que al echarlo a patadas, el PSOE está reconociendo que el más estrecho colaborador de Sánchez era en realidad un ilustre corrupto. Y ello nos conduce de manera inevitable al siguiente corolario: Sánchez, que llegó al poder con el pretexto de la corrupción del PP y con la promesa de regenerar la vida pública, acabó haciendo algo todavía peor de lo que denunciaba, pues hoy sabemos que el más burdo choriceo florecía en el ministerio con más presupuesto de todo su Gobierno.


«Los españoles no podemos tolerar la corrupción y la indecencia como si fuera algo normal. No podemos normalizar la corrupción».


«La corrupción merma la fe en la vigencia del Estado de derecho cuando campa a sus anchas o no hay una respuesta política acorde al daño que se ocasiona. La corrupción destruye la fe en las instituciones, y más aún en la política, cuando no hay una reacción firme desde el terreno de la ejemplaridad».


Estas frases fueron pronunciadas en mayo de 2018 en el Congreso, en la moción contra Rajoy. La primera es de Ábalos, hoy epicentro de una trama de mordidas en el corazón del Gobierno que salpica a medio PSOE. La segunda es de Sánchez, un presidente con su mujer imputada por posible corrupción y que tiene a su hermano y su fiscal general camino de ello.


Número 2 enfilará pronto la ruta que lleva al banquillo. Ya está fuera de la política a todos los efectos, aunque todavía se arrastre por la bancada del grupo mixto. Número 1, si tuviese un ápice de decencia, ya debería estar en babuchas en su casa tras una imprescindible dimisión. Y es que, como el propio Sánchez nos recordaba en 2018, «en cualquier democracia equiparable a la nuestra, la gravedad de los hechos no admitiría más salida que la dimisión inmediata del presidente».


Ábalos no era un tipo más que pasaba por allí. Sánchez y Ábalos eran uña y carne, los más estrechos colaboradores políticos, por lo que la caída de uno debe arrastrar al otro.


Padecemos a un presidente adicto al embuste, que prometió limpiar la corrupción solo para acabar chapoteando en ella y persiguiendo a los periodistas y jueces que la investigan. Ábalos es Sánchez.


¿La trama Koldo o la trama Sánchez?

Liberal Enfurruñada. okdiario. 11 Octubre 2024


Casi siempre la acumulación de indicios que apuntan en una misma dirección acaban convirtiéndose en pruebas que demuestran que era la orientación correcta. Que, en nombre de Sánchez, Marlaska premiara con un jugoso traslado a la embajada de España en Venezuela al comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, detenido por su relación con la trama Koldo; no es más que un indicio.


Pero curiosamente apunta en la misma dirección que el trasladado al ambicionado puesto en la embajada española en Washington de Leonardo Marcos, el director general de la Guardia Civil que el mismo Koldo dice que fue quien le dio el chivatazo de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, estaba investigando a la trama. Curiosamente, ambos altos cargos de la Guardia Civil implicados en la trama Koldo han sido premiados con fructíferos traslados a embajadas muy demandadas, alejándolos así de los medios españoles.


Como también, Pedro Sánchez ha premiado a todos los clientes que, desde distintas administraciones controladas por los socialistas, compraron mascarillas defectuosas infladas de precio a esta misma trama. Sólo Sánchez decidió que Francina Armengol ascendiera a presidenta del Congreso de los Diputados después de que perdiera las elecciones autonómicas. Nadie más que el presidente del Gobierno convirtió en ministro a Ángel Víctor Torres tras perder también sus elecciones autonómicas. Fue Sánchez quien señaló con su dedo a Salvador Illa para colocarlo en el puesto desde el que se ha convertido en presidente de la Generalidad de Cataluña. Como también mantiene en su puesto a toda costa al mismo Marlaska que, desde el Ministerio de Interior, adjudicó a la trama corrupta de las mascarillas 3,5 millones de euros de su subdirección general de Gestión Económica y Patrimonial. Todos los que ayudaron a la trama Koldo a hacer negocios han sido ascendidos y protegidos por Pedro Sánchez.


Dicen que Koldo fue un descubrimiento del secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, que acabó convertido en mano derecha de José Luis Ábalos, que era a su vez mano derecha de Sánchez. Pero la relación del presidente del Gobierno con Koldo es mucho más íntima y profunda. En una publicación de Facebook lo definía como «socialismo de raíz» y «un ejemplo para la militancia» y decía que era «uno de los gigantes de la militancia en estas tierras navarras».


Posteriormente, en las primarias de 2017, Koldo acompañaba a Sánchez montado en su Peugeot 407 y, por las noches, se quedaba custodiando los avales de militantes socialistas que le permitirían ser candidato, según cuenta el mismo Sánchez en su Manual de Resistencia. Hasta tal punto era Koldo de la confianza de Sánchez, que junto a Ábalos fueron los encargados de recibir en Barajas a la vicepresidenta del dictador Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, con sus 40 maletas.


Y nos falta hablar del cerebro de la trama, el comisionista Víctor de Aldama quien, según la UCO, pagaba comisiones ilegales a cambio de las adjudicaciones con las que salían beneficiadas sus empresas, y quien, curiosamente, acompañaba a Koldo y a Ábalos la noche que Delcy Rodríguez estuvo en Barajas con sus maletas. Resulta que el comisionista Aldama ha estado reunido con la imputada esposa de Sánchez, Begoña Gómez, al menos en siete ocasiones desde 2019, lo que le vincula de nuevo directamente con el marido de la imputada Begoña, el presidente Pedro Sánchez.


Ninguno de todos estos indicios que apuntan en el mismo sentido, demuestran irrefutablemente la implicación de Pedro Sánchez en la trama carroñera que se lucró vendiendo mascarillas defectuosas infladas de precio a las administraciones socialistas durante lo más duro de la pandemia en la que fallecieron muchas más de las 120.000 víctimas mortales reconocidas oficialmente. Pero todas estas señales hacen que nos preguntemos si quizá lo más razonable no sería que la trama Koldo empezara a llamarse trama Sánchez.


Pedro Sánchez, en el ojo del huracán: la UCO deja al Gobierno bajo sospecha

ESdiario. 11 Octubre 2024


La corrupción salpica a varios ministerios y el propio Pedro Sánchez comienza a estar directamente implicado: los investigadores de la Guardia Civil concluyen que autorizó la visita clandestina de Delcy Rodríguez


El informe de la UCO sobre el caso Koldo ha caído como una bomba en el Palacio de la Moncloa. La corrupción salpica a varios ministerios y el propio Pedro Sánchez comienza a estar bajo sospecha o directamente implicado, porque los investigadores de la Guardia Civil concluyen que autorizó la visita clandestina a España de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, una mujer vetada por la Unión Europea que no podía poner un solo pie legalmente en territorio español. "Bien", contestó a José Luis Ábalos cuando éste le informó de que Rodríguez iba a venir a España.


Aquella noche, la de las maletas misteriosas, fueron a Barajas a entrevistarse con Delcy Rodríguez el entonces hombre de confianza de Pedro Sánchez, el ministro Ábalos, junto a su asistente Koldo y el empresario Víctor de Aldama, que precisamente este jueves ha entrado en prisión tras acreditar los investigadores que atesora 70 millones de euros en cuentas en el extranjero.


Pedro Sánchez también es nombrado por los miembros de la trama para el rescate de Air Europa y muestran su preocupación incluso por la posibilidad de que el teléfono móvil del presidente del Gobierno pudiera estar pinchado. ¿Por qué les preocupaba que la Guardia Civil pudiera estar escuchando a Pedro Sánchez? ¿Sabía algo? ¿Podía decir algo incriminatorio?


Son preguntas que resuenan en la Moncloa a las que nadie del Gobierno responde. De hecho es lo que han hecho sobre este asunto de corrupción desde que saltó a la opinión pública: cero explicaciones.


El informe de la UCO no sólo compromete a Pedro Sánchez sino que involucra a varios ministerios y al Gobierno regional de Baleares, por entonces presidido por Francina Armengol, hoy presidenta del Congreso. Da la impresión de que estamos ante una trama de corrupción gigantesca que se infiltró en muchas estructuras de poder, incluidos ministerios, la Guardia Civil y, por ahora de forma tangencial, el Palacio de la Moncloa. Y esto no ha hecho más que empezar.


Se da la paradoja de que Sánchez echó del Gobierno a Mariano Rajoy con una moción de censura fundamentada en la insoportable corrupción que acecha al entonces presidente. En realidad se trataba de un caso que afectaba al PP, no al Ejecutivo, y que se arrastraba de años atrás. mucho antes de que el gallego llegara al poder.


Ahora nos encontramos a un Pedro Sánchez que, como mínimo, nada entre casos de corrupción: Koldo, Begoña, su hermano... Y empezamos a ver que él mismo comienza a estar bajo sospecha. Es obvio cuál debería ser su siguiente paso, pero es más obvio aún que no lo va a dar.


Español e Hispanidad, los ejes de la Fiesta Nacional en Cataluña

Cataluña Suma por España, De España y Catalanes, Convivencia Cívica Catalana y Españoles de a Pie convocan manifestación para celebrar el 12-O.

Pablo Planas. (Barcelona). libertad digital. 11 Octubre 2024


Más de cincuenta agrupaciones folklóricas de toda Hispanoamérica y las principales entidades constitucionalistas serán los grandes protagonistas de la celebración de la Fiesta Nacional en Barcelona. Este sábado, 12 de Octubre, y bajo el lema "Hispanidad, pasado, presente y futuro", se celebrará la convocatoria para reivindicar la Hispanidad y el idioma español. El punto de encuentro será el paseo de Gracia en la confluencia con la calle Provenza (frente a la Pedrera de Gaudí) a las 11:30. A partir de ahí se iniciará una marcha que desembocará en la plaza de Cataluña, donde se celebrará una feria de entidades y tendrán lugar los parlamentos.


La intención de los convocantes es reivindicar la Hispanidad frente a las insidias y ataques de gobernantes como Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta de México que ha heredado el discurso agresivo contra España y la Corona. Los ataques y afrentas basadas en una lectura desviada del Descubrimiento y la colonización tendrán una respuesta cívica en la marcha.


El otro gran punto de la Fiesta Nacional en Cataluña será la defensa del idioma español frente a las operaciones de la Generalidad para erradicar su uso público, en las escuelas y en las instituciones. Los convocantes consideran que Salvador Illa y el PSC han asumido y reforzado el discurso separatista sobre la lengua y que es más urgente que nunca denunciar el intento de eliminación del idioma.


La Fundación Francisco Franco y la libertad

Luis Felipe Utrera-Molina Gómez. el debate. 11 Octubre 2024


En numerosas sentencias, el Constitucional ha declarado que «la libertad de expresión vale no solo para la difusión de ideas u opiniones acogidas con favor o consideradas inofensivas o indiferentes, sino también para aquellas que contrarían, chocan o inquietan al Estado o a una parte cualquiera de la población


Esta semana se ha aprobado en el Congreso, con el único voto en contra de los 33 diputados de Vox y el voto favorable del resto de la cámara (incluido el Partido Popular), la tramitación de la modificación de la Ley de Orgánica del Derecho de Asociación en virtud de la cual se introduce como causa de disolución de las asociaciones, «la realización de actividades que constituyan apología del franquismo, bien ensalzando el golpe de Estado de 1936 o la dictadura posterior o bien enalteciendo a sus dirigentes (…).»


Al margen de cualquier análisis jurídico sobre la constitucionalidad de esta norma, el solo hecho de que el legislador establezca como causa de disolución de una asociación lo que no constituye otra cosa que la libre expresión de un sentimiento, ideología o creencia, o la mera exaltación de unas personas concretas, debería repugnar a cualquier persona con un mínimo de convicciones democráticas.


Pocos se han detenido en calibrar la barbaridad, no solo jurídica, sino ética y moral, de lo que acaba de apoyar, entre otros, un partido, como el popular, que se autodefine como «liberal» en sus estatutos. Con esta modificación legislativa, no solo se busca el propósito —explicitado tantas veces por el Gobierno— de disolver la Fundación Francisco Franco, sino que se pretende silenciar para siempre cualquier voz disidente que se atreva a desafiar la versión oficial de nuestro pasado que ha decidido imponer la izquierda para mantener levantado un muro entre los españoles, en el que, por cierto, la mayoría de los votantes de dicho partido están en el lado equivocado.


Esta norma, claramente liberticida, impedirá, por ejemplo, que pueda constituirse una Fundación Fraga Iribarne dedicada a la exaltación del presidente fundador del Partido Popular, por haber sido previamente ministro de Franco. En cambio, la exaltación de personajes históricos como Largo Caballero, Prieto, Negrín, Carrillo o La Pasionaria no merecerá reproche legal alguno en nuestro ordenamiento, pese al pasado criminal y oscuro que representan para la mitad de los españoles.


En numerosas sentencias, el Tribunal Constitucional ha declarado que «la libertad de expresión vale no solo para la difusión de ideas u opiniones acogidas con favor o consideradas inofensivas o indiferentes, sino también para aquellas que contrarían, chocan o inquietan al Estado o a una parte cualquiera de la población, ya que en nuestro sistema no tiene cabida un modelo de ‘democracia militante’, esto es, un modelo en el que se imponga, no ya el respeto, sino la adhesión positiva al ordenamiento y, en primer lugar, a la Constitución». Para el Tribunal Constitucional, «al resguardo de la libertad de opinión cabe cualquiera, incluso las que ataquen al propio sistema democrático, ya que la Constitución protege también a quienes la niegan». Claro que esta reiterada y pacífica jurisprudencia es anterior a la llegada del Sr. Conde-Pumpido.


Sin embargo, esta modificación legal, no solo establece un modelo de democracia militante contraria a nuestro ordenamiento, sino que, al sancionar la exaltación de Francisco Franco, de su régimen y de todos sus dirigentes, nos constituye en una democracia militante hemipléjica en la que las libertades de expresión, de opinión, de pensamiento o de cátedra consagradas en la constitución quedan condicionadas por los postulados de la corrección política impuesta por el relato maniqueo y mendaz que de nuestro pasado reciente ha impuesto la izquierda mediante las leyes de memoria, con la complacencia vergonzosa del Partido Popular.


Para comulgar con lo que acabo de escribir, no es necesario ser devoto seguidor de Franco, de su régimen o de sus dirigentes. Basta con creer firmemente en la libertad. Sancionar la apología del franquismo, como la apología del largo-caballerismo, es un gravísimo atentado contra el derecho a la libertad ideológica consagrada en nuestro ordenamiento y, además, repugna y traiciona definitivamente el espíritu de reconciliación que presidió la transición a la democracia.


El mismo derecho tiene la Fundación Francisco Franco a exaltar al General Franco que la Fundación Largo Caballero a exaltar al Lenin español que provocó la guerra civil para lograr la instauración de la dictadura del proletariado en España. Nos guste más o menos, se trata de una exigencia de libertad que debe presidir cualquier sistema que merezca llamarse democrático.


Pero hay más. Lo que el PP en su incorregible miopía no acierta a ver es que el propósito último de anatemizar el régimen del 18 de julio —del que no olvidemos, procede sin solución de continuidad nuestro actual ordenamiento— es colocar en la diana a la Corona, porque, al igual que el Partido Popular arrastra el anatema de haber sido fundado por siete ministros de Franco, la Corona arrastra el «pecado original» de haber sido restaurada por voluntad de Francisco Franco. De lo que se trata, en definitiva, es de asestar un golpe definitivo al espíritu de la Transición, deslegitimando dicho proceso histórico con el empleo de la mentira y la criminalización de la disidencia, métodos claramente totalitarios que no son de recibo en una democracia.


De quienes han promovido desde el Gobierno la demolición controlada de todas las instituciones del Estado de derecho, desde la Fiscalía al Tribunal Constitucional, desde el Banco de España al CNI; de quienes han permitido que los golpistas redacten el código penal a la medida de su traición y han amnistiado los delitos más graves contra la nación; de quienes quieren imponer por ley una visión maniquea de la historia pisoteando la memoria de la mitad de los españoles, no espero nada.


Pero esta aberración legislativa de tinte netamente totalitario debería cubrir de vergüenza a quienes, desde posiciones supuestamente democráticas, han avalado su tramitación, convirtiéndose así en cómplices de quienes quieren callar la voz legítima de los que disienten del dictado oficialista de la historia. Este atentado contra la democracia y la decencia, al que solo se han opuesto los 33 diputados de Vox, pesará como un baldón sobre todos y cada uno de los parlamentarios que lo han hecho posible, porque sienta un nuevo, peligroso y eficaz precedente para aplastar cualquier disidencia con el que se causa un daño irreparable a la libertad.


Luis Felipe Utrera-Molina es abogado


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El sanchismo ‘txapotea’ en el fango de la corrupción

OKDIARIO. 11 Octubre 2024


Una cosa es el respeto a la presunción de inocencia y otra, bien distinta, mostrarse indiferente ante el cúmulo de casos de corrupción que afectan directamente a Pedro Sánchez, no sólo como presidente del Gobierno, sino como esposo y hermano. Los informes de la Guardia Civil sobre la trama Koldo, el que fuera asesor del ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, dibujan un escenario marcado por un clima corrupción a gran escala en el que un departamento ministerial casi al completo y la propia Guardia Civi -en la que lograron infiltrarse los miembros de la trama- se convirtieron en feudo para que un empresario sin escrúpulos, Víctor de Aldama, hiciera y deshiciera a su antojo hasta el punto de concertar una cita en Barajas entre un ministro y la número 2 de la dictadura venezolana, Delcy Rodríguez, que tenía prohibido pisar territorio español por decisión de la UE. Y todo ello con el visto bueno de Pedro Sánchez, que escribe un explícito «bien» cuando es informado del encuentro.


Por si fuera poco, la trama se extiende por ministerios y comunidades autónomas gobernadas por el PSOE que se prestaron a pagar las comisiones marcadas por Koldo y su equipo en la venta de millones de mascarillas -muchas de ellas inservibles- durante la pandemia. Al tiempo, la trama consigue del Ministerio de Industria licencias para la venta de hidrocarburos a empresarios afines, que pagan el favor con 90.000 euros que entregan en bolsas en la mismísima sede socialista, en la madrileña calle Ferraz. Sólo ese fraude ha causado a la Hacienda Pública un agujero de 182 millones de euros, pero el Gobierno mira por otro lado y sigue insistiendo en que todo forma parte de una operación de acoso y derribo contra Pedro Sánchez, cuya mujer y su hermano están siendo investigados por corrupción.


Imaginemos que todo esto le hubiera sucedido a Mariano Rajoy. Si los escándalos de corrupción que rodearon al anterior Gobierno del PP terminaron como terminaron -con una moción de censura que propició la llegada a la Moncloa de Pedro Sánchez-, lo de ahora es infinitamente más grave: Pedro Sánchez tiene a su mujer y a su hermano imputados y a parte de su Gobierno metido de lleno en una trama corrupta que sólo acaba de empezar. Y, mientras, «Txapote» y sus sanguinarios secuaces a punto de salir de prisión.


Qué solos se quedan los vivos

Atonio Robles. libertad digital. 11 Octubre 2024


Acabo de ver "Txakurras", un programa de Salvados emitido por la Sexta sobre los escoltas en el País Vasco en la época de plomo. El exabrupto lo dice todo. "Perros" en euskera es la dulce manera de calificar a Guardias Civiles, Policía Nacional, Ejército y escoltas por el mundo aberzale. El juicio de intenciones de su director Fernando González, alias "Gonzo", sin capucha y emulando al peor Jordi Évole, provoca arcadas. Eso es lo que se ha ahorrado Fernando Savater, como ha dejado por escrito en su último artículo de TheObjetive, "Con mi agradecimiento". Un contraste necesario que sólo los espíritus libres parecen hacer con naturalidad. (Recomiendo abrir el link antes de proseguir. Sin su contenido, lo que sigue carece de sentido).


Incitado por su lectura y por la inminente disminución de condenas de 44 asesinos etarras propiciadas por las triquiñuelas del Gobierno, me dispuse a ver el reportaje. ¡Qué solos se quedan los muertos! Pero, sobre todo, ¡qué solos se quedan los vivos! El filósofo no ha tenido estómago para visionar, falsificado, lo que sufrió él en carne propia. Tener que soportar la ridiculización de víctimas y escoltas en una televisión nacional a mayor gloria de sus verdugos es mucho más de lo que su edad, salud y experiencia ha querido soportar. Tener que aguantar que el Gobierno ceda el relato de la Ley de memoria democrática, o la liquidación de la Ley de seguridad a los herederos de ETA reduce la amnistía a una travesura de niños. Tener que sufrir la excarcelación del asesino que mató a sangre fría a Miguel Ángel Blanco como pago a cuenta del impuesto revolucionario de ETA para mantenerse en el poder, es más de lo que puedan tolerar personas decentes.


No, no es ese trapicheo obsceno. Al fin y al cabo está a la vista de todos. Es la sensación de que la legitimidad democrática y la pulcritud ética que la sociedad española logró cimentar en la transición política se está desmoronando a ojos vista, mientras los suplantadores ensucian su memoria sin miramientos. ¡Qué solos se quedan los muertos! Pero aún peor, ¡qué solos se quedan los vivos!


No son sólo las víctimas de ETA, también los familiares que sobrevivieron, los intelectuales que les defendieron, los que sufrieron su acoso y mordieron su miedo plantándoles cara, como Fernando Savater y aquella pandilla de ¡Basta Ya! que se jugaron la vida por defender la libertad de todos. Antes ostentaban la razón moral, ahora son sospechosos. ¿Sospechosos de qué? ¿sospechosos de pensar? ¿sospechosos de ir a contracorriente? ¿sospechosos de ser inadecuados ideológicamente?


¡Qué solos se quedan los vivos! Ahí está, como metáfora de esta España que muere y la otra que embiste, Fernando Savater, diciendo las verdades del barquero a pecho descubierto y arriesgando su legado progresista e ilustrado. Verle sin armadura dar una patada al burladero sin importarle un pimiento lo que piensen o digan de él, congratula a uno con la vida en este tiempo de miserables.


Uno, que le ha leído y admirado a lo largo de toda su vida, no puede por menos que sentir la misma empatía hacia él que hace muchos años sintiera por Antonio Machado camino del exilio, derrotado, sin más esperanza que cuidar de su madre y morir de pena. En Colliure, Francia, está enterrada la España que él representaba (que no ha de ser la de Largo Caballero o Lluís Companys necesariamente). Es la misma sensación de abatimiento y derrota que siento percibir en Fernando Savater. La chusma se ha apoderado de la política; la ignorancia, de las Redes Sociales; la impostura de la Universidad, y la cobardía invade redacciones, envilece a políticos y sofroniza a militantes de cualquier trinchera. Sin necesidad de una dictadura a secas, el Estado de derecho se nos desmorona de usarlo tan poco.


Fernando Savater, como Antonio Machado, no tiene dónde huir

El mundo se está convirtiendo en un lugar inhóspito para el libre pensamiento. España ya lo es. El ruido, la mentira y la mezquindad lo invade todo. Es el triunfo del ecosistema sanchista.


PD: Lo expresaba con incrédula evidencia Pérez Reverte en un tuit: "fascina asistir a la demolición de un Estado por parte de un sólo hombre". Su presidencia nació con una mentira, y el resto sólo ha consistido en seguir mintiendo y erosionar el Estado de derecho. En eso ha convertido a la política. ¿Se imaginan que la ciencia se basara en la mentira? No habría en pie un solo puente, los trenes descarrilarían, las etiquetas de caducidad de los alimentos no servirían para nada y nadie se fiaría de nadie. Este es el presente y el legado de Pedro Sánchez. Un solo hombre contra 48 millones.


Estas ratas que tienen las manos manchadas de sangre

Teresa Giménez Barbat. okdiario. 11 Octubre 2024


Eso lo dijo un cretino en X. Se lo cuento al final. Verán, asistí al acto de conmemoración de la masacre del 7 de octubre del año pasado en la Sinagoga de la Comunidad Israelita de Barcelona. Encontré acomodo en las galerías superiores, con una visibilidad muy buena para seguir la celebración pero que sólo permitía una vista parcial de las butacas de la planta baja. Así y todo reconocí a algunos políticos. Naturalmente, allí estaba Alejandro Fernández, siempre en el lado correcto de los acontecimientos. Y David Madí, Vicenç Villatoro, Francesc de Dalmases y Albert Batlle entre los que yo distinguí y pude identificar. Pero me dijeron que estuvieron por lo menos Silvia Orriols, Jordi Sánchez, Toni Florido, Ramon Bassa, Gonzalo de Oro, María García Fuster y Anna Grau.


Como verán, más bien del centro a la derecha. Es lo que hay. Siempre que leo que la izquierda «ha perdido el rumbo» no sé exactamente cuándo lo tuvo y si no fue mejor que lo perdiera. Pero, desde luego, su rumbo ahora es apuntarse a las causas más anticientíficas, sectarias, fanáticas y fascistas que hay en el mercado. Y las que transpiran más odio como el yihadismo disfrazado de movimiento propalestino. Cosa que parecen ignorar tipos como Gabriel Rufián o Ferran Pedret (PSC) que se han significado contra Israel.


Y ya no digamos la gente de OJS, la Organización Juvenil Socialista, una escisión comunista de Arran que está detrás de las agresiones a Sílvia Orriols y a Pilar Rahola, ambas activamente en contra del antisemitismo. A la primera le lanzaron harina hace semanas y a la segunda pintura roja hace dos días. Efectivamente, Pilar Rahola fue agredida este martes en La Garriga, lugar que, como le he leído a un comentarista de X muy agudo, es la «patria chica del perroflautismo pijoprogre. Detrás de cada cupero GARRÍguenco hay unos papás votados de Pujol de toda la vida y unos abuelos de los de la gente de orden de siempre».


Y sólo puedo decir que conozco La Garriga y que conozco el perfil que describe. Aunque no debe de haber tantos que defiendan como OJS un modelo revolucionario radical que supera los límites de la CUP o de Bildu, considerados casi «de derechas». Espero. Sus acciones son aplaudidas por tipos como Antonio Baños que se ha reído del incidente de Rahola. Se ha atrevido a decir: «Es pintura, no le ha explotado el busca».


Lo realmente justo y preciso hubiera sido «es pintura, no la han violado en grupo mientras la apuñalaban ni han mutilado a sus hijos delante de ella». Yo no podría estar más lejos de una independentista como Rahola, que también hizo sus concesiones a la violencia apoyando aquel intento de golpe de estado y otros actos terroristas en Cataluña. Y Orriols no hila mucho más fino. Pero este Baños incita a los más tarados dando apoyo a mensajes en X así: «Denunciar las masacres y el genocidio que se está cometiendo en Palestina implica también señalar al sionismo local. Que les quede claro a estas ratas que tienen las manos manchadas de sangre».


Ya pueden rebuznar. Ignoro a qué tradición se acoge la sinagoga de la calle de l´Avenir donde acudí yo (las hay progresistas, liberales, conservadoras y ortodoxas, leo), pero avenir en catalán significa porvenir. Y eso por sí solo ya fue un presagio pues, a pesar del dolorosísimo duelo de los asistentes, se respiraba una determinación y una seguridad en el futuro fuera de la menor duda. «Am Israel Jai». Es lo único que sé decir en hebreo, pero es lo más importante: «Israel prevalecerá».


Mazón y los ‘Països Catalans’

Sergio Fidalgo. okdiario. 11 Octubre 2024


Carlos Mazón ha entendido a la perfección como hay que tratar al separatismo catalán: ni una sola concesión, ni material, ni simbólica, ni lingüística. Cada milímetro que se retrocede el secesionismo lo aprovecha para empujar y ganar medio metro más. Por eso es tan importante que el presidente de la Generalitat Valenciana no permitiera que un periodista separatista colara un país valencià en una pregunta tras la reunión en Moncloa con Pedro Sánchez, cuando la denominación oficial es Comunidad Valenciana. El independentismo es especialista en dominar el lenguaje, y en expandir su terminología, y no permite ningún tipo de discrepancia. Basta con recordar como cualquier separatista se enfada si le hablas de Lérida o Gerona, en vez de Lleida o Girona, pero se empeñará siempre en usar Osca o Saragossa en vez de Huesca o Zaragoza.


Valencia no es un país que forme parte de los pantacatalanistas Països Catalans. Es una comunidad autónoma leal con el resto de España, y bien que hace Carlos Mazón en dejarlo claro. Si unos separatistas de raíz violenta se dedican a poner pancartas en las calles de Barcelona reivindicando dichos països, ahí está Mazón para protestar y pedirle al alcalde socialista de la capital catalana que se respete a su comunidad. Todo lo que haga en este campo será un bien no solo para los valencianos, también para los centenares de miles de catalanes que nos oponemos al secesionismo y que queremos que la comunidad autónoma de Cataluña sea uno de los motores del progreso de España. Y no lo que es ahora, una rémora que perjudica a todos nuestros compatriotas.


Desde 1980 los sucesivos gobiernos de la Generalitat catalana, incluyendo los de Maragall, Montilla y me temo que el de Salvador Illa en un futuro inmediato, se han dedicado a malgastar dinero público en extender el pancatalanismo, sobre todo en las Islas Baleares y en la Comunidad Valenciana. Los repetidores que, desde finales de los años 80, permitían que TV3 se viera en Castellón, Valencia y Alicante los sufragaba una entidad – la muy pancatalanista Acció Cultural del País Valencià – que lleva décadas siendo subvencionada desde Barcelona. Y no era una anécdota, porque ya se vio durante el procés que TV3 era, es y será la principal herramienta de propaganda del separatismo catalán, y los valencianos han sufrido durante décadas la propaganda del supremacismo independentista pagada con parte de fondos públicos. De hecho, las injerencias de los medios de comunicación controlados por el separatismo catalán en la política valenciana, sobre todo en educación y cultural, son constantes.


Es muy importante que, de la misma manera que el separatismo ha entendido que para conseguir sus objetivos expansivos tenían que dotar de recursos a los separatistas catalanes residentes en Valencia, que las autoridades valencianas tengan claro que hay gente en Cataluña, antiseparatistas y defensores de una España unida, dispuestos a plantar cara al secesionismo en la primera línea de fuego. Y que para evitar que el virus independentista se extienda conviene combatirlo donde tiene su principal foco. Mazón ya ha dejado claro que está dando la batalla al pancatalanismo, ahora ha de conseguir todos los aliados posibles fuera de Valencia para que la victoria sobre el expansionismo independentista sea factible. En Cataluña tiene a muchos voluntarios dispuestos a arrimar el hombro. Ayúdennos y todos juntos acabaremos con la principal plaga que sufre la nación española.


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