Recortes de Prensa Sábado 2 Noviembre 2024


YA ES EL PAQUETE DE AYUDA MILITAR NÚMERO 69 DESDE EL INICIO DE LA GUERRA

Biden promete un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania valorado en 390 millones de euros

Redacción. gaceta. 2 Noviembre 2024


El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este viernes un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania valorado en 425 millones de dólares (unos 390 millones de euros) y con el que espera satisfacer las cada vez mayores demandas de municiones, armamento y sistemas de defensa aérea.


Se trata del paquete de ayuda militar número 69 desde el inicio de la invasión rusa. El arsenal que será entregado en esta ocasión a Ucrania forma parte del inventario del Ejército estadounidense, según ha detallado el Pentágono.


La nueva ayuda incluye interceptores de defensa aérea, municiones para sistemas de proyectiles y artillería, como lanzacohetes HIMARS, misiles tierra aire NASAMS, o misiles Stinger, así como vehículos blindados y armas antitanque.


El Departamento de Defensa recalca nuevamente que Estados Unidos seguirá trabajando con aliados «para satisfacer las necesidades urgentes de Ucrania en el campo de batalla y poder defenderse de la agresión rusa».


Corea del Sur evalúa armar a Ucrania mientras Kim proclama su lealtad a Rusia hasta "la victoria"

Mar Sánchez-Cascado. la razon. 2 Noviembre 2024


Corea del Norte ha ratificado su respaldo inquebrantable a Rusia en el conflicto ucraniano, según declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Choe Son Hui, durante su reciente visita a Moscú, donde este viernes destacó el "nuevo nivel de invencible camaradería militar" entre ambos países. Ante esta situación, el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol está considerando un cambio de política significativo al evaluar el suministro de armamento a Ucrania, lo que podría reconfigurar las dinámicas de seguridad en la región.


Al mismo tiempo, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha criticado la inacción de sus aliados occidentales frente a la creciente amenaza norcoreana, instando a un levantamiento de las restricciones sobre el envío de misiles de largo alcance. Durante las conversaciones en Moscú, la ministra norcoreana manifestó su confianza en que, bajo el "sabio liderazgo" de Vladimir Putin, las fuerzas armadas rusas y la población del país lograrán "una gran victoria" en su "sagrada lucha por proteger los derechos soberanos y los intereses de seguridad del Estado".


Choe enfatizó que su nación se mantendrá al lado de Rusia "hasta el día de la victoria", reafirmando así su compromiso dentro de esta colaboración estratégica. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, destacó los "estrechísimos lazos" que unen a las fuerzas armadas de ambos países, lo que les permite enfrentar de manera conjunta importantes desafíos en materia de seguridad. Además atribuyó la necesidad de esta cooperación a la "trayectoria de Occidente" en la expansión de la OTAN hacia el este, así como a la supuesta promoción de un régimen que, según él, busca "exterminar todo lo ruso".


Desde que Rusia inició su invasión total de Ucrania hace más de dos años y medio, la dinámica del conflicto ha trascendido los límites de los dos principales beligerantes. Así, Washington y sus aliados de la OTAN han aportado un respaldo incondicional a Kyiv, proporcionando un amplio espectro de apoyo que incluye armamento, financiación, inteligencia estratégica y entrenamiento militar.


El esfuerzo bélico de Rusia, por su parte, ha recibido apoyo directo de diversas naciones, incluyendo respaldo diplomático y material de los miembros de la agrupación BRICS, así como la provisión de misiles y drones por parte de Irán o municiones norcoreanas. No obstante, la semana pasada se registró un cambio significativo en la naturaleza del apoyo externo a Moscú, cuando fuentes de inteligencia de Estados Unidos y Europa confirmaron el envío de aproximadamente 10.000 soldados norcoreanos a Rusia para su entrenamiento.


Se anticipa que estos efectivos sean desplegados en la región de Kursk, con el objetivo de reforzar al ejército ruso en su defensa contra la ofensiva ucraniana lanzada en esa zona en agosto. De acuerdo con expertos, el presidente ruso Vladimir Putin se beneficia de manera inmediata de la colaboración militar con Corea del Norte, tras la llegada de 13.000 contenedores de transporte marítimo desde agosto de 2023, que incluyen munición de artillería, cohetes antitanques y misiles balísticos de corto alcance.


Esta transferencia busca reponer las reservas de armamento ruso, que han sido significativamente mermadas por el prolongado conflicto en Ucrania. Ante la creciente presión interna por la falta de reclutas, la integración de tropas norcoreanas al esfuerzo bélico permitirá a Moscú aliviar temporalmente la necesidad de movilizar a más ciudadanos rusos este otoño, además de mitigar la reacción negativa que Putin enfrentó tras el envío de nuevos reclutas al frente.


Por su parte, Pyongyang podría obtener beneficios económicos sustanciales y una mayor asistencia técnico-militar rusa, que incluiría potencialmente tecnologías avanzadas en satélites y sistemas de cohetes. Aunque Putin manifestó su oposición al programa atómico norcoreano, es plausible que ahora considere ventajoso colaborar en la mejora de las capacidades de misiles y sistemas de vectores nucleares de Pyongyang. Asimismo, esta asociación podría facilitar la modernización de la obsoleta flota de submarinos norcoreana.


La efectividad de las tropas norcoreanas en combate sigue siendo incierta. A pesar de que están siendo adiestradas en instalaciones militares rusas en el Lejano Oriente, las diferencias en idioma, cultura, entrenamiento y doctrina bélica podrían limitar su eficacia hasta que logren una mejor integración con las unidades rusas. Se ha reportado que Kim ha enviado fuerzas de operaciones especiales del Undécimo Cuerpo del Ejército, conocidas como el "Cuerpo Tormenta".


Estas tropas de élite, entrenadas para misiones de infiltración y eliminación, poseen un nivel de formación militar superior al de los nuevos reclutas rusos que han sido enviados al frente. Sin embargo, el régimen norcoreano enfrenta el riesgo potencial de deserciones entre sus soldados, quienes podrían intentar escapar hacia Ucrania o Corea del Sur. Aunque esta afirmación no ha sido verificada de manera independiente, los servicios de inteligencia ucranianos han informado que al menos 18 soldados norcoreanos destacados cerca de la frontera entre Rusia y Ucrania han huido de sus posiciones.


El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció el jueves la inacción de sus aliados frente a la creciente amenaza norcoreana y expresó su sorpresa ante el "silencio" de China. En un momento crítico para la seguridad regional, Kyiv instó a sus socios occidentales a "levantar todas las restricciones" sobre el lanzamiento de misiles de largo alcance hacia Rusia, tras lo que calificó como una "verdadera escalada" en la situación con Pyongyang.


Con todo, Choe reafirmó en Moscú el compromiso de su país de continuar desarrollando su programa nuclear, acusando a Occidente de exacerbar las tensiones en la península coreana. Se pronunció un día después de que el Reino Ermitaño probara uno de sus misiles más nuevos y potentes para reforzar su disuasión nuclear, en una medida criticada por Occidente.


Por su parte, y en medio de esta tormenta, el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol está evaluando la posibilidad de suministrar armas directamente a Ucrania, un cambio de política que podría alterar significativamente el panorama del conflicto. Hasta ahora, Seúl se ha mantenido firme ante las solicitudes de sus aliados occidentales para que recurra a sus amplios arsenales de armamento militar, optando por una estrategia de apoyo no letal a Ucrania.


Sin embargo, la creciente participación de sus vecinos ha sido interpretada por Yoon y otros altos funcionarios surcoreanos como una amenaza directa. La posibilidad de que el ejército de Kim adquiera experiencia en combate, sumada al temor de que el Kremlin comparta tecnologías militares avanzadas, ha llevado a Seúl a replantear su postura.


El líder surcoreano ha dejado claro que no tiene intención de permanecer pasivo ante semejante despliegue norcoreano. Su administración ha confirmado la intención de enviar una delegación a Ucrania para evaluar directamente la situación de las fuerzas norcoreanas, tras una conversación telefónica con Zelenski. No obstante, esta inclinación hacia el suministro de armas ha encontrado resistencia en el parlamento, donde la oposición de izquierda, que ostenta la mayoría, critica la política de línea dura del Ejecutivo hacia Norcorea.


Así puede influir Rusia en las elecciones de EEUU: Estas son sus cinco tácticas de desinformación estrella

Antonio Añover. la razon. 2 Noviembre 2024


Desde la Guerra Fría, Rusia ha estado involucrado en la desinformación, propaganda o teorías de conspiración contra los países occidentales y, en especial, Estados Unidos. Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, y en medio de la campaña electoral, el espíritu de Moscú también está en el foco. Y es que el Kremlin ha estado muy cuestionado en relación posibles interferencias en los comicios estadounidenses, manipulando resultados o provocando crispación entre los votantes.


En un marco en el que Rusia ha sido alejada por las sanciones interpuestas en los últimos años, en especial tras la invasión a Ucrania, la manipulación por parte de Moscú es cada vez más intensiva. La desinformación rusa, en definitiva, es una estrategia empleada para influir en opiniones y decisiones políticas, centrándose en Internet (en concreto, medios, redes sociales o campañas de ciberespionaje) y con el objetivo de generar desconfianza en instituciones democráticas, manipular elecciones, dividir a la opinión pública y crear confusión sobre temas internacionales.


Rusia establece cualquier medio para proyectar su poder. Desde la difusión de videos falsos hasta la financiación de documentales críticos con el fin de sembrar el caos y minar la confianza. En muchos casos, se ha comparado las campañas de desinformación de Rusia durante la guerra de Ucrania con los discursos del ministro de la Propaganda nazi, Joseph Goebbels.


Y es que existen cinco puntos en los que se puede dividir los intentos rusos de influir en el público internacional, explicados en el libro "Rusia, desinformación y el orden liberal", tal y como recoge BBC. Estos explican cuáles son las cinco tácticas de desinformación habituales de Rusia.


Uso de personas influyentes locales. Estas figuras pueden ser periodistas, políticos, celebridades o activistas. Al contar con figuras conocidas o respetadas por la sociedad, la información puede parecer más confiable o legítima, pues de esta forma se alcanzaría a una audiencia amplia que suele ser receptiva a sus opiniones. Así, Rusia logra legitimar narrativas que dividan o confundan a la opinión y disminuir la confianza en las instituciones democráticas.


Agencias de noticias falsas o creación de narrativas falsas. Asimismo, Rusia está acusada de tener en su país agencias o plataformas mediáticas vinculadas al gobierno que difunden noticias falsas, tales como RT o Sputnik, encargadas de difundir propaganda y desinformación en varios idiomas. Estas agencias a menudo presentan noticias sesgadas o fabricadas para influir en la opinión pública global, difundir narrativas alineadas con los intereses rusos y sembrar discordia.


Alentar a protestas con temas controvertidos o campañas en redes sociales. En base a lo anterior, Rusia también crea campañas, bien con sus medios, con personas influyentes o con sus instituciones, a través de las redes sociales, para llegar a más personas.


Su "guion invertido" tras cualquier acusación. Y por supuesto, el Kremlin, principalmente, pero también autoridades, medios o personas influyentes niegan cualquier implicación con la propaganda, apoyados por el resto de herramientas de desinformación para crear un relato o narrativa en el que parezcan víctimas en lugar de verdugos, de tal manera que pueda hacer creíble cualquier desinformación antes dada.


Ironía, humor o sarcasmo mediante discursos o campañas publicitarias. Se trataría del último punto, dado que las personas influyentes, agencias de noticias falsas, autoridades o medios ligados al Kremlin han dado toda sus informaciones erróneas y negando las acusaciones junto con una "falsa" contrastación. Dichos agentes de desinformación cambian el relato, dándole otro sentido y comunicando lo que sus acusantes quieren oír. Eso sí, utilizando el sarcasmo y humor para ser más creíble, o al menos, no ser entendido por quienes creen sus informaciones y no les acusan de desinformación.


Adi Schwartz, periodista y académico israelí: «La existencia misma de la UNRWA perpetúa el conflicto»

Según el experto, la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos inculca la idea del retorno a los antiguos territorios y «mientras eso suceda no reconocerán al Estado de Israel»

Jana Beris. Modi'ín, Israel. el debate. 2 Noviembre 2024


El experto Adi Schwartz investigó a fondo el tema de la UNRWA, la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos, y su incidencia en el conflicto. Schwartz, investigador en el Instituto Misgav, plasmó su investigación en el libro La Guerra del Retorno que escribió conjuntamente con Einat Wilf, exdiputada del partido laborista.


A raíz de la promulgación en el Parlamento israelí de dos leyes que limitan seriamente la actividad de UNRWA, el periodista y académico compartió su valoración sobre la decisión tomada por Israel.


Para Schwartz la polémica acerca de las leyes aprobadas y el fondo del problema con UNRWA va mucho más allá del hecho que varios terroristas de Hamás que participaron el 7 de octubre en la masacre en el sur de Israel eran también funcionarios de esta organización.


–¿Qué opinión le merece la promulgación de las nuevas leyes israelíes contra UNRWA?

–Aclaremos que se trata de dos leyes. Una determina que UNRWA no podrá actuar en el territorio soberano de Israel, lo cual desde nuestro punto de vista es relevante más que nada en cuanto a su trabajo en Jerusalén oriental.


–Que aunque el mundo no la reconozca como tal, para Israel es parte de su territorio soberano, de su capital.

–Exacto. Israel puede hacer cumplir allí su autoridad. Y estamos hablando de dos campamentos de refugiados palestinos en esa zona, Shoefat y Kfar Aqeb. O sea que UNRWA tiene que irse de allí. Esa es una ley.


La otra es más significativa ya que sus derivaciones son más amplias. Esa ley dice que nadie en el Estado de Israel, nadie que represente al país, sea el Ejército, el Ministerio de Defensa, de Finanzas, nadie, puede estar en contacto con UNRWA. Prohibido. O sea que eso incidirá directamente también en la actividad de UNRWA en Gaza y en Judea y Samaria (Cisjordania).


–Porque todo lo que se hace allí debe ser coordinado con Israel.

–Exacto. Si ningún funcionario israelí puede atender llamadas, contestar correos o hablar con nadie de UNRWA, eso significa que a la agencia le será extremadamente difícil trabajar. Y esa es la razón por la que vemos ahora tal histeria en la comunidad diplomática. Vemos que todo el mundo reacciona, la Unión Europea, el Departamento de Estado, todos advierten de que esto conducirá al desmantelamiento de la UNRWA. Y creo que tienen razón, que por estas leyes, la capacidad de la UNRWA de trabajar sin cooperación con Israel será extremadamente difícil.


–Es cierto, desde un punto de vista del efecto práctico, pero entiendo que usted no está haciendo un juicio de valor al decir que «tienen razón».

–Exacto. Yo considero que la decisión de promulgar estas leyes es excelente y que Israel lo tendría que haber hecho hace mucho. Durante muchos años, Israel no sólo que no hizo nada contra la UNRWA, sino que hasta le dio su apoyo. Así como existió durante años la concepción que se puede vivir tranquilamente con Hamás al lado, o con Hezbolá, pues también se pensaba que se puede vivir tranquilamente con la UNRWA.


Y a mí me consta que cuando Estados Unidos, en la Administración Trump, detuvo su financiación de la UNRWA, Israel se dirigió a países europeos y pidió que completen el dinero que faltaba. O sea , siempre que surgía este tema de la UNRWA, intervenía el sistema de seguridad porque consideraban que «la UNRWA nos compra calma». Se admitía como cierto que no es una buena organización y que había problemas con ellos, pero preferíamos el status quo para que no romper la calma.


–El motivo de esa confrontación no era que no hubiera consciencia sobre los problemas con la agencia, sino querer evitar el dolor de cabeza de buscar una alternativa. ¿No es así?

–Hay que recordar que ya hoy, la UNRWA se encarga solamente del 13 % de los camiones de ayuda que entran a Gaza. Hay otras organizaciones que se encargan del resto, como el Programa Mundial de Alimentación (World Food Program) y otros. O sea que hay alternativas. Es una tontería decir otra cosa.


–Israel tiene pruebas de la participación activa y directa de funcionarios de UNRWA en la masacre del 7 de octubre. ¿Fue esto un punto de inflexión?

–Quisiera aclarar algo general al respecto. El problema con la UNRWA es mucho más profunda que el tema de los terroristas. Claro que eso es muy importante. Pero el tema serio no es este punto porque además UNRWA puede justificar que los despidió, pero qué pasa con el resto. El verdadero problema es la existencia misma de la UNRWA y su accionar perpetúan el conflicto. Entenderlo debe ser precisamente parte de la nueva situación de Israel después del 7 de octubre, de las cosas claras que hay que entender. Esto es 'el día después' del que tanto se habla.


–¿Cuál es el punto central que hay que entender?

–Que la UNRWA educa a los palestinos en la narrativa del retorno.


–Que volverán a las casas que dejaron en 1948 cuando la guerra de independencia de Israel.

–Así es. Los palestinos, de hecho, nunca aceptaron al Estado de Israel. Aunque Israel fue creado en 1948 y muchos países occidentales lo reconocieron, e Israel entró a la ONU, los árabes lo ven diferente. Muy especialmente los palestinos. Para ellos, la existencia misma de Israel no es legítima. No reconocen su derecho a existir.


–Aunque en su momento, Yasser Arafat dijo que la carta nacional palestina en la que se llamaba a destruir a Israel, estaba «caduc», usó el término en francés.

–Sabemos muy bien que si quería decirlo en serio, no habría usado un término francés de hace 200 años, sino que lo habría dicho en árabe para que su pueblo lo entendiera. Por eso digo que el tema de los refugiados es el central. Mientras los palestinos sigan hablando de retornar a Yafo, Acre, Ramle, territorio soberano de Israel, claro que no reconocen al Estado de Israel.


–Otro problema al respecto es la ilógica de querer que los refugiados se instalen en lo que es hoy Israel, y no en el estado palestino que dicen que quieren erigir.

–Por supuesto. Y no es casualidad. Lo que realmente quieren no es tener un estado propio, independiente, sino que los judíos no tengan el suyo. Todo eso está simbolizado en la narrativa de los refugiados y la UNRWA.


–¿Esto también pasa por el hecho de que la UNRWA, creada en 1949 para asentar a los refugiados de la guerra del 48, no los asentó?

–Indudable. ¿Por qué UNRWA no rehabilitó a ningún refugiado? ¿No supieron hacerlo? Este es el tema central: UNRWA sirve a la narrativa palestina. La agenda palestina tomó control de la UNRWA ya en los años 50. ¿Y cómo es que hoy tienen seis millones de refugiados?


–Aunque en la guerra del 48 eran cerca de 175 mil…

–Es que sus criterios no tienen parangón. En ningún otro caso legal, el estatuto de refugiado pasa a todos los descendientes, que claramente no son refugiados. El 75 % de la población de Gaza es considerada formalmente como refugiados. ¿Por qué? Porque hace 75 años les están diciendo que tienen derecho a retornar a las casas de las que salieron sus abuelos en Ashkelon, Ashdod y Beer Sheba.


–Es una forma de decir que Gaza, es temporario, que esa no es su casa, aunque hayan nacido allí.

–¡Exacto! Hay un estudio interesante que se hizo sobre el 7 de octubre analizado con ojos palestinos. Y uno de los elementos allí es que Yayha Sinwar, jefe de Hamás recientemente eliminado por Israel, en todos los discursos de los dos años previos al 7 de octubre, hablaba siempre del retorno, siempre retorno. El tema es el mito que vendrá un día en el que «volveremos a nuestra tierra». Ese es el corazón del conflicto. Y mientras funcione la UNRWA, les dicen «tienen razón, son refugiados»


–Y ahora, tanto tiempo después ¿realmente algo cambiará?

–Hace 70 años se les debería haber dicho que la guerra de 1948 terminó, que el Estado de Israel está aquí y se quedará aquí. Y que ellos, los palestinos, deben elegir: construir su Estado propio, en la franja de Gaza, en Ramala, donde quieran, o seguir con una ficción que Israel no aceptará, que esperen a que llegue el día en que se les cumpla el sueño de volver. Y el serio problema es que el mundo, al apoyar a la UNRWA, está alentando esa ficción.


–¿Qué pasará entonces en el terreno?

–Israel no puede desmantelar la UNRWA porque no fue su creador. Pero creo que con la nueva legislación, Israel por primera vez dice que no acepta colaborar más con esa ficción distorsionada. Que no está dispuesto a colaborar más con una organización cuya razón de existencia es de hecho destruir a Israel. Esto lo tendrían que haber hecho hace 50 años. Pero mejor tarde que nunca.


O ellos o nosotros

Hermann Tertsch. gaceta. 2 Noviembre 2024


Existen elementos para entender y reaccionar ante las intenciones y una conducta criminal de denegación de ayuda por parte del Gobierno de Sánchez al pueblo español en Levante y la Mancha, sumido, como está, en la tragedia, en trauma, en angustiosa necesidad y agonía.


La ineptitud, la corrupción, el absentismo y el abuso, promovidos todos ellos por el Gobierno de Pedro Sánchez, han llegado a tal punto tras seis años bajo el poder de socialismo y sindicatos, y la falta de coordinación y obstaculización mutua de servicios autonómicos, locales y nacionales, que son muchos los servicios de la administración que están de hecho inutilizados. Funcionan muy mal o no funcionan en absoluto. Muchos son la prueba viva de la necesidad de acabar con las taifas autonómicas para cuestiones que afectan a la seguridad e integridad de los españoles.


Pero el Gobierno de Sánchez también ha impedido la ayuda que sí era posible. El Ejército desplegado desde el primer día habría salvado vidas y paliado eL sufrimiento de cientos de miles de españoles desesperados. Pero ha impedido así a decenas de miles de uniformados, preparados, formados y dispuestos a una colosal operación de solidaridad nacional que acudan a la región afectada para ayudar como desean.


Quizás la vertiente más infame y perversa de la conducta del gobierno esté en esa abierta parsimonia en la prestación de servicios de emergencia y ayuda a los damnificados. Tres días después de la catástrofe hay ancianos encerrados en su casa sin agua ni alimentos. Eso no es Primer Mundo. Sánchez se asomó a la catástrofe cuando se lo permitió su celebración en la India de la usurpación por su mujer imputada de un cargo oficial que no tiene.


Quieren que el resultado de esta inmensa tragedia sea el contrario del que debiera. Quieren consolidar su poder alargando y profundizando el trauma de los primeros días, culpar a todos los demás, especialmente al gobierno valenciano, y generar una situación de precariedad y stress postraumático que aumente la dependencia de ellos y convierta a las víctimas y a la reacción social en sus aliados, tal como hicieron con las bombas del 11M.


Tienen que crear un grado extremo de emoción y de desgarro para que todos estén volcados en la asistencia, en paliar el dolor y en el luto, para retrasar al máximo la información real sobre el fracaso tercermundista y extremadamente letal de las casi nulas medidas del gobierno, que sin duda son competencia nacional por gravedad y afectan a varias autonomías.


No quieren que se hable de los inmigrantes ilegales que, además de una una carga insoportable para el erario y los servicios de la nación, en parte se han revelado como muy agresivos delincuentes y ahora como alimañas que saquean en debilidad, nocturnidad e impunidad en los pueblos devastados a los vivos y a los muertos.


La terrorífica catástrofe nacional, cuyas dimensiones en pérdida de vidas humanas y daños sólo se empiezan a vislumbrar, debería traer consigo por supuesto la caída de todo el gobierno, la investigación exhaustiva de la repercusión de las demoliciones de presas y azudes, así como otras medidas del gobierno de las que se desprendan responsabilidades.


El absoluto colapso del Estado en sus funciones más básicas exige un giro radical que pasa no sólo por la inhabilitación perpetua de incompetentes y delincuentes hoy aún al mando. Pasa también por una política informativa central veraz, responsable y exhaustiva, y el cese inmediato de todos los indeseables e inmorales portavoces del gobierno, pruebas vivas de su voluntad de mentir.


Si el gobierno no dimite y convoca elecciones, los españoles han de salir a la calle sabiendo que tienen un enemigo del pueblo encastillado en un gobierno fracasado, incompetente salvo para el robo y la mentira, y un peligro mortal permanente para todos los españoles y su nación.


Hoy podemos decir muy claramente, a la vista de los muertos y la destrucción apocalíptica y las reacciones habidas a la vista de toda España y el mundo, que este gobierno ya está matando españoles por conveniencia política al negar la ayuda de la que disponía desde el primer momento.


Toda España debe entender que estamos en un conflicto más allá de ideologías y propuestas diversas de gestión y vida. Nos enfrentamos a un poder criminal que nos ha arrebatado a la sociedad civil, a la economía, a las familias y a los individuos nuestros recursos, nuestro derecho a la información y a la expresión, y nuestra libertad. A algunos ya les ha quitado la vida.


Además tendrá que responder por su criminal denegación de auxilio estos tres días en los que muchos ancianos y otros habitantes de la región encerrados en garajes y casas bajo el lodo podrían haber sido salvados con vida. Miserable actitud de cálculo ya cometido durante el COVID cuando permitieron situaciones de desamparo absoluto y pánico cuando no dejaron que los proveedores habituales trajeran mascarillas, porque ellos preparaban sus operaciones con sus amigos para hacerse ricos antes. Ahora se trata de echar la culpa al gobierno de la Comunidad Valencia del drama, aunque eso cueste unos cientos de vidas más que se podían haber salvado.


Nos ha maniatado y nos quiere manipular y aplastar aún más, como se vio con su decreto para controlar aún más TVE y subir impuestos en las horas en las que los españoles muertos aún flotaban sobre las aguas. Quiere tenernos a su merced para que no podamos exigir sus responsabilidades políticas y penales por una política en bosques y ríos, en información y gestión de la administración como de la crisis.


Pero además quieren utilizar esta crisis también para, como hicieron con el COVID, recortar una vez más la capacidad de denuncia de su corrupción colosal generalizada, sus actitudes delincuentes, sus agresiones a la justicia, la impunidad por cuestión ideológica, sus vínculos con el narcocomunismo y los asesinos del crimen organizado de sus socios iberoamericanos. Así como su política golpista, totalitaria, mentirosa, saqueadora y empobrecedora para todos los españoles menos para ellos.


El infierno de Valencia debe ser el último clavo del féretro para una aventura criminal comenzada hace seis años por Sánchez y su banda. Hoy está claro que es o ellos o nosotros.


Por qué Sánchez es el máximo culpable de la chapuza con la DANA

Antonio R. Naranjo. el debate. 2 Noviembre 2024


A una alerta máxima le corresponde una respuesta del máximo rango también, pero estaban ocupados en protegerse a sí mismos


La catástrofe de la DANA muestra una vez más lo mejor del ser humano, que es esa respuesta cívica masiva cuando la tragedia golpea a uno de los nuestros que podríamos ser cualquiera. El español, muy particularmente, es persona solidaria, de lágrima sentida y de esfuerzo desprendido en los grandes momentos, aunque luego ya le cueste dar los buenos días y ceder el asiento a una embarazada en el autobús.


Pero también está exhibiendo, con una deplorable rotundidad, las miserias de la política, la inutilidad del Estado mastodóntico y fragmentado, la incompetencia de la ideología al chocar con la realidad y el abrumador contraste entre las necesidades de una sociedad y las prioridades de un Gobierno.


Sánchez ha estado más pendiente de aprobar un decretazo de asalto a RTVE para colocar a comisarios y facilitar el negocio de sus amigos, en pleno luto, que de activar al Departamento de Seguridad Nacional antes y después del horrible manotazo de los cielos, tan previsible con los instrumentos que la ciencia dispone como ignorado por las miserias políticas cotidianas.


Que la misma banda capaz de pronosticar la desaparición bajo el agua de todo el litoral español dentro de dos siglos, si no aceptamos su pavorosa Agenda 2030, se permita ahora decir que era imprevisible lo que en realidad estaba advertido desde hace una semana y ocurrió tal y como se presagiaba hasta en su versión más tenue; añade al dolor la sensación de tomadura de pelo humillante y de inhumanidad hacia las víctimas.


Este Gobierno no ha dudado en confinar la Comunidad de Madrid durante la pandemia, en invadir las competencias fiscales de Ayuso o en alterar hasta la mismísima Constitución para regalarle una «financiación singular» ilegal a Cataluña con la que pagarle el cargo a Sánchez.


Que ahora apele a no sé qué reglamento, norma o protocolo regional para tapar su propia negligencia, la desatención flagrante de sus responsabilidades más elementales y cargarle el marrón en exclusiva al presidente valenciano, que tampoco ha estado a la altura, es el más cruel de los ejemplos de la sistemática alteración de las reglas del juego que conforman un Estado de derecho decente en una sociedad respirable.


Si la alerta es máxima, la respuesta debe serlo también, y eso coloca al Estado necesariamente al frente de la prevención, primero, y de la respuesta, a continuación: todas las leyes de superior rango lo recogen, por mucho zahorí sanchista que husmee en las sentinas para encontrar una falacia con la que atacar a Carlos Mazón, pero más allá de eso lo impone el más elemental sentido común, que es la parte activa de la decencia.


Cuando se quiere, se puede, pero en este caso además se debe: traducir una alerta máxima de la Aemet en una simple red social, de seguimiento menor y sin capacidad vinculante alguna, en una respuesta preventiva del Estado a través del Gobierno y, una vez incomprensiblemente desechado ese mandato indelegable, compensarlo mínimamente con la atención urgente de las zonas afectadas.


El fallo sistémico en ambos escenarios, coronados por otros ya de carácter autonómico o local de inferior dimensión pero igualmente necesitados de otra auditoría exigente, es perfectamente coherente con la deplorable escala de valores y prioridades de un presidente y un Gobierno nefastos.


Tan acorralados por el sanedrín de corruptos y lacayos que intentan taparlo todo, que miró a los cielos, vio lo que venía y prefirió dedicarse a borrar la foto de Aldama, controlar la «televisión de todos» y buscar la manera de salvar al Fiscal General del Estado: el trabajo sucio, primero. Y luego ya, si eso, busquemos culpables para escurrir nuestra clamorosa incompetencia dolosa.


Sánchez decide morir matando

Hermann Tertsch. el debate. 2 Noviembre 2024


El estado de alarma era inexcusable desde el primero momento por la gravedad de la tragedia a todas luces nacional, por afectar a varias regiones y porque los efectos de la tragedia tienen un impacto nacional masivo


La gota fría -llamemos a las cosas por su nombre- DANA y demás, que ha arrasado pueblos, caseríos, carreteras y puentes sobre todo en las cercanías de Valencia y causado la terrible tragedia humana de centenares de muertos y miles de vidas rotas, debería ser también un colosal aluvión que se llevara por delante a gran parte de la clase política española.


En primero lugar por supuesto debería arrollar y hundir para siempre al gobierno delincuente de Pedro Sánchez que ha demostrado, más si cabe que en otras demás innumerables ocasiones en seis años, que caminará por encima de cadáveres por lograr lo único que le importa que es su pervivencia como gobierno volcado al abuso sistemático y al enriquecimiento de sus miembros e individuos y grupos afines.


Nunca ha sido más cierto la sentencia de que el gobierno no encuentra tiempo para gobernar porque está plenamente dedicado a los negocios. Como también que lo único que no roba el gobierno es tiempo para dedicarlo a una gestión eficaz en aras del bien común, tiempo para eso que se solía entender por gobernar. Están demasiado ocupados en comprar voluntades, saquear fondos para pagarlas y hacer apaños con el crimen organizado para multiplicar su patrimonio por islas caribeñas.


Pero no es solo dejadez, indolencia y corrupción. Este gobierno socialista y sus socios ideológicos en Bruselas que son el Partido Popular, los Verdes, los faldicortos liberales de Macron y la ultraizquierda, son grandes responsables de la severidad de las riadas y de otros fenómenos dañinos de origen climático. Porque todos han asumido la ideología o teología verde- climática, destruyen el hábitat en el campo con su jungla regulatoria, prohiben limpiar bosques y cauces, demuelen presas y azudes y otros recursos para domeñar precisamente los excesos de la naturaleza en nuestros paisajes europeos, construidos y aprendidos a lo largo de miles de años. Ahora unos políticos semicultos cuando no ágrafos, aliados con burócratas nombrados para decidir en terrenos totalmente ajenos de los que ignoran casi todo, se arrogan el derecho a derogar los resultados del trabajo y conocimiento milenarios, despreciar la sabiduría, las costumbres y el sentido común, y sacan directivas y reglamentos sin cesar para multar, reprimir y perseguir prácticas que habían sido impuestas por la experiencia. Y cuando fruto de su ideología adanista, y arrogante y su desprecio a la razón se produce una desgracia salen, como la realmente despreciable Úrsula von der Leyen, a utilizar a los muertos y las aguas para mover su molino de la cantinela del cambio climático que avalaría todas las barbaridades que perpetran en nombre de la preservación del planeta.


Barbaridades que sirven por un lado para recortar la libertad y la autonomía personal, imponer códigos de disciplina social para someter a la sociedad a conductas no deseadas ni solicitadas por los afectados y, por supuesto, para que las elites a las que sirven esos políticos hagan pingües negocios sin mayor competencia y siempre desde el ventajismo absoluto. Las mascarillas de los políticos españoles durante el COVID son solo el mínimo cubito de hielo de la punta del colosal iceberg de la corrupción que acompaña a toda esa palabrería ideológica.


Estos delitos son abominables y ya por sí solos merecedores de inhabilitación y persecución y castigo penal. Pero siendo gravísimos, empalidecen ante lo demostrado por este gobierno en estos días. Con su negativa a imponer el estado de alarma y enviar, como habría sido lógico, masivamente al ejército y otros cuerpos de seguridad a la región para una gran operación de salvamento y ayuda, lo que ha querido el gobierno de Pedro Sánchez es, literalmente, dejar que los muertos se le pudran al gobierno autonómico valenciano entre las manos. Para después echarle la culpa de la monstruosa situación resultante. Ha quedado esto meridianamente claro en declaraciones nauseabundas de la ministra de defensa Margarita Robles y otros miembros de ese gobierno, como también por el órgano paraoficial del gobierno sanchista para tropelías de desinformación que es el diario El País.


No vamos a hablar de la ineptitud de los servicios generales del Estado ni de la incompetencia de todos los amiguetes socialistas de la red de favores que ocupan los cargos directivos en la administración, porque es un hecho que bajo Sánchez y después de la pandemia nada funciona salvo la recaudación y la propaganda.


Y poco comentario merece la impotencia demostrada por el presidente de la Generalidad Valenciana Mazón y otros comportamientos lamentables de su gobierno como la cruel impertinencia de la consejera Nuria Montes en sus órdenes a los familiares de los muertos. Solo demuestran esa terrible mediocridad de los cuadros políticos españoles, provocada por el desprestigio de la política que aleja tanto de la misma a los españoles más preparados y cualificados técnica, cultural y quizás humanamente.


El estado de alarma que era inexcusable desde el primero momento por la gravedad de la tragedia a todas luces nacional, por afectar a varias regiones y porque los efectos de la tragedia tienen un impacto nacional masivo. Pero el gobierno de Sánchez ha querido pasarle los muertos al gobierno del PP aunque haciéndolo multiplicara su número. Y ahí está el crimen. Porque probablemente lleguemos a constatar que muchos de los muertos no son ahogados sino muertos en sus casas aislados o quizás podamos decir «asesinados por el retraso» de un salvamento que en todos los países europeos sin excepción se habría producido antes. Y que fue deliberadamente impedido. Porque este retraso asesino que se está aun dando cuando esto se escribe era evitable con un despliegue inmediato del ejército para abrir las vías de suministro y sacar a la población de sus enteros bajo toneladas de barro, cañas, árboles y cascotes.


Esta inmensa tragedia española se enmarca en un proceso de degradación general bajo una dictadura del saqueo y la mentira que ya rige objetivamente y que pronto ejercerá mayor violencia con la vuelta de tuerca miliciana en RTVE. Esta pasa de ser la maquinaria de propaganda a ser la maquinaria de guerra de un gobierno que, acosado por su corrupción, sus delitos, abusos, ilegalidades y su traición a la nación, ha llegado como Nicolás Maduro a la conclusión de que el poder es el único garante de su impunidad. Si pierden uno, pierden la otra y todos los que han sido guardia pretoriana del aventurero Pedro Sánchez acaban con él sentados en el banquillo. A Sánchez los españoles no le importamos nada, ni vivos ni muertos. Pero ahora Sánchez y su gobierno golpista y corrupto han decidido aguantar, bunkerizarse y morir matando. En la gota fría de Valencia lo acaban de demostrar.


Golpismo en la dana

Hughes. gaceta. 2 Noviembre 2024


Es muy pronto aun pero ya se puede decir que en la crisis de la dana o de la supergota fría o como se le quiera llamar a este fenómeno trágico, el estado, el Estao, el Estado, el Monstruo del 78 tampoco ha salido airoso.


Es, sin duda alguna, una continuidad del Covid. Es extensión de la crisis covidiana en la que no respondió nadie, a menos que nos conformemos (¡y hay quien lo hace!) con el caso Koldo y sus derivadas.


Las palabras hoy de Margarita Robles, 78 puro, PSOE puro, mujer setentayochizada, forma orgánica del más depurado tinglado, sientan un Antes y un Después.


En el mundo de los plumillas tenemos que estar muy atentos porque hay dos cosas que se decían siempre que ahora ya sí se pueden decir: lo de Valencia es dantesco de verdad (incluyendo a la Robles, que es también dantesca) y supone un Antes y un Después.


La ministra Margarita Robles ha dicho que el ejército, su negociado, no puede hacer el trabajo de las Comunidades Autónomas y ha venido a sentar, con todo su coño, con todo su santo coño, una especie de subsidiariedad sociata: en la más extremada urgencia, las cosas son de las CCAA hasta que son del Estado, que, en todo caso, ya entrara si eso…


El gobierno del PSOE se comporta ya como un gobierno federal, un gobierno federal chapucero, discrecional, escaqueador, de los chinos, de chichinabo…


No es un gobierno federal dentro de un Estado federal sano, funcional y estructurado, sino una forma mutante (o mutacional, más mutacional que constitucional) en la que el gobierno decide que se federa o federaliza.


Así montó en el Covid una Conferencia de presidentes que ahora los del PP invocan como el órgano de la más alta institucionalidad… una especie de senado in pectore.


Covid y dana se parecen por el desastre en la respuesta, porque la respuesta ha sido tan desastre como el desastre mismo, y también porque esa respuesta es una profundización, por la vía de los hechos consumados y funerarios, en lo «federal». En «lo federal » según lo entiende el PSOE.


El PSOE va por la vía de los hechos luctuosos a la federalización de España. Por llamarlo de alguna forma. Esto le interesa porque, en primer lugar, está en su ADN (en sus orígenes, en su Ser) y también porque le permite ir de la mano de sus socios antiespañoles legislatura tras legislatura.


Este proceso toma varias formas y la gestión de crisis es una más, y no pequeña.


El Estado se borra unos días de Valencia, porque, dicen, es competencia autonómica. El Horror es competencia autonómica. Lo pone el Estatuto de Autonomía: «La gestión del Apocalipsis forma parte histórica del Autogobierno valenciano…». Ya sabemos que el efecto es que Mazón se cueza en su propio jugo. Pero además del oportunismo político, esto será visto como un «borrado del Estado». El Estado ya se replegó de Cataluña y se repliega de los sitios y momentos de crisis. Al ciudadano, al español, al contribuyente se le priva de su Estado. Se le priva de lo que ha pagado, pero además se le priva de sus derechos. Este hurto, este repliegue del Estado es un golpe más. Un golpe al Estado, herido de muerte, y un atropello sin igual al ciudadano.


La forma golpista es, en realidad, ademán dictatorial. La suprema discrecionalidad de inhibirse es dictadura (o más bien, como me aclara Jorge S. de Castro, tiranía), es golpismo galopante profundizador en lo tiránico y en una forma de Estado. ¡Nadie ha votado un Estado que no esté en la Crisis! ¡Que no pueda estar en la Crisis!


Esta gente y este sistema horroroso que pasa de su fase terrorífica a su fase horrorosa (el 78 nació con el terror de ETA, y homologada ETA, con el covid y la dana, alcanza el horror, se hace horroroso en esos dos momentos en los que el español ya es zombi, ya camina como un zombi por la historia) no solo acaban con la nación, desnacionalizan España, pulverizan su ser patriótico y democrático, el demos y el ethos, sino que van debilitando el Estado, repartiendo el Estado y ahora privando al español de la acción estatal.


La ruina del Estado Autonómico que el covid y la dana hacen tan evidentes, se quiere hacer forma de Estado. Se quiere hacer de la disfunción una forma pseudofederal. Esto es un atropello de alcances incalculables.


En Cataluña dejaron solos a los españoles. Allí el Estado se ha corrompido regalándose a los separatistas y a muchos efectos ha desaparecido (está, pero está metamorfoseado en enemigo, en estructura de Estado catalanista), y en Valencia el Estado se aleja por propia iniciativa. Como si hubiera un golpe, pero el golpe lo dieran en Madrid (donde, no nos engañemos, se dan todos). Es un golpe, se ha sentido como golpe, como circunstancia golpista; ha tenido escalofríos y perplejidades y vacíos de golpe, de golpista estar-en-vilo; y tiene alcances de autogolpe en el que el Poder se sustrae, se inhibe, se restringe dejando al ciudadano a merced del caos autonómico.


El golpe no consiste en sacar los tanques, sino en no-sacar los tanques. En tener encerrado al ejército (haciendo de esta forma una exhibición de fuerza incivil).


Al español de Paiporta o de Alfafar, que ya sabía o debería saber que el Poder Soberano no es suyo y, por supuesto, que no le hace caso, ha llamado en la noche al Poder y el Poder tampoco ha aparecido.


El voto no cuenta, pero es que el grito de auxilio tampoco.


El Consenso liderado por el PSOE nos lleva al Estado Autonómico y, una vez allí, nos abandona. El Estado se retira. Se retira un paso, unos días, los suficientes para que seamos conscientes del abandono, la descoordinación, la ineficiencia y la insuficiencia.


¿No es eso un comportamiento de maltratador? El gobierno autofederalizado abandona al español a los bordes del abismo autonómico para que lo llame a gritos, para que lo eche de menos, para que pide más, reforzando así la servidumbre. Esa fragilidad se hará humillación y con la propaganda y los días se hará servidumbre más fuerte, más animalesca.


¡El PSOE es el mayor chulo de la nación, el de mano más firme! ¡La apaliza donde no deja morados!


El Estado Autonómico es el Estado mafioso del Consenso, cuyas partes por supuesto no colaboran. Solo negocian zonas y treguas. ¡Cómo van a coordinarse los Corleone con los Tattaglia! Esas partes están regidas por leyes informales, por negociaciones a oscuras. No hay mecanismos hábiles de coordinación. No hay una sana juridicidad.


El salto del Estado Autonómico a su derivada, a su consecuencia, lo está dando el PSOE en su pacto con los separatistas (amnistía) y con su gestión de las crisis. Valencia y el Covid no son solo la fase horrorosa del 78, sino formas violentas de federalización, avances de lo siguiente. Federalización a las bravas. España se federaliza en el lomo del español. Son federalización en marcha, a martillazos, a golpe de crisis. Son inhibiciones-golpe de Estado. Valencia ha sido un golpe en el que el Estado ha sido secuestrado el tiempo suficiente.


Un Estado fallido frente a la tragedia de Valencia

EDITORIAL. libertad digital. 2 Noviembre 2024


El insoportable coste humano de la tragedia de Valencia demuestra las carencias de un Estado profundamente debilitado y cuya arquitectura institucional está al borde del colapso. Cuando todos los balances son todavía provisionales lo único evidente es que la reacción política frente a la catástrofe ha sido parte de esa catástrofe. Las Fuerzas Armadas, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y los diversos servicios de emergencia deberían haber sido activados en masa, puestos al servicio de la población de manera inmediata, coordinados con criterios profesionales por profesionales y no por políticos con criterios partidistas. Sin excusas ni quejas.


En vez de eso estamos asistiendo a un espectáculo político nada edificante mientras los cadáveres se pudren en las salas de estar de las casas devastadas por las riadas. Y han pasado ya cuatro días de quiebra absoluta de la seguridad ciudadana, de ausencia de los suministros indispensables, de cortes en las comunicaciones. Todo ello en un entorno densamente poblado, en una zona geográfica de rápido acceso desde las grandes capitales españolas. El efecto es totalmente tercermundista. Los bomberos, policías, militares, enfermeros que están sobre el terreno protagonizan actos de auténtico heroísmo mientras piden desesperadamente ayuda, como los ciudadanos. Pero el Gobierno no responde, se muestra incapaz de reaccionar, de rescatar a las cientos de miles de personas que están sufriendo un auténtico infierno, una situación perfectamente equiparable a un conflicto bélico.


Decir, como ha hecho el Gobierno, que España es un Estado autonómico para sacudirse cualquier responsabilidad es de una ruindad absoluta, propio de personajes incompetentes y dañinos. El Ejecutivo de Pedro Sánchez se esfuerza, pero no en ayudar a las víctimas sino en atribuir todas las responsabilidades y culpas a la Generalidad valenciana del PP. Ese es el nivel de infamia de un Gobierno que en la tradición de los Ejecutivos anteriores ha ido pagando las facturas políticas del apoyo de separatistas catalanes y vascos y de la extrema izquierda con recursos, medios y competencias del Estado.


Que no haya habido un despliegue masivo del Ejército en medio de un escenario de destrucción, saqueos, robos y máxima inseguridad es la prueba del colapso, la evidencia de un Estado fallido cuyo Gobierno se centra en culpar al presidente autonómico y que prácticamente se abstiene de participar en el rescate porque dice que no es competente, que España es un Estado autonómico. Y al parecer también un Estado sin Ejército y en el que se tarda días en ayudar a las víctimas de las catástrofes que suceden en el mismo territorio nacional y en zonas no precisamente de difícil acceso.


El Ejército es un recurso del que ningún Estado se puede permitir prescindir por razones estéticas, ideológicas o partidistas cuando están en juego la vida, la seguridad y las propiedades de las personas. Discutir sobre competencias en este escenario es un crimen.


La nación frente al Estado

Fran Carrillo. okdiario. 2 Noviembre 2024


España sufre la peor tragedia climática que recuerdan nuestros ojos y no hemos tardado en confirmar algo que ya sabíamos: la inmoralidad e incompetencia de quienes gobiernan el país es inversamente proporcional al carácter y determinación del pueblo gobernado. En estos días se ha comprobado cómo la nación sostiene al Estado y cómo los españoles superamos en todo a nuestros políticos, algo que la historia ha confirmado innumerables veces. Bloqueados ante los acontecimientos, incapaces de hacer frente a un desastre irreparable, el Gobierno de la Comunidad Valenciana y, sobre todo, el Gobierno de España, han tomado malas decisiones sin cesar, fruto de su tardía reacción, peleándose por determinar quién debe ponerse al frente del problema, tomar el mando y liderar la crisis. En suma, ofrecer soluciones a la ciudadanía. Por el contrario, subestimaron el impacto de las alertas mostradas y siempre han ido por detrás de los acontecimientos, adelantados por la determinación civil, que ha enviado a día de hoy más ayuda a los afectados por el temporal que la facilitada por las autoridades públicas. Ambas administraciones deben caer, si no por voluntad propia, por la fuerza de los hechos, esos que están desnudando su mediocridad como gestores, su miseria moral como representantes públicos y su maldad liberticida como vividores de la poltrona.


La DANA que ha congelado la nación demuestra que no hay peor gota fría que el Estado en su peor versión: políticos incompetentes, inútiles y perversos. El Estado nos roba cada año ingentes cantidades de dinero para afrontar con capacidad y solvencia situaciones como la que vive el país ahora por los destrozos causados por el temporal. Sin embargo, su manifiesta debilidad y su pereza a la hora de reunirse y actuar obliga a quienes sufrimos tanta negligencia a revolvernos. Nos quitan de nuestros impuestos el dinero que ahora debería sufragar la reparación de los daños causados y es la propia sociedad, el pueblo español, quien está contribuyendo de su bolsillo a las víctimas. ¿Para esto necesitamos Estado?


Abramos los ojos y combatamos a este leviatán inútil desde la fuerza que la sociedad civil, libre y autónoma, posee. Seamos conscientes de que cuanto más depreda el socialismo, en sus diferentes versiones y colores, para nutrir las arcas del Estado, menos funcionan sus resortes en situaciones extremas. La tragedia que vivimos en España con esta gota fría asesina que ha quitado la vida a cientos de ciudadanos, con especial afectación en la Comunidad Valenciana, demuestra que, bajo un gobierno socialista, paternalista e interventor en la vida ajena, los problemas se convierten en tragedias y éstas, en desastres. España ha entrado en una deriva tercermundista imparable, fruto de años de saqueo, colocación de amigos sin formación ni capacidad en puestos de responsabilidad y control de conciencias, anestesiadas y embrutecidas por tanta subvención y subsidio a fondo perdido. Ítem más, el Gobierno socialista, en otro alarde de incomparecencia y dejación de funciones estos días, hace omisión de socorro, se niega a declarar el estado de alarma que la situación requiere y rechaza ayuda de fuera, así como enviar a quienes están deseando ser enviados -hablo del Ejército-, con la excusa de que es decisión autonómica, verdad a medias que las meretrices mediáticas y digitales del régimen ya se han ocupado de difundir.


Mientras en otros lugares del mundo los ciudadanos están alertados con tiempo de lo que va a venir, para que tomen precauciones, y sus administraciones responden con rapidez, en España el politiqueo irresponsable causa muertos y desolación. Mientras al PSOE le importaba más controlar RTVE que los fallecidos, y colar la enésima subida de impuestos con miles de personas sepultadas bajo el fango y el lodo, la España real se conjuraba para ayudar y contribuir a levantar los cimientos morales y el ánimo de los compatriotas hundidos por la tragedia.


Porque ahí, cuando más falla el Estado, se levanta el corazón y el alma de lo permanente, lo que trasciende a cualquier texto y forma de Estado: la nación, sus habitantes, el pueblo. La solidaridad une y reúne, y en ese aspecto España y los españoles somos potencia mundial. El pueblo ha dado un ejemplo más a sus representantes de cómo hay que actuar cuando las circunstancias lo exigen. ¡Qué diferencia de valor y determinación! La sociedad civil siempre será más fuerte que sus representantes y es hora de reconsiderar su papel, así como el de la configuración de un Estado que no está a la altura de su responsabilidad para ayudar a la ciudadanía, desnudado por sus miserias, su extremada grasa inferior que descubre ineptitud e incompetencia política y administrativa. Un Estado fallido, corrupto, inservible, prescindible. Repensar y reformar su funcionamiento es imperativo legal y moral después de lo que hemos visto. No sirven, no valen y no funcionan. Que dejen de robarnos y se vayan.


Coda: No ha faltado el zurderío a su cita con la mentira, el rencor y el odio, cuestionando las donaciones privadas desde su sofá progre de subvencionado militante. Mientras tiraban de argumentario progre contra Amancio Ortega, Juan Roig o el Real Madrid, callaban cómo su Gobierno, ante la situación de extrema gravedad y urgencia, ejecutaba el asalto a RTVE colocando a comisarios políticos de partido para hacer de la propaganda orden del día y de la televisión pública el aparato más abyecto del régimen, si no lo era ya. Por cierto, felicidades a las meretrices mediáticas que formarán parte del escuadrón del felpudo.


La catástrofe desnuda al sistema

Itxu Diaz. libertad digital. 2 Noviembre 2024


Amedida que avanzan las horas y los días, todo está cayendo. No se está derrumbando un político, o un partido, sino todo un sistema administrativo que se ha vuelto a mostrar ineficaz, y cuya principal anomalía es promover que la gestión de lo más importante recaiga una y otra vez en manos de incompetentes, cuando no directamente en manos de psicópatas.


La coordinación entre administraciones y ayuntamientos de diferentes colores está siendo un bochornoso fracaso. La ausencia del Ejército y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que deberían estar todos allí desde el minuto uno, parece una broma macabra. El rechazo del Gobierno a la ayuda internacional, y a los efectivos de bomberos que ofrecieron países como Francia, espero que termine con uno o varios cargos en la cárcel. La consejera de hielo que se dirige a los familiares de las víctimas con ausencia total de empatía y habla de los muertos como si fueran un trámite burocrático, produce verdadero pavor. La manera en que muchos burócratas están dedicando enormes esfuerzos a prohibir o dificultar que los ciudadanos se organicen en sus barrios para ayudar por su cuenta, también nos deja perplejos.


La lista de fracasos es interminable y la demolición general parece que no tiene marcha atrás. Por primera vez en muchos años, fruto de esta angustiante situación, vemos irritada a la España real en su conjunto; no a unos de un partido contra otros, sino a todos. La España que madruga, trabaja, paga impuestos y calla, está harta de que ahora, cuando por una vez sí hace falta que las administraciones se encarguen de gestionar con audacia los recursos públicos y privados, cuando por una maldita vez se les necesita de verdad, cuando por una vez hace falta el dinero de tus impuestos, no solo no saben qué hacer, sino que impiden que otros puedan hacerlo; y en cuanto al dinero nadie sabe nada.


Tampoco puedo decirte que me resulta una sorpresa. Cuando ves que el dinero público de un plan contra la violencia de genero termina enterrado en pintar bancos de colorines en tu pueblo. Cuando ves que lejos de ayudar a las empresas en dificultades cada vez generan más trabas y pisotean las habas de los autónomos. Cuando ves que te obligan a cambiar de coche o a comértelo en tu maldito barrio porque así lo ha decidido un señorito desde Bruselas. Cuando ves que el inagotable caudal de nuestro dinero, el tuyo y el mío, se esfuma misteriosamente al pasar por las manos de la inconmensurable red de las infinitas administraciones públicas.


Cuando ves todo eso, tampoco puede extrañarte que en esta catástrofe sin precedentes, incomprensiblemente, el Gobierno no quiera la ayuda que ha ofrecido la UE, o que la ministra de Defensa diga que el Ejército está para labores disuasorias y no para hacer el trabajo que deben hacer las autonomías –no se puede ser más mezquina e indigna—, o que toda la ayuda de la ministra de Trabajo ante el caos sea amenazar a las empresas que han perdido todo con enviarles además inspecciones de trabajo.


Aunque comprendo la indignación de los más afectados, yo no comparto ese grito casi unánime que pide a los gobernantes que se bajen al barro a ayudar. No necesitamos la foto de la demagogia. Molestarían más que otra cosa. Es suficiente con que asuman con liderazgo e inteligencia su responsabilidad, o que se marchen a su casa.


No pretendo meter a todos en el mismo saco. Sé que hay funcionarios públicos y cargos políticos sin dormir desde hace días, actuando con sensatez y audacia, y tratando de hacerlo lo mejor posible. Pero, para nuestra desgracia, son una minoría.


Lo demás están acostumbrados a resolver los problemas legislando idioteces, creando impuestos nuevos, o consejerías, o multas, o fundando observatorios aquí y allá, viven tan lejos del mundo real, que cuando hay un maldito problema real sencillamente no saben cómo demonios arreglarlo, salvo convocando tras el puente juntas de Gobierno, con calma, e impidiendo entretanto a la sociedad civil que se organice para acelerar las ayudas.


Lo primero es rescatar, recuperar cadáveres, enterrarlos, tratar a los enfermos, y que la gente pueda volver a sus hogares. Pero lo segundo, inmediatamente después, debe ser abrir un debate sobre la insoportable ineficacia de la administración política de España, su interminable red de funcionarios y amigos, y sobre la urgencia de poner a dieta a un Estado que padece obesidad mórbida, y que la mayor parte del tiempo trabaja contra los ciudadanos a los que debería servir.


La orden no se espera

Alfonso Ussía. el debate. 2 Noviembre 2024


El día en el que la coleccionista de cátedras, influencias y ridículos compareció ante el juez en los Juzgados de la Plaza de Castilla, Marlasca vació Madrid de efectivos policiales, y ordenó que más de doscientos agentes de la Policía Nacional custodiaran a la imputada y presumible delincuente durante el trayecto, estancia y retorno a La Moncloa de la chica en cuestión. La Policía acordonó el edificio, y ella disfrutó del privilegio de acceder a los juzgados por el garaje. El mismo número de agentes del Orden Público serán utilizados próximamente cuando la misma mujer acuda a declarar ante Su Señoría por la imputación de dos nuevos delitos, a finales de este gris y tremendo mes de noviembre.


Las Fuerzas Armadas estaban preparadas y dispuestas para acudir a Valencia y demás localidades arrastradas por el agua, enfangadas y sin esperanzas, pero no obtuvieron la orden que permitía su movilización. Sólo la UME fue autorizada, con algo más de 1.000 efectivos. Volvieron a solicitar el permiso, y les fue negado. Cuando escribo, quizá, habrán autorizado su desplazamiento a los rincones del horror. Los militares, acuartelados, se miraban los unos a los otros con estupor. ¿Por qué no nos permiten actuar? Que se lo pregunten a doña Margarita Robles y al cínico fantasma que preside el Gobierno. Leo que una compañía de Boinas Verdes, que hacía prácticas en las cercanías, sin aguardar la autorización política, se sumó al rescate de bienes y cadáveres, y a la ardua labor de abrir caminos enfangados en los pueblos afligidos. Los militares no han actuado hasta el momento porque el Gobierno les ha impedido incorporarse a las labores de salvamento. Los militares de Tierra, Mar y Aire están preparados para actuar en situaciones de emergencia nacional. Y además, para impedir el saqueo de los comercios abandonados, el pillaje de los desaprensivos. Años atrás, este tipo de acciones no se producían, pero en España viven ahora los que ayer se mantenían en sus países de origen, y nos han traído sus costumbres.


No, mil valientes de la UME no son suficientes para ayudar a su gente y a sus pueblos. Son imprescindibles 5.000 militares más, y si suman 10.000, mejor. Todavía hay centenares de cadáveres perdidos. Pero el plan es tan cruel como pérfido. Responsabilizar del desastre al Gobierno autonómico de Valencia. Cargar las culpas a su ineficacia y, finalmente, usar todos los poderes del Estado para demostrar que la eficacia estaba en el Gobierno de España y no en el autonómico de Valencia. El Ejército está preparado para la Guerra y para la Paz, con mayúscula una y otra. El prestigio de las Fuerzas Armadas españolas en el mundo, como fruto de sus brillantes y constantes misiones y presencias es incuestionable. Pero este Gobierno tiene podrido su baremo de prioridades. –De acuerdo, que vayan más militares, cuando señalemos a Mazón como el culpable de la confusión y la catástrofe–. Entretanto, los cadáveres siguen apareciendo, no hay agua, ni luz, y los productos que se vendían en tiendas y supermercados están en las despensas de los que ahora viven aquí y antaño en sus países de origen. Y para impedir el pillaje, también está el Ejército.


Los militares no han estado en los momentos cruciales del desastre, porque no se lo han permitido. No han salvado vidas, porque no se lo han permitido. No han limpiado las localidades enfangadas porque no se lo han permitido. No han custodiado los bienes de las víctimas, porque no se lo han permitido. ¿Para qué sirven los militares?, se preguntan los profesionales de la confusión en las redes sociales. Pues sirven para ayudar y defender a los españoles. Sirven para socorrernos y mejorar nuestra angustia. Sirven para morir por nosotros. El Rey ha enviado a parte de la Guardia Real a las zonas catastróficas. De no recibir la autorización, es de esperar que los Generales y Almirantes hagan lo mismo. Para ayudar a España no se necesita una orden de la anti-España.


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