Recortes de Prensa Jueves 7 Noviembre 2024

Internacional

Las tropas de Corea del Norte han protagonizado este enfrentamiento en la región rusa de Kursk, cercana a la frontera ucraniana

Vozpópuli. 7 Noviembre 2024


Las tropas norcoreanas se han enfrentado por primera vez al Ejército ucraniano en territorio ruso, lo que significa su entrada en la guerra que Rusia mantiene con el país vecino, informa este miércoles 'The New York Times'. Las tropas de Corea del Norte han protagonizado este enfrentamiento en la región rusa de Kursk, cercana a la frontera ucraniana, donde el Ejército de Kiev mantiene una ofensiva desde hace semanas, indica el diario neoyorquino que cita como fuente a funcionarios de Ucrania y Estados Unidos. El enfrentamiento fue limitado, dijo el funcionario ucraniano, y probablemente tenía como objetivo sondear las líneas ucranianas en busca de debilidades. Los norcoreanos lucharon junto con la 810 Brigada de Infantería Naval Separada de Rusia, señala el rotativo.


Las fuentes no aclararon cuándo tuvo lugar el combate, tampoco ofrecieron detalles sobre las bajas, aunque el funcionario estadounidense explicó que un número significativo de tropas norcoreanas murieron. Ambos funcionarios hablaron bajo condición de anonimato por tratarse de información militar sensible.


Las tropas norcoreanas son parte de lo que funcionarios ucranianos y occidentales estiman que es un contingente de unos 10.000 soldados enviados por el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, para reforzar a las fuerzas rusas que intentan desalojar a los ucranianos de la región de Kursk. Las fuerzas de Ucrania controlan actualmente alrededor de 400 kilómetros cuadrados de la región rusa desde que hicieron su primera incursión en ella. Aunque la mayor parte de las tropas norcoreanas aún no han entrado en acción, funcionarios occidentales y ucranianos han calificado su aparición en el campo de batalla como una importante escalada después de más de dos años de guerra, subraya el 'Times'.


Un plan de salvación nacional

Irene González. Vozpópuli. 7 Noviembre 2024


Ante la magnitud del desastre que vive nuestra nación y el acto calculado del Gobierno de abandonar a las víctimas a morir entre lodo y ruina por espurios intereses políticos, me atrevo a pedir a todos los españoles de bien que ese dolor, esa rabia y esa indignación que compartimos se conviertan en las primeras palas que nos lleven a la reconstrucción nacional, con el enfoque en dos cuestiones fundamentales. La primera es continuar ayudando al pueblo que lo ha perdido todo (no donen a la Cruz Roja) en una tragedia cuya dimensión podría haberse evitado, donde ocho días después siguen sin facilitar la cifra real de fallecidos y la mantienen en 217 personas, sin cifra de desaparecidos. Y evitar que Valencia se convierta en una zona de marginalidad con crimen organizado e institucional.


La segunda petición es que tengan todos la firme convicción y se unan a la voluntad de reconstruir todo lo derribado y recuperar todo lo que nos ha sido arrebatado. Sólo hay un camino, sólo hay una forma, la liberación de la nación española del aparato político del régimen y sus veneradas autonomías, sin separación de poderes, ni representación de los ciudadanos. Un régimen cuyas instituciones están subordinadas a los intereses de los enemigos de España, internos y externos incluyendo la Agenda 2030. Sólo la corrupción mantiene una gigante estructura perfectamente inútil que pone en peligro las vidas de los ciudadanos a los que expolia. El régimen es una burocracia inmensa de extracción de recursos de la clase trabajadora para dirigirlos a una casta inútil, salvo para el crimen. Y a todo esto aún hay quien lo sigue llamando democracia.


Nos hallamos en un momento crucial para nuestro destino como nación capaz de evitar ser un vertedero prostíbulo para la corrupción y el crimen organizado a todos los niveles. Lo llaman Estado fallido, pero lo sucedido en Valencia sólo es producto del triunfo de todos los incentivos perversos de un Estado con cinco administraciones (incluyendo la UE) enfocado a expoliar a los españoles de todo cuanto heredaron y pudieron llegar a tener, empezando por la nación española, lo único que les queda, que no es poco, a quien lo ha perdido todo.


El desastre de la DANA es el Chernóbil de este régimen, donde no sólo ha habido incompetencia, sino crimen. Un desastre evitable, una gestión que muestra la profunda inmoralidad y obsolescencia del sistema político en España, que aún estando acabado es capaz de causar víctimas. Cuanto más se retrase su liquidación y la ejecución de un plan de salvación nacional, más posibilidades hay de que vuelva a suceder. La impunidad de la pandemia ha llevado a esta situación. Entonces, debido a ser una situación más globalizada muchos exculparon que España fuese un país especialmente asolado por el drama y por la ruina posterior. No reconocían entonces que ya éramos un Estado fallido y una vez más se entregaron a la Unión Europea para que nos apretase con la soga de la transición verde a nuestro cuello amoratado.


Es urgente un Gobierno nacional de carácter patriótico. Es la primera condición de todo servidor público. Tener esa conciencia de comunidad que le trasciende, un deber que va más allá de ninguna ley, un deber moral. El honor antes que la disciplina es lo que han olvidado los mandos del Ejército para anteponer su puesto a salvar todo aquello que juraron defender, la nación y el pueblo español. Ahora todas estas virtudes no se presuponen, son repudiadas de la vida pública y social entre mofas e insultos porque precisamente son los requisitos básicos para construir personas valiosas no manipulables por los poderosos enemigos de España. Es necesario un Gobierno que anteponga frente a todo el interés de los españoles y de España, como realidad perdurable que nos trasciende, que supera los gobiernos y sistemas políticos que se sucedan. Un sistema enfocado a que esto no sea una política temporal de urgencia sino sostenida en el tiempo que ponga los recursos al servicio de la unión, la prosperidad y recuperación de España.


Hay que derribar todos los obstáculos para España, que no quede ni un sólo mando ni subdirector en este régimen fallido. Hay que drenarlo y vaciarlo como los garajes inundados de Paiporta, empezando por todo lo subordinado a la Agenda 2030 climática, que impide que explotemos nuestros propios recursos, limpiemos nuestros ríos y construyamos infraestructuras hidráulicas, como hizo Franco, que tras una catástrofe construyó el Plan Sur para evitar que les sucediese a los siguientes españoles y salvar la ciudad de Valencia. La verdadera Memoria Histórica. El resto lo derribaron los ecologistas, socialistas y la brigada institucional autonomista del PP en nombre de la democracia y la constitución.


Una nación viable y próspera necesita un plan nacional energético, de infraestructuras, de educación, de vivienda, exterior, de fronteras y de seguridad. Mientras hay víctimas a las que no les llega comida, ni agua, el presidente del Gobierno pretende utilizarlos como chantaje para que le aprueben los Presupuestos del 2025 para mantenerse él y su mujer en la impunidad. No podemos permitir que hagan lo mismo que hicieron en la pandemia. Sean valientes y firmes en un plan de salvación nacional antes de que ustedes sean las siguientes víctimas.


Mis oraciones por todos los fallecidos y desaparecidos tras la DANA.


La DANA y la calaña política

Gorka Maneiro. Vozpópuli. 7 Noviembre 2024


La respuesta política que se está dando durante estos primeros días a la DANA está mostrando las disfunciones estructurales del sistema autonómico pero, sobre todo, está mostrando la incompetencia, la ineptitud y el sectarismo que caracterizan a nuestra clase política; o, por decirlo de manera más popular, está evidenciando la calaña de nuestros gobernantes. Como han explicado los expertos, para reaccionar a una crisis como la vivida especialmente en Valencia, ya hay un marco jurídico que permite coordinar los distintos niveles de gobierno. Así que, más allá de las ineficiencias (y las desigualdades) que el Estado Autonómico provoca y cuya revisión y reforma algunos llevamos pidiendo sin éxito casi dos décadas, lo peor es la ineptitud, la incapacidad y especialmente el sectarismo de la mayoría de nuestros representantes; puesto que, con el actual Estado Autonómico, la respuesta a la tragedia podría y tendría que haber sido otra, puesto que había recursos suficientes con los que hacer frente (mejor de lo que se ha hecho) a la tragedia: bastaría con que los representantes políticos atendieran a lo importante, se pusieran manos a la obra y trataran de resolver los problemas de la gente con honestidad y diligencia; pero no están acostumbrados a semejantes labores, dado que lo suyo es la publicidad y la propaganda a través de las cuales intentan ganar las próximas elecciones, objetivo prioritario (y casi único) de los partidos.


Nadie es infalible y todo el mundo puede equivocarse pero los múltiples errores que se han cometido han sido en su mayoría consecuencia de la ineptitud y el sectarismo políticos. Aparte de las políticas preventivas que no se abordan, ya desde un principio se cometieron errores. Se avisó tarde y mal de la llegada de la DANA, a pesar de toda la información de la que se disponía; tarde porque, cuando se envió el aviso Es-alert a los ciudadanos de las zonas afectadas, ya habían comenzado los desbordamientos y la gente ya estaba atrapada o moría en garajes, calles y carreteras; y mal porque la cuestión no era solo que la gente no saliera a la carretera sino que se quedara en su casa y se ubicara en zonas elevadas. Porque los ciudadanos tienen derecho a conocer el riesgo real al que se enfrentan y recibir la información apropiada en tiempo y forma, de modo que puedan tomar las mejores decisiones posibles para salvar su vida. Y hubo miles que no sabían a qué tipo de riesgo se enfrentaban. Mazón nos debe a todos una explicación, especialmente a los residentes de la comunidad autónoma que gobierna; y, cuando toque, deberá asumir sus responsabilidades políticas.


Además, en este tipo de catástrofes naturales, la respuesta del Estado en las primeras horas es clave para que los daños puedan limitarse y se pueda rescatar a la gente atrapada que está al borde de la muerte. Ya lo dijo la ministra de Defensa, Margarita Robles, con motivo del terremoto que sufrió Marruecos hace unos meses. Sin embargo, en lugar de obrar en consecuencia con la gota fría, nos dijo que "el Ejército no puede hacer las labores que le corresponden a la Comunidad Valenciana". ¿No puede? ¿Quién se lo impide? ¿Puede actuar en un país extranjero y no puede hacerlo en una comunidad autónoma? ¿Quién puede sostener semejante falacia? Solo un Gobierno que convive con la mentira. De hecho, ya está actuando sobre el terreno y ha vuelto a demostrar ser la institución más eficaz, aparte de la más querida.


Sánchez nos lo explicó de otra manera: "Si la Comunidad Valenciana necesita más recursos, que los pida", culmen del cinismo y la sinvergonzonería, frase que puede convertirse en su epitafio político. Como si fuera un ente independiente del Estado, y el Estado en su conjunto o el Presidente del Gobierno no tuvieran responsabilidad en esa parte del territorio. Como si pudiera permanecer sentado a la espera de una llamada de emergencia en lugar de tomar la iniciativa. Como si los ciudadanos no tuviéramos derecho a ser atendidos por el conjunto de las Administraciones Públicas en cualquier parte de España, especialmente en un caso de catástrofe.


Ante una situación tan límite como la DANA, hay que minimizar los errores, no escatimar recursos y dedicar todo el empeño político en proteger a los ciudadanos que se están jugando su bienestar y su vida. Quien no lo entiende debe dedicarse a otra cosa, pero no a la gestión de lo público. No es momento de disquisiciones competenciales, celos administrativos o luchas políticas miserables para tratar de sacar ventaja o perjudicar al adversario. Sus guerras no nos interesan lo más mínimo, sino que se ganen el suelo y cumplan su cometido. Y si no son capaces, y muchos no son capaces, deben irse cuanto antes a su casa.


A los seis días de la catástrofe, Mazón, Sánchez y los Reyes llegaron a Paiporta, y una muchedumbre indignada les mostró su desesperación y su ira. En cuestión de minutos, Moncloa culpó a la extrema derecha y María Jesús Montero, esa eminencia, nos mandó su correspondiente vómito: "No permitiremos que grupúsculos radicales se aprovechen del dolor de la gente y nos desvíen de lo prioritario". Es lo que deberíamos hacer la gente decente, ciertamente: evitar que grupúsculos incompetentes y sectarios como los que nos gobiernan amenacen nuestro bienestar y nuestra vida. Y que nos tomen por idiotas, porque el comodín de la ultraderecha ya no vale. Los que recibieron a las autoridades fueron personas desesperadas, hartas y asqueadas de tanto sinvergüenza sin escrúpulos. Y en ese momento, cada cual actuó según su talante: mientras Sánchez huyó para asegurar su integridad física ante la violencia desatada, siempre condenable, los Reyes de España decidieron ejercer su responsabilidad, aguantar la bronca y escuchar a los vecinos. Los reyes de España volvieron a estar a la altura de las circunstancias. Y Sánchez nos hizo recordar que la cobardía es incompatible con la presidencia del Gobierno.


Por tanto, se ha evidenciado sobre todo una crisis de liderazgo político y de capacidad de nuestros dirigentes. La cuestión es que los partidos no tienen como objetivo prioritario mejorar la vida de la gente sino mantener el poder y ganar las próximas elecciones. Y son más propensos a excusarse a sí mismos o a atacar al adversario que a estar a la altura de las circunstancias. Decir esto no es antipolítica sino denunciar lo que sí lo es realmente. El nivel de hartazgo es gigantesco. Y ya nada volverá a ser lo mismo. Bastante cinismo e incompetencia hemos soportado. Es adonde nos ha terminado llevando principalmente Sánchez, el peor presidente de la democracia. Y para revertir la situación se necesita política, pero política de la buena.


La 'narrativa' sanchista: "Yo estoy bien"

Pablo Planas. libertad digital. 7 Noviembre 2024

El mismo Pedro Sánchez que salió de Paiporta con paso tembloroso, sostenido por dos guardaespaldas y con el rostro desencajado es el que ha conseguido que un general del Ejército haya asumido en primera persona todos los errores del Gobierno. "Yo puedo tener mil soldados en la puerta de la emergencia, pero no puedo entrar legalmente hasta que el director de la emergencia me autoriza". Eso es exactamente lo que dijo el jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Francisco Javier Marcos, en una comparecencia en Moncloa. Terrible frase. Esa burocracia tan desesperante y tan letal. No te lanzo el salvavidas porque me falta un sello y una firma aquí. La sentencia del general suena a epitafio del sistema autonómico, a retirada en desbandada del Estado, al sálvese quien pueda de un país agotado, a defensa a ultranza de Sánchez por encima de la democracia y de lo que haga falta.


La frase del militar forma parte de los grandes titulares de la colección Pedro Sánchez sobre la DANA del 24. "Si necesitan más recursos, que los pidan". O esta otra utilizando la catástrofe con fines personales: "Y por supuesto necesitaremos unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Si había alguna razón para aprobarlos antes de esta DANA y las terribles tragedias que está acarreando en todos los ámbitos: vital, humano, económico, sectorial, social... Si antes decía que no iba a eludir mi responsabilidad de presentar unas cuentas públicas, en esta ocasión esa responsabilidad se multiplica hasta unos límites colosales".


Todo esto resulta verdaderamente llamativo. El presidente que se sacude toda responsabilidad detrás de un militar que dice que no hizo nada porque Mazón no se lo pidió. El militar que sólo atiende órdenes de un presidente autonómico (si Puigdemont lo hubiera sabido en el 17...). Y el presidente vinculando la respuesta económica a la tragedia a que le aprueben los Presupuestos que le permitirían agotar la legislatura en medio de la corrupción, la incompetencia y el derrumbe del Estado.


Ya es la cuarta o quinta entrega del manual de Pedro Sánchez sobre salir indemne de escándalos descomunales y situaciones imposibles. Caerá de pie a pesar de todo y a pesar incluso de su director de gabinete, Diego Rubio, quien sin duda debe estar detrás de la estrategia de engañar a todos todo el tiempo y de "narrativas" como la del "si necesitas ayuda, pídela". Cualquier cosa menos reconocer que llegan tarde y mal, como siempre; que la meteorología en España no es la ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos y trata de predecir el tiempo inmediato sino la cienciología de la emergencia climática; que este Gobierno premia a los servidores públicos dóciles con el poder y castiga a héroes como el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos; que este Gobierno ha convertido el Ejército en una broma con la excusa del paraguas de la OTAN mientras Marruecos se arma hasta los dientes y que este Gobierno ha dejado tiradas a cientos de miles de personas porque yo puedo tener mil soldados en la puerta pero etcétera, etcétera.


Un par de días después del susto de Paiporta, Sánchez alega: "Yo estoy bien y como he dicho hoy y dije además ese día a mí no me van a desviar de la atención fundamental, los protagonistas son los ciudadanos afectados, los familiares de las víctimas, las víctimas, la reconstrucción y el relanzamiento de esta provincia de Valencia y otras que se han visto afectadas por esta emergencia climática".


Yo estoy bien. ¿Y usted qué tal sin seres queridos y sin casa? ¿Todo bien por ahí?


El retorno triunfal de Trump

EDITORIAL. libertad digital. 7 Noviembre 2024

Se atribuye a Dennis Conner, el patrón norteamericano del barco Stars and Stripes, la frase de que "hay algo mejor que ganar la Copa América. Y es ganarla, perderla y luego recuperarla". Pues bien, salvando las distancias, algo parecido podría decirse a sí mismo Donald Trump después de haber perdido la presidencia de los Estados Unidos hace cuatro años para recuperarla ahora con una victoria que se pronostica aún más holgada que aquella con la que alcanzó la presidencia en 2016. Frente a unas encuestas que pronosticaban un empate técnico, cuando no una ajustada victoria de la candidata demócrata, Kamala Harris, los republicanos no sólo controlarán la Casa Blanca, tras lograr además el voto popular, sino que además han recuperado el control del Senado y acarician el de la Cámara de Representantes, lo que se une a una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo.


Este claro triunfo del excéntrico y políticamente incorrecto candidato republicano le dará luz verde y manos libres para proseguir sus reformas tras la decadente y mediocre gestión de su antecesor, Joe Biden. Gestión que su sucesora al frente del Partido demócrata, Kamala Harris, lejos de pretender enmendar parecía venir a agravar. Y es que, aunque no faltarán motivos de crítica a Trump, como no faltaron durante su primer mandato, lo cierto es que el giro a la izquierda del partido demócrata, su desatado intervencionismo, su voracidad recaudatoria, su servilismo a la "cultura woke" y a un ecologismo arcaico y empobrecedor y, en general, la despreocupación de la candidata Harris y las elites del partido demócrata hacia los problemas que afectan al ciudadano común, han sido percibidos, con razón, como una amenaza o un obstáculo mucho mayor para que EE UU recupere su grandeza de antaño.


Naturalmente nos inquieta que este triunfo debilite a la OTAN y a la defensa en Europa, a la que tan poco contribuimos los propios europeos. Evidentemente, el aislacionismo de Trump debe preocuparnos en relación a Ucrania y el expansionismo de Putin. Otro tanto se podría decir de su nacionalismo económico y recelo al libre comercio. Con todo, la figura de Trump, que es denigrada al extremo de la caricatura por la inmensa mayoría de los medios de comunicación, es muy preferible y menos antiliberal que la que representan actualmente el Partido Demócrata y su candidata. A la postre, no parece que haya dudas de que Trump vaya dar la batalla cultural a una izquierda que pretende dividir y enfrentar a la sociedad sustituyendo la lucha de clases por una especie de lucha de razas o de sexos y que hace del alarmismo medioambiental una bandera en contra del crecimiento económico y de la prosperidad de los ciudadanos. Trump, además, no sólo está decidido a reducir drásticamente la presión fiscal sino a hacerlo además acompañado de un programa de drástica reducción del gasto público y de eliminación de trabas burocráticas para la creación de riqueza.


A la prensa progresista, tanto como a la acomplejada prensa que no lo es pero que le compra su relato en política internacional, le habrá sorprendido esta clara victoria de su denostado candidato republicano tanto como tiempo atrás les sorprendieron las claras y reiteradas victorias de unos no menos vilipendiados Ronald Reagan o Margaret Thatcher. Pero está visto que una cosa son sus prejuicios ideológicos y otra muy distinta lo que los ciudadanos de a pie votan en las democracias más sólidas y con mayor solera del planeta.


No me alegro de la victoria de Trump, pero...

Santiago Navajas. libertad digital. 7 Noviembre 2024

No me alegro de la victoria de Trump, pero me alegro por la derrota de la izquierda más reaccionaria, supersticiosa, censora, ignorante y totalitaria desde que Sartre apoyaba a Stalin y Cortázar a Castro, la que domina el mundillo académico y la casi totalidad de los medios.


No me alegro de la victoria de Trump, pero me felicito por la derrota de la Ivy League, la NBA, los premios Nobel de Economía, Hollywood, el New York Times, Taylor Swift, tres intentos de asesinato, la UE, Pedro Almodóvar, Hamás, The New Yorker, la Asociación de Jubiladas de Ohio, Jennifer López, el edadismo y la Sexta.


No me alegro de la victoria de Trump, pero es una buena noticia para la democracia que los que quisieron meterlo en la cárcel para que no se pudiese presentar a las elecciones no se hayan salido con la suya. Fiscales, fiscalas, jueces y juezas "progresistas" lo sometieron a un juicio político enfrentado más 116 acusaciones, siendo finalmente condenado por 34 por un tribunal de Nueva York. Lo que no consiguieron en las urnas trataron de ganarlo en los tribunales.


No me alegro de la victoria de Trump, pero sí que me congratulo de que una casta que se autodenomina élite se crea que pueda imponer su visión del mundo al conjunto de la población mediante mentiras, bulos y manipulación, inventándose para ello todo un ecosistema goebbelsiano, de profesores pedantes a periodistas marisabidillos, a mayor gloria de la "posverdad".


No me alegro de la victoria de Trump, pero es una oportunidad para acabar con los mitos y dogmas de la izquierda referidos a la ideología de género, el negacionismo de la biología y la propaganda alarmista sobre el cambio climático. Es una oportunidad para acabar con los ecologistas criminales vinculados a organizaciones anticientíficas como Greenpeace, de manera que se apueste decididamente por la energía nuclear y el fracking junto a energías renovables como la solar y la eólica. Aunque todavía más criminales son los irresponsables médicos que han llevado a mutilar a adolescentes convenciéndoles de que el sexo se puede autodeterminar mediante una elección personal, así como los que han robado a las mujeres sus competiciones y sus vestuarios.


No me alegro de la victoria de Trump, pero es un toque de atención, seguramente el último, para que la UE abandone la destrucción de su sistema industrial, como el de las fábricas de coches de motores de combustión, a la que nos arrastran los tecnoburócratas de la UE. Europa es una sociedad cansada, mortecina, decadente, encantada de olfatear su propia putrefacción a la que llama "cultura". Estamos agotados de ser libres y nos vamos a entregar atados de pies y manos a los que con patética superioridad moral llaman "bárbaros". Quizás Trump nos sirva de electroshock y despertemos a una realidad alejada de los efluvios narcotizantes de la posmodernidad filosófica y las sectas del decrecimiento.


No me alegro de la victoria de Trump porque su visión de los Estados Unidos y del mundo es conservadora, proteccionista y aislacionista. Pero la opción de izquierdas que encarnaban Biden y Harris, unas marionetas de la mafia Obama (¿ha devuelto ya el Premio Nobel de la Paz el denominado "deportador en jefe" y asesino supremo de drones?), es un insulto a la razón, un peligro para la civilización y una certeza de debacle económica.


En suma, no me alegro de la victoria de Trump, pero es una buena noticia para la democracia que los asesinos que han tratado de matarlo hayan fracasado, a pesar de la incompetencia, siendo benévolos, del FBI y el atronador silencio babeante de los columnistas de izquierda que se relamieron con el frustrado magnicidio.


Agredir a policías tiene premio, golpear el coche de Sánchez es fascismo

OKDIARIO. 7 Noviembre 2024


Alguien tendrá que explicar cómo es posible que el Congreso de los Diputados, presidido por la socialista Francina Armengol, permita la convocatoria de la jornada Defender la democracia. Activismo y criminalización de la protesta, organizada por Podemos, con el fin de apoyar la absolución de los cuatro radicales antifascistas condenados por el Tribunal Supremo a una pena de 4 años y 9 meses de cárcel por desorden público y atentado a la autoridad, por agredir a unos policías durante un acto de Vox en Zaragoza.


Que la izquierda se movilice para lograr el perdón de los violentos de izquierda, cuando el Gobierno socialcomunista se ha movilizado para llevar ante el juez al grupo de personas que arremetió contra el coche oficial de Sánchez en Paiporta no deja de ser un supremo ejercicio de hipocresía. Sobre todo, porque quienes agredieron a los policías sí eran de extrema izquierda, mientras que quienes descargaron su rabia y su ira de forma violenta contra la comitiva de Sánchez no tenían adscripción partidista alguna y se movieron llevados no por motivos ideológicos, sino por la rabia ante la magnitud de la tragedia.


Es decir, que la izquierda política reclama dejar sin efecto la condena de los tribunales a unos violentos radicales antifascistas que agredieron a la Policía y la misma izquierda política pide el máximo castigo para quienes se mostraron de forma violenta, pero no llegaron a agredir, a Pedro Sánchez.


El Ejecutivo, además, ha tratado vilmente de estigmatizar a estas personas con el marchamo de la extrema derecha, cuando las investigaciones de la Guardia Civil descartan su pertenencia a ninguna organización y apuntan a que sus actos -condenables en cualquier caso- obedecieron exclusivamente a la rabia y la ira por la situación vivida durante la tragedia.


La doble moral de la izquierda resulta patética: agredir a un policía merece el perdón si se es de izquierdas, pero desatar la ira contra Pedro Sánchez le convierte a cualquiera en un peligroso fascista.


******************* Sección "bilingüe" ***********************


Este es el momento de Sánchez

Miquel Giménez. Vozpópuli. 7 Noviembre 2024


El pirómano presidencial necesitaba algo que acabase de ocultar todos los escándalos que le acosan por tierra, mar y aire, amén de su tremenda incapacidad para gobernar España. Cogido por los escaños por separatistas, comunistas y demás ralea, el Napoleón de Ferraz buscaba y no hallaba la manera de tapar tanta porquería como ha sido capaz de acumular en estos años de desgobierno. Ya la tiene: la extrema derecha organizada que incluso se atreve a atentar contra él. Incluso le han pillado en un descuido a la ministra de igualdad – que igual da – un papelín escrito con letra muy bonita y no como la de Ione Belarra, reunida con sus camarades en el que se leen una serie de consignas políticas entre las que figura la que da título a este billete: “este es nuestro momento”. Uno, que es aficionado a juntar letras, cree que hubiese sido más apropiado decir: sálvese quien pueda, porque esa es la estrategia de Sánchez las próximas semanas.


Razonablemente seguro de que se ha de hablar poco de Begoña alias Lady Fundraising, David el hermanísimo que solfea, Koldo, Aldama, Tito Berni y otras chicas del montón, las mascarillas, Delcy, las maletas, el pacto fiscal con los separatistas y paro por no aburrir al lector, el autócrata monclovita tiene su hoja de ruta perfectamente diseñada. Los próximos días Sánchez, sus mariachis y sus terminales mediáticas van a repetir ad nauseam los siguientes ítems: Mazón es poco menos que un criminal de guerra, la extrema derecha es un peligro real y hay que neutralizarla – lo que significa ilegalizar a VOX y a muchas organizaciones patrióticas -, la catástrofe que supone Trump caso de que gane las presidenciales, el pacto para tener presupuestos ofrecido a Feijoó que este, seguramente, aceptará al menos en parte, y un clásico, señalar como fascistas a los jueces y periodistas que se metan con Su Persona, la Zarina Begoña, el Zarevich David y los rasputines variados y variopintos que pululan a su alrededor.


Lo de Valencia lo zanjarán con un “La culpa es de Mazón, que es del PP, y ya sabemos cómo son las derechas”. Y se quedarán tan panchos tras prometer lo mismo que prometieron con los afectados de La Palma, sabedores de que no han de cumplirlo porque son unos perfectos embusteros. La clave, los presupuestos. Si consigue un acuerdo de mínimos con Feijoó, Sánchez dirá que ha atraído a los populares “hacia el centro”, como si gobernar con bilduetarras, separatistas y comunistas fuese ejemplo de moderación, y eso le garantizará la legislatura. Por su parte, el líder popular siempre podrá decir que ha pactado a cambio de introducir esto y aquello, evitando que se llegase a un acuerdo con Puigdemont y entonará ese bonito cántico que habla de sentido del estado y demás cosas que hace demasiado tiempo que dejaron de estar encima del tapete.


Sánchez se va a emplear a fondo y como sabe que Feijoó es proclive al pacto, lo acogotará. Además, si al final no llegan a un acuerdo, como han hecho en otros temas de vitales para el estado de derecho, siempre podrá decir que el PP es extrema derecha. Uno piensa que sí, que este es el momento de Sánchez. Es el momento de que alguna organización presente en el juzgado una querella criminal contra el presidente por lo sucedido en Valencia, adjuntando los datos “perdidos” de la Confederación Hidrográfica del Júcar, los mensajes cruzados entre varios políticos, la constancia sobre la negligencia criminal de presidencia al no dar las órdenes oportunas escudándose en que debía ser el presidente de la comunidad autónoma – Felipe dijo el otro día que cuando las inundaciones de Bilbao fue él quién dio la orden a las FFAA de ir allí – y toda la politiquería sucia y barriobajera que rodea a esta tremenda tragedia nacional. “Si quieren ayuda que la pidan”. Ahí se resume Sánchez. Chaval, a ver si es verdad que este es tu momento. Otra cosa será si es cómo te imaginas o como los muertos y damnificados por la DANA demandan.


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