Recortes
de Prensa Viernes
6 Diciembre
2024
Rusia
está dispuesta a defenderse "con todos los medios" y dice
que la prueba es el misil supersónico Oreshnik disparado sobre
Dnipro
Henar Andrés. Madrid. el mundo. 6
Diciembre 2024
Al cumplirse 1.016 días de la guerra en Ucrania, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dice, en una entrevista con el comentarista y animador de televisión estadounidense Tucker Carlson, que espera que Occidente se haya tomado "en serio" el uso que hizo su país de su nuevo misil supersónico Oreshnik sobre la ciudad ucraniana de Dnipro, y advirtió que Moscú está dispuesto a usar "todos los medios" para defenderse.
En Estados Unidos, Tucker Carlson, prorruso, es algo más que un comentarista conservador. Es la personificación de la xenofobia y ostenta una marca difícil de superar: fue despedido de Fox News por ser demasiado de derechas.
Desde entonces, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado con utilizar el arma sobre Kiev en respuesta a los ataques de Ucrania sobre territorio ruso.
La fuerza aérea ucraniana asegura que Rusia lanzó 53 drones durante la noche. De los que derribó 32 y "perdió la pista" de 16, probablemente debido a la guerra electrónica.
09.01
Los rusos también aprietan en el eje de Vremivka, en el sur de Donetsk
Según ha informado el Estado Mayor ucraniano este viernes, Rusia lanzó durante la pasada jornada hasta 50 ataques en el eje de Kurájove. El segundo eje más caliente fue un día más el de Pokrovsk, también en Donetsk y al norte de Kurájove, donde las fuerzas del Kremlin llevaron a cabo 40 ataques.
Los rusos también aprietan en el eje de Vremivka, en el sur de Donetsk, donde en las últimas 24 horas lanzaron 37 ataques, según el Estado Mayor de Kiev.
08.57
Rusia avanza dentro de Kurájove y ocupa tres pueblos de los alrededores, según DeepState
Las fuerzas rusas han avanzado en las últimas horas dentro de la ciudad de Kurájove, uno de los principales objetivos de su ofensiva en el este de Ucrania, y han ocupado tres pueblos de los alrededores de ese municipio en el que las tropas ucranianas podrían quedar rodeadas si Rusia prosigue su avance por los flancos, según ha informado la plataforma ucraniana de análisis de la guerra DeepState, destaca Efe.
Según esta fuente, el Ejército ruso ha tomado el control de Novopustinka, Novodmitrivka y Stari Terni, al noroeste de Kurájove.
Fuentes oficiales rusas aseguraron el jueves a la agencia pública rusa TASS que la defensa ucraniana de Kurájove -que antes de la guerra tenía unos 20.000 habitantes- había sido "aplastada" al haber logrado las fuerzas del Kremlin cortar casi por completo la carretera que une esa parte de la región de Donetsk con la provincia vecina de Zaporiyia.
Según las informaciones ofrecidas por DeepState, el Ejército ruso estaría a apenas tres o cuatro kilómetros de algunos tramos al oeste de Kurájove de esa arteria vital para que las tropas ucranianas que defienden esa plaza sigan recibiendo refuerzos y suministros.
Aunque no hayan ocupado aún estos tramos, las informaciones de DeepState sugieren que esos segmentos de la vía están bajo control de fuego ruso.
"El enemigo continúa avanzando hacia el oeste junto a la autopista H15", confirma el Centro para Estrategias de Defensa de Kiev en su último boletín.
DeepState también informa en su último boletín de la toma por parte de Rusia de la localidad de Ilinka y de avances rusos cerca de Uspenivka y en Romanivka, localidades situadas al sur de Kurájove.
Otro contingente de tropas de Kiev podrían ser rodeadas en esa parte del frente donde a los rusos les quedan apenas dos kilómetros y medio para cerrar el cerco sobre el enemigo desde el oeste.
07.31
¿Hay conversaciones entre Rusia y Estados Unidos?
07.23
Rusia está lista para defenderse con "todos los medios" posibles, dice Lavrov
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, expresó este jueves que espera que Occidente se haya tomado "en serio" el uso que hizo su país de un misil supersónico en Ucrania, y advirtió que Moscú está dispuesto a usar "todos los medios" para defenderse.
Estados Unidos y sus aliados "deben entender que estaremos listos para usar todos los medios para impedir que ganen en lo que llaman la derrota estratégica de Rusia", dijo Lavrov en una entrevista difundida este jueves con el comentarista y animador de televisión estadounidense Tucker Carlson, informa Afp.
Hace dos semanas, Rusia disparó su nuevo misil supersónico Oreshnik sobre la ciudad ucraniana de Dnipro, en una importante escalada de la guerra que completa casi tres años.
Desde entonces, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado con utilizar el arma sobre Kiev en respuesta a los ataques de Ucrania sobre territorio ruso.
"Estamos enviando señales y esperamos que la última, hace un par de semanas, con el nuevo sistema de armas llamado Oreshnik... haya sido tomada en serio", dijo Lavrov.
No obstante insistió en que Rusia no quiere agravar la situación y quiere "evitar cualquier malentendido" con Washington y sus aliados.
"Enviaremos mensajes adicionales si no sacan las conclusiones necesarias", advirtió Lavrov.
07.19
La fuerza aérea ucraniana dice haber derribado 32 drones lanzados por Rusia durante la noche
La fuerza aérea ucraniana dijo el viernes que Rusia lanzó 53 drones para atacar el país durante la noche. De los 53 drones, derribó 32 y "perdió la pista" de 16, probablemente debido a la guerra electrónica, informa Reuters.
Dos drones abandonaron el espacio aéreo controlado por Ucrania y se dirigieron a Bielorrusia, según el comunicado.
El concejal ruso preso y condenado de nuevo por criticar la guerra de Ucrania en su celda
A
Alexei Gorinov le acusan de "justificación del terrorismo"
tras colocar micrófonos ocultos en la celda del hospital de la
prisión, donde otros presos le hicieron hablar sobre los ataques a
Crimea
Xavier Colás. el mundo. 6
Diciembre 2024
La semana pasada, un tribunal militar ruso condenó al ex concejal de MoscúAlexei Gorinov a tres años de prisión por "justificación del terrorismo". El motivo fueron las conversaciones de Gorinov con sus compañeros de celda en el hospital de la prisión. Según los investigadores, Gorinov justificó el bombardeo del puente de Crimea, así como las acciones del batallón Azov y de la unidad de inteligencia ucraniana Kraken, que son consideradas organizaciones terroristas en Rusia.
Gorinov afirma que sus interlocutores le provocaron para hablar de política, pero insiste en que no dijo nada que pudiera interpretarse como una "justificación del terrorismo". La administración de la prisión introdujo a prisioneros con micrófonos ocultos en la celda de Gorinov.
El sistema se ha ensañado con él como figura pública, aunque fuese desconocido para la mayoría de los rusos. Ya estaba cumpliendo una pena de siete años a la que fue condenado en julio de 2022, acusado de distribuir "falsificaciones" sobre el ejército. El motivo del caso fue su discurso en una reunión de concejales del distrito Krasnoselsky de Moscú. Durante esa alocución, entre otras cosas, propuso guardar un minuto de silencio "por las víctimas de la agresión militar en curso en Ucrania". La suya fue la primera condena a prisión dictada en aplicación de la represiva legislación que penaliza las críticas sobre la guerra desde 2022. Hoy, quienes critican al Gobierno se enfrentan a enjuiciamiento arbitrario, largas penas de prisión, ataques violentos cometidos impunemente y otras represalias.
Gorinov tiene una salud débil. Le extirparon parte de un pulmón antes de entrar en prisión y ha sufrido crisis respiratorias tras las rejas. A pesar de ello, ha sido enviado varias veces a una celda de castigo. "Sí, soy culpable, como ciudadano de mi país, de haber permitido que comience esta guerra y no ser capaz de pararla", dijo en su alegato final. Unas fotos de la sala del tribunal, publicadas por Mediazona, mostraron a un Gorinov visiblemente cansado en la jaula donde suelen colocar a los acusados. Sostenía un cartel escrito a mano que decía: "Dejen de matar. Detengamos la guerra".
Su caso ha suscitado la condena internacional, así como llamamientos de la relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Rusia en favor de su liberación inmediata. "Además de indignante, la nueva condena a prisión impuesta a Gorinov, un hombre valiente cuyo único delito ha sido expresar públicamente su rechazo a la invasión rusa de Ucrania, es un escalofriante recordatorio de hasta dónde es capaz de llegar el Kremlin para acallar la disidencia", ha dicho Natalia Zviagina, directora de Amnistía Internacional Rusia.
Según OVD-Info, un grupo de derechos que monitoriza arrestos políticos, unas 1.100 personas han sido implicadas en casos penales por criticar la guerra desde febrero de 2022. Un total de 340 de ellas están actualmente tras rejas o han sido involuntariamente internadas en instituciones médicas.
Estos
son los 3 sistemas de sembrado de minas que Estados Unidos enviará a
Ucrania
Permiten crear campos minados rápidamente,
desde vehículos terrestres y aéreos y también por unidades de
infantería e ingeniería
Alfredo Biurrun. la razon. 6
Diciembre 2024
Esta semana se ha conocido un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 725 millones de dólares, el mayor desde el pasado abril, que Estados Unidos enviará a Ucrania. Entre diversos tipos de armamento –hay misiles y drones de varios tipos– aparecen 3 sistemas de despliegue de minas terrestres.
Estos son el M692/M731 ADAM (siglas en inglés de Munición de Artillería de Negación de Área), el M131 MOPMS (Sistema Modular de Minas Portátiles) y el sistema de colocación de minas M136 Volcano, cada uno con sus particularidades. ADAM permite un rápido despliegue de minas utilizando artillería de 155 mm, MOPMS es un sistema portátil y flexible para uso de la infantería y Volcano un sistema dispensador montado en vehículos, capaz de colocar campos minados a gran escala.
M692/M731 ADAM
El M692/M731 ADAM consiste en proyectiles de artillería de 155 mm diseñados para desplegar minas antipersonales en un área amplia y de forma rápida. Fue desarrollado en los años 80 como parte del programa FASCAM (Familia de Minas Dispersables) del Ejército de EE. UU. Cada proyectil, lanzado desde un obús, dispersa 36 minas no persistentes. Esto quiere decir que se desactivan en un plazo de entre 4 y 48 horas, tras su despliegue, para evitar riesgos a largo plazo para los civiles. La mina se activa accionando un cable trampa. Entonces, la carga se eleva a una altura entre 1 y 2 metros y detona, liberando unos 600 fragmentos de metralla.
M131 MOPMS
M131 MOPMS.M131 MOPMS.Ejército de Estados Unidos.
El sistema modular de minas portátiles M131 MOPMS está diseñado para el despliegue rápido de minas antipersonales o antitanque por parte de unidades de infantería o ingeniería. El sistema consta de paquetes modulares, similares a un maletín pesado, que contienen las minas y los componentes necesarios para su colocación. Estos paquetes tienen un peso de entre 13 y 18 kg que permite su transporte y colocación manual.
Las minas que despliega el M131 MOPMS pueden programarse para detonarse por impacto, al contacto con un vehículo o persona, o tras un determinado periodo de tiempo. Estas minas también son no persistentes. El sistema es compatible con vehículos militares para despliegues a mayor escala.
M136 Volcano
Helicóptero Blackhawk UH-60 equipado con el sistema M136 Volcano.Helicóptero Blackhawk UH-60 equipado con el sistema M136 Volcano.Ejército de Estados Unidos.
El sistema Volcano M136 es un dispensador de minas para uso en vehículos militares –transportes blindados, vehículos de ingeniería o helicópteros– que permite desplegar minas antipersonales y antitanque de manera rápida en áreas extensas. Un vehículo puede transportar hasta 24 contenedores M87 con 6 minas cada uno, es decir, un total de 144 minas.
El Volcano M136 lanza las minas siguiendo patrones predefinidos y puede cubrir un área de entre 30 y 60 metros con dispositivos explosivos como las M14 antipersonales o las M15 antitanque. Son no persistentes y permiten crear un campo minado rápidamente para lo que, en términos militares, se llama negación de área y así bloquear movimientos enemigos o proteger rutas de suministro e infraestructuras.
Aceleracionismo
de Bonillas
Hughes. gaceta. 6
Diciembre 2024
Moreno Bonilla se llama Juan Manuel; si se llamara Juan Vicente, a los andaluces se dirigiría oficialmente Juanvi Moreno «cuando amanece un nuevo 4D», el día del andalucismo de Blas Infante.
No se deja nada don Juanma, prodigio de obsequiosidad pepera (moderación hacia el yernismo) cuando se mete a ser Pujol: el habla andaluza, que al ser escuchada le provoca, como si fuera una encina, «sentir las raíces de mi tierra creciendo precisamente bajo mis pies», o el sentimiento de «pueblo», grande en el mundo, con «dignidad»; y su modo de ser distinto, pues el andaluz tiene «una capacidad especial para comprender a los demás».
Atroz Bonilla, que en su querer todos los tópicos le coge a la izquierda la arqueología sentimental de lo territorial. No solo el pueblo andaluz, sino su trama de «barrios», las nuevas comarcas. Los pueblos bajo el Estado Español están compuestos, antes que de personas, de microterritorios sentimentales que son «los barrios», donde lo público se encarna, se hace servicio; donde el presupuesto se hace carne de edificio y toma forma la poesía tributaria y presupuestaria.
Muy atroz y califal Bonilla cuando, además, nos explica la dinámica Tom y Jerry del 78: Cataluña y el País Vasco caminan hacia la «libertad» y el resto las persiguen movidos por la «igualdad», la cuerda que pulsa el gerifalte pepero para hacer navegar su terruño hacia las más altas cotas del autogobierno…
Uno de mis tipos de español favorito es el andaluz antiandaluz. No el andaluz que abomina de los andaluces profesionales, alto también en mis preferencias, sino el que siendo andaluz, ejerciente o no, es tan sabia y sencillamente español que siente ajena (no-suya) «la verde y blanca», como patetiza Moreno Bonilla a la bandera blasinfantina. Los andaluces que no acatan esa enseña omeya son mis españoles preferidos.
El PSOE anda en la creatividad posautonómica y el PP es el gran partido autonomista que luego se comerá la creatividad del otro y ahora contribuye como el primero a compartimentar, institucionalizar, blasinfantizar, terruñear, nuestrosbarriosear lo onubense, lo cordobés, lo granadino, lo gaditano…
La particularización y compartimentación de lo español es un lento crimen político. Participar en la creación de conciencia de un pueblo andaluz es otra forma, especialmente nociva, de socavar la nación española. El PP es un partido antinacional y su papel es el más difícil y perverso: es el encargado de llevar a la disolución de la nación, por la vía de la inopia, a los de las pulseritas de España.
O sea, estas mamarrachadas de Moreno Bonilla no son la reducción al absurdo ozoriniano de lo autonómico, son su normalización, su avance general, su carcoma callada, su veneno más letal pues no se hacen desde lo antiespañol sino desde lo español. Troquelan de pequeñez antinacional lo español.
Hay una cosa bonita del autonomismo loco del nefasto 78: a medida que las competencias van siendo autonómicas, en los edificios oficiales cuelgan sus banderas. Eso cantaba el premiado oficial el 4D: ese orgullo de bandera verdiblanca en los hospitales, en los museos, en los colegios… Por eso la agitó el PP sevillano en su sustitución del PSOE: bandera es Junta, presupuesto (y eso es lo que hay detrás del misticismo bonillense: odas a lo público).
Así, poco a poco, el Estado cursi y ridículo y voraz antinacional se va llenando de banderas y estaría bien que un día la española dejara de colgarse y quedara extraestatal: fuera, lejos de los mástiles del presupuesto. Que los edificios de «Lo Público», a no mucho tardar, sean todos presididos por las banderitas de los «pueblos» y que lo español quede fuera del Estado, en la calle, en lo popular aun vivo, más anarca que liberal, ajeno, no regulado… bandera de lo no oficial.
¡Que la bandera española se libere del Estado! ¡Que no se mezcle más, ni iguale, ni comparta plano, foto, atrio con banderas como la infantina! ¡Tó pa ellas!
¡Qué pena la bandera española siempre forzosamente al lado de cualquiera!
Los compatriotas béticos y penibéticos que miran con aprensión las banderas oficiales de sus edificios públicos son la inspiración para pedir que, en una especie de aceleracionismo de los Bonillas, todo se llene de pendones de autonomía y globalismo y que ellos copen el Estado.
Hay que liberar a la bandera española de esas compañeras odiosas y empezar a hacerla extraestatal, extraoficial.
Llénense los edificios de banderas volkosas, azules, estrelladas, ibéricas unionjackes, de colorismos 2030 y de arcoiris y que la española quede fuera de Lo Público, del Estado En Su Plenitud. Que ondee solo, si ha de ondear, en las plazas de toros o los fiestas de pueblo o en los campos de fútbol o, mejor y a poder ser, en las expresiones por la libertad.
Entre
el cero y la nada
Carlos Martínez Gorriarán.
Vozpópuli. 6 Diciembre 2024
“Yo estoy bien”, dijo en pleno ataque egotista Pedro Sánchez tras la catastrófica Dana de los 222 muertos; “yo no tengo prisa”, aclaró días después Alberto Núñez Feijóo, por si fuera necesario. La política española se hunde entre el cero y la nada; el cero en democracia y decencia de un gobierno corrupto, y la nada de una oposición bloqueada en el desconcierto y cálculos oportunistas. Lamentablemente, el desastre de Valencia y lo que ha llegado después ha servido para poner de relieve tanto el altruismo y la solidaridad ciudadana como la ínfima calidad de la clase política en su conjunto. Sánchez está preocupado por no dejar de gobernar de ninguna manera, y Feijóo por no llegar a gobernar de cualquier manera. Se diría que asistimos a un rigodón de palacio donde nadie tiene prisa para nada, aunque el palacio arda y el humo apeste el salón de baile.
Nada de verdades, nada de justicia
Los lectores avispados de Vozpópuli, que son legión, habrán notado enseguida que el título de esta columna está inspirado en El cero y el infinito, obra capital de Arthur Koestler, el periodista y activista húngaro-británico, judío asimilado, que dejó de ser comunista; en parte, por lo que vio en España durante sus increíbles aventuras en la guerra civil. Koestler vino con la misión de espiar para el Komintern a las tropas alemanas e italianas aliadas del bando nacional en Andalucía, fue apresado y finalmente canjeado por otro preso. Pero en el ínterin llegó a la desoladora conclusión de que los soviéticos y comunistas no eran mejores que los fascistas y compañía.
El motivo de su ruptura con el comunismo fue, en concreto, los procesos de Moscú de 1937, que Stalin ideó para destruir a la mítica “vieja guardia bolchevique” en pleno ascenso del nazismo y fascismo, con una apariencia de legalidad y farsa judicial que protagonizó un histérico y servil Fiscal General, Andréi Vyshinski (¿a qué nos recuerda esa reconversión de funciones de la fiscalía?). Koestler se ha convertido desde entonces en un clásico de la figura del intelectual indomable y distante con el poder, esa actitud que, se supone, es la del genuino intelectual crítico y que tan raramente se da. Pero lo sugestivo es que esos cero e infinito que dan título a su novela nombran los extremos que contienen la nada del totalitarismo: nada de razones, nada de verdades, nada de justicia. Veíamos por aquí hace poco algo que conviene recordar: la democracia puede albergar políticas totalitarias como la mentira sistémica y la destrucción de la justicia.
Sin prisa para gobernar
Feijóo dice que no tiene prisa por gobernar de cualquier manera, y parece querer subrayar su fidelidad al procedimiento constitucional, pero sugiere un penoso oportunismo: el de que cuanto peor le vaya a Sánchez por el cerco judicial que se va estrechando, mejor para sus opciones electorales; la victoria caerá cual fruta madura sin hacer mucho más que esperar el agotamiento del contrario. Pero es un cálculo muy peligroso. ¿A qué recuerda esto? Veamos otra batallita guerrera.
Cuando Winston Churchill se convirtió finalmente en premier, en 1940, voló a Francia para discutir la estrategia aliada de guerra. Viendo los mapas que mostraban un avance alemán aparentemente imparable, al este de la famosa e inútil línea Maginot, preguntó por la reserva estratégica del ejército francés. “Aucune”, no hay ninguna, respondió melancólico el generalísimo Gamelin, que esperaba ganar la guerra sin provocar a los alemanes. Sabemos cómo acabó aquello. Francia fue arrollada, los británicos consiguieron la milagrosa evacuación de Dunkerque, y los alemanes entraron triunfantes en París mientras Francia se desmoronaba, como narra magistralmente Irène Némirovsky en su magnífica Suite francesa.
¿Qué había ocurrido? Que Francia había perdido la voluntad de resistencia. El país había salido profundamente dividido de la victoria en la Gran Guerra, la división degeneró en bipolarización ideológica, derrotismo y negligencia general, y se cultivó la ficción de que la poderosa Línea Maginot en la frontera con Alemania era defensa más que suficiente para protegerse de los alemanes, pasivamente y a la defensiva. Francia cayó como fruta madura.
Pues bien, la Constitución del 78 parece la Línea Maginot de Feijóo, que además piensa en Sánchez como fruta madura sin que aún lo sea, así como Abascal y Vox creen ver esa apetitosa manzana a punto de caer en el propio PP de Feijóo. ¿A qué viene si no el ultimátum sobre los presupuestos autonómicos donde gobiernan con el PP, con la excusa -otra vez- de los menas?
Partido Popular y Vox han decidido enzarzarse en un juego de suma cero donde uno gane o pierda a costa del otro. Pero el juego de suma cero produce la nada. Nada en que han decidido convertir la oposición en un momento crítico para España. Oponen su nada al gran cero de la Moncloa, obra del Número Uno (y la inseparable Número Una), y dejan el resto a jueces, OCU y las pruebas que aporte Aldama.
La oposición dividida debe ponerse de acuerdo y dejar de deslegitimarse, adoptar un plan de acción común para acabar con la cacocracia o “gobierno de los malvados” socialista. El propio Sánchez borró su “¡no pasarán!” de pacotilla para pactar con la “extrema derecha” de Meloni sus candidatos para la Comisión Europea. Asombra que PP y Vox no sean capaces de entender que al seguir las reglas de Sánchez de coaliciones posibles e imposibles (para él, ninguna) le dejan definir con quién y qué se puede pactar. Y ya que ha salido Churchill: cuando fue criticado por aparcar su profundo anticomunismo para pactar con Stalin la alianza contra Hitler, afirmó que pactaría con Satanás si los nazis invadieran el infierno. Ese es el espíritu estratégico de un líder. Algo que la oposición no tiene.
Ayuso, la mejor noticia
Solo Isabel Díaz Ayuso y su equipo han sabido convertir el poder autonómico de Madrid en indispensable, necesario y valioso contrapoder autonómico, la mejor noticia que nos ha dado el Estado de las Autonomías desde 1978. De ahí la inquina, odio y obsesión de la tribu socialista atribulada con la sede de Puerta del Sol: allí hay una líder. Pero la oposición debería ante todo abandonar el juego de suma cero y entender que solo sumando resultados positivos nos libraremos de caer al vacío entre el cero en democracia y la tiranía infinita.
¿ El pp qué ?
Nota del
Editor. 6 Diciembre 2024
Quienes piensan, creen, desean, sueñan con un pp pro España, que se den un corto paseo por la historia reciente de lo que era España y comparen con lo que va quedando: destrucción, desolación, desesperanza.
Si les gusta viajar, que se den una vuelta por las "autonosuyas" donde "gobiernan" y el español es lengua impropia.
Y si se les ocurre alabar algo sobre Madrid, que se den un paseo por las calles para ver el despìlfarro (las aceras parecen app del Android, versiones cada tres meses), por los gimnasios (hay máquinas que parecen esculturas modernistas, todas con el mismo letrero "no funciona", por los atascos, la ineficacia, el muro de la burocracia para frenar cualquier queja o sujerencia.
La
Constitución del 78 es parte del problema
Adrián
García Peña. Vozpópuli. 6 Diciembre 2024
Uno de los mitos que con más fuerza opera en España es el de la Constitución de 1978, en particular el que se refiere al actual periodo constitucional como el culmen de la estabilidad y de la alternancia democrática y pacífica de los partidos que lo integran. A través de esta fábula, se nos presenta una visión en la cual las dificultades que atraviesa la sociedad española no guardan relación con el modo de organizarse políticamente, sino que, al contrario, se deben a los ataques que recibe desde fuera el marco constitucional, al que se dibuja como víctima. De este modo, cada año se nos exhorta a defender la Constitución como solución a los problemas, pero ésta nunca llega.
Ocurre que es esa una interpretación interesada, en concreto de los dos partidos que han hegemonizado el poder institucional en las últimas cuatro décadas, así como de sus brazos mediáticos. A quien se beneficia del mito no se le puede pedir que lo desbarate, y es entendible que siga alimentándolo para que el esfuerzo invertido retorne en forma de sustento. Son los que viven —o malviven— ajenos al festín quienes deben hacer lo posible por disipar la niebla, pues los invitados al convite no lo harán.
La realidad que aguarda más allá de la penumbra, a la espera de quien se atreva a verla, es que España está herida de gravedad. No ha habido etapa histórica con una amenaza disgregadora más potente y continua sobre nuestra nación política que la presente. Sí, precisamente la de la alternancia democrática y pacífica, pues sucede que ni lo democrático ni lo pacífico garantizan por sí solos la capacidad de un Estado para preservarse y continuar existiendo indefinidamente. Partiendo del aclamado consenso de la Transición, la Constitución introdujo —por acción y por omisión— dos ingredientes idóneos para su terminación a largo plazo: la descentralización autonómica y la legalidad de los partidos separatistas.
Acompañado del reconocimiento constitucional de los «derechos históricos de los territorios forales», el Estado autonómico del 78 ha amparado regímenes tributarios diferenciados y ocasionado un acceso desigualitario a los servicios públicos, como el sanitario y el educativo; ha dividido la Administración pública en 18 partes —con procesos de selección de personal particulares— y establecido filtros lingüísticos en varias de ellas, reduciendo considerablemente la movilidad de los empleados públicos por el territorio nacional y fomentando el aislamiento entre regiones; su descentralización competencial en múltiples estructuras con intereses propios ha perdido de vista la búsqueda del bien común y obstaculizado la aplicación de políticas comunes para todos los españoles; y por si fuera poco, ha puesto en manos de partidos separatistas competencias cruciales como la fiscalidad, la seguridad y la educación. O dicho en plata: les ha dado dinero, policías y jóvenes a quienes ganar para la causa.
A los padres de la Constitución, con sus respectivos partidos detrás presumiendo de lo democráticos que eran todos, no se les ocurrió nada mejor que repetir el error de situar en las instituciones a aquellos que buscan separar una parte del territorio nacional, a quienes desean que una nueva frontera haga a los españoles extranjeros entre sí. Lejos de resolver el problema del separatismo, la majadería de darles poder institucional ha provocado que adopten una estrategia simple e inteligente: ir aumentando sus recursos competenciales, económicos y humanos, a la espera de que la debilidad interna o la amenaza externa —otro Estado con interés en que España se fragmente, por ejemplo— les permita hacer uso de sus fuerzas y realizar la secesión. Lo intentaron una vez y juraron volver a hacerlo, pero no hemos aprendido nada y permitimos que continúen haciendo su labor, cobrando además un generoso sueldo del Estado al que buscan poner fin.
"Una Andalucía distinta"
Nada impide que las circunstancias les sean más favorables en un futuro, por lo que cruzarse de brazos a la espera de que se disuelvan no solucionará nada. Algunos confían en que los cambios demográficos bastarán para hacer el trabajo, pero olvidan que las élites —propias o extranjeras— no necesitan tanto un apoyo expreso de la población como sí su pasividad. Y en ello juegan un papel fundamental los intereses creados y gestionados por las comunidades autónomas. Han sido más de cuarenta años —y los que quedan— de aprovechamiento, por parte de las élites locales y regionales, de un modelo que ha favorecido la gestación de numerosas redes clientelares al servicio del partido de turno y de las agendas disgregadoras. A su vez, los gobiernos autonómicos las han utilizado para profundizar en el hechodiferencialismo, como excusa para reclamar más recursos y competencias, más sillones y personal en nómina, y por tanto más voluntades. El café para todos no redujo la consideración de especiales que de sí mismos tenían los separatistas, y ahora todos nos lo creemos.
En Andalucía, esa nacionalidad histórica según la ley orgánica estatal que aprobó su Estatuto, no pasa un año sin que sus gobiernos del PSOE o del PP participen del andalucismo o reivindiquen con entusiasmo a Blas Infante, «padre de la patria andaluza» por la gracia de una asamblea regional llamada Parlamento de Andalucía. El último ejemplo lo ha protagonizado este 4 de diciembre el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, a quien ni siquiera le hace falta una lengua regional para subirse al carro del delirio. Durante el «Día de la Bandera de Andalucía», el líder autonómico del PP afirmó defender «un andalucismo inclusivo y solidario» y animó a trabajar «por una Andalucía distinta en una España de iguales». Reconozco que todavía no he logrado descifrar el significado de estas frases, así que mientras tanto les invito a leer otras que dijo, más claras pero no por ello menos peligrosas:
«Tener la suerte de ser andaluz es tener una capacidad especial para comprender al otro. Así somos los andaluces».
«La bandera de Andalucía es el mejor emblema de todo cuanto nos une».
«Estoy muy orgulloso de ser andaluz, de todo lo andaluz y de todas las maneras posibles de decirlo. Y cada vez que oigo hablar a un paisano como se habla en su pueblo o como se habla en cualquiera de nuestros barrios, siento las raíces de mi tierra creciendo precisamente bajo mis pies».
«No le hace daño a nadie el ahondar, el abundar en nuestras raíces, el reconocernos y autoafirmarnos como pueblo, como es el pueblo de Andalucía».
«Andalucía tiene que reivindicar su peso, tiene que reivindicar su poder y tiene que reivindicar su posición como uno de los pueblos probablemente más importantes que hay en el mundo».
«El habla andaluza es el reflejo del alma de los andaluces, y la vamos a cuidar siempre. Firmamos, en la víspera del 4D, un protocolo con la Fundación Alejandro Rojas Marcos para promover nuestro acento y para que se respete».
Si a esto es capaz de llegar el dirigente regional de un partido nacional como el PP, qué no harán los separatistas sirviéndose del poder autonómico. El tiempo juega en nuestra contra. O la Constitución del 78, o España.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
Conmigo o contra mí
Antonio
Robles. libertad digital. 6 Diciembre 2024
El problema de Cataluña ha dejado de serlo para sus gestores y se ha convertido en el problema de España.
Ytot el camp és un clam (todo el campo es un clamor). El congreso sanchista de Sevilla bien podría haber acabado con esta estrofa del himno del Barça. Y después proceder a enterrar al PSOE.
La misma polarización con la que Pedro Sánchez ha logrado envenenar a la sociedad española para lograr acabar con el debate de ideas propio de las democracias liberales, la ha culminado en el propio partido reduciendo el debate a fieles y traidores, conmigo o contra mí; vamos, lo que viene siendo como dice el paleto, yo o el caos. El mal que está haciendo este hombre a la sociedad española, a su democracia y a la argamasa cívica y moral de las nuevas generaciones es espantoso. Difícil de apreciar ahora, porque los procesos de asunción de comportamientos cívicos y morales son lentos, pero su ausencia, cuando se afianza y generaliza, es letal. Por lo pronto, la educación sigue en caída libre.
El PSOE ha muerto, larga vida al sanchismo, se oyó decir en el Congreso de Sevilla. Y no murió porque su ciclo se hubiera acabado, sino porque un Nerón vestido de Armani decidió enterrarlo vivo. Porque vivo está el PSOE de Felipe González, Besteiro, Nicolás Redondo, Fernando de los Ríos, Alfonso Guerra, Corcuera, Leguina o Paco Vázquez. Vivo en sus personas y legado, nada más. Tras ellos ya no hay militancia, sólo melancolía. Ahora todo se reduce a tropa. No sé qué es más patético, el proceder de aquel fantasmón, o el rebaño que le sigue.
Esta mañana, en la entrevista que le hicieran en esRadio a los autores del libro recién publicado Puigdemont, el integrista que pudo romper España (Pablo Planas e Iñaki Ellakuria) fue unánime la percepción entre los tertulianos de que ya nadie se interesa por Cataluña y sus obsesiones. Como si de pronto sus bravatas y delirios de grandeza hubieran dejado de preocupar e interesar a la política española y al periodismo nacional. Tal cual.
Y es verdad, a mí mismo, que sigo aquí, a pie de calle, me aburre sobremanera hincarle el diente a sus delirios nacionales, a sus exclusiones lingüísticas, a su ombliguismo y sus exabruptos clasistas y xenófobos contra todo lo que huela a España. El hartazgo es evidente, pero no sus consecuencias. Estas se han trasladado de barrio, o de bando, como quieran. No se debe a que hayan perdido, en realidad han muerto de éxito. Todas sus ínfulas han infectado el tejido moral, político y social de la política española. Hagamos un repaso.
LAWFARE. Su acusación a España de lawfare (supuesta persecución judicial contra Cataluña por parte del Poder Judicial español), ya no es un cuento malintencionado del catalanismo para mantener a sus fieles apretados en rebaño, ha sido asumido por el Gobierno español de Pedro Sánchez, sus ministros y sus terminales mediáticas. En lenguaje y contenido. No solo para contentar a sus socios separatistas y justificar la amnistía, sino también para legitimar los indultos en sus propias filas con sentencias judiciales firmes, y deslegitimar a los Jueces ante los múltiples casos de corrupción que le rodean. Como los nacionalistas en Cataluña, ahora Pedro Sánchez, sus ministros, y sus terminales mediáticas arremeten contra los Jueces como siempre lo hicieron en Cataluña los catalanistas en nombre de la separación de poderes que ellos jamás respetaron. Desde el incumplimientos de sentencias judiciales sobre exclusión y multas lingüísticas o el de la ley de banderas, a la corrupción del 3 % de la etapa de Pujol, la malversación de fondos públicos para preparar una sublevación contra el Estado o los fraudulentos referéndums de autodeterminación.
ESTADO PLURINACIONAL. Su complejo de nación oprimida por un Estado opresor en nombre del derecho de los pueblos de Europa a ser libres también se ha trasladado de bando. Ahora es el Gobierno de España y sus socios neocomunistas, populistas y separatistas los que actúan como si España fuere un Estado plurinacional en contra del Art. 2 de la propia Constitución: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…". Hoy, en su aniversario, hay que recordarlo más que nunca.
EL CUENTO DE LA ULTRADERECHA. Fue en la Catalunya pujolista de los años ochenta donde se utilizó el conjuro de la ultraderecha para mantener a raya a cualquier tipo de disidencia al nacionalismo. Técnica de satanización del adversario político, que Pedro Sánchez y toda la izquierda española hoy utilizan contra cualquier forma política que no sea la suya. Esa bipolarización guerracivilista de la España sanchista ya la sufrimos en Cataluña con las consecuencias que están a la vista. A pesar de que el nacionalismo no ha ganado las elecciones, y gobierna el socialista Salvador Illa, todo el poder político, institucional, cultural, deportivo etc. sigue en manos exclusivas del catalanismo. Hoy el PSC de Salvador Illa hace el trabajo sucio al nacionalismo. Incluida la exclusión de los castellanohablantes.
EL BAILE SINCRONIZADO DE PARTIDOS INCOMPATIBLES ENTRE SÍ. Pedro Sánchez aspira a perpetuarse en el poder manteniéndolo con partidos incompatibles entre sí. Desde socialdemócratas a ultraconservadores nacionalistas, herederos del crimen y xenófobos. Con un solo objetivo común: acabar con España y sacar tajada mientras llega ese momento. Exactamente el mismo ideario que han tenido y tienen todos los partidos catalanistas en Cataluña. Siempre se han apañado para tener a raya a partidos españoles y colaborar en lo suyo. Lo tenían fácil, en Madrid nunca le plantaron cara.
España es hoy el reflejo político de lo que Cataluña ha sido en los últimos 40 años. Así que, el problema de Cataluña ha dejado de serlo para sus gestores, y se ha convertido en el problema de España. Esto lo tiene que tener en cuenta Feijóo y todos los sorayos del PP que siguen sin enterarse de qué van los nacionalistas periféricos. Sólo han de fijarse en lo que es hoy España, y cómo nos trata el gobierno.
CODA: La física de Dios, Joseph Selbie: "A los ortodoxos de la religión les preocupa más proclamar lo que distingue a la suya (que, para ellos, es claramente superior) de todas las demás religiones, que destacar las verdades que todas comparten. Y lo peor de todo es que los ortodoxos de la religión son inexpugnables en su creencia de que la suya, y solo la suya, es la verdadera".
El andalú
Alfonso
Ussía. el debate. 6
Diciembre 2024
Juanma Moreno y Alejandro Rojas Marcos quieren separar el idioma español del andaluz. El acento, dicen. Hay que pensar en andaluz. Son más cursis que un repollo. Mejor, que dos repollos. Una cosa son los hablares, los giros y tonos de cada comarca y provincia, y otra muy diferente la corrección escrita. A principios del siglo XX, varios autores –entre ellos mi abuelo don Pedro Muñoz-Seca, los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, o Enrique García Álvarez–, a la manera de Carlos Arniches con el lenguaje coloquial madrileño, estrenaron sainetes en «andalú». Pasó la moda, porque no aportaron nada más que aldeanismo y paletería. Ahora, Juanma Moreno, «er der Pepé», busca afanosamente que el andaluz se convierta en un idioma autonómico oficial. ¿Qué andaluz? ¿El de Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva, Cádiz, Málaga, Granada, Almería, con su ortografía común y sus diferentes maneras de pronunciarlo? Un sevillano de la sierra norte no pronuncia igual el idioma que un sevillano de Utrera, o de Sevilla.
La pronunciación es libre, y lo que sale por la boca viene de la oreja. Un rondeño no habla igual que un malagueño, y un gaditano de Setenil de las Bodegas habla con un deje más cercano al de Ronda que al del Puerto de Santa María, Jerez o Cádiz, que se escribe Cádiz y se pronuncia «Cai» porque resulta más cómodo. Pero en lo que respecta al idioma escrito, que es el español, en pocas regiones de España se ha hecho con la hondura y la belleza de los escritores andaluces. Me quedo en el siglo XX, sin viajar a más ayeres. La nómina de los escritores y poetas andaluces que enriquecieron con su talento su idioma, el español, es insuperable. Sólo comparable a los escritores y poetas de Castilla, la alta y la manchega, la Vieja y la Nueva, pero a popa de los andaluces. Ahí los sevillanos Antonio y Manuel Machado, Manuel Chaves Nogales, Antonio Burgos –¿Para cuándo su plaza o su calle?–, Manuel Halcón, Fernando Villalón o Aquilino Duque. El malagueño antequerano José Antonio Muñoz- Rojas. ¿Alguien ha escrito mejor español que Muñoz Rojas en el siglo XX? Que me lo demuestren. Y Alfonso Grosso, y José María Pemán, que lo hizo todo. Teatro, Poesía, Ensayo, y articulismo, en el que fue –sus Terceras de ABC–, el maestro indiscutido. Y el poeta Fernando Quiñones, el gaditano del barrio de La Viña. Y claro, Federico García Lorca, nada menos, y Rafael Alberti, que era tan grande poeta como mala persona, y el señorito malagueño-madrileño que rompió en batasuno, José Bergamín. Y los malagueños Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, almas de «Litoral», la gran publicación poética que rescató en los años sesenta José María Amado.
Y me dejo a muchos en el tintero que no en el pensamiento y el equilibrio, para no convertir este mensaje contra la cursilería de Juanma Moreno y Alejandro Rojas Marcos en una ensalada de nombres. La riqueza, el tesoro de nuestro idioma común lo han guardado y usado como nadie los escritores andaluces. El andaluz no piensa como habla, habla como quiere pero escribe mejor que el que lo inventó. Bastante tenemos los españoles con los periféricos del norte y el nordeste para soportar la cursilería aldeana de los políticos que gobiernan o influyen en la región más literaria de España.
Y me excuso por no añadir a la relación incompleta a los escritores andaluces del siglo XXI, que son muchos y fabulosos.
¿Pensar en «andalú»? Qué majadería.
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