Recortes
de Prensa Martes
4 Febrero
2025
La ONU
confirma el gran aumento de ejecuciones de soldados ucranianos
capturados por Rusia
En 2024 se registraron 109 casos
de ejecuciones de soldados ucranianos por parte de Rusia, el doble
que en los dos años anteriores
Carlos Garcés. Madrid. el
mundo. 4
Febrero 2025
Los organismos internacionales siguen muy pendientes del la guerra de Ucrania, donde constantemente se violan los derechos humanos. La ONU ha expresado su preocupación por el fuerte aumento de las ejecuciones de soldados ucranianos capturados por las Fuerzas Armadas rusas en la línea del frente, tras haber registrado 79 ejecuciones de este tipo en 24 incidentes distintos desde finales de agosto de 2024.
Muchos soldados ucranianos que se rindieron al Ejército ruso y estaban desarmados y heridos fueron asesinados a tiros en el acto, según entrevistas detalladas a testigos y el material de vídeo y fotográfico publicado por fuentes ucranianas y rusas y analizado por la misión.
Por otra parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció en su discurso a la nación que trabaja con la cúpula de las Fuerzas Armadas en la modernización y restructuración del Ejército en unidades más grandes, un plan anunciado hace semanas que busca aprovechar el potencial de las mejores brigadas y mejorar la coordinación en el frente.
9:30
Trump quiere garantías sobre las tierras raras de Ucrania a cambio de ayuda
Donald Trump afirmó que quiere negociar un "acuerdo" con Ucrania para que ofrezca garantías sobre sus tierras raras, muy utilizadas en electrónica, a cambio de la ayuda estadounidense, informa Afp.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había planteado esa idea el pasado octubre como parte de su "plan de victoria" para poner fin a la guerra con Rusia.
"Estamos tratando de encontrar un acuerdo con Ucrania por el que nos garanticen sus tierras raras y otras cosas a cambio de lo que les estamos dando", declaró el presidente estadounidense a periodistas en el despacho oval de la Casa Blanca.
8:41
El ejército ucraniano dice haber derribado 37 de 65 drones rusos durante la noche
Las defensas aéreas ucranianas han derribado desde la pasada noche 37 drones kamikaze Shahed rusos y de otros modelos sobre cinco regiones del norte, el centro y el noreste del país, según informó la Fuerza Aérea ucraniana.
Las interceptaciones se han producido sobre las regiones de Poltava y Cherkasi (centro), Sumi (noreste) y Cherníguiv y Kiev (norte).
Otros 28 drones réplica de los ataques -que Rusia lanza para engañar las defensas enemigas- cayeron sin causar daños.
Los drones han provocado daños en las regiones de Sumi y Cherkasi.
8:00
Seúl dice que las tropas norcoreanas no han entrado en combate en Kursk desde hace semanas
El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) estima que las tropas norcoreanas enviadas para apoyar la invasión rusa de Ucrania no han entrado en combate en el frente de la región de Kursk desde mediados de enero, informa Efe.
Fuentes del NIS citadas hoy martes por la agencia Yonhap indicaron que "desde mediados de enero no han habido señales de que las tropas norcoreanas desplegadas en la región rusa de Kursk hayan entrado en combate".
Esta aseveración corrobora lo dicho por autoridades ucranianas y estadounidenses, que indicaron la semana pasada que las tropas del país asiático han sido retiradas del frente desde hace unas tres semanas debido al gran número de bajas sufrido y que podrían estar recibiendo formación de combate adicional por parte del Ejército ruso.
7:45
Ucrania devuelve a sus hogares a 12 niños secuestrados por Rusia
Ucrania devolvió a casa a 12 niños secuestrados por Rusia, dijo el jefe de gabinete del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, Andri Yermak, según informa Reuters. "Como parte de la iniciativa del presidente de Ucrania Bring Kids Back UA, fue posible devolver a casa a 12 niños que estaban bajo la presión de la ocupación rusa", dijo Yermak en su aplicación de mensajería Telegram.
El programa Bring Kids Back UA bajo Zelenskiy es una iniciativa para devolver a casa a todos los niños deportados por la fuerza de Ucrania, según el comunicado de la iniciativa.
Entre los niños devueltos hay una niña de 16 años que perdió a su madre, un adolescente de 17 años que fue citado al ejército ruso y una niña de ocho años, dijo Yermak.
7:20
El jefe del OIEA viaja a Ucrania para evaluar la situación de sus centrales nucleares
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, ha llegado este martes a Ucrania para visitar en la región de Kiev una subestación de importancia "crítica para la seguridad de la energía nuclear de Ucrania".
Según ha escrito el propio Grossi en su cuenta de X, su misión consistirá en "evaluar el daño y ayudar a evitar un accidente nuclear". El jefe del OIEA ha añadido que "una red (eléctrica) cada vez más frágil supone un riesgo para todas las centrales nucleares, no sólo para la central nuclear de Zaporiyia".
Un
misil dirigido a Ucrania acaba impactando contra territorio ruso
provocando "una fuerte explosión"
Al menos
540 hogares se habrían quedado sin electricidad
Marta Gallardo.
la razon. 4
Febrero 2025
Un misil dirigido a Ucrania impactó el pasado sábado contra territorio ruso después de quedar fuera de control. El incidente ocurrió en la región de Lipetsk, situada al oeste de Rusia, a unos 560 kilómetros del frente de batalla. La fuerte explosión provocó cortes de luz en cientos de hogares.
La información ha sido difundida por el Daily Express, que apunta a que el accidente fue captado por la cámara de un automóvil e implicaría a un misil de los tipos Kh-22 o Kh-32. El impacto, además de causar un importante cráter en la ciudad rusa, dejó a cerca de 450 hogares sin electricidad, aunque no se han reportado víctimas.
Este error también supondría un coste millonario para el ejército ruso. Según el medio británico, el misil Kh-22 tiene un coste aproximado de un millón de libras, mientras que el Kh-32 asciende hasta los 3,5 millones de libras. Las autoridades locales han intentado restar importancia al incidente, asegurando que el misil no estaba operativo; sin embargo, existen versiones contradictorias que afirman que el proyectil era fácilmente identificable.
Baza, un canal de Telegram con contactos en los servicios de seguridad de Rusia, también ha reportado que, además de la electricidad, el servicio de agua y las telecomunicaciones se vieron afectados. "Los residentes de un pueblo en el distrito de Yeletsku escucharon una fuerte explosión, después de la cual sus hogares quedaron sin electricidad, agua y, en algunos lugares, incluso comunicaciones móviles", informó el canal.
Un accidente similar
No es la primera vez que Rusia enfrenta una situación similar. En enero de 2024, el Ministerio de Defensa ruso reconoció que, alrededor de las 09:00 horas del 2 de enero, un avión de combate se vio obligado a realizar una "liberación de emergencia" de su carga explosiva sobre la aldea de Petropavlovka, ubicada en la región de Voronezh, a unos 150 kilómetros de la frontera con Ucrania. Las autoridades confirmaron que no hubo muertos ni heridos, aunque resultaron dañadas varias viviendas y edificios resultaron dañados.
El gobernador de la región, Aleksander Gusev aseguró que se estaba llevando a cabo una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente, además de reconocer que algunos residentes de los edificios dañados tuvieron que ser evacuados, y trasladados a otras instalaciones temporales.
Critica
el pacto para el reparto de la Junta Electoral Central
VOX
recuerda al PP que cualquier pacto con Sánchez es darle un «balón
de oxígeno» para que «siga atrincherado» en La Moncloa
LGI.
gaceta. 4
Febrero 2025
El portavoz nacional de VOX, José Antonio Fúster, ha insistido en que VOX ejerce la oposición frontal y total al Gobierno de Pedro Sánchez y ha vuelto a recordar que «cualquier pacto» con él y el Partido Socialista es «dar un balón de oxígeno para que permanezcan atrincherados en La Moncloa» eludiendo «el banquillo de los acusados, que es donde les llevaremos».
Ha lamentado que en Génova «parece que no se enteran de que con el PSOE y Sánchez no hay nada que hablar». Así, ha manifestado que si ya pactaron el reparto del CGPJ o la semana pasada apoyando el decreto que entrega el palacete de París al PNV, ahora han pactado repartirse la Junta Electoral Central dejando fuera a VOX. El puesto de la formación liderada por Santiago Abascal se lo llevará Sumar, ha manifestado.
Así, ha insistido que VOX seguirá trabajando «para devolver la esperanza a todos esos millones de españoles que ansían sacar a Sánchez de La Moncloa y revertir todas sus nefastas políticas».
En la rueda de prensa, se ha referido además a la Cumbre de Patriotas que se celebrará los días 7 y 8 de febrero en Madrid, y ha recordado que es la tercera fuerza política en la Eurocámara, y «la única alternativa posible al consenso de populares y socialistas en Bruselas».
En concreto, la agenda de la cumbre contempla un encuentro de todos los líderes europeos junto a Santiago Abascal y al presidente de Heritage Foundation, Kevin Roberts, para sentar las bases de lo que será la dirección del grupo en los próximos meses, y un gran acto público junto a líderes como Viktor Orban, Marine Le Pen o André Ventura.
Lo que
de verdad está en juego: poder, dinero… e ideas
José
Javier Esparza. gaceta. 4
Febrero 2025
Cuando Pedro Sánchez vio que Trump resucitaba la apuesta por los hidrocarburos, le faltó tiempo para acudir al Día del Hidrógeno organizado por Enagás y allí, delante de la elite del ramo, proclamar su inquebrantable fe en las energías renovables. No era una declaración ideológica; era una declaración de poder. Podríamos resumirla así: «Vosotros apoyadme, que yo os seguiré apoyando». Porque, en efecto, la gran industria de las energías renovables no habría podido sobrevivir sin las generosísimas inyecciones del erario público. Ese mismo día —y nada es casual— la Comisión Europea presentaba su Brújula de la competitividad y, entre otras cosas, reafirmaba la apuesta de Bruselas por el llamado pacto verde. Tampoco esto era una declaración ideológica ni el enunciado de un programa político: era un mensaje a los grandes grupos de presión del continente para asegurarles que, por mucho que Trump cambie la política energética de los Estados Unidos, Europa va a seguir el camino emprendido en 2019 con el pacto verde dentro de su estrategia de cambio climático. Es decir, que la Unión Europea va a seguir apoyando financieramente a toda la gran industria comprometida en un vasto programa de reconversión. Ese programa que, sin pedirnos opinión, ha venido condicionando nuestras vidas durante los últimos años.
Esto no es sólo política o sólo economía: es todo a la vez, y es también ideología. Es imprescindible tener esto presente para entender lo que pasa ahora mismo en Europa y cuál es el significado nada etéreo, sino bien material, de la oposición entre globalismo y soberanismo; por qué nuestros grandes partidos, tan diferentes, sin embargo se ponen de acuerdo para votar lo mismo en Bruselas; por qué despierta tanta alarma el surgimiento de partidos que aspiran a reverdecer el viejo concepto de interés nacional y por qué, en fin, la victoria de Trump ha levantado semejante hostilidad en el establishment europeo. Adelantémoslo ya: el retorno del interés nacional no sólo significa un giro radical respecto al paradigma ideológico dominante, sino que, además, pone en peligro toda la estructura de poder —económico, político, cultural— vigente en Europa. Tanto lo pone en peligro, que esa estructura no dudará en acosar sin tregua a un país como se ha hecho con Hungría, anular unas elecciones como en Rumanía, contemplar la ilegalización del segundo partido del país como en Alemania o promover coaliciones imposibles como en Francia, todo con tal de que no llegue al poder alguien capaz de poner en cuestión el statu quo.
La columna vertebral del poder
Hay que acostumbrarse a pensarlo todo a la vez: política, dinero, ideas. Eso que se llama globalismo es la ideología informal —o, si se prefiere, la cobertura retórica— de una amplia constelación de intereses que viene movilizando billones de euros en toda Europa y que desde hace años ha puesto a los resortes políticos del poder a su servicio. La apuesta europea por las energías renovables, por ejemplo, supuso en 2023 una inversión de 134.500 millones de dólares US, sólo por detrás de China. Las empresas del sector entran en ese maná con la certidumbre de tener el negocio asegurado. Como las empresas, por naturaleza, buscan el negocio, harán lo imposible para mantener esas cifras de inversión. Si para ello hay que subvencionar con cientos de millones a grupos ecologistas y activistas políticos, se hará, como denunciaba recientemente el diario holandés De Telegraaf. Esos grupos y activistas crean una conciencia, una opinión, que es el combustible ideológico de un suculento negocio. En esta estrategia, es imprescindible mantener el relato del cambio climático, que se ha mostrado extraordinariamente eficaz a la hora de convencer al ciudadano para que acepte las cosas menos aceptables. Ideas, dinero, política: todo en el mismo movimiento.
Algo semejante ocurre con la política de reducción al mínimo del sector primario europeo, que ha llevado al colapso a los agricultores, ganaderos y pescadores de nuestras naciones, pero que ha reportado cuantiosos beneficios a las grandes empresas del sector al permitirles externalizar su actividad trasladándola a países como Marruecos, donde pueden producir con un coste muy inferior. Este negocio necesita justificar de alguna manera la devastación del campo europeo, y ahí entran leyes como la de la llamada restauración de la naturaleza, las leyes de bienestar animal, etc., bajo la influencia del discurso verde. Del mismo modo, la reestructuración del sector industrial europeo, sometido a los ritmos que marca la reconversión energética, requiere una mano de obra mucho más dócil que la arisca clase media europea, acomodada y esterilizada después de decenios de bienestar, y ahí entra otro discurso concomitante: el de la transformación de la inmigración socioeconómica en “acogida a los refugiados”, que además ofrece la ventaja de diluir poco a poco el viejo espíritu nacional y facilitar la imposición de políticas transnacionales. En efecto: ideas, dinero, política, y todo a la vez.
Podríamos seguir multiplicando los ejemplos, pero no es preciso: lo esencial es constatar que a lo largo de los últimos veinte años se ha ido consolidando en Europa una estructura de poder económico que, a su vez, ha orientado la evolución política de nuestros países. Así los partidos de derecha clásica se han ido haciendo cada vez menos nacionales mientras los de izquierda se hacían menos de clase, abrazando unos y otros discursos aparentemente contradictorios, pero convergentes en lo fundamental. ¿Y qué es aquí lo fundamental? Lo fundamental es la aceptación de un marco presidido por la transformación energética (con el dogma climático como coartada), la modificación del mapa social y cultural vía inmigración, la desnacionalización de los sectores productivos y —corolario inevitable— una deuda pública monumental que se espera gobernar con las contorsiones del Banco Central Europeo y el socorro de los grandes fondos transnacionales de inversión para que no falte el combustible financiero. En eso están de acuerdo todos, desde el PP hasta Sumar pasando por el PSOE y cualesquiera otros partidos liberales, ecologistas o democristianos del ancho espectro europeo. Todos menos… los soberanistas. Y esta es la gran novedad.
Los soberanistas, en efecto. Llamémosles patriotas, si se prefiere. Desde el momento en que uno plantea el interés nacional como norte de la acción política, las exigencias del pacto verde empiezan a verse como un obstáculo insoportable para la actividad productiva, la aniquilación del sector primario equivale a un suicidio, la apertura de fronteras a la inmigración se revela como una amenaza, la desnacionalización de la economía se asemeja a un expolio y el exceso de deuda pública aparece claramente como una nueva forma de dependencia semicolonial. Dicho de otro modo: los soberanistas proponen una impugnación global del paradigma político europeo. En consecuencia, el sistema de poder vigente hará lo imposible para que estas opciones políticas no prosperen. Lo está haciendo ya, apartándolas en lo posible de las responsabilidades institucionales y obligándolas a competir con una mano atada a la espalda. Y aún así, crecen. Crecen porque, por muy tenaz que sea la propaganda del poder y por muy intensas que sean sus maniobras, la realidad se impone: toda esa política europea de los últimos años ha conducido a sociedades empobrecidas, sin expectativas de futuro, con una clase media —el gran milagro europeo de la posguerra— crecientemente pauperizada, en unas comunidades sometidas a inauditas tensiones por la inmigración y en el marco de unos Estados incapaces ya de garantizar su obligación fundamental, que es la protección del ciudadano. En ese paisaje, sin riqueza, sin seguridad, sin identidad, cada vez más europeos experimentan una insoportable sensación de haber sido estafados. Y se revuelven.
Nadie tiene una bola de cristal, pero no es difícil augurar que, en breve, la gran división política en nuestras sociedades ya no será liberalismo/socialismo o, más genéricamente, derecha/izquierda, sino esta otra que opone al poder establecido —llamémosle globalismo— frente a su contestación soberanista. La victoria de esta última supondrá necesariamente una rectificación a fondo del marco en el que hoy nos movemos. No es imposible. De hecho, hoy es más posible que nunca.
Estos sindicatos no tienen
sentido
Editorial.
el debate. 4 Febrero 2025
Hay que preguntarse si tiene sentido dedicar tantos millones del contribuyente a organizaciones sectarias al servicio de Sánchez
Los dos sindicatos más relevantes, UGT y CC. OO., han dado sobradas muestras en los últimos años de una lamentable sumisión a Pedro Sánchez, paralela a un sospechoso incremento de las subvenciones públicas concedidas de manera discrecional.
El último episodio, convocar una manifestación contra la oposición para respaldar un bulo del Gobierno, el inexistente rechazo del PP a la revalorización de las pensiones, es una tétrica prueba de ese fenómeno, que ya no engaña a nadie.
La protesta apenas contó con la presencia de medio millar de personas, una cifra muy inferior a la de los miles de liberados sindicales que no prestan los servicios para los que fueron contratados para atender tareas de la organización y representar, teóricamente, los intereses de los trabajadores.
Si ni ellos se sintieron concernidos por la llamada de Unai Sordo y Pepe Álvarez, qué decir de la ciudadanía en su conjunto, indiferente ante dos centrales que dedican sus energías a proteger al Gobierno y acompañarle en su juego sucio contra sus rivales.
El papel de los sindicatos fue clave en los comienzos de la democracia y, sin duda, ayudó a conformar un espacio de derechos y obligaciones sociales, empresariales y laborales decente.
Pero ese tiempo pasó hace mucho y hoy CC. OO. y UGT son burdos amplificadores de la política de vendettas, trampas y falacias de un presidente sin líneas rojas.
A la labor de asistentes de Sánchez en sus campañas orquestadas le añaden, además, un pernicioso protagonismo en las políticas económicas, caracterizadas por un atroz intervencionismo en el mundo empresarial, bien para inmiscuirse en su organización sin calibrar las consecuencias, bien para entrar directamente en sus consejos de administración.
Si a todo ello se le añaden los múltiples casos de corrupción, con los ERE andaluces en primer lugar, el cuadro final de servilismo interesado no puede ser más evidente.
CC. OO. y UGT no son ya mucho más que ministerios oficiosos, bien financiados, capaces de lanzarse a las calles por una subida mínima de la luz y de callarse por el mayor sobreprecio de la historia, en función de quién gobierne en cada momento.
Que buena parte de su sectarismo esté financiado con dinero público obliga a reflexionar sobre cuál debe ser el papel del Estado en su funcionamiento. No parece que gastar decenas de millones en quienes centran su activismo en respaldar a un partido pueda durar eternamente.
Pese a ser la tercera fuerza parlamentaria con 33 diputados
El
Partido Popular pacta con el PSOE y Sumar excluir a VOX de la Junta
Electoral Central
gaceta.
4 Febrero 2025
El Partido Popular ha acordado con el PSOE y Sumar excluir a VOX de la Junta Electoral Central (JEC), el organismo encargado de garantizar la transparencia y el correcto desarrollo de los procesos electorales en España. Esta decisión se enmarca en el pacto alcanzado entre las tres formaciones para designar a los cinco catedráticos que el Congreso debe nombrar en este órgano, cuyas vacantes llevan más de un año y medio sin renovarse.
Este lunes, los aspirantes serán evaluados en la Comisión de Nombramientos del Congreso, y salvo imprevistos, el martes la Mesa de la Cámara dará luz verde a su designación con la mayoría progresista que suman PSOE y Sumar. Los cinco candidatos que ocuparán estos puestos son Francisco Javier García Roca, María Luz Martínez Alarcón, María da Alba Nogueira López, Javier Tajadura Tejada y Carlos José Vidal Prado. La formación liderada por Santiago Abascal queda fuera de la nueva composición, lo que ha generado malestar en sus filas por las maniobras del PP para facilitar su salida y dar un puesto a Sumar —pese a tener menos escaños—.
En la renovación anterior, realizada en 2020, VOX logró entrar en la JEC tras las elecciones de 2019, a pesar del intento del PSOE, PP y Podemos por excluirlos. En aquel momento, los servicios jurídicos del Congreso advirtieron del riesgo de posibles recursos legales, lo que llevó a las formaciones mayoritarias a aceptar la presencia del partido soberanista en la Junta. El candidato designado entonces por VOX fue José Miguel Serrano Ruiz-Calderón, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, especializado en filosofía y bioética, y miembro del Comité Nacional de Bioética desde 2013.
La Junta Electoral Central es un órgano clave en el sistema democrático español, establecido por la Constitución para supervisar la legalidad de los procesos electorales. Su composición está determinada por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que establece que estará integrada por ocho magistrados del Tribunal Supremo, seleccionados por sorteo, y cinco catedráticos de Derecho, Ciencias Políticas o Sociología, nombrados según la representación de los partidos en el Congreso.
La normativa dicta que esta renovación debe realizarse en los 90 días posteriores a unas elecciones. Sin embargo, tras los comicios de julio de 2023, el mandato de la JEC se prorrogó más de un año debido a la falta de consenso entre PSOE y PP. Finalmente, en un contexto de máxima tensión política, ambas formaciones han cerrado un acuerdo con Sumar, que ha provocado la salida de VOX.
El Partido Popular, al haber obtenido el mayor número de escaños en las últimas elecciones, reclamaba un aumento de su representación en la Junta. No obstante, VOX, que sigue siendo la tercera fuerza parlamentaria con 33 diputados, ha sido desplazado en favor de Sumar, que cuenta con 31 escaños. La formación de Abascal ya fue excluida previamente de otros órganos como la Mesa del Congreso y las comisiones parlamentarias mediante pactos similares.
A pesar de la decisión, VOX no da la batalla por perdida y ha anunciado que recurrirá la medida, denunciándola públicamente como una exclusión arbitraria que rompe con el criterio de representación parlamentaria. Mientras tanto, el proceso de renovación sigue su curso y la nueva Junta Electoral Central deberá celebrar su primera reunión en los próximos días, en la que se procederá al relevo de su presidente actual, Miguel Colmenero.
Las represalias diplomáticas de un
lacayo sanchista
EDITORIAL.
libertad digital. 4 Febrero 2025
Hasta los nombramientos o ceses de los embajadores, uno de los actos políticos más neutrales que cabe imaginar, están sujetos a la voluntad sectaria del presidente del Gobierno.
El sanchismo, agente corruptor de todo el sistema institucional, no permite la preeminencia de los criterios profesionales ni siquiera en política exterior, un ámbito donde los países dejan aparcadas sus contiendas internas para defender los intereses nacionales con visión de Estado. En nuestro país, en cambio, tenemos que soportar a un ministro de Exteriores como José Manuel Albares, uno de los lacayos más serviles del sanchismo que, una vez más, ha provocado un escándalo con su permanente sumisión a los intereses espurios de su jefe.
Los cambios intempestivos de embajador en países importantes a los pocos años de llegar al cargo, decretados por Albares, han indignado a los miembros de la carrera diplomática por su evidente aroma a venganza política. Entre esos ceses destaca por las peculiares condiciones en las que se ha producido el del embajador de España en Corea del Sur, Guillermo Kirkpatrick de la Vega, producido a los pocos días de su reunión en Madrid con Isabel Díaz Ayuso. El embajador Kirkpatrick ni siquiera había promovido ese encuentro, solicitado por la presidenta madrileña para interesarse por las oportunidades de negocio creadas tras su viaje al tigre asiático. Se trata, por tanto, de una reunión sin contenido político destinada a incrementar el volumen de negocio de España en países tan potentes como Corea del Sur, pero el desarrollo normal de las relaciones institucionales no alteran la mentalidad mezquina de Pedro Sánchez, que ha desatado una guerra sin cuartel contra Isabel Díaz Ayuso y está dispuesto a pasar a cuchillo a los que no actúen a su dictado. Albares, lacayo sanchista por antonomasia, se ha encargado de dejarlo claro.
El escándalo ha sido mayúsculo, hasta el punto de que los diplomáticos han dirigido una carta al ministro reclamando "criterios objetivos" y una mayor transparencia en el proceso de selección, "priorizando a los que presenten un perfil más adecuado para cada una de las vacantes". El esfuerzo, qué duda cabe, resultará estéril, porque el sanchismo no entiende de neutralidad política ni meritocracia. Sánchez ha puesto todas las instituciones a su servicio y hasta los nombramientos o ceses de los embajadores, uno de los actos políticos más neutrales que cabe imaginar, están sujetos a la voluntad sectaria del presidente del Gobierno para utilizarlos en sus guerras particulares.
La presidenta de Madrid ha destacado la paradoja de que "a un embajador en Corea del Sur le traten como harían los gobernantes de Corea del Norte", pero es que el sanchismo está más cerca del régimen de Kim Jong-Un que de una democracia liberal al uso, donde el recambio de los altos representantes nacionales se realiza únicamente cuando resulta necesario y bajo criterios de exquisita neutralidad.
Sánchez ha fulminado a un embajador por reunirse con Díaz Ayuso, lanzando un aviso a toda la carrera diplomática de lo que se juega si no actúa al dictado del ministro, un personaje menor que volverá a la carrera diplomática cuando caiga el sanchismo convertido en el triste palafrenero de un aspirante a tirano.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
El
partido y/o sus votantes
Fran Carrillo. okdiario. 4
Febrero 2025
El PP tiene un problema con la indefinición, que es la versión extrema del complejo, lo que le lleva a buscar la sonrisa colectiva cuando la clave del fracaso en la vida es intentar contentar a todo el mundo, como nos recordaba Woody Allen cuando aún hacía películas de culto.
Asumieron en Génova, ya con el aznarismo de pubertad, que España era de izquierdas y que lo sería para siempre y, por tanto, que toda batalla ideológica y cultural era estéril porque los españoles seguirían votando en clave PSOE, aunque no gobernara el PSOE. Impusieron como corpus dogmático que la única posibilidad de llegar a Moncloa era hablando sólo de economía y de gestión, porque lo moral es cosa de progres y los principios de carcas sin remedio.
Bajo esa estrategia de hipótesis inconclusas, el PP gobernó por los pelos en 1996 tras años de escándalos corruptos del felipismo en una España empobrecida y de nuevo en 2011, bajo una crisis que Zapatero creó y Rajoy se comió. Dos victorias esculpidas en un engañoso viaje al centro cuando España reclamaba el diseño y construcción moral de una alternativa al socialismo liberticida que empezaba a adueñarse de las instituciones.
El primer complejo que trasladó el PP a sus huestes fue que había que huir como fuera del concepto derecha, porque así lo había decidido la izquierda. Y entonces, la alternativa a Felipe fue el centro reformista, porque yo lo valgo. Tras las consabidas cesiones al pujolismo y a un Arzalluz pre sabiniano, Rajoy continuó por la senda acomplejada tiempo después, cuando enunció la salida de liberales y conservadores del partido que no estuvieran a gusto bajo su hégira a la socialdemocracia. La izquierda continuaba imponiendo el marco y las costumbres, ahora bajo la órbita siniestra de quien hoy babea chavismo enriquecido con la sangre derramada de los venezolanos. Desde entonces, sólo sanchismo.
Ahora llegan Feijóo, Sémper y Gamarra e instauran el socialismo templado, que es como se llama ahora a la derecha con aspiraciones. Siempre centrada en no opositar al marco conceptual que le impone la izquierda, aunque sea la izquierda de Largo Caballero, vaya a ser que los que odian la libertad y la democracia acaben por proyectar ese desafecto en la derecha constitucional.
No hay centro que conquistar en contextos donde la moderación ejerce de cebo dialéctico por quienes rindieron el frente al adversario hace tiempo. Hay un PP dispuesto a ser la izquierda decente y demostrar, no sé si al mundo, pero desde luego sí a España, que también hay un nacionalismo bueno al que confiar el sostén de la gobernabilidad. Pero hay sostenes que no cubren la ubre que amamanta al ejército de chorizos que riegan el hecho diferencial. Hay más racismo en una estrofa de Arana que en todos los discursos de Vox juntos, y más clasismo y xenofobia en el Junts golpista que en toda esa extrema derecha que el progre inventa por la noche para ventilarlo al alba.
En estas, sale Ayuso para esgrimir el punto de partida que debería ejercer de argumentario interno constante: con el nacionalismo no se compadrea, porque representa la enfermedad incurable que carcome cualquier convivencia. Lo que entendió Ciudadanos en su momento y ahora Vox, lo entienden también desde el PP de Madrid. Y los votantes a la derecha del PSOE, que son mayoría.
Empero, hay quien opina intramuros de Génova que es más importante representar a los votantes de izquierda que nunca votarán derecha que a tus votantes de siempre, cansados de combatir en la calle, las aulas y los medios el socialismo state of mind. En ese estadio de pensamiento, el PSOE seguirá gobernando, aunque deje el poder. Harían bien en imitar más el discurso de Ayuso y Alejandro Fernández y menos los editoriales de El País y la SER, salvo que lo que se busque sea presidir el PSOE, un partido consciente de que, contentando a sus votantes, Moncloa está a tiro de contexto y propaganda. Le ha bastado siempre con cumplir tres parámetros: dejarlos sin masa crítica, sin capacidad económica y sin alternativa política. Mientras los votantes del PSOE siguen a Sánchez, el PP siguen a los votantes del PSOE. ¡Viva la alternancia!
ENTREVISTAS, HISPANIDAD
Carlos
Leáñez Aristimuño: «El gran oso hispánico que se fue a hibernar
a comienzos del XIX hoy está asomando la nariz»
El
profesor, escritor y conferenciante venezolano conversa con LA GACETA
sobre la importancia política del español, su extensión por el
mundo cibernético, la rebelión hispanista y los interesados
intentos de división y fragmentación constantes de su
comunidad
Nieves B. Jiménez. gaceta.
4 Febrero 2025
Vivimos tiempos difíciles. También para la lengua española. Muchos hispanohablantes prefieren destacar lo negativo cuando vuelven la mirada a nuestra historia, otros dirigen el foco hacia los micronacionalismos lingüísticos. No caen en la cuenta de que la dimensión cuantitativa y cualitativa del español es mayúscula. Los hispanohablantes tenemos la inmensa fortuna de hablar una de las tres megalenguas que existen en el mundo, entre el chino mandarín y el inglés. El hecho de poseer una megalengua nos llena de inmensas ventajas de las que no somos conscientes. Esas ventajas se han agudizado con la irrupción del ciberespacio.
Nuestra lengua es una de las más avanzadas en el terreno de la Inteligencia Artificial. El ciberespacio, donde intercambiamos en tiempo real y sin barreras, ha irrumpido extraordinariamente a través de una serie de dispositivos que configuran la nueva realidad virtual. Recuerden: en el mundo hay 7.000 lenguas. Somos más de 500 millones de hispanohablantes. Por su parte, el español es la tercera lengua en el ciberespacio, además de la segunda lengua en aplicaciones como X, Facebook o plataformas como Netflix… Asimismo, el par español-inglés es el más desarrollado por la IA: traducción automática, reconocimiento de voz, tratamiento de textos, reconocimiento de imágenes… Quien esté fuera de este tren quedará a la intemperie.
En el Diccionario de Autoridades, Tomo II (1729), leemos sobre el término Curiosidad: “Deseo, gusto, apetencia de ver, saber y averiguar las cosas como son, suceden o han pasado”. Deseo, gusto y apetencia de saber despierta el profesor, creador de las cátedras La guerra de los idiomas y Lengua, ciudadanía y nación hispanohablante, en la Universidad Simón Bolívar de Caracas, además de conferenciante y articulista, Carlos Leáñez Aristimuño, al que todos recordarán por su destacada intervención en el documental Hispanoamérica, de José Luis López-Linares, que lo ha convertido en uno de los referentes del español a nivel mundial. IDEAS tiene el privilegio de mantener esta cordial e ilustrativa conversación colmada de su expresión justa y el argumento más inteligente alrededor del estado actual del español, los retos que se nos plantean, el ciberespacio, la Inteligencia Artificial…
¿De qué depende la potencia del español? ¿Cuáles son sus fortalezas básicas? Y, ¿cuáles son sus debilidades?
La primera fortaleza del español, en el sentido de asegurar su permanencia en el tiempo, es que lo hablan centenares de millones de personas. A esto hay que añadir que, además, lo hacen como lengua materna: se une lo identitario y lo afectivo. Y algo fundamental: los hablantes de español se dan por bien servidos por su lengua: dado su equipamiento, pueden con ella acometer prácticamente cualquier tarea que se propongan. Por esto y por sentirse parte de una inmensa comunidad, cabe señalar igualmente que la mayoría de los hablantes de español no decide aprender otra lengua: no hay prácticamente riesgo, salvo en contadas zonas, de bilingüismo desequilibrado. ¿Las debilidades? Muchos hablantes nativos tienen un dominio insuficiente de la lengua, hay algunas pequeñas deficiencias en lo perteneciente a vocabularios especializados, el equipamiento tecnológico de la lengua depende mucho de factores externos…
Le he escuchado decir que otro factor importante para el futuro del español es que está siendo servido de manera adecuada en lo que se refiere a la digitalización…
Sí, respecto a la IA, reconocimiento de voz, la traducción automática, la interpretación automática y una cantidad de servicios y recursos, efectivamente, el español es una de las lenguas mejor equipadas del mundo. Y ello pasa por una adecuada digitalización. El único problema es que esa digitalización no está siendo llevada a cabo por nosotros mismos, sino por grandes empresas estadounidenses, que la llevan a cabo porque nos consideran, con mucha razón, un enorme mercado que, por supuesto, no se quieren perder.
¿Esa sería una de nuestras debilidades?
Podríamos decirlo así, sí, esa sería una de nuestras debilidades. Las seis o siete empresas que están metidas en el mundo de la IA son todas estadounidenses (Google, Microsoft, OpenAI, X, Meta…). ¡Invirtieron el año pasado unos 140.000 millones de dólares para “investigación y desarrollo”! Esto está generando una dinámica de creación de recursos en las redes de todo tipo que está cambiando el mundo.
¿De qué hablamos cuando hablamos de Inteligencia Artificial?
Para mí, es lo más importante que ha ocurrido después de la invención del fuego. Vamos a empezar a vivir como humanos, por primera vez, en amplia medida, dentro de ideas, conceptos y proyectos que no han sido realizados directamente por mentes humanas. Quien no esté en pleno diálogo con la IA, dentro del propio marco referencial de su lengua, estará realmente a la intemperie. ¿De qué hablamos concretamente? La IA, básicamente, es inteligente porque tiene capacidad de interactuar con nosotros, de entender nuestro lenguaje natural y de respondernos en nuestro lenguaje natural también, manejando una cantidad de datos gigantesca. Hasta el momento, hace lo que nosotros le decimos que haga y resolviendo, más rápido y eficientemente, una cantidad de cuestiones. Ahora bien, pronto llegaremos a una IA que ya sea relativamente autónoma de nosotros y que, tras recibir unas cuantas indicaciones, actuará sola. Es el próximo capítulo: la IA general. ¿Cómo se alimenta la IA? Básicamente, necesita muchos documentos adecuadamente digitalizados. Pueden ser fotos, escritos… pero que estén adecuadamente digitalizados. ¿Qué es digitalizar un texto? Sacarlo de la condición meramente física y ponerlo en una condición que pueda ser procesada por las máquinas. ¿La IA que habla se nutre de textos? Sí. ¿Mientras más textos, mejor? Sí. ¿Es posible la IA con pocos textos? Extremadamente difícil. Esto afecta claramente a las lenguas con pocos textos y, más aún, aquellas que sólo se realizan en la oralidad.
Me hablaba usted también del dominio insuficiente de la lengua…
Sí, claro. Otro punto importante es que muchos hablantes nativos de español tienen un dominio de la lengua bastante precario. Es decir, muchos hablantes son lo que yo llamo “hablantes rígidos”, hablantes que sólo saben moverse en un registro y en una situación. Pretenden hablar con todo el mundo, en todas las situaciones en las que se hallan, como hablan en el bar con los amigos. Eso no puede ser. Una persona que viva en una sociedad urbana y moderna se encontrará en cantidad de situaciones que requieren distintos modos de comunicación. Si alguna de estas variables no funciona bien, esta persona va a ser rechazada en determinados círculos. El buen hablante es aquel que, así como sabe cómo vestirse para ir a una fiesta, para ir a la playa o para ducharse, también sabe que debe hablar de manera distinta según la situación en la que se encuentra.
Entre muchos hispanohablantes muchas personas no tienen esta capacidad y están condenadas a la pobreza en todos los ámbitos: material, espiritual…
Sin duda. Este problema se soluciona, en general, en la escuela y con un buen maestro de primaria. La escuela primaria es la etapa más importante de la educación formal. Ahí aprendemos símbolos y sistemas que nos van a permitir entender e interactuar con la realidad y con la cultura en general. Si tenemos un dominio precario del lenguaje, tendremos una vida precaria, ni más ni menos. La sociedad no es consciente de la importancia de unos buenos maestros, cree que hablar es sencillamente abrir la boca y poner una palabra detrás de otra. Lamentablemente, la cosa es más compleja si queremos generar valor y tener, como ciudadanos, una participación política rica y pertinente.
El español es una lengua extremadamente poderosa. Andrés Bello decía que era un “medio providencial de comunicación y un vínculo de fraternidad”. Usted agrega que cuando esos factores convergen constituyen un destino común. Somos la segunda lengua más hablada, la tercera en la Red, en definitiva, somos una de las pocas comunidades mundiales que puede sobrevivir sin ser avasallados…
Podemos sobrevivir y no sólo eso, podemos volver a ser países relevantes en el mundo. No sólo sobrevivir como si estuviéramos aferrados a un tronco en medio de la tormenta, sino navegando en una embarcación adecuada, coordinando nuestra navegación con otras embarcaciones. Pero para eso necesitamos desmontar las autorrepresentaciones negativas, que proliferan entre nosotros sobre nuestra propia cultura. ¿Qué autorrepresentaciones? Por un lado, los hispanohablantes solemos considerarnos poco aptos para la ciencia, más bien atrasados y, por otro lado, con un pasado histórico que escuchando esas voces negativas pareciera que fue un error, ya que aparecen palabras como genocidio, inquisición … En realidad, todo este tema forma parte de una guerra cultural que se le montó al universo hispano, esencialmente porque era muy poderoso y católico, por parte del protestantismo de diversos signos, en los siglos XVI y XVII, y que después ha continuado, por supuesto, hasta nuestros días. Cuando España era, indudablemente, la primera potencia mundial y nadie podía ganarle en los campos de batalla, inventaron la guerra cultural, dejándonos con la imagen de genocidas, por ejemplo, con respecto a América. Esa visión nos priva de nuestro mayor motivo de orgullo. Lo que hizo España en América fue la creación de un nuevo pueblo muchísimo más próspero, con unas coordenadas de progreso absolutamente impresionantes. España, para ser claros, fue a generar nuevas Españas. Entregó lo máximo que tenía: su propio Dios. Entregó lo máximo que tenía de su propia humanidad, que fue su propia sangre, en el mestizaje y en la red de ciudades. Esa obra magna que debería ser el gran orgullo de todo hispano, de la península y de América, resulta que, por arte de magia de la guerra cultural, se vuelve motivo de vergüenza y motivo de resentimiento por haber sido supuestamente vejados. Cuando entendamos que nuestro pasado no es oprobioso, sino todo lo contrario, podremos desplegar a plenitud nuestro real potencial.
¿Por qué vamos siendo tan poco? ¿Por qué nos dejamos manipular tanto?
Vamos siendo tan poco porque tenemos una autorrepresentación terrible y totalmente falsa. Por un lado, la posición, muy hispanoamericana, de la víctima. Esto es muy “sabroso”: genera superioridad moral e irresponsabilidad… pero también impotencia… siempre estamos a merced del “imperialismo” o el villano de turno que resurge incesante e implacablemente. En España ocurre el mismo cuento, pero al revés. Los roles están bien repartidos y son complementarios. Los españoles son victimarios —“genocidio” americano, inquisición…—, con lo que quedan en una posición moral de inferioridad y culpabilidad. Quienes esgrimen estas posiciones en España —que son muchos— básicamente se consideran gente muy consciente que desea pedir perdón para reparar no sé qué injusticias históricas. Quedamos así, los hispanos todos, entrampados entre el resentimiento y la vergüenza cuando, si nos conociésemos bien, estaríamos plenos de agradecimiento y orgullo, generando las actitudes óptimas para retomar páginas de grandeza.
Volviendo a los idiomas, damos tanta importancia a otras lenguas que se nos olvida cuidar la nuestra. Usted reitera que lo importante y lo que nos salvará es estudiar bien nuestro idioma, leyendo y hablando correctamente
La mayoría de los padres no prestan mucha atención a cómo su hijo aprende español porque piensan que su hijo ya habla español. Y ciertamente lo habla, pero español de monte, silvestre. Lo que hay que verificar es si la lengua que aprende está dotando al niño de otras capacidades: que el niño sepa leer bien, que sepa escribir bien, que sepa razonar de manera adecuada y que sepa moverse en diferentes ambientes. También, actualmente, se pierde mucho tiempo estudiando otras lenguas. A mí me parece que deberían estudiar otras lenguas sólo las personas que tengan mucho interés en ello o las personas que tengan mucho talento para ello y les guste o las personas que vivan en un medio claramente bilingüe. La cantidad de horas que se invierten en el sistema educativo estudiando idiomas extranjeros me parece que cada vez más será considerada como pérdida de tiempo. Me refiero, esencialmente, al inglés. Ya prácticamente no hay necesidad de aprenderlo, pero esto no es visto o no se quiere ver. La necesidad de una lengua vehicular mundial se solucionará cada vez más haciendo una pequeña inversión en aplicaciones y aparatos que ya proporcionan un nivel de lenguaje netamente superior al que suele adquirir el hablante medio de inglés como lengua extranjera tras largos años de estudio. El buen hablante del futuro, será aquel que domine muy bien una lengua plenamente digitalizada, como el español, y que por este hecho pueda entrar en diálogo a todo nivel con las otras grandes lenguas digitalizadas. Con ello tendrá acceso al 90% de los hablantes del mundo y prácticamente a toda la información que pueda requerir en su propio idioma gracias a la traducción y la interpretación automáticas. El paradigma ha de cambiar: la comunicación global óptima no dependerá de medio saber varios idiomas, sino de saber muy bien el propio, si está adecuadamente digitalizado. Esto asegurará gran incisión y calidad expresiva. Los aparatos y la tecnología asegurarán que ese mensaje —cualitativamente superior— pueda ser captado en otros códigos lingüísticos impecablemente. Mensaje óptimo ampliamente captado son los signos de un habla futura bien gestionada.
Otra de las cosas importantes que tiene el español es que léxico, ortografía y gramática están consensuados entre todos nosotros, gracias a la labor de la Asociación de Academias de la Lengua Española
En la Asociación se encuentran todas las academias de la lengua española del mundo. Cada país hispanohablante tiene su academia de la lengua, no solamente España. Estas asociaciones se reúnen y generan consensos en torno a gramática, ortografía y léxico de uso corriente. Entre las grandes lenguas del mundo, el español es la única que posee ese consenso entre léxico, ortografía y gramática. Sólo nosotros tenemos esa fortuna. Este es otro factor de unidad y fortaleza de la lengua española.
A las grandes potencias tecnológicas les conviene tenernos cerca
¡Y a nosotros nos conviene tenerlas cerca también! Poseen una tecnología que nos es absolutamente imprescindible, y, evidentemente, a ellos les conviene tenernos cerca a nosotros porque somos un gran mercado. Hay una mutua necesidad que tenemos que saber explotar en todas las negociaciones que emprendamos con ellos, de tal manera que nuestra cultura y nuestra lengua no se vean sometidas a manipulaciones o reducciones inconvenientes.
La lengua que no esté plenamente digitalizada desaparecerá, dice usted. Y no le estamos dando la importancia que merece…
En España hay cantidad de iniciativas relacionadas con la digitalización y la IA que actualmente están llevando a cabo la Biblioteca Nacional de España, diversos ministerios del Estado español, la RAE, comunidades autónomas, etc. La RAE negocia espacios interesantes con Microsoft y Google, por ejemplo, para que las máquinas lleguen a hablar la lengua española de manera competente. En Hispanoamérica, por otra parte, las actividades son, hasta donde he podido constatar, digamos, artesanales. Los esfuerzos son loables, pero, a todas luces, insuficientes. ¡Recordemos que las grandes tecnológicas están invirtiendo 140 mil millones de dólares al año en estos temas!
Nos encontramos, pues, ante grandes retos…
Los retos son hacer entender a las grandes tecnológicas que ellos nos necesitan a nosotros y nosotros los necesitamos a ellos. Y a partir de esa necesidad mutua debemos emprender un marco de negociación de beneficio mutuo. En esa mesa deben estar sentados todos los hispanohablantes, todas las instancias, entre ellas la Asociación de Academias de la Lengua Española. Es vital que la representación no sea exclusivamente española peninsular, que es lo que ha ocurrido hasta el momento por negligencia hispanoamericana. La lengua es un bien común de españoles peninsulares e hispanoamericanos. Todos somos propietarios: no hay inquilinos y mucho menos okupas. Tenemos que tratar de defender esto, que es tan estratégico, todos juntos, ya que así tendremos más peso a nivel mundial.
La comunidad hispana está llamada a ejercer una posición de mayor hegemonía y liderazgo. Sin embargo, no lo estamos haciendo, en algunos casos, por cuestiones ideológicas. Los nacionalismos, por ejemplo, están erosionando el avance del español.
Una persona que sólo domina una lengua que no es hablada por centenares de millones de personas inevitablemente carece de una serie de servicios y recursos tecnológicos sencillamente porque esa lengua no tiene la escala —ni a nivel económico ni a nivel de textos disponibles para la digitalización— para producirlos. Al menos por ahora. Cualquiera que hable una lengua minoritaria tiene que tener conciencia de que va a necesitar, inevitablemente, una lengua de comunicación con el resto de su país e incluso con el resto del mundo. Es decir, si una persona habla, por ejemplo, euskera, lo cual evidentemente está muy bien y es totalmente respetable, va a tener que hablar otra lengua si pretende entenderse con alguien que no hable euskera o tener acceso a cantidad de servicios. ¿Cuál es esa lengua? Naturalmente debería ser el español: es una de las megalenguas del mundo y, además, es materna para al menos el 70% de los que habitan el País Vasco. ¿Por qué será que se está queriendo privilegiar con tanto énfasis una lengua que es hablada por una pequeña cantidad de personas? La respuesta para mí es totalmente política: divide y vencerás. ¿A quién conviene esto en el mundo? A todos los que quieren una hispanidad sin perspectivas de unidad ni de grandeza. Tenemos que entender que hay muchos factores que están interesados, a través de los nacionalismos lingüísticos, en acabar no sólo con España, sino con cualquier camino que nos llevara a una reconstrucción de poder hispano en el mundo. En este sentido, fragmentar España es clave, ya que —contrariamente a Hispanoamérica, que se desentiende del asunto por complejos—, España invierte en lo que podríamos llamar “orquestación panhispánica global” a través de un enjambre de instituciones de todo tipo. Esto representa un peligro para los grandes del orbe: en el mundo no se quiere un competidor global más. Se quiere ratoncitos manipulables. Y se les viene fabricando desde el siglo XIX en Hispanoamérica, con Simón Bolívar, hasta hoy con Carles Puigdemont. Evidentemente, el primer flanco de ataque es interno: los españoles que odian España, que son muchos. Estamos bajo fuego amigo. Los nacionalismos lingüísticos españoles son la máscara de un juego duro y sostenido: la fragmentación continua, incesante, del bloque hispano… ¡yo diría incluso desde el siglo XVII, con el Duque de Braganza! Esa fragmentación incesante tiene como afán que nosotros los hispanos nunca levantemos cabeza. Y nuestra misión en el siglo XXI es justamente esa: levantarla para coescribir la historia y no ser cáscaras de nuez a merced de las corrientes.
Somos el producto de un gran encuentro, lo que hace falta es más comunicación entre las dos orillas y valorarnos más. ¿Es optimista?
Totalmente optimista. Y en términos racionales. El español es un idioma hablado como lengua materna por 500 millones de personas que hoy, gracias al ciberespacio, se hallan más intercomunicadas que nunca: los hispanos somos el tercer bloque mundial en internet. Esto puentea las fronteras de los Estados, anula las distancias como nunca antes y genera un trinomio de poder: gran población (500 millones) + una lengua común (el español) + un territorio (el ciberespacio). Hoy hay más intercambios entre hispanos de diferentes países que nunca. Esto está generando una demanda de tejido panhispánico que tendrá que ser tomada en cuenta por las instancias de poder real, que habrán de desdibujar cada vez más las fronteras jurídicas que nos separan en el mundo físico: dudo que pase la primera mitad de este siglo sin que haya libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas entre nosotros. Por si esto fuera poco, lo anterior, espontáneo, está siendo acelerado conscientemente, insisto, por lo que he dado en llamar la “rebelión hispanista”: un movimiento panhispánico claramente en curso desde 2016 —fecha de publicación de Imperiofobia de María Elvira Roca Barea— que desmonta los relatos inhabilitantes que nos han agobiado y nos coloca ante una visión de nuestro pasado que nos hace pasar del resentimiento y la vergüenza al agradecimiento y el orgullo. Las consecuencias positivas de este cambio son imposibles de exagerar. El gran oso hispánico se fue a hibernar a comienzos del siglo XIX, no estaba muerto, no. Y hoy, claramente está asomando la nariz a la primavera.
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