Recortes
de Prensa Viernes
28 Febrero
2025
Rusia
ataca instalaciones energéticas cerca de Járkiv
Carlos
Garcés. Madrid. el mundo. 28
Febrero 2025
Zelenski ya se encuentra en Estados Unidos para reunirse con Trump y firmar el acuerdo para la explotación de las tierras raras de Ucrania. Mientras tanto, los ataques siguen en territorio ucraniano, donde las tropas rusas se siguen centrando en instalaciones estratégicas y energéticas de Ucrania.
Esta noche, Rusia ha realizado varios ataques contra la infraestructura energética de la región de Járkiv, en el noreste de Ucrania. En esos bombardeos, en los que se han usado principalmente drones, ha resultado herida una persona.
Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, se resistió a la captura por parte de las fuerzas rusas en las primeras etapas de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022. Desde entonces, la ciudad y la región que la rodea han sido un objetivo frecuente de los ataques aéreos de las fuerzas rusas.
9:00
Ucrania dice que derribó 107 de los 208 drones lanzados por Rusia durante la noche
El ejército ucraniano dijo el viernes que había derribado 107 drones de los 208 lanzados por Rusia durante la noche, informa Reuters.
La fuerza aérea dijo que otros 97 drones se habían "perdido" y no alcanzaron sus objetivos, probablemente debido a contramedidas de guerra electrónica.
8:25
Rusia derriba 22 drones sobre cinco de sus regiones
Las defensas antiaéreas rusas derribaron anoche 22 drones ucranianos sobre cinco de sus regiones, informó este viernes el Ministerio de Defensa de Rusia, informa Efe.
Según el parte castrense, el mayor número de aparatos no tripulados - 8 - fue neutralizado en la región de Oriol.
Otros siete drones fueron derribados en Kursk, región fronteriza rusa, ocupada parcialmente por tropas ucranianas desde el 6 de agosto de 2024.
Cuatro aparatos fueron abatidos en Briansk, dos en la región de Krasnodar y uno en Smolensk, concluye la nota oficial.
8:00
Starmer invita a más de una docena de líderes a una cumbre sobre Ucrania el domingo
El primer ministro británico, Keir Starmer, invitó a más de una docena de líderes europeos a una cumbre el domingo para "impulsar" sus acciones en Ucrania y la seguridad, anunció su oficina el viernes, informa Afp
Ese día, después de una reunión telefónica matutina con los países bálticos, Starmer dará la bienvenida al presidente ucraniano Volodimyr Zelenski en Downing Street. Luego, por la tarde, en una cumbre en Londres, reunirá a líderes de varios países europeos, incluidos Francia, Alemania, Dinamarca, Italia, Turquía, así como de la OTAN y la Unión Europea.
7:30
El aeropuerto Sheremetyevo de Moscú reanuda los vuelos tras una breve suspensión
El aeropuerto Sheremetevo de Moscú reanudó las llegadas y salidas de vuelos el viernes por la mañana tras una suspensión temporal de las operaciones, dijo la autoridad de aviación de Rusia, informa Reuters.
"Las restricciones a la llegada y salida de aeronaves se levantaron en el aeropuerto Sheremetevo a las 03:45 hora de Moscú (0045 GMT)", dijo la autoridad de aviación en su aplicación Telegram.
La autoridad dijo que las restricciones se introdujeron para garantizar la seguridad de los vuelos de aeronaves civiles.
7:00
El alto responsable de seguridad ruso llega a Pekín para reunirse con Xi
El alto responsable de seguridad de Rusia y exministro de Defensa, Serguéi Shoigú, llegó este viernes a Pekín para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, dijeron agencias de noticias rusas, informa Afp.
"Durante su visita de un día, debe de reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, (...) y con el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi", afirmó la agencia TASS.
El viaje de Shoigú se produce días después de una llamada de Xi con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la que el dirigente chino aplaudió "los esfuerzos positivos" de Moscú para acabar con la crisis en Ucrania.
EL GRAN REPLIEGUE ESTRATÉGICO
El
arte de (la niebla) de la guerra: detrás de la ceremonia de la
confusión, hay un plan para dominar el mundo
Enrique Andrés Pretel. el confidencial. 28 Febrero 2025
La doctrina militar del Ejército de Estados Unidos, inspirada en el general prusiano Carl von Clausewitz, define la niebla de la guerra como ese momento del combate en el que se combinan "fricción, oportunidad e incertidumbre". Un escenario "complicado para que el comandante (adversario) pueda reaccionar adecuadamente y adaptarse de forma versátil y en tiempo real a la circunstancia, para crear oportunidades y reducir vulnerabilidades".
Esta inevitable realidad del campo de batalla moderno envuelve ahora los primeros compases del nuevo mandato de Donald Trump. El magnate republicano está utilizando esta espesa bruma estratégica para enmascarar sus verdaderas intenciones en asuntos internacionales y domésticos; y la ha convertido en la piedra angular de su plan para reafirmar la primacía de Estados Unidos en el concierto de las naciones. Es decir, gobernar el mundo, pero a su manera.
La metáfora no es mía, sino de Mark Toth y del coronel (r) Jonathan Sweet, analistas de seguridad nacional y política exterior, en una columna publicada en The Hill. Les pregunto cómo deben encajar los socios de EEUU este cóctel de telerrealidad, venta de coches de segunda mano y cohetes espaciales con el que se maneja la Administración republicana que los ha dejado en una suerte de estupor diplomático. Pocos manuales de diplomacia explican cómo reaccionar si la primera potencia económica y militar del planeta te insulta, te extorsiona o amenaza con sacarte un ojo (financiero o territorial).
"Los aliados deben asumir que, de ahora en adelante, esta es la nueva normalidad en la Casa Blanca. El mensaje de Trump llega alto y claro. Washington solo quiere socios estratégicos, no dependientes. Si Europa sigue andando a tumbos por la niebla, corre el riesgo de quedar atrás, como en Riad [durante las negociaciones entre Washington y Moscú sobre Ucrania]", me comentan Toth y Sweet. "El proceso europeo de toma de decisiones debe ser más rápido y flexible".
El presidente estadounidense va a pulverizar la unanimidad europea. En ocho semanas, el líder del mundo libre habría amenazado con convertir a Canadá en el estado número 51 de la Unión, mientras intimida a Dinamarca para que le venda Groenlandia y promete retomar "el control" del Canal de Panamá (sin descartar el uso de la fuerza militar en ninguno de los casos). Ha dicho que expulsará a los palestinos para urbanizar Gaza, que se lava las manos en Ucrania y que Europa se puede ir preparando para pagar la cuenta. Llevamos apenas 50 días del año y hay un montón de charcos por delante. Esto no ha hecho más que empezar.
Solo podemos intuir cómo se están colocando las fichas. Y con la advertencia de que el magnate neoyorquino no es el único jugador impredecible sentado en esta partida. Cada acción tendrá una reacción. Y la inacción, como en todos los momentos decisivos de la historia, también cuenta como respuesta.
Pero si Trump tiene dominadas la fricción y la incertidumbre, no está tan clara la gestión de la oportunidad. Porque, al fin y al cabo, nadie sabe muy bien cuál es el objetivo último en la heterogénea mente colectiva que durante (al menos) los próximos cuatro años ocupará el Ala Oeste. Ni tampoco cómo opera la enrevesada maraña de incentivos e intereses cuya jerarquía todavía se nos escapa. En definitiva, ¿cuál es el plan?
Paso 1: desmontar el tinglado internacional
Vistas en gran angular, las acciones del Gobierno estadounidense parecen orientadas hacia un gran repliegue estratégico con varios ejes a seguir. Es el fin de la era de posguerra. El Sheriff Reticente sobre el que teorizó Richard Haas se ha hecho viejo. Está cansado, harto de asustar bandoleros. Ahora piensa retirarse a su rancho y cultivar la tierra. Y no quiere que, en unos años, su pasado vuelva luego a buscarle. Hasta cierto punto, Trump estaría tratando de controlar a su modo el descontrol que se avecina cuando el comisario del mundo deje la estrella.
Este pilar está cimentado sobre el concepto de "escasez", una palabra que va ganando peso en el discurso de política exterior norteamericano. Esta idea de que no hay dinero para tanto marca el fin de la diplomacia de la multilateralidad, la cooperación y la ayuda al desarrollo como estandartes para la influencia de una nación. Gran parte de este tinglado estaba (está) sostenido por el Imperio. Política y financieramente. Las Naciones Unidas y su indescifrable sopa de siglas, la OTAN y todos los Gs, del 7 al 20. Ahora Nerón está quemando Roma y nadie llorará la caída de los burócratas internacionales. Occidente va a crujir.
"Cuando le preguntaron al presidente Biden si EEUU podría apoyar a Ucrania e Israel al mismo tiempo, insistió: somos los Estados Unidos de América, por amor de Dios, la nación más poderosa [...] en la historia. Mientras, el presidente Trump ha asegurado en repetidas ocasiones que América está en declive. De hecho, la noción de escasez se ha convertido en una premisa central en el pensamiento de política exterior del Partido Republicano. Dicen que EEUU ya no es el superpoder global con recursos infinitos para sostener el orden internacional", argumenta el informe de la Conferencia de Seguridad de Múnich en un capítulo del informe dedicado al fin del consenso pos Guerra Fría (firmado por el investigador senior Leonard Schütte).
Sin los escrúpulos civilizatorios de la Pax Americana, Trump no está teniendo reparos en quemar décadas de poder blando acumulado por la diplomacia estadounidense y trazar nuevas alianzas meramente transaccionales, orientadas al beneficio de su agenda aislacionista. El mandatario puede negociar con dinero, con territorios, con vidas. No hay sangre, sudor o lágrima fuera de la mesa. Es la realpolitik de El Aprendiz. Aunque esta no encaje con las definiciones de la academia. O precisamente por ello.
Paso 2: dividir el mundo en áreas de influencia
El escenario más temido, por ser el más probable, es el retorno a las áreas de influencia y el sálvese quien pueda. En el Despacho Oval, donde estos días pululan constructores, tecnoligarcas y niños, parecen estar dispuestos a negociar una división del poder geopolítico; siempre y cuando se salvaguarden los intereses estratégicos de los ciudadanos estadounidenses (aunque a veces estos sean difíciles de distinguir de los del propio entramado Trump).
Es el fin del excepcionalismo americano. Lo explicó sin rodeos el secretario de Estado, Marco Rubio, el menos sospechoso de histrionismo geopolítico en el nuevo elenco del poder norteamericano.
"No es normal para el mundo tener simplemente un poder unipolar. Eso fue una anomalía. Fue producto del fin de la Guerra Fría, pero eventualmente iba a llegar un punto en el que existe un mundo multipolar, con muchos grandes poderes en diferentes partes del planeta. Nos enfrentamos a eso ahora con China y, hasta cierto punto, con Rusia. Y además tienes estados canallas como Irán o Corea del Norte con los que lidiar", aseguró el exsenador republicano en una reciente entrevista con Megyn Kelly.
Después de casi 40 años repartiendo dividendos de la paz, Estados Unidos parece querer hacer caja antes de levantarse de la mesa.
Las negociaciones vis-a-vis con Vladímir Putin abren el telón a esta nueva reconfiguración. Washington se va de Europa y quiere pactar una salida ventajosa. Esto incluye (o empieza) por asegurar una retirada militar estable —e incluso rentable, con el pacto sobre tierras raras— de Ucrania y del continente. A la postre, ha dejado claro Trump, serán Bruselas y Moscú los que tendrán que verse las caras.
"Nos separa un bonito y gran océano", resumió en un mensaje ultimátum a sus socios europeos para que acepten la paz de Putin y que marca un antes y un después en las relaciones trasatlánticas. No es una licencia poética. Es literal: más de 5.000 kilómetros de aguas atlánticas (unos 1.200 desde Groenlandia) dan margen para mucha indiferencia. O la paz de Putin, o la guerra de Putin.
En Oriente Medio sucede algo similar. Arabia Saudí, Jordania y los estados del Golfo tendrán que mojarse en el problema palestino o la solución será la de Israel. Su propuesta de recalificar Gaza como si fuera una playa mediterránea es una muestra de lo que está dispuesto a digerir la nueva sensibilidad americana. Todo.
Paso 3: asegurar nuevos activos estratégicos
El trumpismo nos dice que el espíritu del Atlántico Norte se desvanece, en teoría, porque la acción va a estar en China y el Indo-Pacífico. Pero el discurso (el discurso) sugiere otras intenciones. De nuevo, son señales difusas y a veces contradictorias.
Hasta ahora, los incentivos comerciales habían sido unos grandes radiadores cuando las tensiones políticas sobrecalentaban los nodos de poder. Pero en el mundo de los aranceles y las barreras, hay declaraciones que pueden ser leídas en clave militar. Por ejemplo, la reciente amenaza del mandatario estadounidense de poner aranceles del 100% a los microprocesadores de Taiwán podría ser interpretada en Pekín —avisan algunos analistas— como una interesante luz ámbar para un eventual asalto del estrecho de Formosa. Armado, comercial o híbrido.
Esto abre una preocupante grieta en el llamado escudo de silicio que protege la isla. Porque, si los productores norteamericanos van a tener que pagar un sobreprecio exorbitante por los semiconductores asiáticos por el proteccionismo republicano, ¿qué interés van a tener en salvaguardar la lejana democracia taiwanesa? Ha bastado un mensaje para que la delicada ambigüedad estratégica con la que Washington defiende a Taipéi —y evitar guerra de los 10 billones de dólares— quede seriamente tocada.
Eso sí, con un par de advertencias: "Una: EEUU no va a ceder sus intereses económicos y militares en el Indopacífico. Y segundo: el cambio climático está creando dos nuevas esferas de influencia, con nuevas rutas polares y ricas reservas minerales en el Ártico y la Antártida", me advierten Toth y Sweet.
En esta partida de Risk, Washington está más interesado en asegurar su propia area de influencia más que en disputar la del adversario. Desde esta óptica, es tan alarmante como lógico que Trump sea más beligerante con sus aliados que con sus teóricos rivales civilizatorios; porque son precisamente sus socios los que tiene los activos estratégicos que a la actual administración codicia. Por eso, su lista de las obsesiones no es arbitraria.
El Canal de Panamá, punto neurálgico del comercio global (entre el 3% y el 6%), es vital para la proyección naval y seguridad energética de Estados Unidos. Groenlandia está llamada a dominar las futuras rutas comerciales que está abriendo el deshielo del Ártico, lo que reduciría la dependencia norteamericana de las sendas tradicionales. La pacificación a cualquier precio de Oriente Medio y la permanente asfixia de Irán busca mantener controlado otro de los nudos gordianos del tráfico mercante y energético (Ormuz, Bab El-Mandeb y Suez).
La Casa Blanca aspira a reducir los precios del crudo. Necesita ganar margen de maniobra para lidiar, al viejo estilo, con las presiones inflacionarias de sus propias políticas de aranceles. En este contexto, quizás lo que pase en el Mar del Sur de China podría pasar a ser secundario para el Departamento de Estado si hay un pacto de no agresión (tácito o explícito) con Xi Jinping de por medio.
Paso 4: ¿Ultima ratio Trump?
La duda definitiva es si Trump está dispuesto a ejercer la ultima ratio regum (la razón definitiva del rey). Es decir, si respaldará con los cañones lo que le dicta su soberanía. Porque, en todo este tira y aflojar de titulares apocalípticos, hay una bravata que brilla por su ausencia. La del potencial despliegue de tropas estadounidenses en teatros de operaciones críticos. Al contrario. La dirigencia norteamericana ha dejado clara, por activa y por pasiva, su renuencia a las aventuras militares internacionales. Por lo que conocemos de la mente colectiva del trumpismo, no parece que haya incentivos para una guerra que no sea comercial.
Hay otras señales de que no está el horno del Pentágono para bollos bélicos de ultramar. En su promesa de transformación radical de la administración norteamericana, la ecléctica unidad de Elon Musk para recortar el gasto federal tiene la mira puesta en el Pentágono. El aluvión de noticias y reformas que se avecina ha hecho que el multimillonario texano haya creado una cuenta específica de X/Twitter dedicada a las acciones de DOGE para el Departamento de Defensa (por ahora, sin actividad). Todo apunta a una transición militar en ciernes con destino incierto para la superpotencia.
Esto no quiere decir que el líder estadounidense, movido por circunstancias estratégicas, políticas o personales, no vaya a estar dispuesto a flexionar músculo militar llegado el caso. "La respuesta corta es sí. Recordemos que Trump ordenó el ataque la base aérea Al-Shayrat (...) como respuesta al (entonces presidente) Basar al Asad por el uso de agentes químicos prohibidos contra los rebeldes sirios. También autorizó la operación que mató el comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, general Qasem Soleimani. Y es probable que esté dispuesto a utilizar más fuerza si es necesario", me avisan Toth y Sweet.
A estas alturas del análisis, verá que hay demasiadas piezas móviles en este mecanismo para saber dónde y cómo van a acabar ordenadas (o desperdigadas). Hay tantos intereses políticos, comerciales, militares y sociales entrecruzados, que el horizonte se está plagando de cisnes negros y rinocerontes grises. Si el escenario más probable ya parece disruptivo, es complicado imaginar los efectos acumulados de incorporar otro radical libre más a la ecuación.
Porque en geopolítica, el espacio que libera un actor lo suele ocupar otro. Y un abrupto cambio de los intereses estratégicos de Estados Unidos supondrá un desequilibrio en muchos de los conflictos regionales y bilaterales que sostenía el peso político de Washington. Conflictos latentes, revanchas históricas, caudillos ambiciosos. Muchas tensiones se van a disparar sin la presencia mediadora del policía del mundo.
Estamos inmersos en una suerte de conferencia de Yalta a la que Europa no ha sido invitada. Suena a exageración. Pero se están moviendo fronteras en vivo y directo. En Europa, en Oriente Medio; en nuestro propio vecindario con el Sáhara Occidental. Puede que no sean las últimas en estos próximos años.
En última instancia, detrás de la niebla de la guerra, muchas veces lo que hay es —sorpresa— la guerra.
Zelenski
llega a Washington para formalizar acuerdo de explotación de
minerales
Carolina Serrano R. la razon. 28
Febrero 2025
La visita de Volodímir Zelenski a Estados Unidos para firmar el acuerdo de explotación de tierras raras con Donald Trump representa un antes y un después en la relación entre ambos países y en el desarrollo del conflicto en Ucrania. Trump buscará hacerse con el 50% de los ingresos obtenidos por la explotación de los recursos naturales ucranianos. Sin embargo, existe gran ambigüedad en torno a las garantías de seguridad y apoyo militar que Estados Unidos brindará a Kiev.
Mientras tanto, los ataques rusos continúan en el este del país, con especial énfasis en las infraestructuras energéticas y estratégicas en Járkiv, pues Moscú busca mantener la presión sobre Ucrania incluso en medio de las negociaciones de paz. En este contexto, la posición de Trump sigue generando incertidumbre. A pesar de haber calificado a Zelenski de "dictador" hace solo unos días, el presidente estadounidense ha cambiado su discurso, elogiando la valentía del líder ucraniano y asegurando que su administración busca garantizar la estabilidad del país.
No obstante, la falta de detalles sobre cómo se materializará el respaldo militar de Estados Unidos preocupa a Kiev y a sus aliados, quienes temen que el acuerdo con Rusia no incluya medidas suficientes para evitar una nueva invasión en el futuro. Trump insiste en que la mera existencia de intereses económicos estadounidenses en Ucrania será disuasoria para Moscú, aunque muchos analistas consideran que esto no sustituye un compromiso militar claro.
Por otra parte, el presidente estadounidense afirmó que Moscú ha estado "actuando muy bien" y que el acuerdo de paz en Ucrania está avanzando, aunque aún no se ha cerrado. Sus palabras, en las que expresó confianza en que Vladimir Putin cumplirá con su parte del trato, se reciben con escepticismo en Europa e incluso dentro de su propio país.
09:04
Rusia derriba 22 drones ucranianos en cinco regiones y refuerza su defensa aérea
Las fuerzas de defensa antiaérea de Rusia derribaron la pasada noche un total de 22 drones ucranianos en cinco de sus regiones, según informó este viernes el Ministerio de Defensa ruso.La región de Oriol fue la más afectada, con ocho aparatos neutralizados, seguida de Kursk, donde se abatieron siete drones en medio del control parcial que mantiene Ucrania desde agosto de 2024.
Además, se reportaron cuatro derribos en Briansk, dos en Krasnodar y uno en Smolensk.
08:54
Starmer respalda el acuerdo minero de Trump
Tras reunirse con el presidente estadounidense en Washington, el primer ministro británico, Keir Starmer reconoció la "validez" de la estrategia de Trump para asegurar el acceso a minerales de tierras raras ucranianos.
08:43
Starmer convoca a líderes europeos a una cumbre en Londres para reforzar el apoyo a Ucrania
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha convocado a más de una docena de líderes europeos a realizar cumbre en Londres este domingo. El objetivo será reforzar la coordinación en materia de seguridad y apoyo a Ucrania.
Antes del encuentro, Starmer mantendrá una reunión telefónica con los países bálticos y recibirá en Downing Street al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Asimismo, en la cumbre participarán representantes de Francia, Alemania, Dinamarca, Italia y Turquía, así como altos cargos de la OTAN y la Unión Europea.
08:31
Buenos días, comenzamos con las últimas noticias relacionadas con Ucrania, los intentos de pacificar el país emprendidos por Donald Trump y las negociaciones para que EEUU se haga con las tierras raras
Día de
Andalucía: desayuno ideológico en las escuelas
Adrián
García Peña. Vozpópuli. 28
Febrero 2025
Cada año, a finales de febrero, los andaluces envían a sus hijos al colegio para vivir uno de los mejores días del curso —además del festivo correspondiente—. A la hora del recreo, hileras de mesas aparecen repletas de unos deliciosos bollos de pan con aceite de oliva, y los muchachos hacen cola cuantas veces lo aguanten sus felices estómagos —y el presupuesto—. Lo recordarán con cariño toda su vida, lo cual cumple a la perfección el objetivo político que subyace: asociar esos momentos a la propaganda ideológica que tiene lugar de forma paralela. Como el lector se estará preguntando qué hay de malo en celebrar el Día de Andalucía en escuelas e institutos, veamos en qué consiste.
Si bien el profesorado es ideológicamente heterogéneo, no hay que olvidar que casi todos los partidos con representación en la comunidad autónoma participan en mayor o menor medida del andalucismo, empezando por los que han gobernado la Junta. Ello hace que, durante esta jornada, predomine la adhesión a la programación oficial y quede eclipsado el silencio de quienes, en minoría, se saben derrotados por la maquinaria propagandística. De este modo, cual tsunami identitario, la bandera, el escudo y el himno de la comunidad inundan en cantidades industriales aulas, pasillos y patios; utilizados para reforzar el discurso oficial de que Andalucía representa lo bueno, lo bello y lo justo.
También es habitual que el himno se cante en grupo, algo muy efectivo para crear y reforzar vínculos comunes y sentimientos de pertenencia. Bien lo sabemos los españoles cuando, por ejemplo ante un acontecimiento deportivo, escuchamos con sana envidia a la afición de la otra selección corear una letra hermosa. Cuando esos niños y adolescentes alcancen la edad adulta y rememoren la alegría, los colores y los sabores de ese día, lo harán pensando en la bandera blanca y verde, en un potente «sea por Andalucía libre» al que, cada vez con más frecuencia, no sigue un «España y la Humanidad», sino «los pueblos y la Humanidad». España, su patria, aparecerá poco o nada en esas imágenes, y muchos ni siquiera recordarán la fecha de la fiesta nacional, la de todos los españoles.
Junto con el cántico, las banderas y el festín, las criaturas —sobre todo las mayores— tienen ocasión de familiarizarse con el Estatuto de Autonomía, objeto de lectura en clase. Este documento, aprobado por una ley orgánica de las Cortes Generales, lejos de ser algo aséptico y referido únicamente a las cuestiones competenciales, está atravesado por una ideología andalucista a la cual se exponen niños y jóvenes, sin recursos intelectuales suficientes para defenderse. Además de hablar de Andalucía como «nacionalidad histórica», el texto incluye en su preámbulo pasajes memorables, como los siguientes:
- «Andalucía, a lo largo de su historia, ha forjado una robusta y sólida identidad que le confiere un carácter singular como pueblo, asentado desde épocas milenarias en un ámbito geográfico diferenciado, espacio de encuentro y de diálogo entre civilizaciones diversas».
- «El ingente esfuerzo y sacrificio de innumerables generaciones de andaluces y andaluzas a lo largo de los tiempos se ha visto recompensado en la reciente etapa democrática, que es cuando Andalucía expresa con más firmeza su identidad como pueblo a través de la lucha por la autonomía plena».
- «Andalucía ha vivido el proceso de cambio más intenso de nuestra historia y se ha acercado al ideal de Andalucía libre y solidaria por la que luchara incansablemente Blas Infante, a quien el Parlamento de Andalucía, en un acto de justicia histórica, reconoce como Padre de la Patria Andaluza en abril de 1983».
Aunque el lector no sea andaluz, seguro que ha oído hablar de Blas Infante. Probablemente en boca de políticos andaluces —con PSOE y PP al frente— que llenan de elogios su figura y la reivindican para el presente y el futuro de la comunidad. Cada año, el presidente autonómico y representantes de los partidos conmemoran el aniversario de su nacimiento junto al busto que se encuentra en el patio del Parlamento de Andalucía. Así lo viene haciendo religiosamente Juan Manuel Moreno Bonilla, siempre solemne, refiriéndose al personaje histórico como «Padre de la patria andaluza y un hombre comprometido con la igualdad y la libertad de nuestra tierra”. Pero ¿quién fue y qué pensaba el nacionalista Blas Infante? ¿Qué justifica dicho homenaje y su presencia destacada en las escuelas andaluzas al celebrar el Día de Andalucía? Agárrense y saboreen algunas de las cosas que escribió en el verano de 1931, a comienzos de la II República:
- «La bandera verde y blanca de Andalucía; “verde, como la esperanza, cuando se asoma a nuestros campos; blanca, como nuestra bondad”, que dicen los versos árabes que la cantan!»
- «Andalucía [...] En su territorio, siempre que fue libre (la última vez, durante la época musulmana), se operaron las grandes síntesis [...] de Europa».
- «Uno de nuestros reyes más representativos, Almotamid, decía: «La prudencia consiste en no ser prudente». Pero entonces, Andalucía era libre: hoy es esclava».
- «Pero jamás hemos dejado de ser lo que somos de verdad: esto es, andaluces; euro-africanos, euro-orientales, hombres universalistas, síntesis armónicas de hombres. [...] No queremos. No hemos podido llegar a ser europeos, a pesar del bárbaro coloniaje».
- «Andalucía no ha dejado jamás de haber sido al-Andalus, esto es, algo extraño a España europeizada; algo completamente ajeno a Europa».
- «Un solo observador [...] vino a apercibir el secreto que guardábamos cuidadosamente. Ese observador fue un destacadísimo político catalán. Recuerdo que en cierta ocasión, ya hace muchos años, llegó a preguntarme: “¿Os fundáis vosotros en al-Andalus?”. Y que muy parcamente, sin añadir una palabra más, yo hube de contestarle: ¡Sí!»
Vender su alma al diablo
¿Qué hacen Moreno Bonilla y el resto de políticos andaluces ensalzando a este majadero y llevando su figura a escuelas e institutos? ¿Cómo puede el autor de esas palabras ser llamado oficialmente «padre de la patria andaluza»? Es probable que Blas Infante, en realidad un completo desconocido en los grandes partidos —en los pequeños sí leen algo más sus obras, y llegan a creérselas—, sea sencillamente utilizado como símbolo vacío para legitimar el autonomismo, es decir, su modo de vida. Sus señorías, dispuestas a vender su alma al diablo a cambio de su acomodada vida en política, no se quieren enterar de que si triunfan las ideas del mencionado personaje o las de sus camaradas de otras regiones, España se acaba. Pocos pueblos se esmeran tanto como el español en cavar su propia tumba.
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El plan
real de Sánchez y el separatismo: la entrega en cinco años de un
importe equivalente a toda la deuda catalana
Carlos
Cuesta. libertad digital. 28
Febrero 2025
El empaquetamiento de la deuda pública catalana al resto de españoles no ha hecho más que empezar. Ni es cierto que la medida del Gobierno sea una condonación —la condonación implica la renuencia al derecho de cobro por parte de los acreedores y aquí ningún acreedor ha renunciado al cobro de nada— ni es cierto que con el pago de los 17.104 millones de la deuda catalana se haya terminado el saqueo. El empaquetamiento de la deuda se complementa con el plan de creación de un cupo catalán igualmente inconstitucional. Y esa segunda vía implica el traslado de 13.000 millones en ingresos desde el resto de territorios a Cataluña cada año. En resumen, que en cinco años, la deuda catalana —se acerca ya a los 90.000 millones de euros— prácticamente está pagada al completo por el resto de españoles.
La deuda de los socios de Sánchez
Fue FEDEA quien calculó esa cifra: la del coste para el resto de CCAA de la creación de un cupo para Cataluña, tal y como le ha prometido Pedro Sánchez a Junts. Y la combinación de las dos medidas se convierte, por lo tanto, en todo un plan de pago pleno de la deuda catalana por parte del resto de ciudadanos españoles.
La deuda catalana total se encuentra en estos momentos en casi 89.000 millones, 2,4 veces la madrileña. Y en cinco años de pagos anuales de 13.000 millones, más los 17.104 millones de traslado inicial de la deuda catalana, la suma de abonos por parte del resto de CCAA a Cataluña ascenderá a 82.104 millones de euros, una cifra muy cercana a los 89.000 millones de deuda. Pero, además, los 13.000 millones por año de aumento de ingresos con respecto a la situación actual seguirían operando pasados esos cinco años, con lo que sus ganancias seguirían creciendo de forma continua.
Es más, Junts y ERC nunca han dejado de pedir más o de reclamar más inversiones territorializadas para Cataluña, con lo que, por supuesto, que esa cifra a favor de la Generalidad catalana seguirá creciendo por encima de lo esperado.
El motivo: crear un nuevo país catalán
De todos modos, lo cierto, al margen de la cuestión estrictamente numérica, es que Cataluña quiere el dinero por motivos económicos y no económicos.
El golpe separatista del 1-O de 2017 contó con un punto débil: la falta de ingresos con los que pagar el enorme coste de lanzar un pretendido país nuevo sin respaldo internacional, sin un sistema tributario propio implantado de verdad y sin acceso a los mercados de deuda. Y todo lo que está pactando en estos momentos el separatismo con Pedro Sánchez podría mejorar la posición de Cataluña en esas materias.
Traducido: un empaquetamiento de deuda al resto de España, un aumento brutal de la caja y la implantación real de una Hacienda catalana propia —tal y como ha pactado el separatismo con Sánchez— pondría a los separatistas en una posición mucho mejor que la de 2017 para repetir su golpe independentista.
Plataforma
per la Llengua y el ‘president’
Alejandro
Tercero. cronica global. 28
Febrero 2025
Plataforma per la Llengua es una de las entidades más extremistas que existen en Cataluña (quizás sólo igualada por Òmnium Cultural en cuanto a nivel de fanatismo). Su principal objetivo es “promover la lengua catalana como herramienta de cohesión social”. Sin duda, un objetivo muy loable.
Sin embargo, el problema radica en que tras ese planteamiento se esconde, en realidad, una persecución implacable contra quienes se atrevan a utilizar el castellano en cualquier ámbito de nuestra comunidad.
Entre los éxitos de Plataforma per la Llengua destacan acciones como el espionaje a niños en escuelas de Cataluña para comprobar si utilizaban principalmente el español y después exigir medidas al Govern para corregir esa situación, que la entidad considera inaceptable.
También son especialistas en campañas de denuncias masivas contra empresas que utilizan mayoritariamente el castellano en sus rótulos y comunicaciones con los clientes, que en muchas ocasiones terminan con multas de la Generalitat a los comercios señalados.
Plataforma per la Llengua es, además, un actor destacado en la caza de brujas contra los sanitarios que usan habitualmente el español.
Y, por supuesto, son unos férreos defensores de la inmersión lingüística obligatoria exclusivamente en catalán. Es decir, de que no se imparta ni una sola hora en español en las escuelas de la comunidad, a pesar de que los tribunales han decretado la ilegalidad del modelo.
Tal es la obsesión de Plataforma per la Llengua a la hora de perseguir a los catalanes castellanohablantes que incluso ha recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) la negativa de la justicia a permitirle presentarse como parte interesada en los procesos abiertos en relación al mínimo del 25% en castellano que exigen los tribunales.
La Generalitat hincha de dinero público a los ‘espías’ del catalán en sus presupuestos
Esta semana, la entidad radical hipersubvencionada ha celebrado la entrega de los premios Martí Gasull “a la ejemplaridad en la defensa de la lengua”. Una pequeña fiesta anual para destacar a los ultranacionalistas más destacados en el terreno de la lengua.
Por eso, sorprende especialmente la presencia del presidente de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, en ese acto. Incluyendo foto de familia con las personalidades asistentes.
Y es que no se trataba de un evento en defensa del catalán. Sino de la gran gala anual de una entidad intolerante y sectaria que en cualquier democracia occidental estaría prohibida o, al menos, sancionada por promover el odio contra los catalanes castellanohablantes. Incluidos los niños.
Curiosamente, Plataforma per la Llengua ocultó en su extensa y detallada nota de prensa sobre el acto la presencia de Illa (al que situaron en la quinta o sexta fila del patio de butacas), lo que deja bien claro que no fue especialmente bienvenido.
¿De verdad le merece la pena al presidente de la Generalitat arrastrarse ante estos fanáticos en vez de atender las demandas de bilingüismo en las escuelas por parte de padres y tribunales?
Estrepitoso
fracaso del bable en Asturias: cierran 'escuelines' y la ley se le
atraganta al PSOE
Maria Curiel. el debate. 28
Febrero 2025
El pasado 29 de febrero, la Junta General de Asturias votó por primera vez la oficialidad del asturiano, respaldada por el PSOE de Adrián Barbón, Convocatoria y Covadonga Tomé (ex de Podemos), quienes sumaron 23 votos, contra los 22 del PP, Vox y Foro Asturias. A pesar de que el bloque izquierdista presentó una ligera mayoría, la realidad es que las cuentas no salen, ya que el Estatuto de Autonomía requiere una mayoría cualificada, de 27 votos, para refrendar la cooficialidad del bable, cifra que el PSOE no ha sido todavía capaz de lograr, a pesar de sus intentos de convencer al hemiciclo asturiano.
Para el PP, esta medida abanderada por el presidente autonómico, Adrián Barbón, es únicamente «un arma arrojadiza» que «no hace bien a nadie». «No se puede levantar muros entre asturianos con algo que es patrimonio de todos», espetó el 'popular' José Luis Costillas. Para Pumares, aunque defendió debatir y discutir sobre la Ley de Uso y Promoción del Asturiano, recalcó que «lo que hay detrás de esta propuesta es un fin exclusivamente electoralista».
A pesar de las numerosas propuestas del PSOE para lograr la oficialidad del bable, la realidad es que se trata de una medida estancada. La imposición del asturiano o bable como lengua cooficial en Asturias supondría la antesala de políticas educativas de inmersión lingüística como las que sufren Cataluña, el País Vasco o Galicia, donde el español queda relegado a una lengua secundaria y se potencia encarecidamente la lengua cooficial.
El presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha expresado en numerosas ocasiones su intención de convertir el bable y el eonaviego en lenguas cooficiales del territorio. El pasado 8 de mayo, el líder asturiano aseguró que hará todo lo que esté en su mano para alcanzar un acuerdo para oficializar el bable, que, defiende Barbón, «cuenta con un apoyo mayoritario de la sociedad expresado democráticamente a través de las urnas».
Su objetivo es reformar exclusivamente el artículo 4 del Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias, que dicta que «el bable gozará de protección. Se promoverá su uso, su difusión en los medios de comunicación y su enseñanza, respetando en todo caso las variantes locales y la voluntariedad en su aprendizaje». Sin embargo, no lo categoriza como lengua cooficial del territorio astur, como sí ocurre en las citadas comunidades autónomas.
Según los últimos datos, solo un 2,8 % de asturianos habla este dialecto romance proveniente del latín, a pesar de la imposición que pretende ejercer el socialista Adrián Barbón. Prueba de ello son el cierre de escuelines, guarderías en bable para niños, como es el caso de la escuelina de Pola de Laviana, centro que se vio obligado recientemente a cerrar sus puertas por «falta de personal» con capacidades para hablar el asturiano.
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