Recortes de Prensa Domingo 23 Marzo 2025
23 Marzo 2025

Enjambres de drones contra Ucrania: Rusia ataca entre conversaciones de alto el fuego
Rostyslav Averchuk (EFE). Vozpópuli. 23 Marzo 2025

Las informaciones procedentes de la ciudad de Odesa, en el sur de Ucrania, sugieren que Rusia ha empezado a usar una nueva táctica consistente en lanzar una mayor cantidad de drones kamikaze contra sus objetivos urbanos para desbordar sus defensas aéreas, a pesar de las conversaciones sobre un alto el fuego. Rusia lanzó anoche casi 200 drones contra las regiones ucranianas de Zaporiyia (sur), Járkov (este), Sumi (noreste) y Kiev (norte), informó este sábado la Fuerza Aérea ucraniana En su parte matutino, indica que Rusia atacó el país con 179 drones del tipo Shahed y varios tipos de drones imitadores. De ellos las fuerzas antiaéreas de Ucrania lograron derribar cien. Además, 63 drones imitadores, lanzados para engañar los sistemas antiaéreos, se perdieron.


Las defensas antiaéreas rusas derribaron durante la pasada noche 47 drones ucranianos, que dejaron dos heridos al alcanzar un edificio de viviendas en la región sureña de Rostov, que limita con Ucrania. Según informó el sábado el ministerio de Defensa ruso, los aparatos no tripulados golpearon las regiones de Briansk -fronteriza con Ucrania-, Samara, Vorónezh y Rostov.


Las explosiones generaron varios incendios de gran magnitud y dañaron infraestructuras civiles, entre ellas un centro comercial, varias tiendas, un bloque de viviendas y hasta un cementerio local, mientras que tres adolescentes resultaron heridos.


"Los drones golpearon cerca de nuestra casa. Fue realmente aterrador", dijo Anastasia Dolnik, de 29 años, directora de logística. "Es una zona muy densamente poblada, y fue un milagro que no alcanzara más casas o supermercados abarrotados", abundó.


Un puñetazo psicológico

Lugareños como Dolnik se han acostumbrado a los ataques regulares desde el comienzo de la invasión hace más de tres años. Los canales de las redes sociales vigilan la llegada de drones y amenazas de misiles. Si el riesgo parece alto, algunos lugareños descienden a aparcamientos subterráneos o se esconden en los baños o los pasillos, lejos de las ventanas.


Sin embargo, muchos intentan conciliar el sueño para poder continuar con sus vidas lo mejor que pueden en semejantes circunstancias. Cada ataque ruso se siente como "un puñetazo psicológico en las tripas", explicó Daria Stovbun, una profesora de ucraniano.


Sin embargo, este último ha sido el más destacado, ya que el brusco descenso de los drones en su ataque le recordó a un golpe con misiles balísticos.


Una peligrosa innovación rusa

El jueves, los drones rusos se reunieron en grupos más grandes cerca de Odesa, se elevaron a gran altura -unos 2 kilómetros sobre el suelo- y luego se precipitaron sobre la ciudad.


"Rusia ha cambiado su táctica. Los drones operan en grandes cantidades para sobrecargar las defensas aéreas y los sistemas de guerra electrónica", confirmó Andri Kovalenko, funcionario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania. La nueva táctica hace que los drones sean tremendamente imprecisos, "pero a Rusia no le importa, comete terror por el terror, la destrucción y la intimidación", opinó Oleksandr Kovalenko, analista militar de Odesa.


Del enjambre, 27 fueron finalmente derribados, pero su trayectoria y velocidad los hicieron casi imposibles de detener con ametralladoras utilizadas por los grupos de fuego móviles -soldados con vehículos y proyectores empleados en medio del déficit de otros sistemas más sofisticados-, escribió para el Grupo de Información de Resistencia.


Ucrania necesita más sistemas de defensa antiaérea de diverso alcance y herramientas de guerra electrónica para contrarrestar eficazmente estos ataques, añadió antes de apuntar que Rusia innova "para hacer más eficaz su terror".


Las verdaderas intenciones de Rusia

Rusia empleó una táctica similar la noche anterior en Kropivnitski, donde 14 civiles resultaron heridos cuando 21 aviones no tripulados descendieron sobre la ciudad del centro de Ucrania en el mayor ataque desde el comienzo de la invasión.


"Están bombardeando una ciudad tras otra. Ni siquiera intentan apuntar sus ataques. Es puro terror", reaccionó Petro Shuklinov, un bloguero militar que ayuda a organizar grupos de fuego móviles que dan caza a los drones rusos. Para los ucranianos, estos ataques son una prueba más de que el presidente ruso, Vladímir Putin, sigue sin estar interesado en la paz.


"Rusia no hace nada para demostrar que está dispuesta a un alto el fuego", dijo Dolnik. "Atacan objetos civiles en Odesa y otras regiones todos los días", añadió. Rusia no quiere la paz, en su ilusión duradera de que puede subyugar a Ucrania, y cualquier palabra del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en sentido contrario es una ilusión, cree también Stovbun.


"Kropivnitski, Odesa... ¿Cuántas ciudades más tienen que sufrir, cuánta gente tiene que morir, para que todo el mundo se dé cuenta: es imposible negociar con los terroristas?", dijo a EFE Bodia Bodison, actualmente soldado y escritor en la vida civil. "Hay que destruir a los terroristas", concluyó.


Tres muertos en un gran ataque de drones rusos contra Kiev antes de las conversaciones de alto el fuego
EL MUNDO. 23 Marzo 2025

Al menos tres personas han muerto, incluido un niño de cinco años, después de que Rusia lanzara una andanada de drones a Kyiv durante la noche del sábado al domingo, según informaron funcionarios locales ucranianos y servicios de emergencia.El ataque a la capital ucraniana se produjo antes de las negociaciones de alto el fuego de la guerra en Ucrania.


En dichas negociaciones, que están previstas en Arabia Saudí, se espera que Ucrania y Rusia mantengan conversaciones indirectas mediadas por Estados Unidos sobre una pausa en los ataques de largo alcance dirigidos a instalaciones energéticas e infraestructura civil.


10:30

Ucrania dice que ataques rusos como el de Kiev socavan esfuerzos de paz de EEUU

El ministro ucraniano de Exteriores, Andrí Sibiga, afirmó este domingo que los ataques rusos contra la población civil, como el nocturno en Kiev, contradicen sus propias declaraciones sobre la posibilidad de dar pasos hacia un alto el fuego y socava los esfuerzos mediadores de EEUU.


"El terrorismo sistemático y deliberado de Rusia contra la población civil contradice sus propias declaraciones sobre la paz y socava los esfuerzos de paz de EEUU y otros socios", escribió el jefe de la diplomacia ucraniana en su cuenta de la red social X después de que un ataque ruso con drones contra Kiev se saldara con al menos tres muertos.


"Ucrania necesita capacidades adicionales de defensa aérea para proteger a su población del terrorismo ruso y una mayor presión sobre el agresor para que ponga fin a la guerra", enfatizó.


8:40

Al menos tres muertos en un ataque de Rusia cerca de Kiev

Al menos tres personas han muerto, incluido un niño de cinco años, después de que Rusia lanzara una andanada de drones a Kyiv durante la noche del sábado al domingo, según informaron funcionarios locales ucranianos y servicios de emergencia.El ataque a la capital ucraniana se produjo antes de las negociaciones de alto el fuego de la guerra en Ucrania.


Rusia castiga durante cinco horas a Kiev con un ataque masivo con drones
Agencias. Kiev. Moscú. la razon. 23 Marzo 2025

Rusia lanzó esta noche un masivo ataque aéreo durante más de cinco horas contra la capital ucraniana, Kiev, un bombardeo con drones que causaron al menos tres muertos, informó este domingo la Administración Militar de la Ciudad.


"Según la información disponible, tres personas murieron, incluido un niño de cinco años. Otras 10 personas resultaron heridas. Entre los muertos se encuentran un padre y su pequeña hija", señaló esta fuente en su canal de Telegram.


El Servicio Estatal de Emergencias confirmó la cifra de tres muertos, en tanto que habló de ocho heridos, informa Efe. La alerta antiaérea en la capital duró cinco horas y 13 minutos, hasta bien entrada la madrugada.


De acuerdo con el parte matutino de la Fuerza Aérea, Rusia atacó durante la noche Ucrania con 147 drones iraníes Shahed, de los que 97 fueron derribados en el sur, norte, oeste y centro del país. Las regiones de Kiev, Járkov, Sumi, Cherníguiv, Odesa y Donetsk se vieron afectadas por el ataque ruso.


El Servicio Estatal de Emergencias explicó en Telegram que, mientras los rescatistas limpiaban los escombros en el distrito de Holosiiv, descubrieron el cuerpo de un niño. Previamente también habían hallado el cuerpo sin vida de un hombre en el mismo lugar.


Entre las víctimas mortales también se encuentra una mujer que fue descubierta en el distrito de Dnipró de la capital, donde los fragmentos de drones derribados por los sistemas antiaéreos de Ucrania impactaron en un edificio de nueve pisos. Un total de 27 personas fueron evacuadas.


Según el alcalde de Kiev, Vitali Klitchkó, en el mismo barrio restos de drones cayeron sobre un establecimiento de restauración.


En el distrito de Holosiiv, los escombros cayeron en una zona industrial, en tanto que en el de barrio de Podil, los fragmentos acabaron sobre un edificio de varias plantas, lo que también provocó un incendio en el vigésimo piso.


Otros tantos edificios residenciales y comerciales -oficinas y un almacén de 2.000 metros cuadrados-, resultaron dañados por la caída de restos de drones derribados.


En el barrio de Shévchenko, los escombros cayeron en una zona residencial y seis vehículos quedaron dañados.


Ataque aéreo de Ucrania contra Rusia

Paralelamente, se produjo también un ataque ucraniano contra Rusia. Un civil ha muerto en la localidad rusa de Rostov como consecuencia de un ataque con aviones no tripulados. El gobernador en funciones de la región de Rostov, Yuri Sliusar, ha comunicado vía Telegram que una persona ha muerto en el interior de su coche, en la carretera entre Morozovsk y Tsimliansk, al impactar un dron ucraniano contra el vehículo, que quedó prendido en llamas tras el golpe, según Europa Press.


Estos ataques llegan después de que al menos tres personas hayan muerto y 14 más hayan resultado heridas en una agresión similar con drones rusos perpetrada este pasado sábado en la provincia de Zaporiyia, en el este de Ucrania.


Este nuevo intercambio de ataques ocurre en medio de difíciles acercamientos entre Rusia y Ucrania de cara a un lejano acuerdo de paz. En la víspera, las autoridades de Ucrania recalcaron que durante la ronda de contactos a varias bandas el lunes en Arabia Saudí, en la que participarán también Estados Unidos y Rusia, representantes ucranianos no se reunirán en ningún momento con el equipo negociador ruso, destacando en este punto el papel de intermediario de los enviados estadounidenses.


Previamente, el 11 de marzo, negociadores de Ucrania y Estados Unidos se reunieron en la ciudad saudí de Yeda, llegando a una propuesta de suspender los ataques sobre las infraestructuras energéticas rusas y ucranianas durante 30 días. Objetivo que ahora el presidente ruso, Vladimir Putin, parecía estar dispuesto a cumplir, pero que queda en entredicho con el cruce de ataques aéreos visto en los últimos días.


Rusia recluta a los menores ucranianos para sembrar caos
Les ofrecen hasta 8.000 euros por colocar «paquetes bomba» en lugares sensibles como comisarías a través de Internet
Rostyslav Averchuk. Leópolis. la razon. 23 Marzo 2025

En su guerra contra Ucrania, Rusia no solo despliega soldados, drones y misiles. Sus fuerzas especiales ahora apuntan a los más vulnerables de la nación –sus niños– para sembrar el caos y debilitar al país desde dentro. La semana pasada, un policía en Ternópil, una ciudad del oeste de Ucrania, descubrió una bolsa sospechosa bajo un coche cerca de una comisaría durante una patrulla rutinaria. Dentro había explosivos, una batería externa y un teléfono móvil encendido, preparado para detonar a distancia y causar el mayor daño posible. ¿La culpable? Una menor de 14 años, chantajeada por operativos rusos para colocar la bomba.


Los investigadores desenredaron rápidamente su historia. La adolescente había estado buscando dinero fácil en «Telegram», una aplicación de mensajería muy utilizada en Ucrania. Los operativos rusos notaron sus publicaciones y hackearon su teléfono, encontrando fotos personales. La amenazaron con publicarlas en Internet si no obedecía. Bajo presión, ella construyó un artefacto explosivo casero y lo colocó bajo el coche, donde sus reclutadores planeaban activarlo en el momento más devastador.


Este escalofriante incidente forma parte de un patrón más amplio que está emergiendo en Ucrania. La Policía Nacional reporta al menos 17 «actos terroristas» con menores involucrados desde enero de 2025.


Hace dos semanas, una explosión en Ivano-Frankivsk mató a un chico de 17 años y dejó gravemente herido a su amigo de 15 años tras detonar remotamente la bomba casera que habían armado. Las autoridades dicen que los chicos recibieron instrucciones por «Telegram» para colocar el artefacto en una estación de tren, sin saber que también les costaría la vida. En febrero, un mensajero de 15 años murió junto a un soldado cuando el paquete que entregó a la sede de la Guardia Nacional explotó. Operativos rusos lo habían guiado paso a paso, aprovechándose de su confianza.


Más allá de estos ataques mortales, la policía ha registrado cientos de delitos menores –incendios de transformadores, autos quemados– llevados a cabo por menores. La periodista Tetiana Protsyak, quien entrevistó a varios adolescentes detenidos, descubrió que solo uno expresó simpatías prorrusas. El resto fue atrapado por una mezcla tóxica de promesas de pago, amenazas y manipulación.


Los reclutadores, identificados por Ucrania como miembros de los servicios especiales rusos, también tratan de reclutar a menores a través de la Red. Sin embargo, los menores, con sus vulnerabilidades psicológicas y financieras, son presas especialmente fáciles para operativos experimentales. La edad no parece ser un obstáculo: el detenido más joven tenía apenas 12 años. Estos reclutadores rusos rastrean grupos de «Telegram» donde los adolescentes publican anuncios buscando trabajos a tiempo parcial. Al principio, las tareas de cuentas desconocidas parecen inofensivas: repartir volantes, pintar grafitis. Posteriormente, algunos son contratados para entregar paquetes misteriosos –recibidos por correo– a comisarías o centros de reclutamiento militar, sin saber qué contienen.


«Todo empieza de forma agradable y divertida, con juegos y tareas simples, algo de dinero. Luego las tareas se vuelven más difíciles,» advierte en la televisión estatal Vitaliy Kim, jefe de la administración regional de Mykolaiv. Cuando un menor duda o se resiste a cometer actos claramente criminales como incendiar un transformador ferroviario, el tono cambia. Las amenazas se intensifican junto con promesas de dinero. «Una vez que me negué, me enviaron el número de mi padre y dijeron que algo malo le pasaría», confesó un adolescente detenido a Protsyak. Una vez que la bomba estuvo lista y conectada a un teléfono, tuvo miedo de desobedecer: sabía que los rusos podían activarla en cualquier momento si actuaba en contra de sus órdenes.


Por otro lado, las recompensas –que van de 1.000 a 8.000 euros por colocar explosivos– seducen a los adolescentes, especialmente de familias de bajos ingresos o huérfanos, para quienes esas sumas parecen gigantescas. as reacciones de los ucranianos ante esta sombría realidad varían. Algunos sostienen que deberían entender el peso de sus acciones. Otros recuerdan lo fácil que incluso muchos adultos caen en estafas.


Falacias rusas
Gustavo de Arístegui, la razon. 23 Marzo 2025

Acabo de tener una larga conversación con un compañero diplomático y gran amigo (en la Carrera Diplomática bromeamos con la expresión: «compañero y sin embargo amigo», pues eso mismo). Se trata de un brillante profesional que ha sido el más alto cargo que España ha tenido en la OTAN desde que Javier Solana fuera secretario general. En consecuencia, se puede decir sin temor a equivocarnos, que sus opiniones, son sólidas, equilibradas y fundamentadas en la experiencia y el profundo conocimiento de la materia en cuestión. Me dijo sin la menor reticencia: «Gustavo, en dos horas y media de conversación telefónica no se habló solo de un plan de alto el fuego de cinco puntos. Estoy convencido de que en ella se abordó una concepción del orden mundial profundamente inquietante. Creo que el mundo está en el momento más peligroso para la paz, la seguridad y la estabilidad de los últimos 60 años». Esa noche no dormí. Los 60 años no era una cifra inocente la última crisis cuasi apocalíptica de la humanidad fue la crisis de los misiles de Cuba, que se resolvió por una confluencia de factores que hoy no tenemos: primero Khrushev era un secretario general débil y se agarró al clavo ardiente del acuerdo que le propuso la Administración Kennedy. Segundo, el secretario de Estado Dean Rusk y el secretario de Defensa Robert McNamara jugaron un papel estelar que salvó al mundo de un holocausto nuclear. Tercero, tiempo para resolver la crisis, George Stephanopoulos, que fuera director de comunicación del presidente Clinton dijo de la película «13 días» (que se estrenó durante el segundo mandato de Clinton): «que suerte tenían de tener 13 días, nosotros con la CNN tenemos 13 minutos». Pues hoy tendríamos 13 segundos y una densa red de mentiras que se expande como un maligno virus por las redes sociales y medios (¿de comunicación?) de espurias intenciones.


En el oscuro laberinto de la desinformación que envuelve el conflicto ucraniano, resuena con insistencia una narrativa perversa, urdida por los acólitos de Putin, que busca exculpar a Rusia y cargar sobre los hombros de Occidente, Europa y la OTAN el peso de la responsabilidad de esta terrible guerra cuyas consecuencias reales y definitivas no conocemos aún. Esta visión grotesca de la realidad, que distorsiona los hechos con una astucia digna de los mejores tahúres, merece un análisis implacable y una respuesta contundente, sin ambages ni medias tintas.


OTAN: una mentira con pies de barro

Uno de los pilares sobre los que se sustenta esta narrativa falaz es el supuesto incumplimiento de las promesas occidentales de no expandir la OTAN hacia el este. Se invoca el fantasma de un cerco militar a Rusia, una amenaza existencial que justificaría su agresión. Sin embargo, esta interpretación sesgada de la historia, propia de un trilero de feria, ignora varios hechos cruciales.


La soberanía de las naciones

Los países de Europa del Este, tras décadas de yugo soviético, ejercieron su derecho inalienable a elegir sus alianzas de seguridad. Como bien sentenció mi muy admirado Konrad Adenauer, artífice de la reconstrucción alemana: «La libertad no es un bien que se pueda conceder, sino un derecho que se debe conquistar». Una verdad como un templo, que los nostálgicos del imperio soviético se niegan a aceptar.


El contexto histórico

La expansión de la OTAN fue una reacción lógica y necesaria ante la inestabilidad y las guerras en los Balcanes, así como ante la creciente agresividad de la Rusia de Putin. Como advirtió Winston Churchill, un hombre curtido en mil batallas: «Aquellos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla». Una lección que, por lo visto, el Kremlin no aprendió.


La naturaleza defensiva de la OTAN

La Alianza Atlántica es una organización defensiva, concebida para proteger a sus miembros, no para amenazar a Rusia. Lamentablemente el expansionismo agresivo e irredento de la URSS ha sido heredado por Putin que pretende, aunque sea parcialmente, la reconstrucción del imperio soviético, aunque se a base de rodear a Rusia de Estados sometidos a la Gran Rodina (Madre Patria), marionetas del régimen, o pura y simplemente neutralizados y dominados por pro-rusos, por las buenas o por las malas. Kazajstán es el ejemplo más reciente de esto. La naturaleza defensiva de la OTAN es una verdad palmaria que los propagandistas rusos se empeñan en distorsionar. Estos agentes de la manipulación y la falacia se encuentran incluso entre nosotros tanto a izquierda como a derecha. Es terrible constatar la eficacia de la mentira y la manipulación.


La falacia de la provocación ucraniana

Otra vertiente de la narrativa prorrusa sostiene que Ucrania provocó a Rusia con su aspiración de unirse a la OTAN y su acercamiento a la Unión Europea. Se argumenta que Ucrania es un «Estado títere» de Occidente, manipulado para desestabilizar a Rusia. No obstante, esta visión paternalista, que niega la esencia de Ucrania como nación independiente, es una ofensa a la inteligencia. Se cita falsamente las memorias de Angela Merkel para justificar que los acuerdos Minsk 1 y 2 tenían como fin armar Ucrania para que luchase una guerra por «proxy» de EEUU (de Obama y Biden se entiende), del Reino Unido y de Francia como pontifica sin el más mínimo rubor el ex embajador de la India en Moscú Pankaj Sarana en una entrevista con mi amigo el prestigioso e influyente periodista indio Karan Thapar. Invito a que la vean, es uno de los monumentos más perfectos a la manipulación y al dislate desde el supuesto argumento de autoridad.


La autodeterminación

Ucrania, como cualquier país soberano, tiene el derecho inalienable a elegir su propio destino. Negarle este derecho es perpetuar una visión imperialista, propia de los viejos imperios, que Rusia no ha sabido superar. Putin afirma que la implosión de la URSS es la mayor tragedia geopolítica ocurrida en el siglo XX.


La realidad de la agresión rusa

La invasión rusa de Ucrania en 2014, con la anexión ilegal de Crimea y el apoyo a los separatistas en el Donbás, demostró la voluntad de Putin de controlar a Ucrania, independientemente de sus decisiones. La escalada de 2022 puso de manifiesto hasta dónde llega la ambición desmedida del líder ruso.


La desinformación rusa

La maquinaria de propaganda rusa ha desplegado una campaña masiva de desinformación para justificar la guerra. Se difunden teorías de conspiración, se manipulan hechos y se demoniza a Ucrania y a Occidente. Esta guerra de información, que busca confundir a la opinión pública y crear una narrativa favorable a Rusia, es un ataque frontal a la verdad. Lo más triste y peligroso es que todo esto tiene eco entre algunos de nuestros políticos, periodistas, algún militar retirado (felizmente pocos…) e incluso compañeros míos diplomáticos.


La manipulación de la historia

Se distorsionan hechos históricos para presentar a Ucrania como un «Estado fallido» o un «nido de nazis». Se recurre a la nostalgia soviética para justificar las ambiciones imperiales de Putin.


La difusión de noticias falsas

Se propagan bulos sobre ataques ucranianos a civiles, laboratorios de armas biológicas y la presencia de mercenarios occidentales. Estas mentiras buscan crear un clima de miedo y odio.


El control de los medios

Se censuran los medios independientes y se controla la información para evitar la difusión de voces disidentes.


La responsabilidad de Rusia

Un hecho innegable: hay un estado agresor, Rusia y un estado agredido Ucrania.


La responsabilidad de la guerra de Ucrania recae exclusivamente en Rusia y en su líder, Vladimir Putin. Su decisión de invadir un país soberano, violando el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.


La violación del derecho internacional:

Rusia ha violado múltiples tratados y acuerdos internacionales, incluyendo el Memorándum de Budapest de 1994, que garantizaba la integridad territorial de Ucrania a cambio de su renuncia a las armas nucleares, por cierto, de haberlas conservado, Rusia jamás habría invadido a Ucrania. ¿Quién ha engañado a quién?


Los crímenes de guerra

Las fuerzas rusas han cometido crímenes de guerra en Ucrania, incluyendo el bombardeo de hospitales y escuelas, la tortura y asesinato de civiles, y la deportación forzada de niños, esto son datos no rumores.

La amenaza a la seguridad europea

La agresión rusa en Ucrania ha desestabilizado la seguridad europea, reviviendo los fantasmas de la Guerra Fría y amenazando la paz y la estabilidad del continente y con ello del mundo. Si no que se lo pregunten a Polonia, las Repúblicas Bálticas, Finlandia y Suecia.


Como siempre alguna de las más brillantes frases de la humanidad se atribuye a muchos autores, con demasiada frecuencia al político y estadista Churchill. Yo mismo he caído en esa trampa, como todos. Lo cierto es que la autoría de «la verdad es la primera víctima de la guerra» es muy probablemente de Esquilo y ha sido repetida y apropiada mil veces.


En todo caso es vital, si, vital, desenmascarar la desinformación y defender los valores de la democracia, la libertad y el Estado de Derecho. Como dijo el inolvidable Václav Havel, «la verdad y el amor deben prevalecer sobre las mentiras y el odio».


La degradación de las instituciones y el Estado de Derecho
Francisco Marhuenda. la razon. 23 Marzo 2025

A estas alturas caben pocas dudas, incluso entre los más fervorosos defensores de la deriva autoritaria del Gobierno, de que estamos asistiendo a una peligrosa degradación de las instituciones con ataques directos a la separación de poderes y el Estado de Derecho. En una época en que se afrontan graves crisis institucionales en los países europeos y se pone de manifiesto una falta de liderazgo en la propia Unión Europea, la situación de España se encuentra entre las más preocupantes. El declive de los grandes partidos europeos, la irrupción de formaciones nuevas y el crecimiento de los extremismos hacen tambalear la democracia en un momento, además, que afrontamos una peligrosa guerra en Ucrania frente al renacido despotismo e imperialismo ruso encabezado por un autócrata como Putin. Es cierto que la resistencia del Partido Popular Europeo contrasta con el declive de la socialdemocracia, pero esto último no es una buena noticia. En el caso español, además, Sánchez ha abandonado la socialdemocracia para abrazar acuerdos con unas formaciones radicales que cuestionan la Transición y quieren destruir el Estado diseñado por la Constitución.


Sánchez logró el poder gracias a una moción de censura construida sobre la base de dos párrafos de una sentencia de la Audiencia Nacional que fueron declarados nulos por el Supremo. Con la llegada de la pandemia y como consecuencia, también, de los condicionantes de un gobierno en minoría parlamentaria emergió un modelo basado en el uso abusivo de los reales decretos ley, así como de otras prácticas autoritarias que conducen a una peligrosa deriva de lo que se conoce como una democracia iliberal. La Administración Pública no está para servir a un gobierno o un partido, sino para aplicar sus políticas con transparencia y buen gobierno. En lugar de esto último, se ha optado por un descarado asalto a las instituciones obviando los criterios de mérito y capacidad a unos niveles que superan cualquier precedente. En política exterior se ha optado por una dirección errática condicionada por los socios y aliados que comporta que España sea contemplada como un socio poco fiable.


En política interior, la actuación se basa en el cortoplacismo. Las decisiones se sustentan en la necesidad de mantenerse en el poder haciendo cesiones que son muy lesivas para la separación de poderes y el Estado de Derecho. Esto se hace sin transparencia y un evidente oscurantismo soslayando informes o dictámenes jurídicos. Se ha optado por una política personalísima y arbitraria en los asuntos de Estado. Es algo que se puede contrastar con la amnistía, la inmigración o la financiación autonómica. A esto hay que añadir el incumplimiento del precepto constitucional de la presentación del proyecto de ley de Presupuestos Generales tal como establece el artículo 134. En los siete años que lleva de presidente del Gobierno solo se han aprobado los correspondientes a 2021, 2022 y 2023.


Este Gobierno se formó con un pacto de investidura, a cambio de cesiones como la amnistía o el uso de los idiomas cooficiales en el Congreso, pero no de legislatura. Es una situación insólita, ya que nunca había sucedido. Por ello, no cuenta con una mayoría parlamentaria y se suceden las derrotas en las votaciones en el Congreso. A la falta de patriotismo de Sánchez, como se comprueba con las cesiones a los independentistas o los abusos en su forma de gobierno, se une que esos aliados buscan acabar con el modelo constitucional y debilitar progresivamente el Estado. La Constitución es el origen de la gran estabilidad que ha tenido nuestro país y ha sido la base de su progreso permitiendo que se sucedieran gobiernos de distinto signo y aplicaran sus programas sin otro problema que conseguir los votos necesarios en las Cortes. Por tanto, no tiene ningún sentido cuestionar nuestra Carta Magna o el proceso de la Transición que permitió su aprobación por una abrumadora mayoría del pueblo español. El Congreso se ha convertido en un instrumento al servicio del Poder Ejecutivo, abusándose del uso de las proposiciones de ley para sortear los requerimientos que comportan los proyectos de ley o cometiendo graves irregularidades como la decisión de la Mesa de eliminar cuatro enmiendas del Senado sin someterlas al Pleno con la posición contraria del secretario general del Congreso.


La política gubernamental se caracteriza por una búsqueda de la confrontación y el radicalismo basada en la idea del Frente Popular, así como los ataques frontales a los medios de comunicación desafectos y al Poder Judicial. Es un contexto de polarización que beneficia a los extremismos en unas sociedades fragmentadas. No es algo que suceda solo en España, sino que se repite en otros países de la Unión Europea. No importan los proyectos o los programas, la ética o el servicio público, sino la supervivencia en el poder a cualquier precio. Los compromisos electorales o políticos son irrelevantes, ya que se abandonan cuando se necesitan apoyos para gobernar. La mentira se ha convertido en un instrumento legítimo de la acción política.


Otra muestra de la deriva autoritaria es que el Gobierno pretende aprobar una ley que suspendería los procesos judiciales que afectan a los familiares del presidente del Gobierno. Es algo que no ha sucedido en ninguna democracia. A los ataques a los jueces se une una reforma del acceso a la carrera judicial que sustituiría el mérito y la capacidad por la arbitrariedad bajo la falacia de democratizar la Justicia, algo que nos retrotrae a las épocas o modelos más oscuros de control del Poder Judicial. Los intentos de controlar a las empresas privadas de medios de comunicación, como sucede con Prisa, crear un nuevo canal de televisión para darlos a amigos del Gobierno o las medidas legales para restringir la libertad de expresión son otros elementos de esta deriva iliberal que afecta a la democracia española.


Dos hombres y un Pumpido
Javier Somalo. libertad digital. 23 Marzo 2025

De Sevilla y los ERE podemos saltar a Barcelona y a la amnistía que sostiene a Sánchez en el poder, sin "el concurso del Poder Legislativo" y ahora ya sin necesidad de Presupuestos.


Manolo y Pepe fueron recibidos como héroes cuando una institución del Estado que no debería deshacer Justicia les borró los delitos cometidos y ordenó juzgar de nuevo el caso a la medida de los reos. Por competencia desleal de la propia realidad, hoy Orwell escribiría sobre astrología y firmaría con seudónimo.


Más grave aún que cometer un delito es borrarlo o perdonarlo sin permiso de los estafados, robados u ofendidos —de las víctimas— y sin tener potestad para entrar a juzgar hechos que no estén relacionados con el respeto a la Constitución. Es lo que hizo el Tribunal Constitucional de Cándido Conde Pumpido cuando anuló la condena a seis años de prisión y 15 de inhabilitación por malversación y prevaricación impuesta a José Antonio Griñán y rebajó la de Manuel Chaves, ambas por el caso de los ERE.


Después ordenó a la Audiencia Provincial de Sevilla dictar otra sentencia acorde a la nueva realidad establecida. Todo ello por siete votos a cuatro, los del bloque izquierdista contra los del bloque conservador del órgano que debería velar por el cumplimiento de la Carta Magna. En resumen, una cúpula política metida de lleno a cúpula judicial. Un escándalo mayúsculo e inédito como todos los que adornan el régimen excepcional de Pedro.


La buena noticia es que parece que la Audiencia Provincial de Sevilla no quiere pasar por el aro incendiado de la prevaricación y se ha propuesto plantar cara y que se sepa todo en Europa, la que aparta su casta mirada cuando huele a vergüenza.


Pues sí, que sepa todo el mundo que la institución que debería ser una Sala específica del Tribunal Supremo se permite dar capones al propio Supremo como si ella fuera la última instancia judicial. Y que se vea claramente que con una mayoría progubernamental, esa instancia que se erige en tribunal no se dedica a guardar la Constitución sino a retorcerla a su favor, el favor del Gobierno del Pedro Sánchez. Mal mecanismo para preservar una supuesta democracia.


El TSJA, la Audiencia sevillana y el CGPJ lo han visto claro: si quieren nueva sentencia, un traje a medida, que se pronuncie primero la Justicia europea porque hay sobradas razones para denunciar una intromisión del Constitucional, claramente incompatible con el Derecho. Una prevaricación de dimensiones hasta ahora desconocidas.


Algunos medios, los afines al Gobierno, han calificado la decisión de la Audiencia de Sevilla de "rebelión" contra el Constitucional cuando es exactamente al contrario, y mucho más grave: el Constitucional se rebela contra la Ley.


60 millones al año durante una década

Manolo y Pepe, o los cuarenta años del régimen socialista andaluz, han hecho daño a mucha gente. Su efecto se ha notado en familias enteras, en sus provincias, en toda Andalucía y en toda España. Si a veces campa por ahí una injustificada mala fama del andaluz vago es gracias a Manolo y Pepe, Manuel Chaves y José Antonio Griñán —y su extensa troupe hecha de clanes—, que inventaron el negocio de comprar votos con subvenciones creadas sobre necesidades inexistentes. La red que se tejió en tantos años fue bautizada por Pedro de Tena como "la Tela de araña andaluza" y es esa complejidad la que ha disipado el interés ciudadano o la indignación general. Eso y el tiempo que ha estado fermentando voluntades. Pero la simplificación facilita el entendimiento en estos casos: robaron mucho y permitieron a muchos robar. El silencio cómplice que blindaba las apariencias saltó por los aires en los puticlubs y en los asaderos de vacas que usaban billetes como combustible.


Más de 9.000 empresas de Andalucía presentaron expedientes de regulación de empleo reales entre 2000 y 2010. Ninguna fue atendida. La pasta de todos estaba reservada para 77 empresas elegidas que pertenecían a la tela de araña del Régimen. 680 millones de euros de dinero público, más de 60 millones al año desviados durante una década a lo que hoy llamarían un clúster, pero de corrupción en estado puro. Y por el camino, se abrieron las grietas que delataron a la mafia: putas, drogas, fiestas…


Por eso el primer acto electoral de Juanma Moreno Bonilla fue en las puertas del puticlub Don Angelo, que eran las puertas del Régimen, agonizante ya entre barras y rayas. Les han echado las urnas, pero la juerga hay que pagarla.


Muchos salientes del Régimen andaluz acabaron en La Moncloa, que es donde mejor se podían reproducir algunas bacterias políticas. Es el caso de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Filtraciones, María Jesús Montero. ¿Su extracción? Purasangre:


Que me relacionen con Manolo Chaves, con Pepe Griñán o con otro tipo de compañeros, para mí es un orgullo, porque han sido personas que han modernizado Andalucía, que han permitido que en Andalucía, que partíamos de una situación de muy atrás respecto al resto de territorios de España, durante 35 años de gobierno socialista consiguiéramos revertir la situación de nuestra tierra.


No es que sea un orgullo, es que formó parte de sus gobiernos como consejera bajo el mando directo de José Antonio Griñán —condenado por malversación y prevaricación— y de también Manuel Chaves —condenado por prevaricación— y sabía perfectamente qué tipo de habas se cocían en aquellas perolas. De hecho, por negar el delito se opuso también a su reparación, es decir, a que se devolviera el dinero.


Pero para la ministra que conoce las noticias antes de que las publique la prensa, lo de los ERE no fue más que otro bulo de la máquina del fango:


Todo esto fue un invento, un intento por parte del PP de desbancar por la vía no democrática a los gobiernos socialistas que en esos momentos regían en Andalucía.


"Por la vía no democrática", o sea, de forma ilegal. La acusación es de querella o de exigencia pública de rectificación, cosa que que nunca pedirá el PP, pero la expresión de la vicepresidenta viene al pelo para definir la maniobra del Tribunal de Cándido.


Elías Bendodo, vicesecretario de Política autonómica y municipal del PP, lo ha comparado con un "túnel de lavado" de coches. Entra echo unos zorros un partido político podrido de corrupción y salen Manolo y Pepe vestidos de Primera Comunión. Pero donde acierta de veras Bendodo es al extender ese túnel de lavado a toda la acción de Gobierno de Sánchez-Pumpido y, sobre todo, al golpe de Estado de Cataluña. Eso es lo que debe estudiar a fondo la Justicia europea.


Porque de Sevilla y los ERE podemos saltar a Barcelona y a la amnistía que sostiene a Sánchez en el poder, sin "el concurso del Poder Legislativo" y ahora ya hasta sin necesidad de Presupuestos. En común, el visado criminal de un Tribunal Constitucional que nunca fue lo primero y es enemigo declarado de lo segundo.


Queda soñar con que el destino nos sea más próspero que a Pepe y a Manolo.


La deuda ha llegado ya a 1,63 billones, pero lo peor está por venir
José Ramón Riera. el debate. 23 Marzo 2025

Ya sabemos que, según el Tesoro, la deuda ha subido en 24.000 millones en los dos primeros meses del año


Este año, para desgracia de los españoles, la palabra deuda se nos va a colgar de la boca a muchos, y me parece que a bastantes más de lo que se cree el Gobierno.


Este va a ser el año de la deuda.


Lo va a ser porque, como vamos a condonar a Cataluña nada más y nada menos que 17.000 millones de euros, vamos a ver cómo la deuda de la Administración General del Estado sube y baja la deuda de las comunidades autónomas. También va a ser el año de las ampliaciones de gasto, tanto para las pensiones contributivas como para las no contributivas y para las clases pasivas: nos van a sumar unos 18.000 millones de gasto, de los cuales una parte se va a financiar con la subida de las bases máximas de cotización y del ingreso por solidaridad, que van a dejar al menos en la necesidad de buscar otros 13.000 millones para poder pagar.


Además está la subida de los salarios públicos y de las nuevas incorporaciones, que van a darle muy duro al gasto en personal, porque este año todos cobrarán 2 pagas y estarán el año completo, así que a buscar otros 10.000 millones de euros.


No podemos olvidar los intereses de la deuda, que fácilmente se van a colocar en otros 4.000 millones extras a financiar, más las subidas de los gastos generales que se van a ir a otros 2.000 millones. Todo eso sin contar que nos están ya presionando para que pongamos en marcha la compra de material para la defensa, que sumarán 15.000 millones más, sin contar que, como nosotros hemos subido el PIB en términos nominales mucho más que Alemania, Francia e Italia, nos va a tocar aportar más a la Unión Europea.


Vamos, que miremos por donde lo miremos, o se sacan de la chistera nuevos impuestos o se tiran al monte y hacen que la inflación se dispare por encima del 4 %, o los veremos buscando deuda como Diógenes con su maravillosa lámpara.


Lo que nos espera como ciudadanos no es precisamente agradable. La herencia que vamos a dejar a nuestros nietos no nos lo van a agradecer. Nos van a preguntar, con razón, cómo permitimos que nuestros gobernantes llegaran a una situación en la que la deuda por habitante vaya a ser superior a 2,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional. Esto se va a alcanzar justo si este Gobierno se mantiene y no convoca elecciones hasta el 2027.


Nuestros nietos nos van a preguntar, con razón, cómo permitimos que nuestros gobernantes llegaran a una situación en la que la deuda por habitante vaya a ser superior a 2,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional


Sánchez ha decidido que ni le importa España, ni le importan los españoles. Ni siquiera le importan sus votantes ni su partido. Sólo le importa mantenerse el máximo tiempo posible en el poder, por si acaso es posible una involución absoluta de la democracia en la Unión Europea, y tratar de erigirse en el dictador de todas la Europas.


No está en su mano esa decisión, pero lucha como un titán para conseguirlo, y si hace falta nos endeudará más que Macron a los franceses. Si por si acaso tienen alguna duda, les enseño los datos que he sacado del informe del Banco de España de Escrivá, que ya saben que empieza a generarme inquietudes:


En el primer mes del año, como ya anticipé en mi artículo del 13 de febrero de este año (Empezamos 2025 con otros 8.900 millones de deuda), explicaba que la Administración Central del Estado, según el Tesoro, había aumentado esa cifra, que nunca coincide con la consolidada que da el Banco de España, pero que siempre está muy cercana, porque a la deuda del Tesoro se le quitan los efectos de las consolidaciones.


Así tenemos que la deuda total consolidada bajo el Protocolo de Déficit Excesivo ha llegado a su máximo histórico con 1,630 billones y un incremento neto de 8.193 millones de euros. Todas las Administraciones, menos la Administración General del Estado, han sido capaces de bajar su deuda.


Quiere decir que, al menos en este mes, el único que ha necesitado dinero extra es Pedro Sánchez y su disparate de gasto.


Pero lo peor está por llegar, porque ya sabemos que, según el Tesoro, la deuda ha subido en 24.000 millones en los dos primeros meses del año. Nos lleva a que, a cierre de febrero, el Banco de España, si Escrivá no cocina, anunciará que llegaremos como mínimo a 1,642 billones, y ya nos pondremos para cerrar el trimestre bastante por encima de los 1,650 billones, y si no, al tiempo.


Balance judicial

Conde-Pumpido encubre su subordinación a Sánchez en un TC cuestionado tras fulminar la presunción de inocencia y por el 'enjuague' de los ERE
María Jamardo. Madrid. el debate. 23 Marzo 2025

El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Cándido Conde-Pumpido, defendía esta semana desde el Pleno extraordinario de la Corte, celebrado en Cádiz, que el órgano de garantías debe mantenerse «imperturbable» ante las críticas. Un acto conmemorativo en busca de una «inexistente grandeur histórica» con el «ansia de ocultar decisiones difíciles de explicar», apuntaban a El Debate algunos críticos.


Conde-Pumpido atraviesa las que están siendo sus horas más bajas desde que llegase a la Presidencia de un TC renovado a la medida de Pedro Sánchez y, cada vez más, cuestionado por las sentencias dictadas en las causas ideológicas y políticas sensibles para el Gobierno.


No en vano, a lo largo de los últimos días, el Constitucional protagonizaba dos episodios que siguen horadando el suelo de la Corte de Garantías, bajo los pies de un cónclave de mayoría izquierdista que ha alterado su propia doctrina consolidada, en algunos asuntos de referencia; retorcido las costuras de la Carta Magna para encajar algunos planteamientos que nunca deberían, si quiera, haber sido admitidos a trámite; o, modificar las sentencias firmes del Supremo invadiendo la competencia exclusiva del Alto Tribunal para interpretar la ley aplicable y dictar resoluciones ajustadas a la misma.


Presunción de inocencia

El primero en la frente ha sido el fallo dictado en lo que se ha descrito como un histórico compromiso de la Corte con «identificar donde pueden producirse» hechos discriminatorios contra la mujer por su condición –explicaba la vicepresidenta, Inmaculada Montalbán, durante su turno de palabra– cuando, en realidad, se estaba refiriendo a una polémica ponencia de su compañera la María Luisa Balaguer, con la que se ha dado amparo a un secuestro.


Una sentencia con la que la mayoría de la Sala Segunda, salvo el voto particular de dos de los cinco magistrados del bloque profesional, ha dado el visto bueno a un cambio de domicilio de una madre con su hijo mejor de edad, sin autorización del padre y ex marido, por el mero hecho de que ella hubiese interpuesto antes una denuncia falsa por violencia de género contra el hombre, como quedó acreditado en el proceso penal, o sin importar que el acusado fuese absuelto. Una Sala de un Constitucional violentando el derecho fundamental a la presunción de inocencia sin despeinarse.


De nada ha servido que el hombre quedase limpio de cualquier sospecha y que la Justicia alcanzase la «certeza» de que la mujer empleó una herramienta que debería ser de protección, como la violencia de género, de forma espuria. Nada ha importado que en la criminalización de un conflicto civil de divorcio por parte de la madre, para salirse con la suya, se alejase a un niño de su padre, perfectamente capacitado para cuidarlo, por la negativa de la progenitora a compartir la custodia. A pesar de todo ello, el Constitucional, con la firma de Balaguer y siete magistrados más, daba la razón a la mujer, por el mero hecho de serlo.


El 'enjuague' de los ERE andaluces

El segundo escollo para el Constitucional llegaba, esta misma semana, de la mano de la Audiencia Provincial de Sevilla (APS), órgano encargado de la ejecución de las condenas de la denominada pieza política de los ERE de la Junta socialista de Andalucía, tras cuestionarse la polémica sentencia con la que la Corte de Garantías rebajó las penas impuestas por el Supremo a los principales responsables de la trama y se plantea elevar una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).


Según adelantaba El Debate, de fuentes próximas al ente judicial, la Sección Primera de la Audiencia sevillana dio un plazo de «diez días» a las partes personadas en la macrocausa para que se pronuncien antes de presentar una consulta formal ante Europa, ya que considera que el fallo dictado por el TC en el asunto podría vulnerar el Derecho comunitario.


«No se puede dejar de lado la posibilidad de que las valoraciones que hace el Tribunal Constitucional en esas sentencias, que le llevan a entender a esta sección primera [de la Audiencia Provincial de Sevilla], la Sala Segunda del Supremo, ha vulnerado el derecho a la legalidad penal de los recurrentes en amparo, no sean del todo compatibles con el derecho de la Unión», argumentaba la APS en su escrito.


Ajeno al conflicto, no menor, planteado sobre el asunto, Conde-Pumpido relativizaba el 'enjuague' perpetrado por la Corte, bajo su batuta, y sin unanimidad posible, para salvar a los políticos socialistas condenados, señalando cómo el TC recibe al año unos 6.000 recursos contra sentencias del Supremo y no todos, ni siquiera la mayoría, son rectificados.


«Mantenernos imperturbables»

No en vano, en su comparecencia ante los medios, y en respuesta a las preguntas sobre las críticas al órgano de garantías que preside, el ex fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero parafraseaba a su predecesor, Francisco Tomás y Valiente, asesinado por ETA, para subrayar que «el Tribunal Constitucional no debe estar pendiente ni de aplausos ni de críticas».


«Debemos mantenernos imperturbables. Las críticas jurídicas las agradecemos porque nos ayudan a reflexionar, otras «no las tenemos en cuenta», subrayaba.


Para acto seguido asegurar que «la independencia y autonomía» de los doce magistrados que lo componen «está perfectamente garantizada» con el sistema actual.


Conde-Pumpido aseguraba, además, que «no tenemos en cuenta las opiniones de los políticos». Estos pueden« opinar sobre un mismo tema en un momento que no es constitucional y en otro sí», exactamente igual que el TC bajo su batuta, teniendo en cuenta que desde que llegó al cargo, la oposición no ha ganado ni uno solo de los recursos planteados contra normas estratégicas del Gobierno. O, lo que es lo mismo, que el Ejecutivo socialista ha visto reforzadas sus tesis, por arriesgadas que fueran, de la mano de una Corte conformada a la medida de Pedro Sánchez y sus socios de legislatura.


«La percepción de la Justicia no sólo depende del resultado, sino también de la forma en que se llega a él», han advertido en no pocas ocasiones los juristas y expertos críticos con la deriva del TC.


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Sánchez o la vileza de utilizar a los menas como caballo de Troya contra el PP
Eduardo Inda. okdiario. 23 Marzo 2025

Cuando conocí a Pedro Sánchez en las postrimerías de 2014 hicimos buenas migas. Me pareció simpático, conciliador y tolerante, en resumidas cuentas, un socialdemócrata de libro más parecido al transversal Felipe González que al guerracivilista José Luis Rodríguez Zapatero. Un tipo de centroizquierda de ésos que puede llegar a ser votable en determinadas circunstancias para un ultraliberal como yo. El entonces recién elegido secretario general del Partido Socialista se esforzaba por trabar complicidades con periodistas que no éramos de su cuerda. En mi caso lo logró. Llegó a caerme bien.


Coincidíamos en nuestro rechazo a la extrema izquierda en general y a esa sucursal chavista que es Podemos en particular. A las huestes del delincuente Pablo Iglesias les dispensaba el mismo desprecio moral e intelectual que cualquier demócrata de pro, nada diferente al que generaban entre los viejos socialistas, los Felipe González, Alfonso Guerra, Carlos Solchaga et altri. Pronto, tan pronto como en las elecciones de diciembre de 2015, comencé a sospechar que la intuición me había fallado clamorosamente, que nos hallábamos ante un simple oportunista capaz de vender su alma al diablo con tal de asentar sus posaderas en Moncloa. Mariano Rajoy cayó de 186 a 123 escaños y él vio la oportunidad de su vida pese a que había reducido a unos míseros 90 los 110 que le había legado Alfredo Pérez Rubalcaba. Un Alfredo Pérez Rubalcaba que, antes de morir, fue tajante con el pájaro: «He estado cinco veces con él y las cinco me ha engañado, nunca más hablaré con él». Y se murió sin volver a dirigirle la palabra.


Febrero de 2016. El sujeto que soltaba toda suerte de justificadas lindezas contra Pablo Iglesias se alió con él para forzar una investidura con lo peor de cada casa, incluyendo a la marca blanca de ETA, Bildu, el siempre traidorzuelo PNV y uno de los partidos que habían protagonizado el golpe sedicioso en Cataluña, ERC. No pasó a mayores porque, con buen criterio, los suyos le pararon los pies. Los comicios se repitieron en junio y Mariano Rajoy pasó de los raquíticos 123 a 137, exactamente 52 más que nuestro protagonista, que se había desplomado más aún, de 90 a 85. Como holgado vencedor, el presidente popular se sometió a la investidura en la confianza de que se mantendría la tradición imperante desde 1977, que no era otra que dejar mandar a la lista más votada. Bastaba la abstención del PSOE pero él se enrocó vilmente en el «no es no» y tuvieron que forzar su destitución para facilitar la gobernabilidad.


Ya entonces atisbé con meridiana claridad que estábamos ante un ser vil como pocos y carente de inteligencia emocional como ninguno. Y eso que algunos de sus mejores amigos sostienen que su falta de empatía es su mayor problema pero también su más notable fortaleza toda vez que le permite mentir, delinquir y matar adversarios políticos sin que se le mueva un músculo o una sola pestaña. Esa condición de triope —psicópata en versión subclínica, narcista y manipulador— de la que tantas veces les he hablado. Maldad en grado sumo que quedó meridianamente clara cuando con el concurso activo o pasivo de etarras, golpistas catalanes y esos podemitas a los que antes detestaba le permitió desalojar de Moncloa al hombre que le había arrasado en la cita con las urnas de 2016.


Su deriva autocrática camino de esa «dictadura perfecta» que mencionaba la semana pasada ha llegado en esta legislatura en la que el titular de los peores resultados electorales de la historia (derrota electoral en 2023) manda más que el Felipe González de los 202 diputados, el José María Aznar de los 183, el Zapatero de los 169 en 2008 o el Rajoy de los 186 tres años más tarde. Por una vez, y sin que sirva de precedente, no mintió: advirtió que gobernaría «con o sin el concurso del Parlamento» y lo está llevando a la práctica, ¡vaya si lo está llevando a la práctica! Y, para completar la jugada totalitaria, elabora leyes censoras contra los medios que nada tienen que envidiar a las de Putin, Erdogan o Maduro, asalta empresas privadas como acostumbraba ese Hugo Chávez al que deseamos toda la suerte en el infierno e intenta cargarse la separación de poderes desnaturalizando las oposiciones a juez para que lo sean sus amiguetes, aboliendo la acción popular y adueñándose de la instrucción de los casos penales. Por no hablar de una bastarda alianza con ETA que resume como ninguna otra indecencia la catadura moral del personaje.


Lo suyo es el mal por el mal. La persecución estalinista del rival, la vulneración sistemática de la legalidad desde el poder y, por lo que leemos cada mañana, la delincuencia organizada. Lo primero lo hemos contemplado infinidad de veces con Isabel Díaz Ayuso, a la que castigaron en pandemia con vueltas a la normalidad a deshora, 155 encubiertos para obligarle a cerrar Madrid en contra de los criterios científicos y económicos, filtrando datos fiscales confidenciales de su novio y su padre y acusándola de «asesina» por haber hecho lo mismo que otras comunidades con las residencias de ancianos. Residencias, por cierto, que eran competencia de Pablo Iglesias, según el Boletín Oficial del Estado.


Ahora ya no va sólo a por esa parte de las baronías populares llamada Ayuso sino que ha metido la quinta con el todo. El reparto de los inmigrantes menores no acompañados, los celebérrimos menas, es la gota que ha colmado el vaso de la amoralidad de un individuo al que yo apodé «Franquito» mucho antes de que el presidente de El País y la Ser trazase una analogía entre el dictador y nuestro primer ministro. Una columna, la firmada el lunes pasado por Joseph Oughourlian, que suscribo de la A a la Z salvo en las loas a una Prisa que ha infligido más daño a España que la Pérfida Albión en los tiempos de la Armada Invencible o los gabachos napoleónicos con la invasión de 1807.


La distribución por toda España de una parte sustancial de los 6.300 menas hacinados en Canarias representa un acto de caridad con los muchachos y de solidaridad con unas Islas en situación límite por la inmigración ilegal. Hasta ahí nada que objetar. Lo que no esperábamos es que el marido de la tetraimputada Begoña Gómez aprovechase este drama para hacer nuevamente el mayor daño posible a los contrincantes ideológicos empleando a los menas como caballos de Troya que él cuela sin piedad en territorio enemigo en un mix de xenofobia y racismo al que no se atrevería ni Alternativa para Alemania. La distribución es uno de los mayores escándalos del sanchismo y eso que el nivel está en la estratosfera. Sobra añadir que al autócrata le importan un pimiento los menores, su educación, que crezcan sintiéndose queridos y con estabilidad psicológica. Lo de Sánchez es también en este caso simple táctica política para dañar al de enfrente. Punto.


A Madrid le ha endosado más menas que a nadie, 806, seguida de Andalucía, 796, y la Comunidad Valenciana de Carlos Mazón con 477. Toda comparación es odiosa pero la que es obligado trazar con Cataluña resulta escandalosa. La comunidad comandada por Salvador Illa figura a años luz de las tres anteriores con sus raquíticos 26. Nuestro todavía presidente es un chulo también a la hora de prevaricar. Porque hasta Abundio sabe que Madrid tiene 7 millones de habitantes, que Andalucía cuenta con 8 millones y que Cataluña supera ya los 8,4. Vamos, que esta cacicada no resiste el más mínimo cálculo proporcional. Un escándalo de marca mayor cuyo indisimulado fin es atestar de chavales inadaptados los territorios controlados por el PP y permitir que Junts se marque un tanto ante su parroquia a cambio de prorrogar artificialmente su vida como presidente del Gobierno.


Por contra, las que mejor paradas salen en esta diabólica distribución son el País Vasco (87), donde gobiernan en coalición PNV y Partido Socialista de Euskadi, y Navarra y Asturias, en manos del sanchismo. A Castilla-La Mancha le ha metido un buen estacazo pero, claro, ahí ostenta la vara de mando el único correligionario que se atreve a llevarle la contraria. La única autonomía que Pedro Sánchez salva es Baleares, presidida por Marga Prohens. Tal vez es que la tirria que dispensa al PP es en este caso menor al miedo que le causa la posibilidad de cargarse esa gallina de los huevos de oro que es el turismo.


El virus que inocula a las comunidades enemigas se verá con el paso del tiempo en forma de incremento exponencial de la inseguridad. Los menas son chicos que aterrizan en un mundo extraño sin familia, sin estudios y sin trabajo. Y muchos de ellos hacen lo mismo que se nos ocurriría a cualquiera de nosotros en idéntica coyuntura: delinquir para llevarse un mísero chusco de pan a la boca o para comprarse un móvil con el que comunicarse con los familiares que se quedaron al otro lado del Estrecho.


El PP haría bien en pasarse por el arco del triunfo estos designios del caudillo porque son ilegales. El Derecho Natural considera un bien moral la desobediencia frente a cualquier ley o resolución gubernativa que no esté en consonancia con la norma o con la ética. Y, desde luego, este reparto caprichoso por malicioso quiebra no sólo los criterios de proporcionalidad sino, además, ese principio de igualdad ante la ley sin el cual la democracia es una entelequia.


Yo que Ayuso, Moreno y Mazón me negaría en redondo a cumplir los designios de Franquito, como ha avanzado Fernando López Miras tras subrayar que los servicios sociales están colapsados en su región. Y si quieren arrastrar los pies por miedo a que los lleven a los tribunales y les caiga en suerte una juez como la de Catarroja, que al menos se hagan un Sánchez metiendo más menas en los municipios de sus comunidades gobernados por el PSOE. O que los manden directamente a Moncloa donde sobra espacio y funcionarios. Si tan solidario es Sánchez que los acoja en su casoplón. Y, entre tanto, no estaría de más avanzar legislativamente para contemplar lo obvio: que estos muchachos vuelvan con quienes mejor pueden estar, sus padres. No es racismo ni aversión al extranjero sino purito sentido común.


El prior rebelde
Hughes. gaceta. 23 Marzo 2025

Lo contó el abogado Luis Felipe Utrera-Molina, que estuvo allí: «Bolaños le acusó en mi presencia (al padre Santiago Cantera) de rebeldía por haber rescatado el Santísimo cuando precintaron la Basílica. Yo dije que algún día sabrá lo que es el Santísimo».


Una escena de la patocracia, porque lo de la partitocracia se queda corto. Es partitocracia de psicópatas. La degeneración servil convertida además en discurso público. Así respondió Bolaños al relevo del prior: «Es muy buena noticia que un prior que no comulgaba con los valores democráticos salga del Valle en plena resignificación y conmemoración del fallecimiento de Franco».


Los «valores democráticos» de Bolaños (los de la UE) también se comulgan. Los últimos años del régimen, los de la flexión sanchista, podrían entenderse en dos lugares: la sauna del suegro, donde se hundía el Estado Cuan Profundo y la Basílica del Valle, donde el Régimen estatalizó el cadáver no-democrático de Franco para prolongar, in aeternum, una sacralización antifascista.


La sustitución del prior no puede sorprender a nadie que escuche la radio de la Conferencia Episcopal española. Hace unos años, participé fugazmente en ella. Allí se discutía si Vox era aceptable por la democracia española. No lo decía ningún izquierdista caribeño. Lo sostenía ante mis ojos un periodista de El Mundo.


Y esto es importante recordarlo esta semana en la que ha pasado alguna cosa más.


En TVE se acusó abiertamente a Abascal de delito de odio y se recordó, con tono amenazante, que lo único que le protege del banquillo es su condición de aforado.


Y apareció un nuevo artículo «liberal» contra el quintacolumnismo en España. Nuevo señalamiento del que estando en guerra colabora con el enemigo. «Zapa traicionera», en palabras del filósofo Savater, su autor. Es un tic ya habitual del autodenominado liberalismo español. Savater, cuya idea de la libertad nos quedó clara en la pandemia, estuvo 47 años escribiendo en El País hasta que descubrió que seguían una línea afín al PSOE (Javier Bilbao), entonces culminó la proeza intelectual desembocando en Ayuso, que lo premió, por cierto, con un Dos de Mayo.


Abascal dijo algo estos días: «A Ayuso le han encargado la destrucción de Vox». La presidenta del Madrid DF, con más agenda que Von der Leyen, regresaba de London. Hasta que nos traigamos la City, será Mahoma quien tenga que ir a la Meca. Allí explicó a los ingleses el «liberalismo a la española», que consiste en no mentir. Liberalismo es, por tanto, lo que se dice en Londres pero no lo que se financia en radios y periódicos en Madrid.


Los excesos de Savater («recua», «semitotalitarios») iban acompañados del habitual resumen peliculero del siglo XX: EE.UU salvó a Europa de los «autócratas belicistas». Hernández Mancha confesó que el PP se llama PP por el PPEuropeo, y habría que empezar a tener claro que también europeizaron la historia. Como la española no les valía, los neoliberales españoles subcontrataron su explicación del siglo XX a la propaganda del mundo anglosajón. Porque a España… ¿quién la salvó y de qué riesgos? Pase que a la hora de explicar la Segunda Guerra Mundial se olviden de la Unión Soviética, no nos afecta mucho, pero lo que hace la derecha instalada y señaladora es conectarse con esa visión del siglo XX, ese buenos-malos, olvidando la realidad española. Enchufan el 78 al orden del 1945, empalman el abrazo de la Transición (from the law to the law) con la legitimidad churchilliana y el orden de posguerra del mundo liberal, pero su legitimidad (el primer «ley» del de la ley a la ley) no está ahí sino en la guerra ganada al frente popular soviético que contaba además con la carnicera ayuda de progresistas internacionales.


Sobre la República, la Guerra Civil o el exterminio de católicos se extiende un manto de silencio, un olvido. Un literal no es nuestra guerra y se sustituye la historia española por la propaganda churchilliana.


Pero esta derecha no viene de Normandía. Viene de donde viene. Y a España no la salvó Churchill…


Lo que nos lleva al prior Cantera, y su martirio blanco. Quien sirve a Cristo bastante es que sirva a España. A la verdad de España. Es admirable que lo haga pudiendo simplemente ‘moderarse’. Abandonarse a Cristo, ese absoluto estar en otra liga, debe de ser estar a otra cosa estando a todo.


En la España actual se prolonga una aniquilación ideológica, minuciosa y sistemática que viene de antiguo. Todos sabemos lo que está amenazado, todos sabemos a qué tipo de comportamientos se le agotan los trienios.


¿Cómo acabar, porque urge ya, un artículo que empezó con Bolaños interviniendo el Santísimo?


Isabel García, una científica que vive en Alemania y ha de volver a su Bilbao para cuidar de la madre, contó en el bendito X de Musk la siguiente escena:


«Al salir del ambulatorio con mi madre, había dos hombres y un perro. Le estaban enseñando a obedecer en euskera. Uno de ellos le repetía:


-Erderaz, puaaaaagh, erderaz, puaaaaaagh.

Que quiere decir: «¡en español, que asco. En español, qué asco!».

Al perro se lo decía. Y el otro hombre se reía».


Las nueve lenguas españolas en peligro
El inglés desplaza al catalán como segunda lengua en España
Rafael del Moral. Vozpópuli. 23 Marzo 2025

Según la encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas del Instituto Nacional de Estadística (INE) casi la totalidad (el 99,5%) de los residentes en España entiende y habla, aunque sea con dificultad, el español. Hasta aquí ninguna sorpresa, pues parece normal que una lengua tan productiva como la nuestra sea conocida en todos los rincones de la nación.


Lo que sorprende es que la segunda no sea española, sino británica, el inglés (14,7%). Y lo que no dice la encuesta es si se trata de lengua propia (por adquisición en la infancia) o lengua adquirida (aprendida con posterioridad). En el caso primero son hablantes ambilingües diestros en dos lenguas que han de utilizarla día a día. En el segundo (más frecuente) son hablantes bilingües, es decir, que tienen una lengua como principal y otra que conocen bien, por supuesto, pero que solo utilizan de manera esporádica. Casi siete millones de españoles hablan inglés, lo que no quiere decir que lo necesiten a diario, pues en eso no entra la estadística.


La tercera son los casi seis millones de catalán (14,2%, que incluye mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterense), pero en este caso todos tienen también como lengua propia al castellano. Le sigue el valenciano (5,6%), gallego (5,2%), francés (3,7%), euskera (2,3%), árabe (1,6%), rumano (1,1%) e Italiano (1%).


Resulta curioso que ni el inglés, ni el francés, ni el árabe, ni el rumano, ni el italiano se consideren lenguas de España por razones evidentes. ¡Pobres compatriotas! Ninguna de ellas figura entre las dieciséis que la prestigiosa página Ethnologue le asigna a España, nueve de ellas en peligro de extinción. ¿Solo hay que considerar lenguas de un país las que están ahí desde siempre? ¿No merecen consideración los hablantes árabe o rumano?


Más de tres mil en vías de extinción

Podemos llorar con un solo ojo porque de las 7.164 lenguas vivas identificadas por la misma página, el 44%, es decir, 3.170 están también en peligro de extinción. Sumados sus hablantes, alcanzan los 90 millones. El 60% de quienes van a perder pronto su lengua se encuentran en sólo nueve países. Que nadie se alarme porque ya disponen de otra que les facilita la comunicación, o de otras dos. En España el español, que es también propia de quienes la hablan y facilita mejor el acceso a la comunicación. Muchos de ellos ya han dado por amortizado el uso de la heredada de sus padres, idioma peregrino cuya desaparición no parece importarles mucho.


Indonesia con 506 lenguas en peligro de extinción ocupa el primer lugar, una de las mayores concentraciones. La mayoría, el 70%, desaparecerán pronto porque no parece que nadie esté dispuesto a invertir en los cuidados intensivos de tan magna variedad, ni siquiera los propios hablantes. La política lingüística nacional protege al bahasa indonesio (literalmente lengua de Indonesia) y tiende a ignorar a todas las demás del vasto archipiélago, incluso algunas tan interesantes como el javanés, el sudanés o el balinés.


Aunque la mayoría de las lenguas en peligro se hablan en la región Asia-Pacífico, otro núcleo importante está América. Unas 270 solo en Estados Unidos y Canadá; 258 en México y Brasil. En África, 259 sólo en Nigeria y Camerún. Y en Europa, los países con más lenguas en peligro son Rusia (72), Italia (19), Francia y España (9 y 9 respectivamente). Entre las de Francia las dos variedades vascas, labortano y suletino, y una lengua catalana, el rosellonés. Pero también el bretón y el alsaciano.


Pocos lectores darían con las nueve lenguas españolas en peligro. El vasco en sus variedades podría ser una de ellas si no fuera por la irrigación escolar en euskera batúa y el optimismo de la Lehendakaritza. Desaparecerán también en pocas generaciones el aragonés, el asturiano, el aranés, el extremeño y la fala (que también llamamos xalimegu). Y todavía quedan dos más que cita la famosa página, el caló y la lengua de los mercheros. Las que no corren peligro de extinción son, además español, el catalán-valenciano, gallego y vasco.


Todo individuo tiene derecho al reconocimiento de su lengua. Resulta inadecuado llamar dialecto a la lengua familiar. Por eso debemos decir que el extremeño es una lengua hablada en Extremadura. Y como no todos los extremeños hablan igual, también podríamos nombrar al serraillanu, incluso distinguir entre el alto-extremeño, medio-extremeño y bajo-extremeño. ¿Habría que nombrar oficiales a estas lenguas? ¿Por qué unas sí y otras no? Si el aranés, con solo unos miles de hablantes, en retroceso y segregado, es oficial en Cataluña, ¿por qué no dar el mismo estatus al murciano o al leonés?


Ese mismo privilegio pueden reclamar y reclaman municipios aragoneses en los que se habla cheso, chistabino o ayerbense, o territorios situados en la frontera extremeño-leonesa en los que se dialoga en castúo, una variedad dialectal que cuenta con distintas referencias literarias como las firmadas por José María Gabriel o Luis Chamizo y a las que recientemente se sumaba una edición especial de Tintín. Otras modalidades lingüísticas de transición que cuentan con una importante comunidad de hablantes son el cántabro (entre asturleonés y castellano), el eonaviego (entre asturleonés y gallego), o las hablas riojanas. Variedades que, aun sin autonomía léxica, gramatical o fonética, son parte esencial de la vida diaria de miles de españoles.


Al otro lado del estrecho de Gibraltar, en la ciudad de Melilla, se oye hablar en rifeño, también conocido como tarifit o chelja. Una variedad de las lenguas bereberes que cuenta nada más y nada menos que con cuatro millones de hablantes y que está visiblemente extendida entre la población musulmana del territorio fronterizo. Muy cerca de Melilla, en Ceuta, el español también convive con otra habla como el árabe-cutí, también llamado dariya, una variante del árabe que ni es oficial ni está regulada por ningún organismo, a pesar de ser la utilizada por hasta 44 millones en la franja que recorre desde Libia hasta el Sahara Occidental.


Otro de esos idiomas que convive junto al español a lo largo y ancho de nuestro territorio es el caló, zincaló o romaní ibérico. Una variante del romaní que tal vez utilizan a diario unas cien mil personas, y que posee dialectos en algunas regiones como en Cataluña, donde se habla el caló catalán, o en el País Vasco, donde se habla el caló vasco o erromintxela, que podría tener hoy medio millar de hablantes.


La fuerza cultural

A todas estas habría que añadir aquellas ya desaparecidas que en su momento fueron utilizadas por quienes habitaron estas tierras como el tartésico, el aquitano o el tamazight insular, entre otras. De no tomarse medidas pronto, recuerdan los especialistas, la lista de hablas desaparecidas podría verse tristemente ampliada. Y si se toman medidas ¿Quién se atreve a crear escuelas, periódicos y medios escritos en esas lenguas?


Bien podríamos dar un diagnóstico diciendo que el íbero, el celta ibérico, el tarteso, el mozárabe y el guanche son lenguas desaparecidas de la Península ibérica o las islas. Aranés, aragonés, asturiano son lenguas en serio peligro de extinción. Catalán-valenciano, gallego y vasco sobreviven artificialmente mantenidas, y solo el español, inglés, francés, árabe, rumano e italiano tienen garantizada su permanencia por la fuerza cultural de la tradición que las sustenta y por su importante número de hablantes monolingües.


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