Recortes
de Prensa Sábado
12 Abril
2025
Rusia
se acerca a toda velocidad al millón de bajas en Ucrania
Lucía
Gutiérrez. la razon. 12
Abril 2025
El próximo 8 de julio, Rusia conmemorará, como cada año en esa fecha, el aniversario de la Batalla de Poltava de 1709, un hito en la historia militar de Rusia y que marca un punto de inflexión en el pasado militar del país. Aquel día, el ejército del zar Pedro I de Rusia masacró a las fuerzas del rey Carlos XII de Suecia durante la Gran Guerra del Norte. Fue la batalla que necesitaba Rusia para creerse que podría llegar a ser una gran potencia europea en detrimento de su entonces gran rival, el imperio sueco.
Si la guerra fuese un ejercicio matemático, ese 8 de julio el país tendría otro acontecimiento militar con muy poco que celebrar: las fuerzas rusas habrán alcanzado el millón de bajas, entre muertos y heridos, en la guerra de Ucrania. Puede ser unos días antes o unos días después, pero por esas fechas se habrá alcanzado esa macabra cifra si se mantiene la actual cifra de pérdidas. Una situación, sin duda, que el presidente ruso, Vladimir Putin, jamás pensó que podría producirse cuando el 24 de febrero emprendió una "invasión relámpago" de su vecino.
De acuerdo con el recuento casi diario de bajas enemigas que realiza el ejército ucraniano a partir de los datos que le llegan del frente, esta semana se han superado ya las 930.000 pérdidas rusas, a una media de 813 bajas diarias en el cómputo global. En los últimos meses, además, el ritmo se ha duplicado por culpa de una serie de ofensivas emprendidas por Rusia en el Donbás y en la región de Jarkov, con el fin de llegar en la mejor situación posible a la mesa de negociación. De hecho, son muchos los días en los que se superan las 1.500 bajas.
La cifra exacta, obviamente, hay que tomarla con ciertas reservas ya que procede de una de las partes del conflicto, aunque suele estar refrendada por servicios secretos como el británico. Procede, en cualquier caso, del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Moscú, por su parte, se niega a dar cifras en línea con su política de negar la realidad hasta el punto de seguir considerando la invasión de Ucrania como una "operación especial" y no una guerra.
Según el informe del Ministerio de Defensa de Ucrania, actualizado el pasado jueves, cerca de 930.000 soldados rusos han sido eliminados en combate, con un promedio de más de 1.400 al día en las últimas semanas. Además, en estos tres años Moscú ha perdido 10.579 tanques, 22.033 vehículos blindados de combate, 25.982 sistemas de artillería, 1.359 sistemas de lanzacohetes múltiples y 1.127 unidades de defensa antiaérea. Además, han sido destruidos 43.514 vehículos y camiones cisterna.
En lo que respecta a la batalla aérea, las pérdidas son también considerables: 370 aviones, 335 helicópteros, 3.145 misiles de crucero y 32.078 drones, según los datos del Estado Mayor ucraniano. Este último es un sistema de ataque que se ha confirmado como fundamental para ambos bandos y con un protagonismo creciente.
Por último, la batalla naval, con menos presencia en este conflicto, ha supuesto para Moscú la destrucción 28 embarcaciones de guerra y un submarino.
Rusia
pierde su base clave en el Mediterráneo y se tambalea su presencia
naval
La Razón. 12
Abril 2025
La Armada rusa se tambalea en el Mediterráneo. Según ha informado el portavoz de la Marina ucraniana, Dmytro Pletenchuk, el Kremlin ha perdido el acceso operativo a su única base de confianza en la región: el puerto sirio de Tartus.
Aunque las fuerzas navales rusas todavía permanecen en aguas mediterráneas, la pérdida de Tartus representa un golpe estratégico significativo. Según Pletenchuk, Moscú "ya no tiene una base de confianza" en el área, aunque intenta mantener la fachada de poder naval repostando ocasionalmente en puertos africanos “de amigos circunstanciales”.
La flota rusa del Mediterráneo, en jaque
Tartus era la única instalación naval permanente de Rusia en el Mediterráneo, y su función iba más allá del simple apoyo logístico: era una pieza clave del ajedrez geopolítico ruso en el sur de Europa y Oriente Medio.
La pérdida de esta base, que no ha sido oficialmente reconocida por Moscú, se traduce en una logística mucho más compleja para las operaciones de la Marina rusa. Sin instalaciones permanentes para reparaciones o suministro, la flota rusa pierde autonomía y capacidad de proyección.
África, el plan B
La declaración del portavoz ucraniano también subraya el cambio de foco hacia África. Rusia, señala, “seguirá apareciendo periódicamente” en los litorales africanos, donde aún conserva cierta influencia histórica y acuerdos de cooperación con gobiernos locales.
El Kremlin sigue utilizando sus buques como instrumentos de presión y simbolismo, aunque cada vez más limitados. “Están tratando de lucir la bandera”, asegura Pletenchuk, “para demostrar que no han abandonado las aguas del Mediterráneo”, aunque su capacidad real esté disminuida.
¿Fin del dominio naval ruso en el Mediterráneo?
Con la guerra de Ucrania prolongándose y el aislamiento diplomático y económico internacional creciendo, Rusia parece haber perdido su plataforma más importante en el Mediterráneo oriental. Esta retirada también pone en duda la viabilidad de otras alianzas tácticas en la región, especialmente con países que hoy adoptan posturas más ambiguas respecto al conflicto ucraniano.
La estrategia naval rusa entra así en una fase incierta, mientras países como Turquía, Egipto o Argelia siguen calibrando sus relaciones con Moscú bajo la presión de Occidente.
De los años 50
Una
Rusia al límite saca todoterrenos soviéticos de los museos para
luchar en Ucrania
Después incontables pérdidas de
blindados y transportes, Rusia suma ahora camiones de los años 50 a
sus trenes de principios del siglo XX, tanques soviéticos,
utilitarios, bicis, caballos y hasta burros
Jesús Díaz. el
confidencial. 12
Abril 2025
Tras la destrucción de más de 20.000 blindados rusos —en gran parte por los drones en primera persona de las fuerzas armadas de Kiev— el Ejército de Moscú se ha visto forzado a usar tanques obsoletos, transportes armados de la Guerra Fría y trenes acorazados usados en la primera y segunda guerras mundiales a utilitarios y furgonetas, motocicletas, caballos y hasta burros robados a ciudadanos ucranianos. La situación del transporte militar ruso es tan precaria que el Kremlin ha ordenado sacar de los garajes y museos vehículos construidos en los años 50. El despliegue de los GAZ-69 —vehículos todoterreno fabricados entre 1952 y 1972 en la planta Molotov de Moscú— es el último ejemplo de la desesperada estrategia logística del Kremlin. Estas reliquias automovilísticas diseñadas para una era muy distinta, han sido vistas en el frente ucraniano participando en ataques directos contra posiciones enemigas. Según el analista de inteligencia Moklasen, quien predijo su uso en combate el pasado 1 de abril, estos camiones sin blindaje—salvo por las improvisadas jaulas antidrón que algunos soldados rusos les han añadido—se enfrentan a un destino casi asegurado: convertirse en chatarra bajo el fuego enemigo.
Uno de estos vehículos fue destruido durante un ataque fallido cerca de Bilohorivka, en la frontera entre las regiones de Luhansk y Donetsk. La operación terminó mal para el convoy ruso: “Nadie llegó, nadie alcanzó [las posiciones ucranianas]”, declaró el equipo de drones Abwehr Gruppe, responsable del ataque con drones FPV desde la Brigada Aérea Móvil 81.
La desmecanización del ejército ruso
La aparición de los GAZ-69 no es un caso aislado. La crisis logística del ejército ruso ha alcanzado niveles críticos tras la pérdida de más de 20.000 vehículos diseñados para el combate. Incapaz de reponer estas bajas debido a las sanciones internacionales y la corrupción endémica, Rusia recurre cada vez más a medios improvisados y obsoletos para mantener su ofensiva. Bicicletas robadas, motos civiles y hasta animales como caballos y burros se han convertido en 'vehículos militares' habituales en el frente.
El uso de trenes blindados es otro ejemplo claro de esta regresión tecnológica. Estas máquinas—resucitadas desde los tiempos soviéticos—han sido vistas transportando armamento y tropas desde Crimea hacia Kherson y otras zonas ocupadas. Aunque equipados con sistemas antiaéreos y blindaje básico, su dependencia de vías férreas fijas los hace extremadamente vulnerables a sabotajes ucranianos. Según el teniente coronel estadounidense Alex Vershinin, esta dependencia ferroviaria refleja una debilidad estructural única entre los ejércitos modernos: “Ninguna otra nación europea utiliza los ferrocarriles en la medida en que lo hace el ejército ruso”.
Un ejército al borde del colapso
La situación actual del ejército ruso es un síntoma evidente de su incapacidad para adaptarse a una guerra prolongada. Las cifras son demoledoras: más de 9.965 tanques destruidos, junto con 36.211 camiones y cisternas según datos ucranianos. Aunque estas cifras no pueden ser verificadas independientemente, coinciden con las imágenes constantes de vehículos rusos abandonados o destruidos que circulan por redes sociales.
El exministro ruso Andrey Kozyrev señaló en su día que gran parte del presupuesto militar destinado a modernizar las fuerzas armadas fue desviado hacia fines corruptos: “El Kremlin pasó los últimos 20 años intentando modernizar sus fuerzas armadas. Gran parte de ese presupuesto fue robado y gastado en megayates”. El desvío ha dejado al ejército ruso atrapado en una paradoja: mientras presume armas hipersónicas como el Tsirkon para propaganda internacional, sus soldados luchan con equipos obsoletos y raciones caducadas en Ucrania. La degradación acelerada del ejército ruso no solo limita su capacidad ofensiva; también pone en duda su capacidad para sostener cualquier avance significativo. Lo que alguna vez fue una potencia militar mecanizada ahora depende cada vez más de soluciones improvisadas que reflejan tanto su decadencia como la desesperación del Kremlin por mantener su campaña militar activa.
Como afirma Tatarigami, fundador de Frontelligence Insight, un grupo de análisis ucraniano, "a pesar de mantener la ventaja a lo largo de gran parte de la primera línea, la campaña de invierno de Rusia arrojó resultados limitados, lo que indica que la situación de Ucrania no es grave". Con el colapso de las fuerzas móviles rusas, con la guerra prácticamente en tablas y con Rusia contra las cuerdas, tiene aún menor sentido que EEUU haya decidido cortar la ayuda a Ucrania y apoyar al dictador Vladimir Putin.
La «soberanía limitada» en la
UE
Ricardo Ruiz de la Serna. gaceta. 12
Abril 2025
Todo comenzó cuando los checoslovacos decidieron abrir las ventanas en 1968. Alexander Dubček (1921-1992) pretendía reformar el modelo comunista que los soviéticos habían impuesto en su esfera de influencia. Quería un «socialismo con rostro humano», lo que en términos prácticos significaba, por ejemplo, cierta libertad de expresión, de información y de creación y algunos cambios económicos. En realidad, no era nada radical, pero en los sistemas comunistas toda apertura era no sólo radical, sino peligrosa. Un proceso reformista en Checoslovaquia podía extenderse al resto del bloque oriental. Leonid Brezhnev (1906-1982), secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, decidió abortar el ciclo de reformas antes de que pudiesen consolidarse: un ejército de tropas del Pacto de Varsovia invadió Checoslovaquia y lo sofocó todo.
En septiembre, Brezhnev trató de justificar ideológicamente la agresión contra otro Estado que, además, formaba parte del bloque oriental. Así nació la llamada «doctrina de la soberanía limitada» o Doctrina Brezhnev: los países socialistas deberían ser libres para determinar su camino, pero «ninguna de sus decisiones debería perjudicar al socialismo en su país ni los intereses fundamentales de otros países socialistas». Esto significaba, en términos prácticos, que ningún país era libre para alejarse del comunismo. Quien lo hiciese se exponía, como los checoslovacos, a una invasión.
Esta idea de la soberanía limitada venía revestida, naturalmente, de toda la retórica comunista en torno a la naturaleza democrática de los regímenes socialistas -las llamadas «democracias populares», cuya historia escribió Ferenc Fejtő (1909-2008)- y de ruidosas advertencias contra las conspiraciones capitalistas que amenazaban el avance del comunismo.
Algo de esta doctrina, que justifica intervenciones contra la soberanía de otros países, parece haber contaminado la Unión Europea. En Rumanía, Alemania y Francia ha habido distintos movimientos para impedir candidaturas o gobiernos de derecha soberanista. Allí se descalifica a un candidato que antes se había validado. Aquí se forma un cordón sanitario y se aprueba una reforma constitucional con un parlamento saliente. Justo al otro lado de los Pirineos se ejecuta provisionalmente una condena de inhabilitación que aún no es firme.
No entro en la legalidad de las intervenciones, sino en su fondo político e incluso moral: si los ciudadanos de los países votan contra los consensos progresistas que hoy pretende imponer “Bruselas” (valga la metonimia): votan contra la imposición de cuotas de inmigrantes, contra medidas radicales contra el cambio climático o contra la destrucción de sus sistemas económicos, los partidos progresistas y la propia Unión intervendrán para impedirlo. La presión que desde hace años viene sufriendo Hungría es un ejemplo de lo que cabe esperar a quienes desafíen esos consensos.
Así, la Unión Europea y los partidos progresistas que la controlan aspiran a una «soberanía limitada» de las naciones y no sólo a un reparto de competencias con los Estados a partir de los tratados. La «vis expansiva» de las competencias de la Unión y la interpretación extensiva que de ellas viene haciendo el Tribunal de Justicia de la UE han terminado socavando el fundamento mismo de la propia Unión, que es, en última instancia, la soberanía de las naciones que deciden adherirse. La lección del Brexit no parece haber calado en Bruselas.
Sabemos cómo terminó aquello de la «soberanía limitada». En 1989, los pueblos de Europa Central y Oriental desde el Báltico al Mar Negro recuperaron una libertad anhelada desde el final de la II Guerra Mundial. Cuando más se trata de silenciar a las naciones, más clamorosas se hacen sus demandas y más comprometidas quedan las instituciones secuestradas por el progresismo tanto en la UE como en los Estados. Como el Kaspar Utz de la novela homónima de Bruce Chatwin, esas naciones se atreven a algo inconcebible por los tiranos: vivir como si ellos no existieran.
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Sánchez,
de dictadura en dictadura (ahora China)
Eduardo Inda.
la razon. 12
Abril 2025
Todo el mundo está llevándose las manos a la cabeza por el viaje genuflexo de Pedro Sánchez a China y yo continúo sin salir de mi asombro mientras me pregunto: ¿qué tiene de anormal? Porque lo normal es que un autócrata con ínfulas tiránicas tenga mejor relación con dictadores que con líderes de democracias de calidad, con asesinos que con tipos que respetan el Estado de Derecho y la alternancia, con malnacidos que con gente que ni miente ni se corrompe por convicción y porque sabe que ése es el camino más recto al averno político.
Estoy plenamente convencido de que al Sánchez concejal de Madrid que, según Gallardón, «era más de derechas que los representantes del PP», los tiranos le gustaban entre cero y nada. Pero al tipo que sisó la Presidencia del Gobierno a Mariano Rajoy con una sentencia amañada le pone y de lo lindo pactar con lo más chungo de cada casa. Alguien que se acuesta con esa ETA que segó la vida de 856 españoles, con los sicarios de Maduro y con quienes protagonizaron el 1-O está en su salsa de la mano de un sátrapa como Xi Jinping.
Al marido de Begoña Gómez hace tiempo que le dan pereza los demócratas mundiales. A este respecto hay que recordar la estrecha amistad que su Ejecutivo mantiene con esa narcodictadura venezolana que ejecuta, hace desaparecer, exilia o encarcela disidentes. Su consejero áulico José Luis Rodríguez Zapatero es el único dirigente del mundo libre con permiso para susurrar al oído a Nicolás Maduro.
La otra gran prueba del algodón fue el recibimiento por todo lo alto en Barajas que el putero José Luis Ábalos dispensó por orden del caudillo a la número 2 del sátrapa venezolano en enero de 2020. Hay que recordar que, por aquel entonces, Delcy Rodríguez tenía prohibida la entrada en territorio UE por los crímenes contra la humanidad perpetrados por la República Bolivariana de Venezuela. La gran duda por resolver definitivamente es si se trató tan solo de una escala técnica en la capital de España o si se descargó oro y billetes como sostienen algunas personas presentes en aquella cita clandestina.
Otro que le mola a nuestro todavía presidente es Mohamed VI, que no se caracteriza precisamente por su amor a los derechos humanos. Tampoco son malas las relaciones que mantiene con otro representante de lo peor de cada casa: Miguel Díaz-Canel, cara y ojos de un régimen que lleva 65 años anulando cualquier resquicio de libertad civil en la isla hermana. Lo recibió al poco de aterrizar en Moncloa.
Y ahora, de la mano de un Zapatero que es el gran lobbista de los intereses chinos en España, ha finiquitado 100 años de excelente camaradería con la mayor democracia del mundo, los Estados Unidos, para echarse en brazos de una tiranía que decreta 10.000 penas de muerte anuales y que, obviamente, considera un sacrilegio las elecciones libres, la separación de poderes y la partitocracia. Nuestro autócrata loó al jefe de Estado chino: «Es un socio imprescindible para hacer frente a la emergencia climática y a la desigualdad».
Ahora resulta que la nación que más CO2 emite a la atmósfera y una de las que registra más diferencias sociales es la que acabará con el efecto invernadero y la pobreza. Manda huevos. Al secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, le faltó tiempo para advertir que con este acercamiento al gigante asiático «España se está cortando el cuello». Lo que nos faltaba. Pocas veces vino más al pelo el refrán: «Dime con quién andas y te diré quién eres».
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Si los
cinco se retiraran, Conde-Pumpido no podría manejar el tribunal
La
maniobra para desactivar el «golpe» de Conde-Pumpido desde el TC
que los cinco magistrados afines al PP se niegan a ejercer
Pedro
Fernández Barbadillo. gaceta. 12
Abril 2025
El Tribunal Constitucional es la bomba atómica de que dispone el PSOE para controlar el Estado y a los tribunales de verdad. Cuando el Supremo o algún otro tribunal dicta una sentencia que perjudica al partido que controla el régimen español, el TC acaba anulándola o haciendo un apaño, se trate de la legalización del aborto y la eutanasia o del encarcelamiento de la mesa del partido proetarra HB.
Desde que el PSOE dispone de mayoría absoluta en el TC, los hechos que demuestran la condición de satélite de éste se suceden. Negativa de los magistrados progres a apartarse de las causas decisivas para Moncloa; reconocimiento de personalidad jurídica para el Mar Menor; destrucción de la presunción de inocencia de los varones en casos de ‘violencia de género’; anulación de la sentencia de la trama corrupta de los ERE montada por el PSOE andaluz; reforma de los estados de alarma en contra de su doctrina anterior; etc.
Respecto a esta última sentencia, el presidente del organismo (que no es un verdadero tribunal de justicia, tal como lo define la Constitución), Cándido Conde-Pumpido, ha estado maniobrando y hasta amenazando para impedir que la Audiencia Provincial de Sevilla recurriera la sentencia al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Estos días, el fiscal Conde-Pumpido llegó a decir que «cuestionar al TC es cuestionar a la Constitución, cuestionar la legitimidad para poder dictar sentencias que sometan a los poderes públicos es de alguna manera cuestionar también el sistema democrático». Es decir, criticar al bloque socialista que se ha repartido el TC es conspirar contra la democracia.
La última prueba de la condición de tentáculo del PSOE al que ha sido reducido el TC es su conducta respecto a los 16 recursos de inconstitucionalidad presentados contra la Ley de Amnistía de los golpistas catalanistas.
A fin de seguir pagando el voto de los siete diputados de Junts en el Congreso para el Gobierno de Pedro Sánchez, el PSOE ha comunicado varias veces al huido Carles Puigdemont que el Tribunal Constitucional se pronunciará antes del verano sobre la Ley de Amnistía y lo hará de tal manera que el delincuente separatista pueda regresar a España.
Confirmando su supeditación a los intereses del Gobierno socialista, Conde-Pumpido ha dicho que el TC dictará sentencia antes del verano. ¡Otra humillación más para los españoles y otro clavo en el Régimen del 78!
Sin embargo, en la Ley Orgánica del TC hay una vía para frenar esta degradación. Se halla en el artículo 14, que reza así: «El Tribunal en Pleno puede adoptar acuerdos cuando estén presentes, al menos, dos tercios de los miembros que en cada momento lo compongan. Los acuerdos de las Salas requerirán asimismo la presencia de dos tercios de los miembros que en cada momento las compongan. En las Secciones se requerirá la presencia de dos miembros, salvo que haya discrepancia, requiriéndose entonces la de sus tres miembros».
El TC lo componen doce magistrados, por lo que dos tercios suponen ocho de ellos. Según el reparto que han hecho el PSOE y el PP de los miembros del TC, siete son del bando socialista, que votan como soldados adoctrinados, y cinco del bando conservador.
Los magistrados no obedientes a Moncloa son Ricardo Enríquez, Enrique Arnaldo, Concepción Espejel, César Tolosa y José María Macías. Si todos ellos se ausentasen de los plenos y las salas, bloquearían el funcionamiento del TC y así rescatarían a esta institución del desprestigio mayúsculo en el que la han hundido Conde-Pumpido.
La disciplina de éste a las conveniencias del presidente del Gobierno es anterior a su elección como presidente del organismo político. En junio de 2021, se decantó, junto a otros cuatro magistrados progubernamentales en contra de la sentencia mayoritaria que consideró que, para enfrentarse a la pandemia, el Gobierno debía haber declarado el estado de excepción en lugar del estado de alarma.
Los cinco magistrados tienen en sus manos la solución para desactivar este atentado permanente contra la justicia y la Constitución. ¿Mantendrán la misma actitud que los diputados y senadores del PP que les nombraron, los cuales se derriten cuando los socialistas invocan la institucionalidad?
Matricule
a sus hijos en valenciano para «dejar de ser inmigrante permanente»:
la última campaña independentista
La 'ONG del
catalán' «llena centros educativos» en la Comunidad Valenciana con
mensajes para influir en que las familias no elijan castellano como
lengua de aprendizaje
José Luis Fernández. ALICANTE. ABC. 12
Abril 202
Acabado el referéndum lingüístico entre las familias de la Comunidad Valenciana para votar valenciano o castellano como lengua base del aprendizaje en las aulas, ahora se ha iniciado una campaña de la 'ONG del catalán' para que los progenitores matriculen a sus hijos eligiendo este idioma en la doble línea y también en Secundaria.
«El alumnado extranjero o de otros ambientes culturales deja de ser 'inmigrante permanente'», es uno de los argumentos para persuadir a madres y padres de la buena elección lingüística, de «¿por qué hay que elegir valenciano?»
Contrasta este mensaje sobre la población de origen foráneo con otro lanzado para infundir miedo entre el resto de familias a la hora de la consulta sobre el idioma, cuando se alertaba de que «si votas castellano, tu hijo irá con los inmigrantes», tal como publicó ABC.
Ahora, en cambio, desde la Plataforma per la Llengua, se enumeran otras razones difundidas este sábado durante la Diada Nacional del País Valencià, que se celebra por primera vez en la ciudad de Alicante, y también divulgadas entre la comunidad escolar, donde «se llenan semanalmente los centros educativos con camisetas y banderas verdes con la misma consigna de 'La llengua no es toca'». Hacen referencia así a mantener la inmersión lingüística ahora en peligro con la nueva Ley de Libertad Educativa del Gobierno autonómico de Carlos Mazón.
Esos motivos se enumeran en diferentes ámbitos, culturales y de empleo. «Es un modelo de éxito con 40 años de experiencia», subrayan, en alusión a la Ley de Usos y Enseñanza del Valenciano, aunque en realidad, tiene más que ver con la inmersión en Cataluña.
Al contrario de aquella alerta por coincidir en el aula con alumnos de raíces familiares inmigrantes, ahora se subraya que optar por el valenciano «permite la integración plena en la sociedad valenciana y sólo esta opción garantiza la competencia plena en las dos lenguas oficiales», sostienen, aunque ahora se implanten las dobles líneas y hay porcentajes mínimos en ambas.
El mensaje a 5.000 niños y familias en un encuentro cultural: «La Generalitat escampa el odio al valenciano desde que tomaron posesión»
«Proporciona oportunidades en el mundo académico y laboral», apelan, sobre el requisito lingüístico, ahora diluido con la certificación automática de títulos de valenciano al concluir la escolarización, para todos los alumnos.
«Forma parte de nuestra identidad y riqueza», un criterio que nadie cuestiona, tampoco las entidades defensoras de la no discriminación a los castellanohablantes. «Ayuda al aprendizaje de otras lenguas y la mejor manera de abrirnos al mundo es hacerlo con nuestra lengua», argumentan también, para concluir que «aporta nuevas oportunidades, siempre suma», además de esa alusión a la población inmigrante, antes citada.
Todos estos aspectos se dan a conocer para instar a las familias a elegir valenciano en el periodo de admisión y matrícula, con la presentación de una solicitud telemática del 6 al 14 de mayo en Infantil y del 15 al 23 de mayo para Bachillerato.
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